El Monte Carmelo (en hebreo: הר הכרמל, Har ha'Karmel; en árabe, جبل الكارمل Yabal al-Karmil) es una cordillera en Israel sobre el mar Mediterráneo. El monte Carmelo tiene forma triangular, mide unos 26 km de largo y alrededor de 7 kilómetros de ancho y su altura máxima de unos 550 m. La ciudad de Haifa está parcialmente situada sobre el Monte Carmelo, como también otras pequeñas ciudades como Nesher, Tirat Karmel. Sus coordenadas son: 32º 50' de latitudNorte y 35º de longitudEste. Su nombre viene a decir jardín ("Karmel" en árabe) o viñedos de Dios ("Karem El" en idioma hebreo). En la antigüedad estaba cubierta por viñedos y fue siempre famosa por su fertilidad.
Un filósofo sirio del siglo IV a. C., llamado Jámblico, escribió que el Monte Carmelo era "el más santo de todos los montes". Las cuevas ubicadas en el Monte Carmelo fueron declaradas Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 2012.[1]
Inspirados en el profeta Elías, durante el siglo XII, un grupo de hombres (probablemente ermitaños o cruzados) fundó en el Monte Carmelo la Orden de los Carmelitas. Éstos llevarían al mundo en siglos sucesivos la hoy extendidísima devoción por Nuestra Señora del Monte Carmelo, referida comúnmente como Virgen del Carmen.
Se menciona en el Antiguo Testamento de la Biblia. De acuerdo al relato del capítulo 18 del Primer Libro de los Reyes, es aquí donde el profeta Elías demuestra que el Señor de Israel es el verdadero Dios. El Altar había sido totalmente destruido, por lo que Elías reunió 12 piedras (una por cada Tribu de Israel) con las cuales lo reparó. Era un altar que había sido edificado desde los tiempos de los jueces y llamado "Altar de Karmel." De acuerdo a los historiadores, Vespasiano consultó en él (Notas de la Traducción Kadosh Israelita Mesiánica, por Diego de Ascunce [2003]) La orden religiosa católica de los Carmelitas fue fundada en el Monte Carmelo en el siglo XII por un grupo, no se sabe si peregrinos, ermitaños o cruzados. La orden creció hasta convertirse en una de las mayores órdenes religiosas católicas. La tradición carmelita sugiere que una comunidad de ermitañosjudíos vivieron en el Monte Carmelo en los tiempos del profeta Elías aunque no hay evidencia documental de que dicha comunidad existiera.
Durante la Gran Guerra, el Monte Carmelo tomó un importante papel estratégico. La batalla de Megiddo, que tuvo lugar en sus cercanías, fue el punto de inflexión que inclinó el fiel hacia el lado británico.
A un paso entre la cumbre del Monte Carmelo que da entrada al Valle de Jezreel, donde tendrá lugar la Batalla de Armagedón según algunas interpretaciones cristianas.
En la falda del Monte Carmelo en el corazón de Haifa se encuentra el Santuario del Báb, lugar donde se enterraron los restos mortales del profeta el Báb en 1909 y cuya estructura externa fue completada en los años 50. Este mausoleo se encuentra rodeado por dieciocho terrazas ajardinadas, junto al Centro Mundial Bahá'í, y forman el centro administrativo y espiritual de la Comunidad Mundial bahá'í. La localización de ambos fue designada por Bahá'u'lláh, fundador de la Fe Bahá'í, en la Tabla del Carmelo. El Santuario del Báb constituye uno de los principales atractivos turísticos de Haifa. La montaña es sagrada y un lugar de peregrinación para los bahá'ís de todo el mundo. Además, desde 2008 representan un Patrimonio de la humanidad.
Los actuales grupos de esenios señalaban que el Monte Carmelo era la fortaleza espiritual del templo B'nai-Amen, de los movimientos esenios del norte - los "Nazarenos" - descritos por Epifanio de Salamis, Padre de la Iglesia, en su Panarion (1:18) y brevemente señalado por el historiador Flavio Josefo en su Guerra de los Judíos. Excavaciones en el Monte Carmelo en 1958 descubrieron lo que parece ser el altar de Elías, la cueva donde él vivió y la fuente de Elias y los restos de un antiguo monasterio.
Fotógrafos y diarios documentaron en 1932 el descubrimiento en el Monte Carmelo, de un esqueleto femenino de neanderthal, Tabun I, uno de los más importantes fósiles humanos descubiertos, hasta ahora. La excavación de Tabun produjo un récord estratigráfico en la región abarcando 600.000 años o más de actividad humana."[3][4]
El Monte Carmelo es ampliamente conocido como un monte sacro, en su origen, para las religiones judía, cristiana y baha'i, los antiguos esenios y un lugar que ha influido en el nombre de otros lugares, movimientos religiosos y en la literatura en todo el mundo. Algunas otras montañas y lugares de todo el mundo han sido llamadas Carmelo, debido a esta montaña bíblica.
María Luisa Tagle, vicepresidenta de la Corporación Voto Nacional O’Higgins, nos cuenta la conmemoración número 201 del Voto; una tradición que en los últimos años ha ido retomando importancia, y su vinculación del pueblo chileno a la Virgen del Carmen, patrona del país.
“El Voto O’Higgins viene del tiempo de la Reconquista, después del desastre de la batalla de Cancha Rayada. La ciudadanía o más bien los patriotas vivían un tiempo de incertidumbre y no sabían si los españoles o realistas finalmente iban a triunfar en la guerra de la independencia”, a María Luisa le brillan los ojos mientras va relatando.
“Lo más impresionante y relevante de este episodio histórico, es que es el pueblo de Santiago que le piden a las autoridades de la iglesia y civiles que se haga una promesa a la Virgen del Carmen y que ella los auxilie en estos difíciles momentos. Aquí se ve la fe profunda del pueblo chileno en la Carmelita, una fe que sigue viva a pesar de todo”.
La historia cuenta que las cofradías, mujeres, niños, patriotas se reúnen en la Catedral de Santiago y le piden a la Virgen del Carmen que libere a Chile de la corona española, y se comprometen a que donde se produzca la batalla final se le construirá un santuario.
El 5 de abril de 1818 se enfrentan los ejércitos, patriotas y realistas, en Maipú. “En medio de la batalla los soldados chilenos le suplican y claman a la Virgen del Carmen que la victoria sea del pueblo. Bernardo O’Higgins llega al final de la batalla, recordemos que venía con un brazo con cabestrillo por las heridas sufridas en Cancha Rayada. Se gana la batalla y Chile se convierte en una república”, rememora la vicepresidenta de la Corporación Voto Nacional O’Higgins.
Imágenes de la Virgen del Carmen aquí (hacer click en galería):
Fue solo hasta 1948 cuando se pudo cumplir la promesa hecha por los patriotas a la Carmelita. El cardenal José María Caro dijo: “Debemos cumplir la promesa a la Virgen. No se puede seguir esperando más”. Así se dio comienzo a la construcción del Santuario de Maipú.
«Durante toda mi vida la Virgen del Carmen me ha acompañado y en estos 201 años me toca acompañarla a mí ahora. Es nuestra patrona, soy fiel y devota de ella», comenta emocionada María Inés López de la comuna de Maipú.
El testimonio de María Inés refleja la espiritualidad y fe que miles de chilenos tienen en la Carmelita. Para Guillermo Salas, cuasimodista, la Patrona de Chile es quien “salvó nuestra patria y por eso nosotros la veneramos siempre”.
Es una localidad meramente turística, debido a su ubicación en las Sierras Chicas y su proximidad con la capital provincial. Además, existen varios complejos de cabañas y una cancha de golf. La capilla es también una importante atracción.
Durante las décadas de 1980 y 1990 se desarrolló en esta localidad el Programa Cóndor. Para el desarrollo y la construcción de la planta de producción se invirtieron unos U$S 400 millones de dólares y llegaron a trabajar alrededor de 800 personas.
La sismicidad de la región de Córdoba es frecuente y de intensidad baja, y un silencio sísmico de terremotos medios a graves cada 30 años en áreas aleatorias.3 Sus últimas expresiones se produjeron:
28 de marzo de 1955 (67 años), a las 6.20 UTC-3 con 6,9 Richter: además de la gravedad física del fenómeno se unió el desconocimiento absoluto de la población a estos eventos recurrentes (terremoto de Villa Giardino de 1955)
7 de septiembre de 2004 (17 años), a las 8.53 UTC-3 con 4,1 Richter
25 de diciembre de 2009 (12 años), a las 21.42 UTC-3 con 4,0 Richter
Esta devoción se difundió por toda Europa y contó con Santos de la talla de San Juan de la Cruz y Santa Teresa; no es extraño que llegara a América y acompañara el despertar a la fe de los originarios que la veneraron desde mediados del siglo XVI. Ya en el siglo XVIII se encuentra en Mendoza la imagen que hoy veneramos, pues don Pedro de Núñez “caballero de gran fortuna y devoción”, donó la imagen y todo lo necesario para el culto de la Virgen del Carmen. Primero estuvo en el templo de los Padres Jesuitas estando fundada la Cofradía. En 1.776, a raíz de la expulsión de la Orden, la imagen fue trasladada a San Francisco, desde donde presidiría una de las más bellas jornadas de la historia de nuestra patria.
Llega el año 1814, momento en el que San Martín hará de los pacíficos habitantes de Cuyo, heroicos soldados forjadores de libertad, pero ellos necesitarán una Madre que los ampare y de sentido a tanto sacrificio. Es de todos conocida la profunda devoción que el Libertador profesó a la Virgen y que lo hizo nombrarla Generala de su Ejército, superando los respetos humanos de una época en la que el liberalismo había impuesto la idea de que “la religión es asunto privado”. Tanta importancia dio al tema, que lo decidió con su Estado Mayor, según dice Espejo en su obra “El Paso de los Andes”. La devoción a la Virgen del Carmen estaba muy arraigada en Cuyo y casi todos los soldados llevaban su escapulario, por eso fue ella la que tuvo preferencia” dice, y más adelante describe la brillante ceremonia (5 de enero de 1817) durante la cual San Martín le entrega su bastón de mando, la nombra Generala, y hace bendecir también la Bandera de los Andes, “saludada por dianas y la banda con cajas y clarines, mientras rompía una salva de veintiún cañonazos, ante el ejército de gran gala y todo el pueblo de Mendoza”. Más tarde, después de sus triunfos, entregará definitivamente su bastón, esta vez en el silencio que acompaña a todo lo grande y dejando aquella conocida carta: ”la protección que ha prestado al Ejército de los Andes su Patrona y Generala la Virgen del Carmen son demasiado visibles...” Ambas reliquias, el bastón y la carta, se conservan hoy en el Camarín de la Virgen, como mudos testigos de la parte que Ella tuvo en la grandeza de alma de nuestro Libertador. Siendo Generala del Ejército Argentino, junto a la banda, acompaña a la imagen nuestra bandera. Como así también las banderas de Perú y Chile, al ser esta advocación Patrona de los 2 países vecinos.