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General: Ensayo en el disc. del Evang. según san Juan cap. 5
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De: Hermano Cristiano  (Mensaje original) Enviado: 16/11/2014 18:42

Juan cap. 5: v 1 al v 9

Después, Jesús subió otra vez a Jerusalén para una fiesta judía. Hay en Jerusalén, cerca de la Puerta de las Ovejas una piscina de cinco corredores llamada Betesda en idioma hebreo. Bajo los corredores yacía una multitud de enfermos, ciegos, cojos, paralíticos, esperando que el agua se removiera. Porque el ángel del Señor bajaba de vez en cuando y removía el agua. Y el primero que se metía cuando el agua se agitaba, quedaba sano de cualquier enfermedad.

Había allí un hombre que hacía treinta y ocho años que estaba enfermo. Jesús lo vio acostado y se enteró del mucho tiempo que estaba así. Le preguntó: ¿Quieres sanar?

El enfermo le contestó: Señor, no tengo a nadie que me meta a la piscina cuando se mueve el agua. Y mientras trato de ir, ya otro se ha metido. Jesús le dijo: Levántate, toma tu camilla y anda. Al instante, el hombre sanó, tomó su camilla y empezó a andar.

ENSAYO:

Existen infinidad de cristianos que creen que hay diversas formas para acceder al poder que viene de arriba, involucrándose en muchas de ellas en forma sorprendente, ya que a pesar de haber visto verdaderos milagros en otras personas, han esperado mucho tiempo para recibir de lo que otros han recibido, y no han encontrado quién les ayude para que sean suplidas sus necesidades en lo físico y material, sin darse cuenta, de que aquellos que escuchen el llamado de Jesús para creer en él y en lo que él dice, les serán quitadas esas pesadas cadenas y serán levantados para empezar a caminar junto a él de la manera en que nunca antes lo habían hecho, y lo buscarán a través del estudio y reflexión de su Palabra para conocerlo verdaderamente, y de ésta manera, él les dará a conocer al Padre que está en el Cielo, para recibir a través de la meditación profunda de su Palabra, la sanación mental en el alma que limpiará y purificará su ser para disfrutar el Reino de Dios en este mundo creyendo y respetando lo encomendado a Jesús para rescatar lo extraviado.

Juan cap. 5: v 10 al v 18

Era día sábado. Por eso, los judíos le dijeron al que acababa de sanar: Hoy es día sábado. La Ley no permite que andes con una camilla a cuestas. El les contestó: El que me sanó me dijo: Toma tu camilla y anda. Le preguntaron: ¿Quién es ese hombre que te dijo? ¿Toma tu camilla y anda? Pero el enfermo no sabía quién lo había sanado, pues Jesús ya había desaparecido entre tanta gente que había en ese lugar.

Más tarde, Jesús se encontró con él en el Templo y le dijo: Ahora estás sano, no vuelvas a pecar, no sea que te suceda algo peor.

El hombre fue a decir a los judíos que era Jesús el que lo había sanado. Por eso los judíos atacaban a Jesús, porque no respetaba el descanso del día sábado. Jesús les replicó: Mi Padre sigue trabajando. Yo también trabajo. Por eso tenían ganas de acabar con él, porque, además de quebrantar la ley del sábado, se igualaba a Dios llamándolo su propio Padre.

ENSAYO:

Cuando comenzamos a conocer de Jesús de acuerdo a la fidelidad que mostremos para guardar y enseñar a cumplir su Palabra, empezaremos a recibir consuelo, sanación y solución de nuestros problemas físicos, materiales y espirituales, y proclamaremos que Jesús nos ha ido sacando de esas preocupaciones y miedos propios de este mundo tradicional y materialista.

Pero todos los cristianos que se muestren rebeldes e incrédulos ante las señales y prodigios que Jesús sigue realizando en medio de los hombres que se están esforzando con valentía y dominio propio para seguir con fidelidad su enseñanza, dirán que eso que estamos haciendo en el Nombre de Jesús no está permitido, porque no nos sujetamos a la obediencia a las tradiciones religiosas ni a las normas y enseñanzas y mandatos de hombre de acuerdo al concepto que tienen de la voluntad de Dios. Pero si hemos sentido el llamado para levantarnos y dejar de estar encadenados a las cosas materiales del mundo por medio de limpiar nuestra mente en el alma mediante el estudio, reflexión y meditación de la Palabra de Jesús, no debemos permitirnos volver a la condición de la que ya hemos sido sacados, no sea que nos suceda algo peor.

Hay quienes han creído y hacen creer a los demás, que la bendición de Dios dada en el Nombre de Jesús, sólo tiene validez cuando esta es dada por las autoridades elegidas o impuestas por el hombre, ya que se sigue en la creencia de que esas autoridades son las que han sido llamadas por Dios para ejercer debidamente el ministerio de la enseñanza de la Palabra de Jesús. Esa gente que así actúa y se deja convencer por esta afirmación, han estado invalidando su Palabra porque el hombre a pretendido tener una autoridad superior a la que Jesús otorga a todos los que han recibido la esencia de su Palabra a través de su estudio, reflexión y meditación para conocer del tiempo, el orden y propósito de Dios guardándola y enseñándola a cumplir como la indiscutible voluntad de Dios.

Juan cap. 5: v 19 al v 24

Jesús les dijo: El Hijo no puede hacer nada por su propia cuenta, sino lo que ve hacer al Padre. Cualquier cosa que haga éste, lo hace también el Hijo.

El Padre ama al Hijo y le enseña todo lo que él hace, y le enseña todavía cosas más grandes, que a ustedes los dejarán atónitos.

Como el Padre resucita a los muertos y da la vida, también el Hijo da la vida a quien quiere. Del mismo modo, el Padre no juzga a nadie, sino que ha entregado al Hijo la misión de juzgar, para que los hombres honren al Hijo como honran al Padre. El que no honra al Hijo no honra al Padre que lo envió. En verdad les digo: El que escucha mi palabra y cree en el que me ha enviado, vive de vida eterna; ya no habrá juicio para él, porque ha pasado de vida a muerte.

ENSAYO:

Es necesario que adquiramos el discernimiento adecuado de la Palabra de Jesús para comprender el por qué nos dice que él no puede hacer nada por su cuenta, sino que hace lo que el Padre le enseña y predica lo mismo. El predica lo que el Padre le transmite para anunciárnoslo de modo que podamos entender a través del estudio, reflexión y meditación de su enseñanza, el enorme significado espiritual que en ella se encierra, y cuando dice que el Padre desea resucitar a los muertos y que el Hijo da la vida a quién quiere, se nos está diciendo que el Padre desea resucitar al hombre a su condición espiritual, esa condición que perdió por dejarse manipular por el Tentador para pretender igualarse a Dios, y lo que esto le ocasionó, fue ser expulsado del Paraíso y ser colocado en este mundo maldecido por Dios en donde se encuentra la muerte, pero como su misericordia es para siempre, envió a su Hijo Jesucristo, para que el hombre que quiera ser restaurado a su condición espiritual y vivir en su Reino en este mundo, pueda serle concedido a través de guardar y enseñar a cumplir con fidelidad la Palabra de Jesús.

Por eso, quien quiera conocer como resucitar a lo espiritual, condición de la que originalmente desciende el hombre y que se extravió al aplicar éste su libre albedrío, sólo podrá hacerlo a través del estudio, reflexión y meditación de la Palabra de Jesús, creyendo en él y en lo que dice, y eso solo será posible si verdaderamente nosotros lo queremos, y Jesús juzgará quien lo ha hecho así para ser sacado de la condenación a la que el hombre está sometido por su propia voluntad, dándole al Padre la honra, gloria y alabanza guardando y enseñando a cumplir la Palabra de Dios dada a Jesús como obediencia a su voluntad, lo que lo llevará a evitar el juicio divino porque habrá pasado de muerte a vida.

Juan cap.5: v 25 al v 29

Sepan que viene la hora, y ya estamos en ella, en la que los muertos oirán la voz del Hijo de Dios, y los que la escuchen tendrán vida. Así como el Padre tiene vida en si mismo, así también ha dado al Hijo el tener vida en si mismo. Y también lo ha constituido juez por ser hijo de hombre.

No se asombren de esto: llega la hora en que todos los que están en los sepulcros oirán mi voz. Los que hicieron el bien saldrán y resucitarán para la vida; pero los que obraron el mal resucitarán para la condenación.

ENSAYO:

Siempre estaremos en los últimos tiempos en que la hora del juicio divino se acerca y sin darnos cuenta ya estamos en ella, en la que el hombre oirá la Palabra de Dios dada a Jesús, y el que la escuche y la medite y la ponga por obra, obtendrá vida en la abundancia en este mundo, y después, la vida eterna en el mundo venidero.

Dios no fue ni será, Dios siempre es, siempre presente, Majestuoso y Maravilloso, Omnisciente, Omnipotente, Omnipresente y Eterno, sin pasado ni futuro porque él es el Ser sin principio ni fin, él tiene la vida en si mismo, él es la vida abundante y eterna y le ha dado al Hijo el don de tener vida en si mismo y constituido Juez por ser el Hijo del Hombre.

Dios es el principio y fin de todas las cosas visibles e invisibles, por eso todos los que hayan hecho el bien saldrán y resucitarán para la vida, pero los que obraron mal resucitarán para la condenación.

Juan cap. 5: v 30 al v 34

Yo no puedo hacer nada por mi propia cuenta; para juzgar, escucho (al Padre), así mi juicio es recto, porque no busco mi voluntad, sino la de Aquel que me envió. Si yo hago de testigo en mi favor, mi testimonio no vale nada. Pero otro ha dado testimonio en mi favor, y yo se que dice la verdad en lo que dice de mi.

Juan les dijo la verdad cuando ustedes mandaron preguntarle. Yo no necesito tal recomendación venida de hombres, pero recuerdo este dato para bien de ustedes, para que se salven.

ENSAYO:

Jesús no puede hacer nada por su cuenta sino que hace lo que el Padre le ordena, así mismo, nosotros no podemos hacer nada por si solos sino a través de Jesús que escucha y hace la voluntad de Dios, compartiendo con sus fieles discípulos ese poder y autoridad que viene de la Sabiduría de Dios porque éstos ya no se cobijan con el poder y la autoridad que otorga el hombre en las cosas de Dios.

Cuando el hombre actúe de acuerdo a lo que dicta la meditación en la Palabra al recibir el discernimiento que ella provee en su esencia espiritual, estará reconociendo como separar en forma correcta, lo espiritual de lo material, para darle a Dios la honra, gloria y alabanza en el Nombre de Jesús y no dejarse guiar más por el Tentador para quitarle a Dios lo anterior y otorgárselo al hombre.

Esto sucede en forma común en todos aquellos que creen ser discípulos de Jesús porque se respaldan en su Nombre, pero no llegan a guardar completa fidelidad a su Palabra ya que se encuentran sometidos a autoridades religiosas que van marcando los tiempos, el orden y propósito del hombre en las cosas de Dios, con sus normas y enseñanzas, situación que los ha llevado a seguir estando escondidos de Dios, y algunos que han querido salir de una tradición, de repente se ven sumidos en otra, que en lugar de acercarlos al Reino de Dios, van siendo alejados cada vez más de él por dejarse manipular por estas tradiciones religiosas sometiéndose a enseñanzas y mandatos de hombre, ya que en lugar de sujetar su libre albedrío a la voluntad de Dios a través del estudio, reflexión y meditación de su Palabra, lo ha unido a la voluntad de hombre. Y, aunque ellos hablen bien de Jesús, él dice que en verdad no necesita de tales recomendaciones.

Juan cap. 5: v 35 al v 40

Juan era antorcha que ardía e iluminaba, y su luz, por un tiempo, los atrajo y los alegró. Pero tengo una recomendación que vale más que la de Juan: son las obras que el Padre me encomendó hacer. Estas obras que yo hago, prueban en mi favor que el Padre me ha enviado.

El que me envió y que me recomienda, es el Padre. Ustedes nunca han oído su voz, ni han visto su rostro; si además no reciben al que Dios les envía, de ningún modo tienen su palabra.

Ustedes escudriñan las Escrituras, porque piensan encontrar en ellas la vida eterna. Las Escrituras hablan en mi favor; no obstante, ustedes no quieren venir a mí, con lo cual tendrían vida.

ENSAYO:

Quienes así recomiendan a Jesús, son como antorchas que arden e iluminan a muchos que quieren ser sus discípulos, y esa luz los ha atraído y alegrado por un tiempo, tiempo en el que se dan cuenta de que Jesús tiene una recomendación que vale más que cualquier otra, y esta, son las obras que el Padre le encomendó hacer y ellas prueban en su favor que el Padre lo ha enviado. El Padre es el que lo envió y es él el que lo recomienda.

Estas obras se dieron en el plano material y físico en el que Jesús fue enviado para que el hombre las pudiera ver y sentir, pero su significado va mucho más allá de lo que el hombre tradicionalmente religioso puede percibir porque no ha sido enseñado a guardar y cumplir su Palabra, ya que se ha sujetado a normas y formas de sabiduría humana y no a la voluntad de Dios, lo que lo ha desviado del tiempo, de su orden y su propósito espiritual, por lo que todo aquel que no reflexiona y medita en su Palabra, no ha podido extraer su esencia y en verdad no ha escuchado la voz de Dios ni ha visto nunca su rostro, porque no ha recibido con verdadera fidelidad al que Dios ha enviado, y por lo mismo de ningún modo tienen su Palabra.

Actualmente hay cristianos que escudriñan las Escrituras del Antiguo Testamento porque piensan que siguiendo los ejemplos y obedeciendo lo que ahí se dice encontrarán el Reino de Dios y la vida eterna, y no han querido darse cuenta de que las Escrituras hablan en favor de Jesús para conocer como tener verdaderamente acceso al Reino de Dios y a la vida eterna, y la verdad quienes piensan que en el Antiguo Testamento está la salvación, no han querido venir a Jesús para que él los salve a través de guardar y enseñar a cumplir su Palabra con fidelidad como la voluntad de Dios dejando atrás cosas y tiempos que ya pasaron.

Juan Cap. 5: v 41 al v 47

Yo no hago caso del favor de los hombres. Ya los conozco: el amor de Dios no está en ustedes. Yo vengo de parte de mi Padre, y ustedes no me hacen caso.

Pero si otros vienen en su propio nombre, ustedes les harán caso. Mientras unos y otros viven pendientes del aprecio de los demás y no desean la gloria que viene del Único Dios, ¿cómo podrían creer?

No seré yo quien los acuse ante el Padre. Los acusa el mismo Moisés, en quien ustedes han confiado. Si le creyeran a Moisés, me creerían también a mi, porque de mi habló Moisés al escribir. Pero, si no creen lo que escribió Moisés, ¿cómo van a creer lo que yo les digo?

ENSAYO:

No hagamos caso de los hombres que nos ofrezcan puestos para poder anunciar la Buena Nueva que Jesús trajo al mundo y sacar provecho material de ello y ser servidos y obedecidos por esa autoridad que el hombre otorga, los discípulos de Jesús saben que el amor de Dios no está en ellos. Discernamos bien esto: Dios nos ama sin condiciones, pero ese amor de Dios para nosotros no está en ellos, porque acomodan la Palabra de Jesús y la voluntad de Dios a sus tradiciones religiosas, con lo cual se están negando a serle fieles y de esta manera están cuestionando la autoridad que el Padre le otorgó.

Quienes así se comportan, están haciendo caso de los hombres que hablan en el Nombre de Jesús pero sin guardar fidelidad a su enseñanza, y unos y otros viven pendientes de las necesidades de los demás en lo físico y material y no ven que al guardar y enseñar a cumplir fielmente su Palabra podrán ver la gloria espiritual que viene de parte del único Dios, ¿ Y si esto no lo pueden ver, cómo podrán creer? Pero no será Jesús el que los acuse ante el Padre, los acusará el mismo Moisés en quien han confiado, ya que a pesar de que el mismo Moisés habló de Jesús al escribir, no lo han creído o no lo han querido aceptar como el que ha traído consigo los tiempos nuevos de la gracia del perdón de Dios para todos, y si no lo creen o no lo aceptan, ¿cómo podrán enseñar a guardar fidelidad y cumplimiento a su Palabra?

Si aún viven sumergidos en seguir enseñanzas y mandatos de otros tiempos combinándolo con la Palabra de Jesús, no llegarán a ser fieles ni con uno ni con otro, y así, ¿cómo van a creer en Jesús y en su enseñanza?

De acuerdo a la Biblia Latinoamérica, se ha puesto el trozo 7, 19-24, al final del cap. 5, puesto que es la conclusión de este discurso y que por alguna razón desconocida fue colocado posteriormente a continuación del cap. 6

Juan cap. 7: v 19 al v 24

¿No es Moisés el que les dio la Ley? Pero ninguno de ustedes cumple la Ley. ¿Por que entonces tratan de matarme? Le gritaron: Eres víctima de un mal espíritu, ¿quién quiere matarte?

Jesús les respondió: Esta es mi primera intervención, y todos quedan atónitos. Pero piensen en el rito de la circuncisión que les viene de Moisés (en realidad desde antes de Moisés los patriarcas practicaban la circuncisión); aún en día sábado se hace la circuncisión, y pecarían contra la Ley de Moisés si no dieran al hombre el beneficio de la circuncisión por atención al sábado; pero ustedes se enojan conmigo por haber salvado al hombre entero en día sábado. Cuando juzguen, no se guíen por las apariencias, sino por lo que es justo.

ENSAYO:

Sabemos que de parte de Dios Moisés le dio la Ley al pueblo judío y nadie de ellos la cumplió. Y así, como trataron de matar a Jesús para que el pueblo no escuchara, que para salvarse, deberían de conocer, guardar y poner por obra la enseñanza que el Padre le encomendó transmitirles, así mismo ese tipo de personas que creen estar en el orden y propósito de Dios, tratarán, sin conseguirlo, de minimizar la encomienda a la que ahora Jesús nos mandará a su debido tiempo, y todo, para no perder el poder que el favor humano les otorgó para imponer obligaciones y compromisos en el Nombre de Dios, y lo que no se ha entendido o no ha querido entenderse, es que a lo que el Padre envió a Jesús, fue a quitar todas las cadenas con las que el hombre es esclavizado por medio de las tradiciones religiosas surgidas a la sombra de la Ley y de la ignorancia de los nuevos tiempos de la gracia del perdón de Dios para recibir el amor y la misericordia de Dios, y sólo, cuando verdaderamente la luz de Jesús se pose en el hombre e ilumine su mente y vaya disipando la bruma existente en ella, empezará a comprender el por qué no se debe juzgar por las apariencias sino por lo que es justo, dándole al hombre lo que es del hombre, y a Dios lo que de Dios es.



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