Página principal  |  Contacto  

Correo electrónico:

Contraseña:

Registrarse ahora!

¿Has olvidado tu contraseña?

Fraternalmente unidos
 
Novedades
  Únete ahora
  Panel de mensajes 
  Galería de imágenes 
 Archivos y documentos 
 Encuestas y Test 
  Lista de Participantes
 General 
 Normas de convivencia en el grupo-- 
 Lee la Biblia aquí! 
 Biblia en Power Point 
 Conoce tu Biblia 
 La Biblia en ocho versiones 
 Recursos Teológicos 
 Estudios biblicos 
 Reflexiones- Hernán 
 Selección de pasajes Bíblicos- por Hernán 
 Biografías de hombres de la Reforma protestante- Por Hernán 
 Arqueología Bíblica (por Ethel) 
 Reflexiones 
 Jaime Batista -Reflexiones 
 Tiempo devocional-Hector Spaccarotella 
 Mensajes de ánimo--Por Migdalia 
 Devocionales 
 Escritos de Patry 
 Escritos de Araceli 
 Mujer y familia- 
 Poemas y poesias 
 Música cristiana para disfrutar 
 Creaciones de Sra Sara 
 Fondos Araceli 
 Firmas hechas-Busca la tuya 
 Pide Firmas 
 Regala Gifs 
 Libros cristianos (por Ethel) 
 Panel de PPT 
 Amigos unidos-Macbelu 
 Entregas de Caroly 
 Regala Fondos 
 Texturas p/ Fondos 
 Separadores y barritas 
 Retira tu firma 
 Tutos 
 Tareas HTML 
 COMUNIDADES AMIGAS 
 
 
  Herramientas
 
General: ¿LIbertad o esclavitud?
Elegir otro panel de mensajes
Tema anterior  Tema siguiente
Respuesta  Mensaje 1 de 3 en el tema 
De: Néstor Barbarito  (Mensaje original) Enviado: 14/09/2016 00:27

¡Queridos hermanos y hermanas, buenos días!

El pasaje bíblico que hemos escuchado (1 Ped 1,18-21) nos habla de la misericordia de Dios que se lleva a cabo en la Redención, o sea en la salvación que nos ha sido donada con la sangre de su Hijo Jesús. La palabra “redención” es usada poco, no obstante es fundamental porque indica la más radical liberación que Dios podía cumplir para nosotros, para toda la humanidad y para la entera creación. Pareciera que el hombre de hoy no amase más pensar en ser liberado y salvado por la intervención de Dios; el hombre de hoy se ilusiona de hecho con la propia libertad como una fuerza para obtener todo. También hace alarde de esto. Pero en realidad no es así. ¡Cuántas ilusiones son vendidas bajo el pretexto de la libertad y cuántas nuevas esclavitudes se crean en nuestros días en nombre de una falsa libertad! Tantos esclavos, tantos… “hago esto porque quiero, tomo drogas porque me gusta, soy libre, o hago otras cosas…” ¡Son esclavos! Se convierten en esclavos en nombre de la libertad. Todos hemos visto ese tipo de personas, que después terminan por los suelos. Tenemos necesidad de que Dios nos libre de toda forma de indiferencia, de egoísmo y de autosuficiencia.

Las palabras del apóstol Pedro expresan muy bien el sentido del nuevo estado de vida al que estamos llamados. Haciéndose uno de nosotros, el Señor Jesús no solamente asume nuestra condición humana, sino que nos eleva a la posibilidad de ser hijos de Dios. Jesucristo, Cordero sin mancha, con su muerte y resurrección ha vencido a la muerte y al pecado para liberarnos de su dominación. Él es el Cordero que ha sido sacrificado por nosotros, para que pudiésemos recibir una vida nueva hecha de perdón, de amor y de alegría. Tres palabras hermosas: perdón, amor y alegría. Todo aquello que Él ha asumido ha sido también redimido, librado y salvado. Cierto, es verdad que la vida nos pone pruebas y a veces sufrimos por esto. Sin embargo, en esos momentos estamos invitados a dirigir la mirada hacia Jesús crucificado que sufre por nosotros y con nosotros, como prueba cierta de que Dios no nos abandona. De todas maneras, jamás olvidemos, que en las angustias y en las persecuciones, así como en los dolores cotidianos, somos siempre liberados por la mano misericordiosa de Dios que nos eleva hacia Él y nos conduce a una vida nueva.

El amor de Dios no tiene confines: podemos descubrir signos siempre nuevos que indican su atención hacia nosotros y sobre todo su voluntad de alcanzarnos y de adelantarnos. Toda nuestra vida, si bien marcada por la fragilidad del pecado, está colocada bajo la mirada de Dios que nos ama. ¡Cuántas páginas de la Sagrada Escritura nos hablan de la presencia, de la cercanía y de la ternura de Dios por cada hombre, especialmente por los pequeños, los pobres y los atribulados! ¡Dios tiene una gran ternura, un gran amor por los pequeños, por los más débiles, por los descartados de la sociedad! Mientras más nos encontramos en la necesidad, su mirada sobre nosotros se llena de más misericordia. Él prueba una piadosa compasión por nosotros porque conoce nuestras debilidades. Conoce nuestros pecados y nos perdona; ¡siempre perdona a un corazón contrito!

Por eso, queridos hermanos y hermanas, ¡abrámonos a Él, acojamos su gracia! Porque, como dice el Salmo, «con el Señor está la misericordia / y grande es con él la redención» (130,7).

Papa Francisco (Audiencia General 7/9/16)



Primer  Anterior  2 a 3 de 3  Siguiente   Último  
Respuesta  Mensaje 2 de 3 en el tema 
De: Dios es mi paz Enviado: 14/09/2016 00:51

Resultado de imagen para 1| Pedro 1:18/19






Excelente mensaje hermano, muchas 




bendiciones!! Araceli

Respuesta  Mensaje 3 de 3 en el tema 
De: hectorspaccarotella Enviado: 14/09/2016 13:47
Querido hermano, palabras de Francisco que sin dudas han sido movidas por la inspiración divina.  
Intelectualizamos todo, y solamente tenemos que abrir los ojos del espíritu para ver los brazos del Padre. 
¡Gloria a Dios para siempre!

HÉCTOR


 
©2024 - Gabitos - Todos los derechos reservados