REFLEXIÓN VIERNES 6 DE NOVIEMBRE DE 2015
“Como un ciervo busca agua fresca cuando tiene sed, así me desespero yo buscándote, Dios mío. Mi sed es de Dios, del Dios que vive. ¿Cuándo es que voy a presentarme ante Dios?” Salmo 42:1-2.
¿Quién no se ha enamorado alguna vez? Cuando amas a una persona quieres pasar mucho tiempo junto a ella, quieres oír su voz, ver sus gestos, no perderte ningún detalle; esos son momentos placenteros e inolvidables.
Si anhelamos esto con una persona junto a la cual nos tiemblan las piernas, nos sudan las manos, se nos olvidan las palabras, porque no sabemos que decir y, además, a su lado el tiempo parece transcurrir más rápido ¿Cuánto más, debemos anhelar ese encuentro amoroso con Dios y pasar tiempo exquisito con Él?
Pero a veces el cansancio, las múltiples ocupaciones en nuestro trajinar diario, nos impiden esa cita diaria con el Dios Altísimo. Resultamos diciendo al final del día y con vergüenza: -Bendice Señor esto que ya hice. . . sin consultarte.
En un mundo tan agitado, nuestro andar diario nos exige una cita inaplazable con el Señor de la vida y de la gloria No hay mayor privilegio que un encuentro con Dios y estar en comunión con El. Nuestro Padre Celestial, por su infinito amor, siempre nos está esperando para calmar nuestra sed.
No hay ningún instante en el cual no podamos clamar a Él. Sin embargo, es bueno disponer un tiempo de antemano, el cual puede ser por la mañana, al mediodía ó en la tarde, como lo dice el Salmista: “Pero yo rogaré a gritos la ayuda de Dios, y el SEÑOR me salvará. Rogaré y suplicaré a Dios mañana, tarde y noche, y él me escuchará.” Salmo 55:16-17.
No interesa el tiempo ó el lugar, desde hoy puedes tener esa cita diaria y exclusiva con el Todopoderoso, con el Eterno y Soberano Dios. Toma la decisión, El espera por ti.
ORACION
“Soberano Dios y Padre Celestial: ”En el día de conflicto tú me oyes, eres mi amparo y fortaleza, mi pronto auxilio en las tribulaciones. No temeré mal alguno aunque la tierra sea removida y se traspasen los montes al corazón del mar, porque en ti he confiado. De mañana oirás mi voz; de mañana me presentaré delante de ti, y esperaré. Como el amado busca a su amada, así yo te buscaré,en el precioso y poderoso nombre de mi Señor Jesucristo.”Amén y Amén.
-FELIZ FIN DE SEMANA-
ARBEY SERNA ORTIZ