Página principal  |  Contacto  

Correo electrónico:

Contraseña:

Registrarse ahora!

¿Has olvidado tu contraseña?

Fraternalmente unidos
 
Novedades
  Únete ahora
  Panel de mensajes 
  Galería de imágenes 
 Archivos y documentos 
 Encuestas y Test 
  Lista de Participantes
 General 
 Normas de convivencia en el grupo-- 
 Lee la Biblia aquí! 
 Biblia en Power Point 
 Conoce tu Biblia 
 La Biblia en ocho versiones 
 Recursos Teológicos 
 Estudios biblicos 
 Reflexiones- Hernán 
 Selección de pasajes Bíblicos- por Hernán 
 Biografías de hombres de la Reforma protestante- Por Hernán 
 Arqueología Bíblica (por Ethel) 
 Reflexiones 
 Jaime Batista -Reflexiones 
 Tiempo devocional-Hector Spaccarotella 
 Mensajes de ánimo--Por Migdalia 
 Devocionales 
 Escritos de Patry 
 Escritos de Araceli 
 Mujer y familia- 
 Poemas y poesias 
 Música cristiana para disfrutar 
 Creaciones de Sra Sara 
 Fondos Araceli 
 Firmas hechas-Busca la tuya 
 Pide Firmas 
 Regala Gifs 
 Libros cristianos (por Ethel) 
 Panel de PPT 
 Amigos unidos-Macbelu 
 Entregas de Caroly 
 Regala Fondos 
 Texturas p/ Fondos 
 Separadores y barritas 
 Retira tu firma 
 Tutos 
 Tareas HTML 
 COMUNIDADES AMIGAS 
 
 
  Herramientas
 
General: Operativo Manolito
Elegir otro panel de mensajes
Tema anterior  Tema siguiente
Respuesta  Mensaje 1 de 2 en el tema 
De: hectorspaccarotella  (Mensaje original) Enviado: 07/07/2016 12:31

“No temas, porque yo estoy contigo; no te angusties, porque yo soy tu Dios. Te fortaleceré y te ayudaré; te sostendré con mi diestra victoriosa. Is.41:13

 


 “Operativo Manolito”

 
Pidiéndole al Señor Jesús el mensaje para hoy, me recordó una escena de mis 8 añitos. En la esquina de Río de Janeiro y Yerbal (Ciudad de Buenos Aires), hasta el día de hoy existe una farmacia. En ella yo nací  y viví mis primeros años, y esta historia me recuerda que al lado, sobre Yerbal, existía una carnicería. Manolito mi amiguito era el hijo de Don Manuel el carnicero. Siempre jugábamos en la vereda, nos criamos juntos.  Un día nos peleamos y Manolito se enojó tanto que me corrió a los gritos: “te agarro y te mato”. Él era más grande que yo y tuve miedo.

 

Corrí a la farmacia gritando “papá…papá…” y cuando lo vi me agarré de sus pantalones buscando su protección mientras me dice: “Elías, acompáñame que voy a dar una inyección a una persona enferma”. “No, papá –le dije- porque está Manolito afuera y dijo que si salgo me mata”.  “No te va a hacer nada, vos vení conmigo y yo te cuido”. Me tomó de la mano y cuando salimos, Manolito estaba sentado esperándome, pero al verme con mi papá, ni se movió mientras yo caminaba confiadamente tomado de su mano mientras llevábamos sanidad a alguien.

 

Esto sucedió hace casi 70 años, yo no soy un niño pequeño, mi papá falleció hace mucho y Manolito desconozco donde estará, pero la Sabiduría Milenaria de hoy nos regala la misma figura: el “Operativo Manolito” en estos cuatro pasos para volver a salir sin temor.

  

1)  No temas, porque yo estoy contigo. Cuando vamos a ÉL nunca nos rechaza, siempre nos recibe porque sabe que somos pecadores, humanos, con limitaciones pero el amor de ÉL hacia nosotros es inmensamente grande.  Estar con Dios a favor es la gran diferencia.

   

2) No te angusties, porque yo soy tu Dios.  En nuestros problemas, cuando no vemos soluciones a nuestras dificultades económicas en este mundo cambiante, nos sobrevienen los temores y el miedo nos paraliza. Por ello nos recuerda quién es ÉL.

  

3) Te fortaleceré y te ayudaré.  Muchas veces creemos que milagrosamente se terminarán nuestras dificultades,  pero recordemos que Dios nos da la confianza, la seguridad, la potencia de sus promesas, eso vale más que millones de dólares pero el atravesar ese “valle de sombras de muerte” es nuestra tarea. 

  

4) Te sostendré con mi diestra victoriosa.  Una cosa es que nosotros, en nuestras limitaciones, tratemos de tomarnos de su mano, pero otra muy distinta es que EL nos tome, nos sujete, nos agarre, nos sustente.  Cómo haremos para caernos si ÉL nos sostiene a nosotros?

 

Aquí hay un secreto, el “Operativo Manolito”, el mismo que aprendí a mis 8 añitos.  Si nuestro Padre Celestial quiere utilizarte para que lo acompañes para sanar a otras personas, déjate llevar, levanta tu brazo, tu mano y dile: acepto, ven a reinar en mi vida, tómame, llévame, quiero acompañarte. Seguramente nos hará pasar bien erguidos delante de nuestros angustiadores, los que querían destruirnos y nos llevará a dar aliento a otras personas necesitadas. Esa es la Sabiduría Milenaria que conozco. Tú conoces otro mejor?

Elias Bajer  (elias @ businessandswing.com)



Primer  Anterior  2 a 2 de 2  Siguiente   Último  
Respuesta  Mensaje 2 de 2 en el tema 
De: Lolis Navarrete Enviado: 07/07/2016 19:26
Que bonito, DIOS le bendiga hermano.




 
©2024 - Gabitos - Todos los derechos reservados