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General: SHOW ESPIRITUAL
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Respuesta  Mensaje 1 de 2 en el tema 
De: hectorspaccarotella  (Mensaje original) Enviado: 07/11/2016 18:14

Tiburcio es un consumidor de novedades espirituales (o pseudo-espirituales). Es un buscador. Pretende algo “raro” y especial para su vida. Cuánto más rara y espectacular sea esa manifestación, parece que más profunda será la experiencia. En algunas ocasiones logra conectarse con Dios de un modo más intenso y, en otras oportunidades, todo es cáscara (no hay contenido).

Bienvenida sea la búsqueda, pero deambular por cualquier lugar donde surja una novedad puede ser una manifestación de nuestra “pereza espiritual”. El perezoso espiritual muchas veces prefiere acudir a todo lugar donde se promocione una novedad ya que ve allí una posibilidad de lograr en un día lo que se debe cuidar durante años.
A Tiburcio esa búsqueda del hecho mágico lo aleja del cuidado diario de su vida espiritual. Le venden algo que todos queremos comprar: una experiencia que por sí sola tendrá el poder de cambiar todas las cosas.

Aquellos que avanzan en su vida espiritual pueden tener algunas experiencias puntuales que les hayan generado un alto impacto. Pero se cuidan a diario, alimentan en cada jornada su espíritu y buscan en lo cotidiano la Presencia de Dios. En el cuidado de la relación con Dios no todos los días hay espectacularidad. No siempre se siente un escalofrío o un gran calor, un temblor, una caída o algo parecido. Es en el marco de nuestra inmadurez que, muchas veces, forzamos el surgimiento de algo “fuerte”.

El paradigma que comanda este estilo de afrontamiento es el siguiente:
“Si no estoy sintiendo algo fuerte,
no está pasando algo en mi vida espiritual.
Donde se produce una manifestación espectacular
allí Dios está haciendo algo especial.”

He participado de reuniones grupales de búsqueda espiritual donde he visto y sentido cosas extraordinarias, pero cuánto dolor experimento cuando nos equivocamos y nos centramos en la “rareza” perdiendo la sustancia de lo que puede estar sucediendo. Felicito a un líder espiritual muy renombrado quien, en una oportunidad, pidió perdón públicamente por haber utilizado concientemente ciertas herramientas psicológicas para producir determinados comportamientos en algunas personas. Esa confesión, lejos de quitarle autoridad, para mí, lo convirtió en un hombre aún más respetable. No me emociona a esta altura de la vida ver o que me cuenten de una experiencia fuera de lo común. Pero sí me conmueve cuando alguien está experimentando cambios reales en su vida.

¿Cómo saber si nuestra experiencia espiritual fue genuina?
Si luego de esa experiencia, salimos siendo mejores personas, más amables con nuestra familia, más serviciales en nuestro trabajo, más equilibrados para enfrentar las presiones del día a día; en definitiva más lleno de amor y de paz.

Por lo tanto, bienvenida la búsqueda espiritual; pero que incluya la búsqueda del compromiso. Bienvenida la espectacularidad; pero que conduzca a los cambios personales. Bienvenido sea cuando Dios te puede llevar a sentir todo tipo de emociones, te puede tirar al piso, etc.; pero no te tires, no fuerces emociones, no empujes. No nos distraigamos de lo esencial manipulando en búsqueda de hechos “extraordinarios” que sólo nos llevarán a una simple anécdota (que contaremos o mostraremos para alimentar nuestro ego). Dios no necesita que lo ayudemos. Es demasiado Poderoso como para necesitar de alguna “ayudita” nuestra. Ahora bien, si te has dado cuenta que has “forzado” experiencias espirituales propias o ajenas, pídele perdón a Dios. Que en este día Él se manifieste en nuestras vidas como quiera.



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Respuesta  Mensaje 2 de 2 en el tema 
De: Dios es mi paz Enviado: 07/11/2016 23:53

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Completamente de acuerdo con este mensaje, 
Dios debe ser el centro absoluto de la reunión, gracias, Araceli 
 


 
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