REFLEXIÓN VIERNES 11 DE NOVIEMBRE 2016.
“Arrojad de vosotros todas las transgresiones que habéis cometido, y haceos un corazón nuevo y un espíritu nuevo.”
Ezequiel 18: 31.
Usted
toma la decisión y va a la sala de belleza. Allí le cambian su aspecto
físico: le cortan y le pintan
las uñas, le cortan o le alisan el cabello, maquillan su rostro. Su
aspecto externo es diferente, parece otro (a). Eso lo logran unas manos
que conocen y son expertas en transformar nuestra parte exterior.
Todos
necesitamos una transformación interior, un cambio espiritual que nos
haga sentir también nuevos
y rejuvenecidos internamente. Por eso necesitamos acudir a un experto.
Este cambio solo puede producirse mediante una simple decisión.
Volviéndonos de corazón al Señor Jesucristo y Él, en el poder del
Espíritu Santo, transformará nuestra mente y nuestro corazón
y en nosotros resplandecerá la luz de Jesús. “Arrojad de vosotros todas las transgresiones que habéis cometido, y haceos un corazón nuevo y un espíritu nuevo.”
Ezequiel 18: 31.
La
belleza interior viene cuando con corazón sincero y sencillo, nos
acercamos al Hijo del Dios Altísimo
y le entregamos el control de todo nuestro ser, cuando permitimos que
su sangre divina lave nuestra mente y nuestro corazón, cuando accedemos a
que sus preciosas manos no solo nos sostengan en cada paso que damos,
sino que consentimos en la limpieza de todo
aquello que interfiera nuestra relación con Él: Celos, envidias
codicias, pleitos, iras, contiendas, disensiones…etc.
ORACION
“Soberano Dios y Padre Celestial: Gracias
porque cambias mi vana forma de vivir y transformas mi manera de
pensar. Dame un nuevo corazón, renueva mi espíritu, guíame con tu Santo
Espíritu y has resplandecer en mí, la luz de Cristo. Permite que mi
corazón cada segundo, cada instante de mi vida esté
siempre inclinado a practicar la misericordia y la justicia, confiado
siempre en ti. Que de mi interior brote siempre
amor,
alegría, paz, paciencia, amabilidad, bondad, fidelidad, humildad y
dominio propio, fruto de tu Santo Espíritu, te lo pido, en el glorioso
y poderoso nombre de mi Señor Jesucristo.” Amén y Amén.
¡FELIZ FIN DE SEMANA!
ARBEY SERNA ORTIZ