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General: EL EVANGELIO DEL DÍA - 2017
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Respuesta  Mensaje 1 de 28 en el tema 
De: PazenlaTormenta  (Mensaje original) Enviado: 07/11/2017 15:36
















































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Respuesta  Mensaje 14 de 28 en el tema 
De: PazenlaTormenta Enviado: 18/11/2017 14:42


Amor con amor se paga

Santo Evangelio según San Lucas 17, 26-37. Viernes XXXII del tiempo ordinario.



Por: H. Rogelio Suárez, L.C. | Fuente: missionkits.org 





En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.


Cristo, Rey nuestro. ¡Venga tu Reino!


Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)


Señor, que mi corazón no se vaya detrás de falsos amores sino que, experimentando tu gran AMOR, viva siempre en Ti.


__________


Evangelio del día (para orientar tu meditación)

Del santo Evangelio según san Lucas 17, 26-37


En aquellos días, Jesús dijo a sus discípulos: "Lo que sucedió en el tiempo de Noé, así sucederá en el tiempo del Hijo del hombre: comían, bebían, se casaban hombres y mujeres, hasta el día que Noé entró en el arca; entonces vino el diluvio y los hizo perecer a todos.


Lo mismo sucedió en el tiempo de Lot: comían y bebían, compraban y vendían, sembraban y construían, pero el día que Lot salió de Sodoma, llovió fuego y azufre del cielo y los hizo perecer a todos. Pues lo mismo sucederá el día en que el Hijo del hombre se manifieste. Aquel día, el que esté en la azotea y tenga sus cosas en la casa, que no baje a recogerlas; y el que esté en el campo, que no mire hacia atrás. Acuérdese de la mujer de Lot. Quien intente conservar su vida, la perderá; y quien la pierda, la conservará.


Yo les digo esto: aquella noche habrá dos en un mismo lecho: uno será tomado y al otro abandonado; habrá dos mujeres moliendo juntas: una será tomada y la otra abandonada".


Entonces, los discípulos le dijeron: "¿Dónde sucederá eso, Señor?". Y él les respondió: "Donde hay un cadáver se juntan los buitres".



Palabra del Señor.


_______________


Medita lo que Dios te dice en el Evangelio


Comían, bebían, compraban, vendían, plantaban y construían. ¿Está mal comer, beber, comprar, etc.? No. Entonces, si no está mal, ¿por qué recibieron el castigo?


Ellos se dedicaron a quitar de su corazón a Dios, se habían hecho dioses en sus vidas. Las necesidades de los hombres se volvieron más importantes que Dios. "Se fue detrás de sus amantes, olvidándose de mí" (Os. 2,15), se dejaron llevar por las cosas pasajeras. Amaron más a las creaturas que al creador. Ellos mismos fueron sus destructores. Fueron perdiendo poco a poco el amor, pues no tenían a Dios. No quisieron experimentar el amor de Dios en sus vidas para poder, después, amar sin límites. No se dejaron amar para poder amar.


El hombre siempre está en busca de amor, y no se cansa de buscarlo hasta que lo encuentra; pero muchas veces busca en el lugar equivocado. Cuando se experimenta el amor de Dios, el amor verdadero, lo único que uno puede hacer y quiere hacer, es corresponder con amor. Amor como el que ha recibido, pues el amor con amor se paga. No hay que dejar que nuestra vida se quede sin amor, que nuestro corazón deje de latir.


¿Por qué muchas veces me voy detrás de falsos amores, olvidándome del verdadero AMOR? ¿Cuáles son esos falsos amores que tengo en mi vida? ¿He experimentado el amor de Dios?


No retroceder, no mirar hacia atrás, presenta el ejemplo de la mujer de Lot. También el autor de la Carta a los Hebreos recoge este consejo y dice: "Nosotros -los creyentes- no somos gente que retrocede, sino gente que siempre va hacia adelante". Seguir siempre adelante por este camino, contemplando las bellezas, y con los hábitos que todos tenemos, pero sin divinizarlos porque acabarán. Así, pues, que sean estas pequeñas bellezas, que reflejan la gran belleza, nuestros hábitos para sobrevivir en el canto eterno, en la contemplación de la gloria de Dios.

(Homilía de S.S. Francisco, 13 de noviembre de 2015).


_________


Diálogo con Cristo


Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.


_______


Propósito


Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.


En un breve examen de conciencia revisaré si tengo algunos falsos amores que me impidan amar a Dios sobre todas las cosas y trataré de corregirme.


______


Despedida


Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.

Amén.


¡Cristo, Rey nuestro!

¡Venga tu Reino!


Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.

Ruega por nosotros.


En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.

Amén.


Respuesta  Mensaje 15 de 28 en el tema 
De: PazenlaTormenta Enviado: 18/11/2017 14:42


Lecturas de hoy Sábado de la 32ª semana del Tiempo Ordinario

Hoy, sábado, 18 de noviembre de 2017




Primera lectura

Lectura del libro de la Sabiduría (18,14-16;19,6-9):


Un silencio sereno lo envolvía todo, y, al mediar la noche su carrera, tu palabra todopoderosa se abalanzó, como paladín inexorable, desde el trono real de los cielos al país condenado; llevaba la espada afilada de tu orden terminante; se detuvo y lo llenó todo de muerte; pisaba la tierra y tocaba el cielo. Porque la creación entera, cumpliendo tus órdenes, cambió radicalmente de naturaleza, para guardar incólumes a tus hijos. Se vio la nube dando sombra al campamento, la tierra firme emergiendo donde había antes agua, el mar Rojo convertido en camino practicable y el violento oleaje hecho una vega verde; por allí pasaron, en formación compacta, los que iban protegidos por tu mano, presenciando prodigios asombrosos. Retozaban como potros y triscaban como corderos, alabándote a ti, Señor, su libertador.


Palabra de Dios


__________


Salmo

Sal 104,2-3.36-37.42-43


R/. Recordad las maravillas que hizo el Señor


Cantadle al son de instrumentos, 

hablad de sus maravillas; 

gloriaos de su nombre santo, 

que se alegren los que buscan al Señor. R/.


Hirió de muerte a los primogénitos del país, 

primicias de su virilidad. 

Sacó a su pueblo cargado de oro y plata, 

y entre sus tribus nadie tropezaba. R/.


Porque se acordaba de la palabra sagrada 

que había dado a su siervo Abrahán, 

sacó a su pueblo con alegría, 

a sus escogidos con gritos de triunfo. R/.


_________


Evangelio de hoy

Lectura del santo evangelio según san Lucas (18,1-8):


En aquel tiempo, Jesús, para explicar a sus discípulos cómo tenían que orar siempre sin desanimarse, les propuso esta parábola: «Había un juez en una ciudad que ni temía a Dios ni le importaban los hombres. En la misma ciudad había una viuda que solía ir a decirle: "Hazme justicia frente a mi adversario." Por algún tiempo se negó, pero después se dijo: "Aunque ni temo a Dios ni me importan los hombres, como esta viuda me está fastidiando, le haré justicia, no vaya a acabar pegándome en la cara."»

Y el Señor añadió: «Fijaos en lo que dice el juez injusto; pues Dios, ¿no hará justicia a sus elegidos que le gritan día y noche?; ¿o les dará largas? Os digo que les hará justicia sin tardar. Pero, cuando venga el Hijo del hombre, ¿encontrará esta fe en la tierra?»


Palabra del Señor


___________



Comentario al Evangelio de hoy sábado, 18 de noviembre de 2017

Alejando Carbajo, cmf



Queridos hermanos, paz y bien.


Orar sin desanimarse. Buen consejo, en estos tiempos de inmediatez en los que vivimos. Lo queremos todo, y lo queremos ya. Jesús quiere que recemos siempre y no perdamos el ánimo, la ilusión. Nuestra persistencia en la plegaria no cambia los planes de Dios, por supuesto, pero prepara nuestro corazón para incrementar nuestro deseo de Dios.


Cuando sintamos que Dios no nos responde como queremos, que sepamos renovar nuestra confianza. Que, en las decisiones importantes de la vida, en los momentos difíciles, sepamos orar sin desfallecer. Como Jesús, que oremos para ser fieles al proyecto de Dios para con nosotros.


Jesús nos dice que tenemos que cansar a Dios con nuestra oración. Que probemos nuestra confianza en Él con nuestra plegaria sin fin. Por eso necesitamos una fe muy viva, muy grande, pensando que nos va a conceder lo que le pedimos. Por eso, la pregunta final de Jesús: “encontrará esta fe en la tierra?”  ¿Tenemos nosotros esa fe? ¿Puede nuestra fe iluminar la oscuridad del mundo en que habitamos? ¿Podemos transmitir nuestra fe a los demás? Ojalá que sí. Sin fe, es imposible. Sin fe, no entendemos la maldad que hay en el mundo, la injusticia y las dificultades. Que recordemos la oración de Jesús, en los buenos momentos, y en Getsemaní o en la cruz. Que seamos fiel como Cristo.


En la oración presentamos a Dios nuestro verdadero ser, nos mostramos como somos: agradecidos, cansados, tristes, alegres, enfadados. Que la oración confiada nos ayude a trabajar por la justicia en todas las situaciones que vivamos.


Empezábamos la semana pidiendo que el Señor aumentara nuestra fe. Es una buena manera de terminarla recordar eso mismo, pedirle al Dios bueno que nos aumente la fe, para que crezca y nos ayude a superar todas las encrucijadas de nuestra vida.


Vuestro hermano en la fe, Alejandro, C.M.F.


Respuesta  Mensaje 16 de 28 en el tema 
De: PazenlaTormenta Enviado: 20/11/2017 11:23



Domingo 33º del Tiempo Ordinario – Ciclo A

Domingo 19 de noviembre de 2017


“Trabajaré agradecido los talentos que me confías“




Primera lectura

Lectura del libro de los Proverbios (31,10-13.19-20.30-31):


Una mujer hacendosa, ¿quién la hallará? Vale mucho más que las perlas. Su marido se fía de ella, y no le faltan riquezas. Le trae ganancias y no pérdidas todos los días de su vida. Adquiere lana y lino, los trabaja con la destreza de sus manos. Extiende la mano hacia el huso, y sostiene con la palma la rueca. Abre sus manos al necesitado y extiende el brazo al pobre. Engañosa es la gracia, fugaz la hermosura, la que teme al Señor merece alabanza. Cantadle por el éxito de su trabajo, que sus obras la alaben en la plaza.


Palabra de Dios


______________________

Salmo


Salmo 127,1-2.3.4-5


R/. Dichoso el que teme al Señor


Dichoso el que teme al Señor

y sigue sus caminos.

Comerás del fruto de tu trabajo,

serás dichoso, te irá bien. R/.


Tu mujer, como parra fecunda,

en medio de tu casa; tus hijos,

como renuevos de olivo,

alrededor de tu mesa. R/.


Ésta es la bendición del hombre que teme al Señor.

Que el Señor te bendiga desde Sión,

que veas la prosperidad de Jerusalén

todos los días de tu vida. R/.


______________________

Segunda lectura

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Tesalonicenses (5,1-6):


En lo referente al tiempo y a las circunstancias no necesitáis, hermanos, que os escriba. Sabéis perfectamente que el día del Señor llegará como un ladrón en la noche. Cuando estén diciendo: «Paz y seguridad», entonces, de improviso, les sobrevendrá la ruina, como los dolores de parto a la que está encinta, y no podrán escapar. Pero vosotros, hermanos, no vivís en tinieblas, para que ese día no os sorprenda como un ladrón, porque todos sois hijos de la luz e hijos del día; no lo sois de la noche ni de las tinieblas, Así, pues, no durmamos como los demás, sino estemos vigilantes y despejados.


Palabra de Dios


___________


Lectura del santo evangelio según san Mateo 

(25, 14-30):


En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos esta parábola: «Un hombre, al irse de viaje, llamó a sus empleados y los dejó encargados de sus bienes: a uno le dejó cinco talentos de plata, a otro dos, a otro uno, a cada cual según su capacidad; luego se marchó. El que recibió cinco talentos fue en seguida a negociar con ellos y ganó otros cinco. El que recibió dos hizo lo mismo y ganó otros dos. En cambio, el que recibió uno hizo un hoyo en la tierra y escondió el dinero de su señor. Al cabo de mucho tiempo volvió el señor de aquellos empleados y se puso a ajustar las cuentas con ellos. Se acercó el que había recibido cinco talentos y le presentó otros cinco, diciendo: “Señor, cinco talentos me dejaste; mira, he ganado otros cinco.” Su señor le dijo: “Muy bien. Eres un empleado fiel y cumplidor; como has sido fiel en lo poco, te daré un cargo importante; pasa al banquete de tu señor.” Se acercó luego el que había recibido dos talentos y dijo: “Señor, dos talentos me dejaste; mira, he ganado otros dos.” Su señor le dijo: “Muy bien. Eres un empleado fiel y cumplidor; como has sido fiel en lo poco, te daré un cargo importante; pasa al banquete de tu señor.” Finalmente, se acercó el que había recibido un talento y dijo: “Señor, sabía que eres exigente, que siegas donde no siembras y recoges donde no esparces, tuve miedo y fui a esconder mi talento bajo tierra. Aquí tienes lo tuyo.” El señor le respondió: “Eres un empleado negligente y holgazán. ¿Con que sabías que siego donde no siembro y recojo donde no esparzo? Pues debías haber puesto mi dinero en el banco, para que, al volver yo, pudiera recoger lo mío con los intereses. Quitadle el talento y dádselo al que tiene diez. Porque al que tiene se le dará y le sobrará, pero al que no tiene, se le quitará hasta lo que tiene. Y a ese empleado inútil echadle fuera, a las tinieblas; allí será el llanto y el rechinar de dientes.”»


Palabra del Señor


_________


Evangelio Comentado por:

José Antonio Pagola

Mt 25, 14-30


BÚSQUEDA CREATIVA


A pesar de su aparente inocencia, la parábola de los talentos encierra una carga explosiva. Es sorprendente ver que el tercer criado es condenado sin haber cometido ninguna acción mala. Su único error consiste en no hacer nada: no arriesga su talento, no lo hace fructificar, lo conserva intacto en un lugar seguro.


El mensaje de Jesús es claro. No al conservadurismo, sí a la creatividad. No a una vida estéril, sí a la respuesta activa a Dios. No a la obsesión por la seguridad, sí al esfuerzo arriesgado por transformar el mundo. No a la fe enterrada bajo el conformismo, sí al trabajo comprometido en abrir caminos al reino de Dios.


El gran pecado de los seguidores de Jesús puede ser siempre el no arriesgarnos a seguirlo de manera creativa. Es significativo observar el lenguaje que se ha empleado entre los cristianos a lo largo de los años para ver en qué hemos centrado con frecuencia la atención: conservar el depósito de la fe; conservar la tradición; conservar las buenas costumbres; conservar la gracia; conservar la vocación…


Esta tentación de conservadurismo es más fuerte en tiempos de crisis religiosa. Es fácil entonces invocar la necesidad de controlar la ortodoxia, reforzar la disciplina y la normativa, asegurar la pertenencia a la Iglesia… Todo puede ser explicable, pero, ¿no es con frecuencia una manera de desvirtuar el Evangelio y congelar la creatividad del Espíritu?


Para los dirigentes religiosos y los responsables de las comunidades cristianas puede ser más cómodo «repetir» de manera monótona los caminos heredados del pasado, ignorando los interrogantes, las contradicciones y los planteamientos del hombre moderno, pero ¿de qué sirve todo ello si no somos capaces de transmitir luz y esperanza a los problemas y sufrimientos que sacuden a los hombres y mujeres de nuestros días?


Las actitudes que hemos de cuidar hoy en el interior de la Iglesia no se llaman «prudencia», «fidelidad al pasado», «resignación»… Llevan más bien otro nombre: «búsqueda creativa», «audacia», «capacidad de riesgo», «escucha del Espíritu», que todo lo hace nuevo.


Lo más grave puede ser que, lo mismo que el tercer criado de la parábola, también nosotros creamos que estamos respondiendo fielmente a Dios con nuestra actitud conservadora, cuando en realidad estamos defraudando sus expectativas. El principal quehacer de la Iglesia hoy no puede ser conservar el pasado, sino aprender a comunicar la Buena Noticia de Jesús en una sociedad sacudida por cambios socioculturales sin precedentes.


  




Respuesta  Mensaje 17 de 28 en el tema 
De: PazenlaTormenta Enviado: 20/11/2017 11:28

 


Lecturas de hoy Lunes de la 33ª semana del Tiempo Ordinario

 Hoy, lunes, 20 de noviembre de 2017





Primera lectura

Lectura del primer libro de los Macabeos

 (1,10-15.41-43.54-57.62-64):


En aquellos días, brotó un vástago perverso: Antíoco Epifanes, hijo del rey Antíoco. Había estado en Roma como rehén, y subió al trono el año ciento treinta y siete de la era seléucida.

Por entonces hubo unos israelitas apóstatas que convencieron a muchos: «¡Vamos a hacer un pacto con las naciones vecinas, pues, desde que nos hemos aislado, nos han venido muchas desgracias!»

Gustó la propuesta, y algunos del pueblo se decidieron a ir al rey. El rey los autorizó a adoptar las costumbres paganas, y entonces, acomodándose a los usos paganos, construyeron un gimnasio en Jerusalén; disimularon la circuncisión, apostataron de la alianza santa, emparentaron con los paganos y se vendieron para hacer el mal. El rey Antíoco decretó la unidad nacional para todos los súbditos de su imperio, obligando a cada uno a abandonar su legislación particular. Todas las naciones acataron la orden del rey, e incluso muchos israelitas adoptaron la religión oficial: ofrecieron sacrificios a los ídolos y profanaron el Sábado. El día quince del mes de Casleu del año ciento cuarenta y cinco, el rey mandó poner sobre el altar un ara sacrílega, y fueron poniendo aras por todas las poblaciones judías del contorno; quemaban incienso ante las puertas de las casas y en las plazas; los libros de la Ley que encontraban, los rasgaban y echaban al fuego, al que le encontraban en casa un libro de la alianza y al que vivía de acuerdo con la Ley, lo ajusticiaban, según el decreto real. Pero hubo muchos israelitas que resistieron, haciendo el firme propósito de no comer alimentos impuros; prefirieron la muerte antes que contaminarse con aquellos alimentos y profanar la alianza santa. Y murieron. Una cólera terrible se abatió sobre Israel.


Palabra de Dios


____________


Salmo

Sal 118,53.61.134.150.155.158


R/. Dame vida, Señor, para que observe tus decretos


Sentí indignación ante los malvados, 

que abandonan tu voluntad. R/.


Los lazos de los malvados me envuelven, 

pero no olvido tu voluntad. R/.


Líbrame de la opresión de los hombres, 

y guardaré tus decretos. R/.


Ya se acercan mis inicuos perseguidores, 

están lejos de tu voluntad. R/.


La justicia está lejos de los malvados 

que no buscan tus leyes. R/.


Viendo a los renegados, sentía asco, 

porque no guardan tus mandatos. R/.


____________


Evangelio de hoy

Lectura del santo evangelio según san Lucas (18, 35-43):


En aquel tiempo, cuando se acercaba Jesús a Jericó, había un ciego sentado al borde del camino, pidiendo limosna. 

Al oír que pasaba gente, preguntaba qué era aquello; y le explicaron: «Pasa Jesús Nazareno.»

Entonces gritó: «¡Jesús, hijo de David, ten compasión de mí!»

Los que iban delante le regañaban para que se callara, pero él gritaba más fuerte: «¡Hijo de David, ten compasión de mí!»

Jesús se paró y mandó que se lo trajeran.

Cuando estuvo cerca, le preguntó: «¿Qué quieres que haga por ti?»

Él dijo: «Señor, que vea otra vez.»

Jesús le contestó: «Recobra la vista, tu fe te ha curado.»

En seguida recobró la vista y lo siguió glorificando a Dios. Y todo el pueblo, al ver esto, alababa a Dios.


Palabra del Señor


______________



Comentario al Evangelio de hoy lunes, 20 de noviembre de 2017

 Imprimir Bonifacio Fernandez, cmf




Queridos amigos y amigas:


Los personajes del evangelio de hoy son el ciego, Jesús, la gente en camino con Jesús hacia Jerusalén...


El ciego: Lucas omite su nombre; simplemente es un ciego y mendigo a la entrada de Jericó. Del ciego se nos dice que oye, pregunta, que empieza a gritar.... que grita mucho más fuerte. Lo que pide no es una limosna. No pide una ayuda para comer. Va directamente a la raíz de su exclusión y su condición: “Hijo de David, ten compasión de mi”. A la pregunta de Jesús “¿qué quieres que te haga”? responde el ciego exponiendo su necesidad fundamental: ¡Señor, que vea!. Recobró la vista. Siguió al Hijo de David.


El personaje central de este relato milagroso es Jesús el Nazareno. Recibe también el título de Hijo de David y Señor. Pasa y va camino de Jerusalén; escucha los gritos del ciego; se para; lo manda traer, le pregunta: ¿Qué quieres que te haga?. Lo cura con un lacónico mandato lleno de autoridad: “Ve. Tu fe te ha salvado”. No se refiere explícitamente a la ceguera: muestra que el encuentro confiado con él, resulta ser curativo, iluminador y salvador.


El tercer personaje de la narración es la gente que acompaña a Jesús. Informan al ciego de lo que pasa; le increpan para que se calle; acercan el ciego a Jesús. Son testigos de la curación. La ven y alaban a Dios uniéndose a la alabanza del curado.


A través de esta narración, Dios nos habla a nosotros hoy; nos sale al encuentro. ¿Qué palabra escuchamos? ¿Con qué personaje me identifico hoy al escuchar la narración? ¿Qué palabras del texto me resuenan más dentro? ¿Qué palabras o acciones necesito repetir hoy?.


Vuestro hermano en la fe.

Bonifacio Fernández cmf


Respuesta  Mensaje 18 de 28 en el tema 
De: PazenlaTormenta Enviado: 21/11/2017 11:44


Trigésimo tercera semana del Tiempo Ordinario - Año Impar

Martes 21 noviembre 2017


 Hoy es: Presentación de la Santísima Virgen (21 de Noviembre)


“ Hoy ha sido la salvación de esta casa ”




Primera lectura

Lectura del segundo libro de los Macabeos 6,18-31


En aquellos días, a Eleazar, uno de los principales escribas, hombre de edad avanzada y semblante muy digno, le abrían la boca a la fuerza para que comiera carne de cerdo. Pero él, prefiriendo una muerte honrosa a una vida de infamia, escupió la carne y avanzó voluntariamente al suplicio, como deben hacer los que son constantes en rechazar manjares prohibidos, aun a costa de la vida. Los que presidían aquel sacrificio ¡legal, viejos amigos de Eleazar, lo llevaron aparte y le propusieron que hiciera traer carne permitida, preparada por él mismo, y que la comiera, haciendo como que comía la carne del sacrificio ordenado por el rey, para que así se librara de la muerte y, dada su antigua amistad, lo tratasen con consideración.


Pero él, adoptando una actitud cortés, digna de sus años, de su noble ancianidad, de sus canas honradas e ilustres, de su conducta intachable desde niño y, sobre todo, digna de la Ley santa dada por Dios, respondió todo seguido: «iEnviadme al sepulcro! Que no es digno de mi edad ese engaño. Van a creer muchos jóvenes que Eleazar, a los noventa años, ha apostatado, y, si miento por un poco de vida que me queda, se van a extraviar con mi mal ejemplo. Eso seria manchar e infamar mi vejez. Y, aunque de momento me librase del castigo de los hombres, no escaparía de la mano del Omnipotente, ni vivo ni muerto. Si muero ahora como un valiente, me mostraré digno de mis años y legaré a los jóvenes un noble ejemplo, para que aprendan a arrostrar voluntariamente una muerte noble por amor a nuestra santa y venerable Ley.»

Dicho esto, se dirigió en seguida al suplicio. Los que lo llevaban, poco antes deferentes con él, se endurecieron, considerando insensatas las palabras que acababa de pronunciar.

Él, a punto de morir a fuerza de golpes, dijo entre suspiros: «Bien sabe el Señor, que posee la santa sabiduría, que, pudiendo librarme de la muerte, aguanto en mi cuerpo los crueles dolores de la flagelación, y los sufro con gusto en mi alma por respeto a él.»

Así terminó su vida, dejando, no sólo a los jóvenes, sino a toda la nación, un ejemplo memorable de heroísmo y de virtud.


______________


Salmo

Sal 3,2-3.4-5.6-7 R/. El Señor me sostiene


Señor, cuántos son mis enemigos,

cuántos se levantan contra mí;

cuántos dicen de mí: «Ya no lo protege Dios.» R/.


Pero tú, Señor, eres mi escudo y mi gloria,

tú mantienes alta mi cabeza.

Si grito invocando al Señor,

él me escucha desde su monte santo. R/.


Puedo acostarme y dormir y despertar:

el Señor me sostiene.

No temeré al pueblo innumerable

que acampa a mi alrededor. R/.


___________


Evangelio del día

Lectura del santo evangelio según san Lucas 19, 1-10


En aquel tiempo, entró Jesús en Jericó y atravesaba la ciudad. Un hombre llamado Zaqueo, jefe de publicanos y rico, trataba de distinguir quién era Jesús, pero la gente se lo impedía, porque era bajo de estatura. Corrió más adelante y se subió a una higuera, para verlo, porque tenía que pasar por allí.

Jesús, al llegar a aquel sitio, levantó los ojos y dijo: «Zaqueo, baja en seguida, porque hoy tengo que alojarme en tu casa.»

Él bajó en seguida y lo recibió muy contento.

Al ver esto, todos murmuraban, diciendo: «Ha entrado a hospedarse en casa de un pecador.»

Pero Zaqueo se puso en pie, y dijo al Señor: «Mira, la mitad de mis bienes, Señor, se la doy a los pobres; y si de alguno me he aprovechado, le restituiré cuatro veces más.»

Jesús le contestó: «Hoy ha sido la salvación de esta casa; también éste es hijo de Abrahán. Porque el Hijo del hombre ha venido a buscar y a salvar lo que estaba perdido.»


____________



Reflexión del Evangelio de hoy martes 21 noviembre 2017

Prefirió “una muerte honrosa a una vida de infamia”  



Nos encontramos ante Eleazar, buen judío, hombre recto, coherente con su fe hasta las últimas consecuencias. Más allá de no comer carne prohibida, que hoy para nosotros no tiene tanta importancia, tenemos que quedarnos con que él veía en ese gesto ser fiel al Señor, su Dios. Comer carne prohibida era ir en contra de su Dios. Por eso Eleazar se mantuvo en ser fiel a la ley y a Dios. Hasta no hizo caso a algunos amigos que querían salvar su vida a base de una trampa, de una mentira. Quiso dar testimonio ante todos los creyentes y no creyentes, de la importancia de no ir nunca en contra de Dios. Antes Dios que su vida. Mejor dicho, antes Dios y su fidelidad a él, porque ahí estaba su vida, que renunciar a Dios y mantenerse con vida. Porque para él vivir yendo en contra de Dios es no vivir.


Es la misma dialéctica de los mártires cristianos de todos los tiempos. Vivir renunciando a Jesús, renunciando al Dios de Jesús, nuestro Padre, no es vivir, por eso entregan su vida, sabiendo además que “en la otra orilla” les espera Dios para invitarles al banquete de su amor por toda una eternidad. 


 Ha entrado a hospedarse en casa de un pecador

¡Cómo nos cuesta reconocer al verdadero Jesús! Solemos quejarnos de las altas jerarquías de la religión judía, que se escandalizaban de ver a Jesús acercarse, como es el caso de Zaqueo, pecador y ladrón reconocido, a personas de conducta no recomendable. Y, con frecuencia, caemos nosotros en el mismo defecto farisaico. Bien sabemos cómo se defendía Jesús. De mil maneras, nos dice que viene dispuesto a echar una mano a quien lo necesite, haya hecho lo que haya hecho, que no viene a condenar, sino a salvar, decidido a buscar a la oveja que se ha despistado y se ha perdido. Como los buenos médicos busca a los múltiples y variados enfermos aquejados de diversas enfermedades, como la falta de luz, de sentido, de esperanza, o la sobredosis de ansia de dinero, de prestigio, de odio, de venganza… Para ello nos ofrece una medicina que solo Él posee, la medicina de su amor, de su perdón, de su comprensión, de su pan de vida, de… Los cristianos tenemos la experiencia de que es una medicina divina eficaz, capaz de curarnos todas nuestras dolencias. “El Hijo del hombre ha venido a buscar y a salvar lo que estaba perdido”.


Celebramos hoy la presentación de la Santísima Virgen. Es una fiesta que nació en Oriente, el año 543, con ocasión de la dedicación de la basílica de Santa María la Nueva en Jerusalén. Se supone que María fue presentada en el Templo como lo fue su hijo Jesús.



Fray Manuel Santos Sánchez

Convento de Santo Domingo (Oviedo)


Respuesta  Mensaje 19 de 28 en el tema 
De: PazenlaTormenta Enviado: 23/11/2017 21:12


Lecturas del Miércoles de la 33ª semana del Tiempo Ordinario

Miércoles, 22 de noviembre de 2017




Primera lectura

Lectura del segundo libro de los Macabeos (7,1.20-31):


En aquellos días, arrestaron a siete hermanos con su madre. El rey los hizo azotar con látigos y nervios para forzarlos a comer carne de cerdo, prohibida por la Ley. Pero ninguno más admirable y digno de recuerdo que la madre. Viendo morir a sus siete hijos en el espacio de un día, lo soportó con entereza, esperando en el Señor. 

Con noble actitud, uniendo un temple viril a la ternura femenina, fue animando a cada uno, y les decía en su lengua: «Yo no sé cómo aparecisteis en mi seno; yo no os di el aliento ni la vida, ni ordené los elementos de vuestro organismo. Fue el creador del universo, el que modela la raza humana y determina el origen de todo. Él, con su misericordia, os devolverá el aliento y la vida, si ahora os sacrificáis por su ley.»

Antíoco creyó que la mujer lo despreciaba, y sospechó que lo estaba insultando. Todavía quedaba el más pequeño, y el rey intentaba persuadirlo, no sólo con palabras, sino que le juraba que si renegaba de sus tradiciones lo haría rico y feliz, lo tendría por amigo y le daría algún cargo. Pero como el muchacho no hacía ningún caso, el rey llamó a la madre y le rogaba que aconsejase al chiquillo para su bien.

Tanto le insistió, que la madre accedió a persuadir al hijo; se inclinó hacia él y, riéndose del cruel tirano, habló así en su idioma: «Hijo mío, ten piedad de mí, que te llevé nueve meses en el seno, te amamanté y crié tres años y te he alimentado hasta que te has hecho un joven. Hijo mío, te lo suplico, mira el cielo y la tierra, fíjate en todo lo que contienen y verás que Dios lo creó todo de la nada, y el mismo origen tiene el hombre. No temas a ese verdugo, no desmerezcas de tus hermanos y acepta la muerte. Así, por la misericordia de Dios, te recobraré junto con ellos.»

Estaba todavía hablando, cuando el muchacho dijo: «¿Qué esperáis? No me someto al decreto real. Yo obedezco los decretos de la ley dada a nuestros antepasados por medio de Moisés. Pero tú, que has tramado toda clase de crímenes contra los hebreos, no escaparás de las manos de Dios.»


Palabra de Dios


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Salmo

Sal 16,1.5-6.8.15


R/. Al despertar, Señor, me saciaré de tu semblante


Señor, escucha mi apelación, 

atiende a mis clamores, 

presta oído a mi súplica, 

que en mis labios no hay engaño. R/.


Mis pies estuvieron firmes en tus caminos, 

y no vacilaron mis pasos. 

Yo te invoco porque tú me respondes, Dios mío;

inclina el oído y escucha mis palabras. R/.


Guárdame como a las niñas de tus ojos, 

a la sombra de tus alas escóndeme. 

Pero yo con mi apelación vengo a tu presencia, 

y al despertar me saciaré de tu semblante. R/.


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Evangelio

Lectura del santo evangelio según san Lucas (19,11-28):


En aquel tiempo, dijo Jesús una parábola; el motivo era que estaba cerca de Jerusalén, y se pensaban que el reino de Dios iba a despuntar de un momento a otro.

Dijo, pues: «Un hombre noble se marchó a un país lejano para conseguirse el título de rey, y volver después. Llamó a diez empleados suyos y les repartió diez onzas de oro, diciéndoles: "Negociad mientras vuelvo." Sus conciudadanos, que lo aborrecían, enviaron tras él una embajada para informar: "No queremos que él sea nuestro rey." Cuando volvió con el título real, mandó llamar a los empleados a quienes había dado el dinero, para enterarse de lo que había ganado cada uno. El primero se presentó y dijo: "Señor, tu onza ha producido diez." Él le contestó: "Muy bien, eres un empleado cumplidor; como has sido fiel en una minucia, tendrás autoridad sobre diez ciudades." El segundo llegó y dijo: "Tu onza, señor, ha producido cinco." A ése le dijo también: "Pues toma tú el mando de cinco ciudades." El otro llegó y dijo: "Señor, aquí está tu onza; la he tenido guardada en el pañuelo; te tenía miedo, porque eres hombre exigente, que reclamas lo que no prestas y siegas lo que no siembras." Él le contestó: "Por tu boca te condeno, empleado holgazán. ¿Conque sabías que soy exigente, que reclamo lo que no presto y siego lo que no siembro? Pues, ¿por qué no pusiste mi dinero en el banco? Al volver yo, lo habría cobrado con los intereses." Entonces dijo a los presentes: "Quitadle a éste la onza y dádsela al que tiene diez." Le replicaron: "Señor, si ya tiene diez onzas." "Os digo: 'Al que tiene se le dará, pero al que no tiene se le quitará hasta lo que tiene.' Y a esos enemigos míos, que no me querían por rey, traedlos acá y degolladlos en mi presencia."»

Dicho esto, echó a andar delante de ellos, subiendo hacia Jerusalén.


Palabra del Señor


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Respuesta  Mensaje 20 de 28 en el tema 
De: PazenlaTormenta Enviado: 23/11/2017 21:13


Lecturas de hoy Jueves de la 33ª semana del Tiempo Ordinario

Hoy, jueves, 23 de noviembre de 2017




Primera lectura

Lectura del segundo libro de los Macabeos (2,15-29):


En aquellos días, los funcionarios reales encargados de hacer apostatar por la fuerza llegaron a Modín, para que la gente ofreciese sacrificios, y muchos israelitas acudieron a ellos. Matatías se reunió con sus hijos, y los funcionarios del rey le dijeron: «Eres un personaje ilustre, un hombre importante en este pueblo, y estás respaldado por tus hijos y parientes. Adelántate el primero, haz lo que manda el rey, como lo han hecho todas las naciones, y los mismos judíos, y los que han quedado en Jerusalén. Tú y tus hijos recibiréis el título de grandes del reino, os premiarán con oro y plata y muchos regalos.»

Pero Matatias respondió en voz alta: «Aunque todos los súbditos en los dominios del rey le obedezcan, apostatando de la religión de sus padres, y aunque prefieran cumplir sus órdenes, yo, mis hijos y mis parientes viviremos según la alianza de nuestros padres. El cielo nos libre de abandonar la ley y nuestras costumbres. No obedeceremos las órdenes del rey, desviándonos de nuestra religión a derecha ni a izquierda.»

Nada más decirlo, se adelantó un judío, a la vista de todos, dispuesto a sacrificar sobre el ara de Modin, como lo mandaba el rey. Al verlo, Matatias se indignó, tembló de cólera y en un arrebato de ira santa corrió a degollar a aquel hombre sobre el ara. Y entonces mismo mató al funcionario real, que obligaba a sacrificar, y derribó el ara. Lleno de celo por la ley, hizo lo que Fineés a Zinirí, hijo de Salu.

Luego empezó a gritar a voz en cuello por la ciudad: «El que sienta celo por la ley y quiera mantener la alianza, ¡que me siga!»

Después se echó al monte con sus hijos, dejando en el pueblo cuanto tenía. Por entonces, muchos bajaron al desierto para instalarse allí, porque deseaban vivir según derecho y justicia.


Palabra de Dios


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Salmo

Sal 49,1-2.5-6.14-15


R/. Al que sigue buen camino 

le haré ver la salvación de Dios


El Dios de los dioses, el Señor, habla: 

convoca la tierra de oriente a occidente. 

Desde Sión, la hermosa, Dios resplandece. R/.


«Congregadme a mis fieles, 

que sellaron mi pacto con un sacrificio.» 

Proclame el cielo su justicia; 

Dios en persona va a juzgar. R/.


«Ofrece a Dios un sacrificio de alabanza, 

cumple tus votos al Altísimo 

e invócame el día del peligro: 

yo te libraré, y tú me darás gloria.» R/.


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Evangelio de hoy

Lectura del santo evangelio según san Lucas (19,41-44):


En aquel tiempo, al acercarse Jesús a Jerusalén y ver la ciudad, le dijo llorando: «¡Si al menos tú comprendieras en este día lo que conduce a la paz! Pero no: está escondido a tus ojos. Llegará un día en que tus enemigos te rodearán de trincheras, te sitiarán, apretarán el cerco, te arrasarán con tus hijos dentro, y no dejarán piedra sobre piedra. Porque no reconociste el momento de mi venida.»


Palabra del Señor


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Comentario al Evangelio de hoy jueves, 23 de noviembre de 2017

 Bonifacio Fernandez, cmf



Queridos amigos y amigas:


Este pasaje se sitúa en la sección del ministerio de Jesús en Jerusalén, que es el destino de su larga peregrinación. Tras la entrada mesiánica viene esta “lamentación por Jerusalén”. Jesús llora sobre la ciudad. Algunos detalles del texto:


Contraste entre la alegría de la escena anterior y el llanto de Jesús. Festivamente es aclamado Mesías a la entrada en la ciudad, Jesús llora de pena por la ciudad.

Juego con el nombre de Jerusalén que teológicamente significa “visión de paz”.

La expresión “vendrán días” es de tenor apocalíptico y el texto está lleno de reminiscencias proféticas.

Evoca la ruina de Jerusalén que puede hacer alusión a la del año 587 o a la del año 70 de nuestra era, de la cual no describe ninguno de sus rasgos característicos.

La profecía está llena de realismo.

El motivo del llanto de Jesús es la destrucción de la ciudad, que Jesús contemplaría en visión profética. Pero esa realidad histórica sería el signo de algo más profundo: Jerusalén no reconoce en este día la presencia en ella de su salvador. Ese es el gran contraste. Ese es el misterio. Los representantes religiosos de la ciudad rechazan al Mesías de la paz. No reconocen que es su momento decisivo, que es su gran oportunidad. No conocen el tiempo de la visita de la gracia. Rechazan a su salvador. Esa es la gran paradoja: lo tienen delante y no lo ven. Le es enviado y no lo reconocen. Está oculto a sus ojos, es decir, como si Dios ocultase la salvación cuando los hombres la rechazan.


El motivo del llanto de Jesús no es simplemente la suerte de la ciudad con toda su belleza y esplendor; no está pensando sólo en el sufrimiento de su habitantes; está pensando en la negativa humana a recibir la gran liberación. Pero Jesús sabe también que ese poder de rechazar no va impedir el amor salvador de Dios. Simplemente la historia de la salvación seguirá otros caminos.


Vuestro hermano en la fe.

Bonifacio Fernández cmf.


Respuesta  Mensaje 21 de 28 en el tema 
De: PazenlaTormenta Enviado: 25/11/2017 00:26


Lecturas de hoy Viernes de la 33ª semana del Tiempo Ordinario

 Hoy, viernes, 24 de noviembre de 2017






Primera lectura

Lectura del primer libro de los Macabeos (4,36-37.52-59):


En aquellos días, Judas y sus hermanos propusieron: «Ahora que tenemos derrotado al enemigo, subamos a purificar y consagrar el templo.»

Se reunió toda la tropa, y subieron al monte Sión. El año ciento cuarenta y ocho, el día veinticinco del mes noveno, que es el de Casleu, madrugaron para ofrecer un sacrificio, según la ley, en el nuevo altar de los holocaustos recién construido. En el aniversario del día en que lo habían profanado los paganos, lo volvieron a consagrar, cantando himnos y tocando cítaras, laúdes y platillos. Todo el pueblo se postró en tierra, adorando y alabando a Dios, que les había dado éxito. Durante ocho días, celebraron la consagración, ofreciendo con júbilo holocaustos y sacrificios de comunión y de alabanza. Decoraron la fachada del templo con coronas de oro y rodelas. Consagraron también el portal y las dependencias, poniéndoles puertas. El pueblo entero celebró una gran fiesta, que canceló la afrenta de los paganos. Judas, con sus hermanos y toda la asamblea de Israel, determinó que se conmemorara anualmente la nueva consagración del altar, con solemnes festejos, durante ocho días, a partir del veinticinco del mes de Casleu.


Palabra de Dios


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Salmo

1Cro 29,10.11abc.11d-12a.12bed


R/. Alabamos, Señor, tu nombre glorioso


Bendito eres, Señor, Dios de nuestro padre Israel, 

por los siglos de los siglos. R/.


Tuyos son, Señor, la grandeza y el poder, 

la gloria, el esplendor, la majestad, 

porque tuyo es cuanto hay en cielo y tierra. R/.


Tú eres rey y soberano de todo. 

De ti viene la riqueza y la gloria. R/.


Tú eres Señor del universo, 

en tu mano está el poder y la fuerza, 

tú engrandeces y confortas a todos. R/.


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Evangelio de hoy

Lectura del santo evangelio según san Lucas (19,45-48):


En aquel tiempo, entró Jesús en el templo y se puso a echar a los vendedores, diciéndoles: «Escrito está: "Mi casa es casa de oración"; pero vosotros la habéis convertido en una "cueva de bandidos."»

Todos los días enseñaba en el templo. Los sumos sacerdotes, los escribas y los notables del pueblo intentaban quitarlo de en medio; pero se dieron cuenta de que no podían hacer nada, porque el pueblo entero estaba pendiente de sus labios.


Palabra del Señor


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Comentario al Evangelio de hoy viernes, 24 de noviembre de 2017

Bonifacio Fernandez, cmf




Queridos amigos:


Si algo resulta claro de esta lectura del Evangelio de hoy es que dios no es a nuestra imagen y semejanza. Tenemos que tomar en serio la revelación de Dios en Jesús.


Dios no es ningún ser impasible, apático, inmutable, imagen legada del mundo griego. El Dios revelado por Jesús es una presencia "alterada", indignada, en definitiva, apasionada.


Jesús es una presencia apasionada por el Absoluto. Él no adora sino a Dios. En la expulsión de los mercaderes del templo, Jesús hace estallar el viejo y suntuoso templo de Jerusalén. "Destruid este templo y en tres días lo reedificaré. Se refería al templo de su cuerpo". Es decir, que el lugar privilegiado para el encuentro con Dios ya no es un lugar por muy majestuoso que sea. A Dios se le encuentra en el nuevo templo que es el Señor Resucitado y en las piedras vivas, hombres y mujeres que se reúnen en torno al Señor muerto y resucitado. Los edificios de piedra son sólo realidades funcionales: espacios para Dios y para relacionarse con Él. El gesto profético de Jesús, expulsando a los vendedores, es una llamada a la autenticidad, a la seriedad en nuestras relaciones con Dios: a no convertir a Dios en un ídolo en torno al cual se montan negocios, a no utilizar el nombre de Dios para intereses egoistas y mundanos.


¿Cómo nos relacionamos nosotros con nuestro Dios? ¿Tenemos templos que son como ídolos? ¿O los empleamos para glorificar a nuestro yo?


Recordemos. Sólo Dios es el Absoluto. Adorarle sólo a Él libera a los hombres y a la humanidad.


Vuestro hermano en la fe.

Bonifacio Fernández cmf


Respuesta  Mensaje 22 de 28 en el tema 
De: PazenlaTormenta Enviado: 25/11/2017 12:03


Lecturas de hoy Sábado de la 33ª semana del Tiempo Ordinario

Hoy, sábado, 25 de noviembre de 2017





Primera lectura

Lectura del primer libro de los Macabeos (6,1-13):


En aquellos días, el rey Antíoco recorría las provincias del norte, cuando se enteró de que en Persia había una ciudad llamada Elimaida, famosa por su riqueza en plata y oro, con un templo lleno de tesoros: escudos dorados, lorigas y armas dejadas allí por Alejandro, el de Filipo, rey de Macedonia, que había sido el primer rey de Grecia. Antíoco fue allá e intentó apoderarse de la ciudad y saquearla; pero no pudo, porque los de la ciudad, dándose cuenta de lo que pretendía, salieron a atacarle. Antíoco tuvo que huir, y emprendió el viaje de vuelta a Babilonia, apesadumbrado. Entonces llegó a Persia un mensajero, con la noticia de que la expedición militar contra Judá había fracasado: Lisias, que había ido como caudillo de un ejército poderoso, había huido ante el enemigo; los judíos, sintiéndose fuertes con las armas y pertrechos, y el enorme botín de los campamentos saqueados, habían derribado el arca sacrílega construida sobre el altar de Jerusalén, habían levantado en torno al santuario una muralla alta como la de antes, y lo mismo en Betsur, ciudad que pertenecía al rey. Al oír este informe, el rey se asustó y se impresionó de tal forma que cayó en cama con una gran depresión, porque no le habían salido las cosas como quería. Allí pasó muchos días, cada vez más deprimido. 

Pensó que se moría, llamó a todos sus grandes y les dijo: «El sueño ha huído de mis ojos; me siento abrumado de pena y me digo: "¡A qué tribulación he llegado, en qué violento oleaje estoy metido, yo, feliz y querido cuando era poderoso!" Pero ahora me viene a la memoria el daño que hice en Jerusalén, robando el ajuar de plata y oro que había allí, y enviando gente que exterminase a los habitantes de Judá, sin motivo. Reconozco que por eso me han venido estas desgracias. Ya veis, muero de tristeza en tierra extranjera.»


Palabra de Dios


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Salmo

Sal 9,2-3.4.6.16.19


R/. Gozaré, Señor, de tu salvación


Te doy gracias, Señor, de todo corazón, 

proclamando todas tus maravillas; 

me alegro y exulto contigo 

y toco en honor de tu nombre, oh Altísimo. R/.


Porque mis enemigos retrocedieron, 

cayeron y perecieron ante tu rostro. 

Reprendiste a los pueblos, destruiste al impío 

y borraste para siempre su apellido. R/.


Los pueblos se han hundido en la fosa que hicieron,

su pie quedó prendido en la red que escondieron. 

Él no olvida jamás al pobre, 

ni la esperanza del humilde perecerá. R/.


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Evangelio de hoy

Lectura del santo evangelio según san Lucas (20,27-40):


En aquel tiempo, se acercaron a Jesús unos saduceos, que niegan la resurrección, y le preguntaron: «Maestro, Moisés nos dejó escrito: Si a uno se le muere su hermano, dejando mujer, pero sin hijos, cásese con la viuda y dé descendencia a su hermano. Pues bien, había siete hermanos: el primero se casó y murió sin hijos. Y el segundo y el tercero se casaron con ella, y así los siete murieron sin dejar hijos. Por último murió la mujer. Cuando llegue la resurrección, ¿de cuál de ellos será la mujer? Porque los siete han estado casados con ella.»

Jesús les contestó: «En esta vida, hombres y mujeres se casan; pero los que sean juzgados dignos de la vida futura y de la resurrección de entre los muertos no se casarán. Pues ya no pueden morir, son como ángeles; son hijos de Dios, porque participan en la resurrección. Y que resucitan los muertos, el mismo Moisés lo indica en el episodio de la zarza, cuando llama al Señor "Dios de Abrahán, Dios de Isaac, Dios de Jacob". No es Dios de muertos, sino de vivos; porque para él todos están vivos.»

Intervinieron unos escribas: «Bien dicho, Maestro.»

Y no se atrevían a hacerle más preguntas.


Palabra del Señor


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Comentario al Evangelio de hoy sábado, 25 de noviembre de 2017

Bonifacio Fernandez, cmf




Queridos amigos y amigas:


La fe cristiana es una actitud humana compleja; implica varias dimensiones y desempeña diversas funciones. La fe es el fundamente de la esperanza: creemos y por eso esperamos. Y la esperanza es el horizonte de la fe. Esperamos y por eso creemos. La actitud creyente se basa en el testimonio de Dios; Dios mismo se comunica, nos habla. Antes de fijarnos en lo que Dios dice, es importantísimo caer en la cuenta de que Dios habla, de que da testimonio de si mismo, se dirige a nosotros, nos interpela. Es el Dios vivo y personal. Es el Dios de la historia. Su nombre lleva las huellas históricas: Dios de Abrahán, Dios de Isaac, Dios de Jacob, Dios de vivos. En él todos están vivos.


Jesús lee de una manera nueva la teofanía de la zarza. Descubre en ella una nueva revelación y sentido: la resurrección de los muertos. Así responde Jesús a la cuestión casuística de los saduceos. Ellos no admiten la resurrección de los muertos. Sus argumentos son pintorescos. La respuesta de Jesús insiste en la novedad de la resurrección. En la vida resucitada las relaciones son diferentes.


Además de este fundamento la fe cristiana tiene importantes funciones. Libera del miedo; libra de la autosuficiencia, del poder destructor de la ignorancia de Dios, del temor a la muerte. La fe en el Dios de vivos tiene fuerza en si misma para vencer el temor a la muerte; tiene luz para iluminar la oscuridad de la vida y de la muerte; tiene coraje para superar el miedo que nos paraliza; cura las heridas de las fracasos en la lucha por cambiar este mundo y convertirlo en reino de Dios. ¿Nos dan miedo los poderes de este mundo, especialmente, el poder de la muerte? Nuestra fe es fe en el Dios vivo y resucitador. No nos deja encerrarnos en lo finito e inmediato. Nos mantiene despiertos, enhiestos, con capacidad de lucha y de superación hacia el futuro. Tiene siempre una pregunta de más para nuestras respuestas.


La fe cristiana es confianza en el Dios que hace posible lo que parece imposible; que cumple sus promesas, a veces por caminos desconocidos para nosotros; que resucita a los muertos.


Vuestro hermano en la fe.

Bonifacio Fernández cmf


Respuesta  Mensaje 23 de 28 en el tema 
De: PazenlaTormenta Enviado: 26/11/2017 15:48

Lecturas del Domingo 34º del Tiempo Ordinario - Ciclo A

Domingo, 26 de noviembre de 2017

Solemnidad de Cristo Rey




Primera lectura

Lectura de la profecía de Ezequiel (34,11-12.15-17):


Así dice el Señor Dios: «Yo mismo en persona buscaré a mis ovejas, siguiendo su rastro. Como sigue el pastor el rastro de su rebaño, cuando las ovejas se le dispersan, así seguiré yo el rastro de mis ovejas y las libraré, sacándolas de todos los lugares por donde se desperdigaron un día de oscuridad y nubarrones. Yo mismo apacentaré mis ovejas, yo mismo las haré sestear –oráculo del Señor Dios–. Buscaré las ovejas perdidas, recogeré a las descarriadas; vendaré a las heridas; curaré a las enfermas: a las gordas y fuertes las guardaré y las apacentaré como es debido. Y a vosotras, mis ovejas, así dice el Señor: Voy a juzgar entre oveja y oveja, entre carnero y macho cabrio.»


Palabra de Dios



Salmo

Sal 22,1-2a.2b-3.5.6


R/. El Señor es mi pastor, nada me falta


El Señor es mi pastor, nada me falta: 

en verdes praderas me hace recostar. R/. 


Me conduce hacia fuentes tranquilas 

y repara mis fuerzas; 

me guía por el sendero justo, 

por el honor de su nombre. R/. 


Preparas una mesa ante mí, 

enfrente de mis enemigos; 

me unges la cabeza con perfume, 

y mi copa rebosa. R/.


Tu bondad y tu misericordia me acompañan 

todos los días de mi vida, 

y habitaré en la casa del Señor 

por años sin término. R/.



Segunda lectura

Lectura de la primera carta de san Pablo a los Corintios (15,20-26.28):


Cristo resucitó de entre los muertos: el primero de todos. Si por un hombre vino la muerte, por un hombre ha venido la resurrección. Si por Adán murieron todos, por Cristo todos volverán a la vida. Pero cada uno en su puesto: primero Cristo, como primicia; después, cuando él vuelva, todos los que son de Cristo; después los últimos, cuando Cristo devuelva a Dios Padre su reino, una vez aniquilado todo principado, poder y fuerza. Cristo tiene que reinar hasta que Dios haga de sus enemigos estrado de sus pies. El último enemigo aniquilado será la muerte. Y, cuando todo esté sometido, entonces también el Hijo se someterá a Dios, al que se lo había sometido todo. Y así Dios lo será todo para todos.


Palabra de Dios



Evangelio

Evangelio según san Mateo (25,31-46, del domingo, 26 de noviembre de 2017




Lectura del santo evangelio según san Mateo (25,31-46)


En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Cuando venga en su gloria el Hijo del hombre, y todos los ángeles con él, se sentará en el trono de su gloria, y serán reunidas ante él todas las naciones. Él separará a unos de otros, como un pastor separa las ovejas, de las cabras. Y pondrá las ovejas a su derecha y las cabras a su izquierda. Entonces dirá el rey a los de su derecha: "Venid vosotros, benditos de mi Padre; heredad el reino preparado para vosotros desde la creación del mundo. Porque tuve hambre y me disteis de comer, tuve sed y me disteis de beber, fui forastero y me hospedasteis, estuve desnudo y me vestisteis, enfermo y me visitasteis, en la cárcel y vinisteis a verme." Entonces los justos le contestarán: "Señor, ¿cuándo te vimos con hambre y te alimentamos, o con sed y te dimos de beber?; ¿cuándo te vimos forastero y te hospedamos, o desnudo y te vestimos?; ¿cuándo te vimos enfermo o en la cárcel y fuimos a verte?" Y el rey les dirá: "Os aseguro que cada vez que lo hicisteis con uno de éstos, mis humildes hermanos, conmigo lo hicisteis." Y entonces dirá a los de su izquierda: "Apartaos de mí, malditos, id al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles. Porque tuve hambre y no me disteis de comer, tuve sed y no me disteis de beber, fui forastero y no me hospedasteis, estuve desnudo y no me vestisteis, enfermo y en la cárcel y no me visitasteis. Entonces también éstos contestarán: "Señor, ¿cuándo te vimos con hambre o con sed, o forastero o desnudo, o enfermo o en la cárcel, y no te asistirnos?" Y él replicará: "Os aseguro que cada vez que no lo hicisteis con uno de éstos, los humildes, tampoco lo hicisteis conmigo." Y éstos irán al castigo eterno, y los justos a la vida eterna.»





Comentario al Evangelio del domingo, 26 de noviembre de 2017

Fernando Torres cmf



¿Quién es el juez?


      La parábola de hoy es fácil de entender. Estamos en un momento solemne: el juicio final. El momento en que se valorarán nuestras acciones, se pesará cada uno de nuestros actos. La parábola nos dice que en aquel momento Dios separará a unos de otros, a los buenos de los malos. Exactamente como un pastor separa en su rebaño a las ovejas de las cabras. ¿Quién es quién? Casi todos al escuchar la parábola no tenemos duda en identificar a las ovejas y a las cabras. A la derecha se sitúan las ovejas, los justos, los que han pasado la vida haciendo el bien. Los que se sitúan a la izquierda son las cabras, los malos, los que se han portado mal.


      Tampoco nos resulta difícil identificar a los receptores de las buenas acciones de los buenos y de las malas acciones de los malos. Jesús lo deja claro. Son los más necesitados, los últimos de la sociedad, los despreciados y dejados de lado. Son los que tienen hambre, los forasteros, los que están desnudos, los que están enfermos y en la cárcel. Es interesante observar que los buenos son buenos por lo bien que han tratado a esos, a los últimos, a los que nadie quiere ni valora. Y el rey, Dios mismo, se identifica con ellos. No dice que los buenos sean buenos porque han tratado bien a los pobres, a los enfermos y a los encarcelados. Dice que son buenos porque le han tratado bien a él mismo. Dios se identifica con los pobres. Así lo ha afirmado siempre la tradición cristiana. Lo que se hace a los pobres se hace a Dios mismo. Hay que tener buena vista para descubrir en los pobres, en los últimos, a Dios mismo. Esta ya es una importante lección para este domingo con el que termina el año litúrgico. Es la última lección, la más importante, el resumen de lo aprendido en todo el año. Nos salvaremos por el modo como tratamos a Dios mismo en la figura de los pobres, los enfermos, los encarcelados... Y pobre del que no se haya enterado de que en ellos está presente Dios mismo. Los pobres son sacramento de Dios para nosotros. 


      Un último detalle. A la hora de identificar a los personajes de la parábola, nos suele resultar fácil identificarnos con los pobres que necesitan ayuda, con los buenos que les tratan bien o con los malos que los dejan de lado. Pero reconozcamos que en la práctica con quien nos identificamos muchas veces es con el juez. Nos gusta ser jueces de nuestros hermanos y determinar quiénes deberían estar a la derecha y quienes a la izquierda, quienes son los buenos y quienes los malos. Última parte de la lección: nunca ser jueces de nadie, porque ese puesto se lo ha reservado Dios a sí mismo. Que no se nos olvide, que es muy importante.



Para la reflexión


      ¿Con qué ojos miramos a los pobres, a los necesitados, a los enfermos, a los encarcelados? ¿Vemos en ellos a Cristo o simplemente les despreciamos? ¿Cuántas veces juzgamos a nuestros hermanos? ¿Cuántas veces ocupamos el lugar de jueces, ese lugar que Dios se ha reservado a sí mismo? 


Respuesta  Mensaje 24 de 28 en el tema 
De: PazenlaTormenta Enviado: 27/11/2017 11:01


Lecturas de hoy Lunes de la 34ª semana del Tiempo Ordinario

Hoy, lunes, 27 de noviembre de 2017




Primera lectura

Comienzo de la profecía de Daniel (1,1-6.8-20):


El año tercero del reinado de Joaquín, rey de Judá, llegó a Jerusalén Nabucodonosor, rey de Babilonia, y la asedió. El Señor entregó en su poder a Joaquín de Judá y todo el ajuar que quedaba en el templo; se los llevó a Senaar, y el ajuar del templo lo metió en el tesoro del templo de su dios. El rey ordenó a Aspenaz, jefe de eunucos, seleccionar algunos israelitas de sangre real y de la nobleza, jóvenes, perfectamente sanos, de buen tipo, bien formados en la sabiduría, cultos e inteligentes y aptos para servir en palacio, y ordenó que les enseñasen la lengua y literatura caldeas. Cada día el rey les pasaría una ración de comida y de vino de la mesa real. Su educación duraría tres años, al cabo de los cuales, pasarían a servir al rey. Entre ellos, había unos judíos: Daniel, Ananías, Misael y Azarías. Daniel hizo propósito de no contaminarse con los manjares y el vino de la mesa real, y pidió al jefe de eunucos que lo dispensase de esa contaminación. 

El jefe de eunucos, movido por Dios, se compadeció de Daniel y le dijo: «Tengo miedo al rey, mi señor, que os ha asignado la ración de comida y bebida; si os ve más flacos que vuestros compañeros, me juego la cabeza.»

Daniel dijo al guardia que el jefe de eunucos había designado para cuidarlo a él, a Ananías, a Misael y a Azarías: «Haz una prueba con nosotros durante diez días: que nos den legumbres para comer y agua para beber. Compara después nuestro aspecto con el de los jóvenes que comen de la mesa real y trátanos luego según el resultado.»

Aceptó la propuesta e hizo la prueba durante diez días. Al acabar, tenían mejor aspecto y estaban más gordos que los jóvenes que comían de la mesa real. Así que les retiró la ración de comida y de vino y les dio legumbres. Dios les concedió a los cuatro un conocimiento profundo de todos los libros del saber. Daniel sabía además interpretar visiones y sueños. Al cumplirse el plazo señalado por el rey, el jefe de eunucos se los presentó a Nabucodonosor. Después de conversar con ellos, el rey no encontró ninguno como Daniel, Ananías, Misael y Azarías, y los tomó a su servicio. Y en todas las cuestiones y problemas que el rey les proponía, lo hacían diez veces mejor que todos los magos y adivinos de todo el reino.


Palabra de Dios


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Salmo

Dn 3,52.53.54.55.56


R/. A ti gloria y alabanza por los siglos


Bendito eres, Señor, Dios de nuestros padres, çbendito tu nombre santo y glorioso. R/.


Bendito eres en el templo de tu santa gloria. R/.


Bendito eres sobre el trono de tu reino. R/.


Bendito eres tú, que, sentado sobre querubines, sondeas los abismos. R/.


Bendito eres en la bóveda del cielo. R/.


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Evangelio de hoy

Lectura del santo evangelio según san Lucas (21,1-4):


En aquel tiempo, alzando Jesús los ojos, vio unos ricos que echaban donativos en el arca de las ofrendas; vio también una viuda pobre que echaba dos reales, y dijo: «Sabed que esa pobre viuda ha echado más que nadie, porque todos los demás han echado de lo que les sobra, pero ella, que pasa necesidad, ha echado todo lo que tenía para vivir.»


Palabra del Señor


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Comentario al Evangelio de hoy lunes, 27 de noviembre de 2017

Luis Manuel Suárez CMF



Queridos amigos:


¿A quién no le gustaría ver más allá?


La historia humana está llena de inventos para ello. Hemos inventado los catalejos, para los que van en barco. O los telescopios, para ver las estrellas… Para las cosas pequeñas existen los microscopios. Y para ver los huesos, los rayos X.


Pero aún no se ha inventado el aparato que mire el interior de las personas, los secretos del corazón, lo íntimo de lo íntimo. Quizá porque nunca se podrá inventar. O quizá porque sólo una mirada penetrante es capaz de ver, de verdad, más allá de las apariencias…


El pueblo de Israel, en su relación personal con Dios, descubrió que éste era el único que conoce cada corazón y comprende todas sus acciones. El único capaz de ver más allá. Y no sólo de ver, sino de amar. Amar más allá de los méritos, de las cualidades, de las bondades.


Jesús, Dios-con-nosotros, tenía la misma mirada penetrante que el Padre. Y el mismo amor. Por eso fue capaz de ver, en aquellos niños que molestaban, unos benjamines del Reino; y en aquel Zaqueo ruin y estafador, una promesa de generosidad; y en aquella mujer que lloraba, un anticipo de evangelizadora… y en aquella viuda que echaba dos céntimos, una entrega más generosa que la de otros.


Los amigos de Jesús estamos llamados a ver más allá de las apariencias. Ejercitando la mirada, percibiendo los detalles, desvelando lo que a otros se les oculta…  Descubriendo en cada persona un hijo de Dios y en cada acontecimiento una oportunidad para la Vida.


Me vienen a la memoria los versos del Salmo 32


“El Señor mira desde el cielo,

se fija en todos los hombres;

desde su morada observa

a todos los habitantes de la tierra:

él modeló cada corazón,

y comprende todas sus acciones”.


Y me viene al corazón darle gracias porque sea así, y pedirle que a mí también me dé la gracia de ver más allá. Para mí y para todos.


Vuestro hermano en la fe:

Luis Manuel Suárez CMF (@luismanuel_cmf)


Respuesta  Mensaje 25 de 28 en el tema 
De: PazenlaTormenta Enviado: 28/11/2017 12:19


Lecturas de hoy Martes de la 34ª semana del Tiempo Ordinario

Hoy, martes, 28 de noviembre de 2017





Primera lectura

Lectura de la profecía de Daniel (2,31-45):


En aquellos días, dijo Daniel a Nabucodonosor: «Tú, rey, viste una visión: una estatua majestuosa, una estatua gigantesca y de un brillo extraordinario; su aspecto era impresionante. Tenla la cabeza de oro fino, el pecho y los brazos de plata, el vientre y los muslos de bronce, las piernas de hierro y los pies de hierro mezclado con barro. En tu visión, una piedra se desprendió sin intervención humana, chocó con los pies de hierro y barro de la estatua y la hizo pedazos. Del golpe, se hicieron pedazos el hierro y el barro, el bronce, la plata y el oro, triturados como tamo de una era en verano, que el viento arrebata y desaparece sin dejar rastro. Y la piedra que deshizo la estatua creció hasta convertirse en una montaña enorme que ocupaba toda la tierra. Éste era el sueño; ahora explicaremos al rey su sentido: Tú, majestad, rey de reyes, a quien el Dios del cielo ha concedido el reino y el poder, el dominio y la gloria, a quien ha dado poder sobre los hombres, dondequiera que vivan, sobre las bestias del campo y las aves del cielo, para que reines sobre ellos, tú eres la cabeza de oro. Te sucederá un reino de plata, menos poderoso. Después un tercer reino, de bronce, que dominará todo el orbe. Vendrá después un cuarto reino, fuerte como el hierro. Como el hierro destroza y machaca todo, así destrozará y triturará a todos. Los pies y los dedos que viste, de hierro mezclado con barro de alfarero, representan un reino dividido; conservará algo del vigor del hierro, porque viste hierro mezclado con arcilla. Los dedos de los pies, de hierro y barro, son un reino a la vez poderoso y débil. Como viste el hierro mezclado con la arcilla, así se mezclarán los linajes, pero no llegarán a fundirse, lo mismo que no se puede alear el hierro con el barro. Durante ese reinado, el Dios del cielo suscitará un reino que nunca será destruido ni su dominio pasará a otro, sino que destruirá y acabará con todos los demás reinos, pero él durará por siempre; eso significa la piedra que viste desprendida del monte sin intervención humana y que destrozó el barro, el hierro, el bronce, la plata y el oro. Éste es el destino que el Dios poderoso comunica a su majestad. El sueño tiene sentido, la interpretación es cierta.»


Palabra de Dios


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Salmo

Dn 3,57.58.59.60.61


R/. Ensalzadlo con himnos por los siglos


Criaturas todas del Señor, 

bendecid al Señor. R/.


Ángeles del Señor, 

bendecid al Señor. R/.


Cielos, bendecid al Señor. R/.


Aguas del espacio, 

bendecid al Señor. R/.


Ejércitos del Señor, 

bendecid al Señor. R/.


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Evangelio de hoy

Lectura del santo evangelio según san Lucas (21,5-11):


En aquel tiempo, algunos ponderaban la belleza del templo, por la calidad de la piedra y los exvotos. 

Jesús les dijo: «Esto que contempláis, llegará un día en que no quedará piedra sobre piedra: todo será destruido.»

Ellos le preguntaron: «Maestro, ¿cuándo va a ser eso?, ¿y cuál será la señal de que todo eso está para suceder?»

Él contestó: «Cuidado con que nadie os engañe. Porque muchos vendrán usurpando mi nombre, diciendo: "Yo soy", o bien "El momento está cerca"; no vayáis tras ellos. Cuando oigáis noticias de guerras y de revoluciones, no tengáis pánico. Porque eso tiene que ocurrir primero, pero el final no vendrá en seguida.»

Luego les dijo: «Se alzará pueblo contra pueblo y reino contra reino, habrá grandes terremotos, y en diversos países epidemias y hambre. Habrá también espantos y grandes signos en el cielo.»


Palabra del Señor


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Comentario al Evangelio de hoy martes, 28 de noviembre de 2017

 Luis Manuel Suárez CMF





Queridos amigos:


Las construcciones se hacen con ladrillos.


Hubo una vez un pueblo. Lo más valioso que tenían era una alianza con su Dios. Y, aunque eran un pueblo pequeño, comparado con otros, cuando se sintieron poderosos, pensaron hacerle una casa a su Dios. Ese pueblo era Israel. Y esa casa era el Templo.


A Dios le pareció excesivo y prometió que, más bien, sería el quien les daría casa, hogar, morada. Aunque no les impidió que levantasen el Templo.


Con ladrillos, con sudor, con dificultad, el Pueblo de Israel levantó el Templo de Jerusalén. Con el tiempo, ese Templo se fue convirtiendo en el centro de reunión para recordar el comienzo de la Alianza: la Pascua. Toda una vida se fue desarrollando en torno al Templo: sacerdotes, gente, ofrendas, comercios… Como en todas las cosas humanas, había su ambigüedad: el Templo era lugar de encuentro con Dios, pero el Templo también era el lugar de muchas intrigas alejadas de Dios.


En la plenitud de los tiempos, llegó Jesús. Y dijo que el verdadero Templo estaba en el corazón de cada persona, desde donde se puede adorar a Dios “en espíritu y en verdad”. Y derribó las mesas de los que hacían negocio con la religión. Y anunció que destruiría ese Templo… y que lo levantaría en tres días.


A la clase dirigente les pareció una amenaza tan grave, que decidieron acabar con él. Y lo intentaron.


Pero la promesa de Jesús se fue cumpliendo. A los pocos años, el Templo fue destruido, quedando sólo el muro de las lamentaciones. Y, sobre todo, un nuevo Templo se fue levantando. Sus ladrillos no son ahora de barro. Sus ladrillos son los creyentes, que, allí donde están, hacen presente a Dios. “Piedras vivas” forman este nuevo templo llamado “Iglesia” –comunidad de los llamados-. Una Iglesia que está presente allí donde un corazón apuesta por Jesucristo, donde unos pies dan pasos de Evangelio, donde unas manos se abren para ofrecer.


Lo mejor de la Iglesia no son “la calidad de la piedra y los exvotos”, sino las personas, piedras vivas del nuevo templo que se va edificando, y Jesucristo en medio de nosotros. Él es la cabeza del cuerpo, del cual cada uno somos una pequeña célula, un orgánulo… sin el cual, el cuerpo no sería igual.


Te invito a que tomes conciencia de lo que eres: alguien con quien Dios cuenta para morar y para llevar adelante el mundo hacia lo que él sueña, hacia el Reino.


Enhorabuena y ánimo en tu misión. Allá donde estés.


Vuestro hermano en la fe: 

Luis Manuel Suárez CMF (@luismanuel_cmf)


Respuesta  Mensaje 26 de 28 en el tema 
De: PazenlaTormenta Enviado: 29/11/2017 12:36


Lecturas de hoy Miércoles de la 34ª semana del Tiempo Ordinario

 Hoy, miércoles, 29 de noviembre de 2017






Primera lectura

Lectura de la profecía de Daniel (5,1-6.13-14.16-17.23-28):


En aquellos días, el rey Baltasar ofreció un banquete a mil nobles del reino, y se puso a beber delante de todos. Después de probar el vino, mandó traer los vasos de oro y plata que su padre, Nabucodonosor, había cogido en el templo de Jerusalén, para que bebieran en ellos el rey y los nobles, sus mujeres y concubinas. Cuando trajeron los vasos de oro que habían cogido en el templo de Jerusalén, brindaron con ellos el rey y sus nobles, sus mujeres y concubinas. Apurando el vino, alababan a los dioses de oro y plata, de bronce y hierro, de piedra y madera. De repente, aparecieron unos dedos de mano humana escribiendo sobre el revoco del muro del palacio, frente al candelabro, y el rey veía cómo escribían los dedos. Entonces su rostro palideció, la mente se le turbó, le faltaron las fuerzas, las rodillas le entrechocaban. 

Trajeron a Daniel ante el rey, y éste le preguntó: «¿Eres tú Daniel, uno de los judíos desterrados que trajo de Judea el rey, mi padre? Me han dicho que posees espíritu de profecía, inteligencia, prudencia y un saber extraordinario. Me han dicho que tú puedes interpretar sueños y resolver problemas; pues bien, si logras leer lo escrito y explicarme su sentido, te vestirás de púrpura, llevarás un collar de oro y ocuparás el tercer puesto en mi reino.»

Entonces Daniel habló así al rey: «Quédate con tus dones y da a otro tus regalos. Yo leeré al rey lo escrito y le explicaré su sentido. Te has rebelado contra el Señor del cielo, has hecho traer los vasos de su templo, para brindar con ellos en compañía de tus nobles, tus mujeres y concubinas. Habéis alabado a dioses de oro y plata, de bronce y hierro, de piedra y madera, que ni ven, ni oyen, ni entienden; mientras que al Dios dueño de vuestra vida y vuestras empresas no lo has honrado. Por eso Dios ha enviado esa mano para escribir ese texto. Lo que está escrito es: "Contado, Pesado, Dividido." La interpretación es ésta: "Contado": Dios ha contado los días de tu reinado y les ha señalado el límite; "Pesado": te ha pesado en la balanza y te falta peso; "Dividido": tu reino se ha dividido y se lo entregan a medos y persas.»


Palabra de Dios



Salmo

Dn 3,62.63.64.65.66.67


R/. Ensalzadlo con himnos por los siglos


Sol y luna, 

bendecid al Señor. R/.


Astros del cielo, 

bendecid al Señor. R/.


Lluvia y rocío, 

bendecid al Señor. R/.


Vientos todos, 

bendecid al Señor. R/.


Fuego y calor, 

bendecid al Señor. R/.


Fríos y heladas, 

bendecid al Señor. R/.



Evangelio de hoy

Lectura del santo evangelio según san Lucas (21,12-19):


En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Os echarán mano, os perseguirán, entregándoos a las sinagogas y a la cárcel, y os harán comparecer ante reyes y gobernadores, por causa mía. Así tendréis ocasión de dar testimonio. Haced propósito de no preparar vuestra defensa, porque yo os daré palabras y sabiduría a las que no podrá hacer frente ni contradecir ningún adversario vuestro. Y hasta vuestros padres, y parientes, y hermanos, y amigos os traicionarán, y matarán a algunos de vosotros, y todos os odiarán por causa mía. Pero ni un cabello de vuestra cabeza perecerá; con vuestra perseverancia salvaréis vuestras almas.»


Palabra del Señor





Comentario al Evangelio de hoy miércoles, 29 de noviembre de 2017

Luis Manuel Suárez CMF




Queridos amigos:


La Palabra de ayer y de hoy nos habla de luchas. ¿Quién no las tiene? Luchas de intereses, luchas de poder, luchas por mantenerte en el camino…


Cuando somos niños, pensamos que la fe es una especie de escudo que nos protegerá de todos los males, presentes y futuros. Algo así como una varita mágica que hace que las dificultades se superen al instante.


Cuando leemos a fondo el Evangelio, descubrimos que es verdad que el final es feliz, y que entonces “no habrá llanto ni dolor”… pero que para llegar allí hay que pasar por la lucha, la tribulación… la muerte.


Jesucristo también es Camino en esto. Su resurrección llega tras la pasión. No eludió nada, sino que todo lo afrontó.


La fe no nos evade de nada, sino que nos introduce más en la vida, en su densidad y espesor. Pero sí nos ayuda a caminar, en medio de todo. Sin creer en la fatalidad. Confiando, más bien, que “a los que aman a Dios, todo les sirve para bien”. Y en ese “todo” incluimos que una dificultad, un problema, una enfermedad… pueden ser ocasión de una vida más lúcida, más confiada, más plena.


En toda lucha, Dios está con nosotros. Y no va a permitir que la prueba supere nuestras fuerzas.


Y en la lucha final contra la última enemiga –la muerte- tenemos la presencia de nuestro Hermano mayor, que ya pasó por ella. Jesucristo, desde su cruz, acompaña para siempre toda lucha.


“Con vuestra perseverancia salvaréis vuestras almas”. Pide el don de la perseverancia… y deja que tu confianza crezca.




Vuestro hermano en la fe: 

Luis Manuel Suárez CMF (@luismanuel_cmf)


Respuesta  Mensaje 27 de 28 en el tema 
De: PazenlaTormenta Enviado: 04/12/2017 12:12


Lecturas de hoy Lunes de la 1ª semana de Adviento

Hoy, lunes, 4 de diciembre de 2017




Primera lectura

Lectura del libro de Isaías (2,1-5):


VISIÓN de Isaías, hijo de Amós, acerca de Judá y de Jerusalén.

En los días futuros estará firme

el monte de la casa del Señor,

en la cumbre de las montañas,

más elevado que las colinas.

Hacia él confluirán todas las naciones,

caminarán pueblos numerosos y dirán:

«Venid, subamos al monte del Señor,

a la casa del Dios de Jacob.

Él nos instruirá en sus caminos

y marcharemos por sus sendas;

porque de Sión saldrá la ley,

la palabra del Señor de Jerusalén».

Juzgará entre las naciones,

será árbitro de pueblos numerosos.

De las espadas forjarán arados,

de las lanzas, podaderas.

No alzará la espada pueblo contra pueblo,

no se adiestrarán para la guerra.

Casa de Jacob, venid;

caminemos a la luz del Señor.


Palabra de Dios




PRIMERA LECTURA (opcional para el año A) Is 4, 2-6


Lectura del libro de Isaías.


AQUEL día, el vástago del Señor será el esplendor y la gloria, y el fruto del país será orgullo y ornamento para los redimidos de Israel.

A los que queden en Sion y al resto de Jerusalén

los llamarán santos: todos los que en Jerusalén están inscritos para la vida.

Cuando el Señor haya lavado la impureza de las hijas de Sion

y purificado la sangre derramada en Jerusalén,

con viento justiciero, con un soplo ardiente,

creará el Señor sobre toda la extensión del monte Sion y sobre su asamblea una nube de día, un humo y un resplandor de fuego llameante de noche.

Y por encimo, la glora será un baldaquino

y una tienda, sombra en la canícula,

refugio y abrigo de la tempestad y de la lluvia.


Palabra de Dios.



Salmo

Sal 121,1-2.4-5.6-7.8-9


R/. Vamos alegres a la casa del Señor.


V/. ¡Qué alegría cuando me dijeron:

«Vamos a la casa del Señor»!

Ya están pisando nuestros pies

tus umbrales, Jerusalén. R/.


V/. Jerusalén está fundada

como ciudad bien compacta.

Allá suben las tribus,

las tribus del Señor. R/.


V/. Según la costumbre de Israel,

a celebrar el nombre del Señor;

en ella están los tribunales de justicia,

en el palacio de David. R/.


V/. Desead la paz a Jerusalén:

«Vivan seguros los que te aman,

haya paz dentro de tus muros,

seguridad en tus palacios». R/.


V/. Por mis hermanos y compañeros,

voy a decir: «La paz contigo».

Por la casa del Señor, nuestro Dios,

te deseo todo bien. R/.




Evangelio de hoy

Lectura del santo evangelio según san Mateo (8,5-11):



EN aquel tiempo, al entrar Jesús en Cafarnaún, un centurión se le acercó rogándole:

«Señor, tengo en casa un criado que está en cama paralítico y sufre mucho».

Le contestó:

«Voy yo a curarlo».

Pero el centurión le replicó:

«Señor, no soy digno de que entres bajo mi techo. Basta que lo digas de palabra, y mi criado quedará sano. Porque yo también vivo bajo disciplina y tengo soldados a mis órdenes; y le digo a uno: "Ve", y va; al otro: "Ven", y viene; a mi criado: "Haz esto", y lo hace».

Al oírlo, Jesús quedó admirado y dijo a los que le seguían:

«En verdad os digo que en Israel no he encontrado en nadie tanta fe. Os digo que vendrán muchos de oriente y occidente y se sentarán con Abrahán, Isaac y Jacob en el reino de los cielos».


Palabra del Señor




Comentario al Evangelio de hoy lunes, 4 de diciembre de 2017

Ciudad Redonda




Queridos amigos y amigas:


¡Feliz Adviento recién estrenado! Os deseo un tiempo de descubrimiento de Dios -Él siempre es novedad-, un tiempo de gracia, un tiempo de cordura, un tiempo de confianza. Un tiempo –¡Cómo no!- de Esperanza. Un auténtico Tiempo Fuerte.


El profeta Isaías ya se deja escuchar. Una voz henchida de esperanza. Un grito de «hay futuro», cuando nos damos cuenta de que Dios actúa. Un caudal de vida que desahoga y nos arrastra hasta el monte de la casa del Señor.


¿Cuántas veces hemos soñado -y cantado- arados nuevos de espadas viejas y lanzas desechadas para construir podaderas? ¿Cuántas veces hemos orado para que no levante la espada pueblo contra pueblo, ni hermano contra hermano?  Pues seguiremos soñando y cantando y rezando, porque nos queda todavía mucha esperanza por recorrer. Una bendita esperanza, que nos sacude para seguir aprendiendo los caminos del Señor. Una bendita esperanza, que nos saca de cualquier postración y nos yergue al encuentro del Salvador.


Y es que hemos de mirar bien, a ver si tenemos, en algún rincón del alma, un «criado», o más de uno, que necesita sanar. Una parálisis que nos hace sufrir, pero que -en un tiempo fuerte como éste- nos motiva para salir al encuentro del Único capaz de sanar. Si es así, necesitamos la fe del centurión del Evangelio de Mateo. Una fe que es esperanza. Una fuerza que abre nuestras vidas al camino de la salvación.


Si Él nos encuentra con esa bendita esperanza, confiando que una sola palabra suya puede sanarnos, nos invitará a entrar en el banquete del Reino y nosotros nos sentiremos seguros, vestidos para la ocasión. Entremos, pues, a la Fiesta… ¿O todavía no?


Respuesta  Mensaje 28 de 28 en el tema 
De: PazenlaTormenta Enviado: 05/12/2017 13:39


Lecturas de hoy Martes de la 1ª semana de Adviento

 Hoy, martes, 5 de diciembre de 2017




Primera lectura

Lectura del libro de Isaías (11,1-10):


AQUEL día, brotará un renuevo del tronco de Jesé,

y de su raíz florecerá un vástago.

Sobre él se posará el espíritu del Señor:

espíritu de sabiduría y entendimiento,

espíritu de consejo y fortaleza,

espíritu de ciencia y temor del Señor.

Le inspirará el temor del Señor.

No juzgará por apariencias

ni sentenciará de oídas;

juzgará a los pobres con justicia,

sentenciará con rectitud a los sencillos de la tierra;

pero golpeará al violento con la vara de su boca,

y con el soplo de sus labios hará morir al malvado.

La justicia será ceñidor de su cintura,

y la lealtad, cinturón de sus caderas.

Habitará el lobo con el cordero,

el leopardo se tumbará con el cabrito,

el ternero y el león pacerán juntos:

un muchacho será su pastor.

La vaca pastará con el oso,

sus crías se tumbarán juntas;

el león como el buey, comerá paja.

El niño de pecho retozará junto al escondrijo de la serpiente,

y el recién destetado extiende la mano

hacia la madriguera del áspid.

Nadie causará daño ni estrago

por todo mi monte santo:

porque está lleno el país del conocimiento del Señor,

como las aguas colman el mar.

Aquel día, la raíz de Jesé

será elevada como enseña de los pueblos:

se volverán hacia ella las naciones

y será gloriosa su morada.


Palabra de Dios



Salmo

Sal 71,1-2.7-8.12-13.17


R/. Que en sus días florezca la justicia

y la paz abunde eternamente.


V/. Dios mío, confía tu juicio al rey,

tu justicia al hijo de reyes,

para que rija a tu pueblo con justicia,

a tus humildes con rectitud. R/.


V/. En sus días florezca la justicia

y la paz hasta que falte la luna;

domine de mar a mar,

del Gran Río al confín de la tierra. R/.


V/. Él librará al pobre que clamaba,

al afligido que no tenía protector;

él se apiadará del pobre y del indigente,

y salvará la vida de los pobres. R/.


V/. Que su nombre sea eterno,

y su fama dure como el sol;

él sea la bendición de todos los pueblos,

y lo proclamen dichoso todas las razas de la tierra. R/.



Evangelio de hoy

Lectura del santo evangelio según san Lucas (10,21-24):


EN aquella hora Jesús se lleno de la alegría en el Espíritu Santo y dijo:

«Te doy gracias, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y entendidos, y las has revelado a los pequeños. Sí, Padre, porque así te ha parecido bien.

Todo me ha sido entregado por mi Padre, y nadie conoce quién es el Hijo sino el Padre; ni quién es el Padre sino el Hijo y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar».

Y, volviéndose a sus discípulos, les dijo aparte:

«¡Bienaventurados los ojos que ven lo que vosotros veis! Porque os digo que muchos profetas y reyes quisieron ver lo que vosotros veis, y no lo vieron; y oír lo que vosotros oís, y no lo oyeron».


Palabra del Señor





Comentario al Evangelio de hoy martes, 5 de diciembre de 2017

Ciudad Redonda



Queridos amigos y amigas:


¡Qué bien suena la voz de Isaías! El texto de este primer martes de Adviento llena de argumentos la ansiada llegada del Salvador. La era mesiánica es muy ambiciosa. Ojalá nuestras ambiciones fueran las que desgrana el profeta. Ambición de una paz universal. Ambición de una justicia desconocida. Ambición de una armonía increíble. Ambición de un rey ideal…


Nos perdemos en otras ambiciones, que nos dejan nublada la mente y seco el corazón.  Ambición de muestras de afecto y consideración. Ambición de protagonismo. Ambición de posesión de la verdad. Ambición de ser los primeros. Ambición de quedar bien. Ambiciones de poder y de tener… Ambiciones de esclavitud.


Necesitamos ambicionar los días de la era mesiánica. Días en que florezca la justicia del Mesías y abunde su paz. Días de principio para los pobres y desamparados. Días de fin para los injustos y violentos. Días de ciencia y discernimiento, de consejo y valor, de piedad y adoración –gratuita, claro- del Señor.


Estas ambiciones se las ha revelado el Padre a los sencillos de mirada profunda. A los humildes de espíritu. A quienes, sin hacer nada especial, se ganan la confianza del Padre, del Hijo y del Espíritu, porque son gente de confianza y esperanza sinceras. Buena Gente, que lleva la Buena Noticia de Jesús esgrafiada en el espejo del alma. Gente sencilla que le deja a Él guiar sus pasos, pequeños, quizá lentos, pero con rumbo certero hacia la Vida Nueva de los anhelos mesiánicos.


Ambicionad, anhelad, desead… el Día del Señor.



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