Dios y Padre nuestro, Señor de nuestras vidas, Creador de todo lo que nos rodea, levantamos hoy una oración pidiendo por la salud de Araceli.
Ella está en tus manos, igual que lo estamos todos. Tu tienes el poder que está sobre la vida y la muerte, sobre la salud y la enfermedad. Por eso hoy nos ponemos de rodillas ante Tu altar, pidiéndote por una oportunidad de sanación.
Que pueda sentir el fuego de Tu Espíritu Santo quemando las células cancerosas, y dar testimonio al mundo de que es hija del Rey de Reyes, del Señor de los milagros, del mejor Papá del mundo.
Te lo pedimos en nombre de Jesús.
Amén.