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General: Jesucristo mandó a predicar arrepentimiento y perdón de pecados
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Respuesta  Mensaje 1 de 21 en el tema 
De: GOYOBRITO  (Mensaje original) Enviado: 14/02/2017 01:32

Lucas 24:47-49Reina-Valera 1960 (RVR1960)

47 y que se predicase en su nombre el arrepentimiento y el perdón de pecados en todas las naciones, comenzando desde Jerusalén.

48 Y vosotros sois testigos de estas cosas.

49 He aquí, yo enviaré la promesa de mi Padre sobre vosotros; pero quedaos vosotros en la ciudad de Jerusalén, hasta que seáis investidos de poder desde lo alto.



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Respuesta  Mensaje 7 de 21 en el tema 
De: GOYOBRITO Enviado: 16/02/2017 23:59
El presente tema es interesante, que pone en el tapete lo que respecto al bautismo y al perdón de los pecados mandó realmente a predicar Jesucristo. Entonces está desafinado, lo que en el segundo y sexto mensaje respecto a este tema, se ha comentado.

Respuesta  Mensaje 8 de 21 en el tema 
De: Rolmen Enviado: 17/02/2017 05:16
San Pedro llama a un ángel y le dice:
- Esta mañana tengo que ir a hacer un par de trámites a una nube, así que te dejo cuidando las puertas del Cielo.

El ángel, aterrado, le dice que no tiene idea de a quién tiene que dejar pasar o no, pero San Pedro lo tranquiliza:
- "Mira, por hoy vamos a simplificar. Aquí tienes una Biblia y un fajo de billetes de cien euros. Dale a elegir a los que lleguen: si cogen la Biblia les dejas pasar, y si cogen un billete los mandas al Infierno. Y aquí tienes mi número de móvil por si hay algún problema".

San Pedro se va, y pasa la mañana en sus cosas, hasta que suena el teléfono. Es el ángel:
- "Mire, San Pedro, hasta ahora todo iba bien, pero acaba de llegar un tío que cuando le di a elegir me dijo: '¿Puedo ver un poco?' Se puso a hojear la Biblia, y cada tanto decía '¡Hum, qué interesante!', y cogía un billete de cien y marcaba la página; y así hasta quedarse con la Biblia y todos los billetes. ¿Qué tengo que hacer?"
- "Déjalo pasar, hijo, que ése es del Opus..."
 
 
Tres curas hablan del problema que tenían con los murciélagos en la parroquia y de como hacerlos desaparecer. El primer cura dice:
- "Agarre un rifle, disparé a todos los murciélagos, pero solo logré llenar de agujeros la parroquia".
El segundo cura dice:
- "Yo les puse veneno y se fueron por un tiempo, pero regresaron con más fuerza".
Y el tercero dice...
- "Yo tengo la solución, los agarré a todos, los bauticé y los confirmé, y no los volví a ver jamás"


Respuesta  Mensaje 9 de 21 en el tema 
De: Porque77 Enviado: 17/02/2017 17:07
De: cpllpr Enviado: 15/02/2017 07:55
Me digas lo que me digas,todo tiene un origen,y ese origen es Dios,


Se ve que no tienes cerebro, en tú cerebro solamente tienes un libro llamado biblia y piensas que tienes la verdad, eres un descerebrado..........


De: Rolmen


Les van a nacer canas y formar arrugas esperando la venida de Jesús el Cristo, háganlo sentados para que no se cansen ...
De: Halcon77


No entienden que no es todopoderoso porque no tiene poder sobre el mal? Que dificil es tratar con gente que tiene el cerebro lavado.


Jesucristo es todo poderoso:
 
Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra.
Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo;
enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén. (Mateo 28:20

Respuesta  Mensaje 10 de 21 en el tema 
De: GOYOBRITO Enviado: 18/02/2017 00:06
Quien murió por nuestros pecados fue Jesucristo; y su santo mandamiento es: predicar el arrepentimiento y perdón de pecados en su Nombre (Lc. 24.47; Hch. 2:38; Ro. 6:3; y Gl. 3:27). 
 La imagen puede contener: una o varias personas y texto

Respuesta  Mensaje 11 de 21 en el tema 
De: COLOSO Enviado: 18/02/2017 01:07

!!!YA DESPIERTEN!!!   El Verdadero  Evangelio  Es;  Su  Nombre  Celestial  De  Él  Verbo,  Que  Esta  Desde  El Principio  Con  Él  Padre,  Juan 1:1,  1 Juan 1:1,2  Es Decir;  Predicar  Que  Su  Espíritu (Santo)  De  Vida  de  Jesús  Es;  Él  Santo  de Israel,  Él  Espíritu Santo,  Él  Cristo.

 

JUAN  20:31  Pero  Éstas  Se  Han  Escrito  Para Que  Creáis  Que  Jesús  Es  Él  Cristo,  El Hijo  De  Dios,  y  Para Que  Creyendo,  Tengáis  Vida  En  Su  Nombre.

 

Hay  Que  Ser  Un Verdadero  Cristiano  Así  Como El Apóstol  Pablo  y  No  Un Gentil,  1 Corintios 1:23  Ojo;  Para  Ser  Salvos,  ¿Vino  a  Padecer  Él  Cristo,  (Su  Espíritu  De  Vida)  o  Su  Cuerpo  De  Carne  y  Hueso  Llamado  Jesús?  Jeremías 51:17,  Oseas 11:9

 

HECHOS  17:3  Declarando  y  Exponiendo  Por Medio  De  Las Escrituras,  Que  Era  Necesario  Que  Él  Cristo  Padeciese,  y  Resucitase  De  Los muertos;  Y  Que  Jesús,  a  Quien  Yo  Os  Anuncio,  Decía  Él,  Es  Él  Cristo.  Mateo 23:19,  Juan 6:63

 

Vuestro  Mesías  Es;  Su  Espíritu (Santo)  De  Vida  de  Jesús,  Juan 1:41, 4:25, 14:26  Pues  Dios  Él  Padre  Envió  A  Él  Cristo  a  Padecer  En  Carne  De  Pecado.  Isaías 53:10,  Romanos 8:3


Sigue.......


Respuesta  Mensaje 12 de 21 en el tema 
De: COLOSO Enviado: 18/02/2017 01:12

LUCAS  24:46  y  Les  Dijo:  Así  Está  Escrito,  y  Así  Fue  Necesario  Que  Él  Cristo  Padeciese,  y  Resucitase  De  Los muertos  Al Tercer  Día;

47.  y  Que Se  Predicase  En  Su  Nombre  El Arrepentimiento  y  El Perdón de  Pecados  En  Todas  Las Naciones,  Comenzando  Desde  Jerusalén.


Observen;       Que  No  Dice;  Que Se  Predique  El Nombre  Terrenal  De  Jesús,  Sino  Que Se  Predique  Su  Nombre  Celestial  De  Él  Cristo,  Es  Decir  Vuestro  Mesías,  Juan 1:41, 4:25, 14:26  Su  Espíritu  De  Vida de Jesús,  Él  Cristo.  Romanos 8:2, 1 Juan 1:1 al 3  Y  Su  Ángel,  (Espíritu)  Que  Envió  Jesús a  Dar  Testimonio  A Las Iglesias,  Tampoco  Quiere que  Le  Adoren.   Apocalipsis 22:16


APOCALIPSIS  22:8  Yo  Juan  Soy  Él  Que  Oyó  y  Vio  Estas  Cosas.  Y  Después  Que Las Hube  Oído  y  Visto,  Me  Postré  Para  adorar  a Los pies  Del  Ángel  Que  Me  Mostraba  Estas  Cosas.

9.   Pero  Él  Me  Dijo:  Mira,  No  Lo Hagas;  Porque  Yo Soy  Consiervo  Tuyo,  De  Tus  hermanos Los Profetas,  y  De  Los  Que  Guardan  Las palabras de Este Libro.    Adora  A  Dios.



APOCALIPSIS  19:10  Yo  Me  Postré a Sus pies  Para  Adorarle.  Y  Él  Me  Dijo:  Mira,  No  Lo Hagas;  Yo Soy  Consiervo  Tuyo,  y  De  Tus  hermanos  Que  Retienen  El Testimonio  De  Jesús.  Adora  A  Dios;  Porque El Testimonio  De  Jesús  Es  Él  Espíritu  De  La Profecía.  Daniel 9:26

Atte. Coloso


Respuesta  Mensaje 13 de 21 en el tema 
De: Rolmen Enviado: 18/02/2017 03:22
Goyobruto, perdón Goyobrito, tu dices que ...

Quien murió por nuestros pecados fue Jesús el Cristo, entonces podemos pecar porque ya estamos libres de pecado?

Respuesta  Mensaje 14 de 21 en el tema 
De: GOYOBRITO Enviado: 18/02/2017 04:10
 

Romanos 6Reina-Valera 1960 (RVR1960)

Muertos al pecado

¿Qué, pues, diremos? ¿Perseveraremos en el pecado para que la gracia abunde?

En ninguna manera. Porque los que hemos muerto al pecado, ¿cómo viviremos aún en él?

¿O no sabéis que todos los que hemos sido bautizados en Cristo Jesús, hemos sido bautizados en su muerte?

Porque somos sepultados juntamente con él para muerte por el bautismo, a fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en vida nueva.

Porque si fuimos plantados juntamente con él en la semejanza de su muerte, así también lo seremos en la de su resurrección;

sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente con él, para que el cuerpo del pecado sea destruido, a fin de que no sirvamos más al pecado.

Porque el que ha muerto, ha sido justificado del pecado.

Y si morimos con Cristo, creemos que también viviremos con él;

 


Respuesta  Mensaje 15 de 21 en el tema 
De: Porque77 Enviado: 18/02/2017 11:35
Jesucristo es todo poderoso: El es Dios.
 
Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra.
Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo;
enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén. (Mateo 28:20
¿Que Dios se hizo hombre y dio su vida por nosotros muriendo en la cruz y sufriendo terribles dolores para salvarnos de la confusión y de las tinieblas?... Solo Jesucristo... Entonces Jesucristo es el único Dios verdadero.
 
Escrito está:  Dios no reparte su gloria con nadie... Y solo un Dios dio la vida por nosotros. Entonces Jesucristo es el único Dios verdadero.
 
..............................................


Respuesta  Mensaje 16 de 21 en el tema 
De: GOYOBRITO Enviado: 18/02/2017 13:28
 
Ninguno de los Apóstoles cumplió el presunto mandamiento de Mateo 28:19, sino el mandamiento de Marcos 16.15-16, a la par del que está en Lucas 24.47, veamos:
   

1) Jesucristo mandó a sus discípulos, a predicar el Evangelio a toda criatura, para que todo quien creyere y fuera bautizado sea salvo, más quien no creyere será condenado (Mc. 16:15-16). El bautismo es para arrepentimiento y se hace en el Nombre de Jesucristo para el perdón de los pecados. Al bautizarce en el Nombre de Jersucristo y creer en el Evangelio se es salvo; porque  de hecho como está escrito en el N.T: "En ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo dado a los hombres en el que podamos ser salvos" (Hhc. 4:12)

2) Otro mandamiento importante se haya en Lucas 24:47, ya que en función del mandamiento inmediatamente anterior, Jesucristo ordena que en todas las Naciones del mundo, se predicase el arrepentimiento y perdón de pecados en su Nombre, comenzando desde Jerusalén. Por lo tanto los israelitas y los gentiles, deben arrepentirse y bautizarse en el Nombre de Jesucristo para perdón de pecados, y recibir el don del Espíritu Santo (Hch. 2:38).

3) Pablo y los discípulos de Juan, se bautizaron en el Nombre de Cristo IESUÉ (Hch. 19:1-7; y 22:12-16).

4) Los gentiles que eran inmundos, llegaron a estar limpios por medio de Cristo. Así, pues que el primer caso de los gentiles bautizados en el Nombre de IESUÉ (El Cristo), fue Cornelio el Centurión romano de la compañía llamada la italiana, junto con sus parientes y amigos más íntimos (Hch. 10:1-48).

5) El arrepentimiento, bautismo y perdón de pecados en todas las naciones del mundo, ha de hacerse por mandato del Divino Señor en el Nombre de Jesucristo, porque no hay otro Nombre dado a los hombres en que podamos ser salvos (Hch. 2:38; y 4:12).

6) El bautismo a todos nos salva, pero no quitando las inmundicias de la carne, sino como un nueva conciencia hacia Dios (1 Pdr. 3:18-21). El bautismo que nos salva, es en el Nombre de Jesucristo, ya que no hay otro nombre dado a los hombres, en que podamos ser salvos.

7) Todos somos hijos de Dios por la fe en Cristo IESUÉ, porque todos los que habéis sido bautizados en Cristo, de Cristo estáis revestidos. Ya no hay judío ni griego;no hay esclavo ni libre; no hay varón ni mujer; porque todos vosotros sois uno en Cristo IESUÉ. Y si vosotros sois de Cristo, ciertamente linaje de Abraham sois, y herederos según la promesa (Gl. 3:15-29).

8) Con el bautismo en Cristo IESUÉ, ocurre que somos bautizados en su muerte, porque somos sepultados juntamente con él por el bautismo, a fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la Gloria del Padre, así también nosotros andemos en vida nueva (Hch. 2.38; Ro. 6:3-4).

¿Qué Dios se hizo hombre y dio su vida por nosotros muriendo en la cruz y sufriendo terribles dolores para salvarnos de la confusión y de las tinieblas?... Solo Jesucristo... Entonces Jesucristo es el único Dios verdadero.
 
Escrito está: Dios no reparte su gloria con nadie... Y solo Dios hecho carne dio la vida por nosotros para salvarnos y redimirnos del pecado (1 Tmt. 3.16; y Ro. 9:5 entre otras citas biblicas). Entonces Jesucristo es el único Dios verdadero (1 Jn. 5:20).
.............................................. si el único Dios verdadero no comparte su gloria con nadie, es uno y es el mismo Jesucristo, entonces uno es su Nombre dado a los hombres en el que podamos ser salvos (Dt 6:4; y Hch. 4.12). Él no comparte su gloria en Trinidad, sino en unidad: "Yo y el Padre somos Uno" (Jn. 10:30).
 

Respuesta  Mensaje 17 de 21 en el tema 
De: GOYOBRITO Enviado: 27/02/2017 11:39

 

Arrepiéntase todo aquel y bautizase en el Nombre de Jesucristo para perdón de los pecados

 


Respuesta  Mensaje 18 de 21 en el tema 
De: GOYOBRITO Enviado: 27/02/2017 12:02

LAS DOS MODALIDADES DE BAUTISMO:

1)    Modalidad de Bautismo en agua:

    En la nueva alianza o nuevo pacto, esto vale decir: “Nuevo Testamento”, hallamos en analogía al levita Moisés, cuando todos los israelitas en el fueron bautizados en la nube y en el mar, que la primera Modalidad de Bautismo con agua en los tiempos de IESUÉ El Cristo, la practicó Juan bautista a los hebreos en el río del Jordán. En esta Modalidad de Bautismo, es que además de los discípulos de Juan, Jesucristo fue bautizado, momento cuando el bautista se le opuso diciendo: “¿Yo necesito ser bautizado por ti, y tú vienes a mí?” (Mt. 3:13-15). Sin embargo en respuesta a esta actitud del bautista, el mismo Cristo le dijo, de que era necesario cumplir toda justicia.

    Juan bautista en su manera de bautizar, bautizó a la verdad en agua para arrepentimiento, diciendo que creyeran en aquel que venía después de él, esto es El Cristo (Hch. 19:4). Sin embargo, no solo Juan instó a los hebreos hacia la creencia del Enviado o Mesías que vendría después de él, sino también les había revelado que Jesucristo es el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo (Jn. 1:29,36); y cuyo Cordero al venir en un momento de sombras de muerte y de ceguera espiritual, y puesto de manifiesto a los suyos, Juan menguó para que Cristo creciera (Is. 9:1-2; Mt. 4:12-17; Jn. 1:11; y 3:30). Y así súbitamente, subió cual renuevo de tierra seca, a fin de ir allanando el camino para la predicación de las nuevas buenas de salvación, y tras sí se efectuara su crucifixión, muerte y resurrección de entre los muertos conforme a las Escrituras (Is. 53:1-2; y Lc. 24:44-47). Resucitado pues El Cristo, el Hijo del Dios Viviente,, él dio a sus discípulos los siguientes mandamientos:

“Id por todo el mundo y predicad el Evangelio a toda criatura, el que creyere y fuera bautizado será salvo, más el que no creyere será condenado (Jn. 16:15-16).”

“Y que se predicase en su Nombre, el arrepentimiento y perdón de pecados en todas las naciones del mundo, comenzando desde Jerusalén (Lc. 24:47).”

Así que es entonces en Jerusalén, y día de celebrarse pentecostés (Fiesta de las semanas o fiestas de las primicias), que Pedro puesto en pies con los otros once apóstoles, aclara el motivo por el cual había sobre ellos descendido el poder del Espíritu Santo, y en cumplimiento a los 2 mandamientos (Jn. 16:15; y Lc. 24:47), les dijo a los compungidos de corazón: “Arrepentíos y bautizase cada uno de vosotros en el Nombre de Jesucristo para el perdón de los pecados, y recibiréis el Don del Espíritu Santo (Hch. 2:38).”

 

 

Después del día de pentecostés, la modalidad de bautizar en el Nombre de Jesucristo tuvo gran incidencia, pues los gentiles, los discípulos de Juan bautista y Pablo así se bautizaron. Veamos los hechos relacionados a estos eventos:

“…. ¿Puede acaso alguno impedir el agua, para que no sean bautizados estos que han recibido el Espíritu Santo también como nosotros? Y mandó bautizarles en el Nombre del Señor IESUÉ… (Hch. 10:47-48).”

“Aconteció que entre tanto Apolos estaba en Corintio, Pablo, después de recorrer las regiones superiores, vino a Éfeso, y hallando a ciertos discípulos, les dijo: ¿Recibisteis el Espíritu Santo cuando creasteis? Y ellos dijeron: Ni siquiera hemos oído si hay Espíritu Santo. Entonces dijo: ¿En qué pues, fuisteis bautizados? Ellos dijeron: en el bautismo de Juan. Dijo Pablo: Juan bautizó con bautismo de arrepentimiento, diciendo al pueblo que creyeran en aquel que vendría después de él, esto es, en IESUÉ el Cristo. Cuando oyeron esto, fueron bautizados  en el Nombre del Señor IESUÉ. Y habiéndoles impuesto Pablo las manos, vino sobre ellos  el Espíritu Santo; y hablaban en lenguas y profetizaban. Eran por todo unos doce hombres (Hch. 19:1-7).”

“Entonces uno llamado Ananías, varón piadoso según la ley, que tenía buen testimonio  de todos los judíos que allí moraban, vino a mí, y acercándose, me dijo: Hermano Saulo, recibe la vista. Y yo en aquella misma hora recobré la vista y lo miré. Y él dijo: El Dios de nuestros Padres te ha escogido para que conozcas su voluntad, y veas al Justo, y oigas la voz de su boca. Porque serás testigo suyo a los hombres, de lo que has visto y oído. Ahora pues, ¿porque te detienes? Levántate y bautízate invocando su Nombre (Hch. 22:12-16).

2) Modalidad de bautismo en Espíritu Santo y Fuego:

Esta modalidad, es la infusión que Jesucristo da a quien se bautice en su Nombre. Con esto se cumple, lo anunciado por Juan bautista, cuando dijo Él os bautizara en Espíritu Santo y fuego (Mt. 3:11; y Lc. 3:16)”. Es pues la promesa que del Padre Eterno, Cristo le anunció a sus discípulos: “Oísteis de mi (Hch. 1:4-5).” La cual aún de ser vaticinada en Ezequiel 39:29, fue profetizada en Joel 2:28 y en Zacarías 12:10, y tuvo cumplimiento dentro de Jerusalén, cuando se celebraba el día de pentecostés (fiesta de las semanas o de las primicias); y cuyo cumplimiento fue con gran demostración de poder, viento fuerte y lenguas repartidas como de fuego, asentadas en cada uno de los que unánimes estaban reunidos en aposento alto, y fueron llenos del Espíritu Santo, y comenzaron hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablasen (Hch. 1:12-26; 2:1-4; y 2:14-21).

   Al estar bautizados en Espíritu Santo y Fuego, se tiene el Don del Espíritu Santo o Dones Espirituales, que no solo el hablar en lenguas, sino intérpretes de lenguas, palabra de sabiduría, palabra de ciencia, fe, dones de sanidades, hacer milagros, profecía y discernimiento de espíritus, para un total de 9 dones Espirituales, según  lo descrito por Pablo. Además de estos dones, está lo vaticinado por el profeta Joel, que para los jóvenes es ver visiones y para los ancianos es soñar sueños (Hch. 2:38; 1 Co. 12:1-10; y Joel 2:28).


Respuesta  Mensaje 19 de 21 en el tema 
De: GOYOBRITO Enviado: 27/02/2017 12:18
 
FALSO BAUTISMO DEL CREDO TRINO DE LA CATÓLICA POR DECRETO IMPERIAL DE ROMA (381 d.C).

A fin de terminarse de cumplir el tiempo del castigo que el Ser Divino profetizara por boca de sus profetas sobre la casa de Israel y la casa de Judá, IEUÉ mediante Isaías anuncia de darles consolación con el perdón del pecado; y deja vaticinado un mandato a la voz que clama en el desierto, para que le preparara camino, le enderezara calzada en la soledad, y desde un monte alto sin ningún temor, dijera con voz fuerte a las ciudades de Judá: “¡Ved aquí al Dios vuestro!”; pues, El viene con poder señoreando con su brazo y apacentando a sus ovejas (Is. 40:1-11). Así se cumplió, que vino İojanán Bautista, a preparar camino y a enderezar calzada en la soledad a Jesucristo, el Eloah nuestro, y predicando el bautismo en agua para arrepentimiento diciendo: “detrás de mí viene uno más poderoso que yo, y él los bautizará con Espíritu Santo y fuego” (Mt. 3:1-6, 11; Jn 1:22-28; Lc. 3:2-6; Hch. 11:16; 19:4; Mc. 1:1-11; Is. 44:3; y Joel. 2:28). De hecho İojanán Bautista bautizó tan sólo en agua para arrepentimiento, y todo quien a él venía con pecado a bautizarse, se los confesaba; y en cambio Cristo bautizaría en Espíritu Santo y fuego. De lo cual se desprende un bautismo en agua para arrepentimiento y confesión de los pecados; y un bautismo diferente al agua, que es en Espíritu Santo y fuego. Se ha de notar, que en principio el bautismo en agua para arrepentimiento, estaba a cargo de İojanán Bautista; pero él en una ocasión profetizó, que debía menguar para que Cristo “El Mesías" creciera (Jn. 3:30). Con esto ya İojanán Bautista estaba consciente, que por su vaticinio de menguar lo arrestarían y le quitarían la vida con muerte de decapitación, para que ya no lo buscaran ni lo siguieran a él, sino a Jesucristo (Mt. 14:1-12). Así que encarcelado y muerto İojanán Bautista, Cristo vino a ser entre los dos, el que continuó la predica de las buenas noticias de salvación, para cumplir lo profetizado por el profeta Isaías, cuando dijo:

“El Espíritu de IEUÉ El Señor está sobre mí, porque me ungió IEUÉ, me ha enviado a predicar buenas nuevas a los abatidos, a vendar a los quebrantados de corazón, a publicar libertad a los cautivos, y a los presos apertura de la cárcel; a proclamar el año de la buena voluntad de IEUÉ, y el día de venganza del Eloah nuestro; a consolar a todos los enlutados; a ordenar que a los afligidos de Sión se les dé gloria en lugar de ceniza, óleo de gozo en lugar de luto, manto de alegría en lugar del espíritu angustiado…” (Is. 61:1-11; Lc. 4.14-21).

De manera pues, que muerto İojanán Bautista quien bautizaba en agua para arrepentimiento, éste oficio recayó sobre Cristo (El Mesías), a fin de bautizar a sus discípulos, para luego delegarles esa función (Jn. 3.22; y 4:1-2); pero antes de que esto ocurriera, él continuó predicando las buenas noticias de salvación (el Evangelio), y en general cumplió todo lo que está escrito acerca de Él en la ley de Moisés, en los profetas y en los salmos (Salm. 22; 69:21; Is. 52:13-15; 53:1-12; Mt. 27:34; Mc. 15:36; Lc. 18:31-33; y 22:44). Luego que El Mesías fue crucificado, muerto, sepultado y resucitado al tercer día, le dio mandamiento a sus discípulos para ir a todo el mundo a predicar el Evangelio a toda criatura, para que todo quien crea y se bautice, sea salvo; y por tanto les mandó a que en todas las naciones comenzando desde İerusaleim, predicaran en su Nombre, el arrepentimiento y perdón de pecados (Mc. 16:15-16; y Lc. 24:47). Esto desde luego comienza a tener cumplimiento, a partir de İerusaleim, con demostración de poder de su Espíritu Divino, porque además de un viento recio que soplaba, aconteció que a cada uno de los reunidos en aposento alto, se les asentaron como llamas de fuego sobre sus cabezas, y ellos al hablar en otras lenguas, atrajo a muchos judíos que habían ido a İerusaleim, para celebrar el día de pentecostés o fiestas de las primicias (Hch. 2:1-12; 1:13); y Pedro lleno del Espíritu de Santidad, les dijo a los compungidos de corazón, que se bautice cada uno en el Nombre de Jesucristo para arrepentimiento, perdón de los pecados y recibimiento del Espíritu Santo (Hch. 2:37-39). Para este entonces, es impresionante lo que se observa en Hch. 2:42, porque los que habían sido bautizados en el Nombre de Jesucristo, perseveraban en la doctrina de los Apóstoles, en la comunión unos con otros, en el partimiento del pan y en las oraciones. Cuya doctrina que tiene como principio la predicación del arrepentimiento y el perdón de los pecados en todas las naciones en el nombre de Jesucristo, continuó siendo transmitida ya no solo a los judíos, que inclusive a Saulo (Pablo) y a los discípulos de İojanán Bautista, sino a los samaritanos y en general a los gentiles, de entre los cuales hubieron quienes se bautizaron en el Nombre glorioso de IESUÉ El Cristo (Lc. 24:47; Hch. 2.38; 8.12; 8.16; 10.48; 10.48; 19.3-5; y 22.16). En relación a esto, luego el Apóstol Pablo entre otras cosas que argumenta en Romanos 6.3 y en Gálatas 3:27-29, escribe acerca del bautismo, ya que respectivamente, hace las siguientes afirmaciones:

3 ¿O no saben que todos los que habéis sido bautizados en Cristo IESUÉ, hemos sido bautizados en su muerte? 4 porque somos sepultados juntamente con él para muerte por el bautismo, a fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en vida nueva (Col 2:12; Gl. 6:15; Ef. 4:22-24; y Col. 3:10).”

“27porque todos los que habéis sido bautizados en Cristo, de Cristo estáis revestidos. 28Ya no hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay varón ni varona; porque todos vosotros son uno en Cristo IESUÉ. Y si vosotros sois de Cristo. Ciertamente linaje de Abraham sois, y herederos según la promesa (1 Co. 3.23; y Gl. 4:28).


Entonces visto todo lo anterior ¿qué pasó en contra de la doctrina de los Apóstoles, que obstruyó su principio de bautizar en el Nombre de Jesucristo para arrepentimiento, perdón de pecados y recibimiento de los dones del Espíritu Santo? Esto ocurre, porque luego que los Apóstoles tuvieron gran oposición de los judíos y de los romanos, vinieron días en que ya habían quedado en el pasado las existencias humanas de los Apóstoles, y surgieron varias tendencias cristianas, que no congeniaban en sus ideologías ni en lo que predicaban. Entre estas tendencias para por ahora poner como ejemplos al menos dos, son:

1) Los tertulianistas, era un movimiento que residía en una basílica de Cartago y defendían la teoría “trinitas” de que los tres son una misma sustancia. Esta teoría es atribuida a Quintus Séptimus Florente, mejor conocido como Tertuliano, quien en su obra Adversus Praxeam II,4 expone:

“La unidad en la trinidad dispone a los tres. Dirigiéndose al padre y al hijo y al espíritu, pero los tres no tienen diferencia de estado ni de grado, ni de substancia ni de forma, ni de potestad ni de especie, pues son de una misma substancia, y de un grado y de una potestad”


En discordancia a ello, es que el N.T menciona a Jesucristo como la imagen misma de su sustancia, y no a tres que sean de una misma sustancia (Heb. 1:3). Tal teoría de hecho incidió en sus estudiantes, que uno de ellos fue Cipriano de Cartago, el predecesor de Agustín, y el fundador de la teología latina. Ha de destacarse, que después de la muerte de Tertuliano dicha teoría de que los tres son de una misma substancia, fue acogida por otros, y así luego por muchos que llegaron a ser obispos católicos. Estos obispos por ello sostenían, que Jesucristo es Dios de Dios y luz de luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no hecho, consustancial al Padre. En pocas palabras, defendían la Deidad de Cristo, como Dios que es de Dios.

2)
Los arrianos eran otros obispos, que compartían la creencia del presbítero Arrio, quien contrariamente a los que defendían la Deidad de Cristo, decía que Jesucristo fue el primer ser creado; y por tanto no era Dios mismo, sino su servidor.

   Esas dos tendencias, que a diferencia de quienes se mantenían en la Doctrina de los Apóstoles, que es la de Cristo (El Mesías), eran las más influyentes dentro del imperio romano, tanto que con sus adeptos y simpatizantes, generaban pugnas y conflictos entre sí; y esto no lo vio bien Osio de Córdoba, el consejero de Constantino el grande, quien en un sínodo celebrado en el 325 d.C., le recomendó convocar a ambas tendencias a una reunión, para evitar la inestabilidad del imperio romano. Así pues, que del 20 de mayo al 25 de Julio del mismo año, se efectuó el primer concilio ecuménico de Nicea, actualmente Iznik, ciudad de Asia Menor, en el territorio de la actual Turquía, donde concurrieron alrededor de 300 obispos (según Atanasio); pero por ser mayoría los que defendían la Deidad de Cristo como Dios de Dios, lograron imponerse sobre los arrianos, y con la avenía del emperador romano en el presídium de ese concilio, establecieron el primer credo dual de un solo Dios Padre Omnipotente y Dios verdadero de Dios verdadero, que en entre otras cosas, dice:

“Creemos en un Dios Padre Todopoderoso, hacedor de todas las cosas visibles e invisibles. Y en un Señor Jesucristo, el Hijo de Dios; engendrado como el Unigénito del Padre, es decir, de la substancia del Padre, Dios de Dios; luz de luz; Dios verdadero de Dios verdadero; engendrado, no hecho; consustancial al Padre; mediante el cual todas las cosas fueron hechas, tanto las que están en los cielos como la que están en la tierra; quien para nosotros los humanos y para nuestra salvación descendió y se hizo carne, se hizo humano, y sufrió, y resucitó al tercer día; y vendrá a juzgar a los vivos y los muertos”.

Ocurrido lo anterior, y que ya de haber transcurrido cincuenta y seis (56) años de ese evento, no existía Joviano el sucesor de Juliano, ni este a su vez de Constantino el grande, sino Teodosio I, quien además de católico tertulianista, era el emperador de Roma. A diferencia de Constantino el grande, quien junto a Fulgencio había dado libertad de culto mediante el decreto de Milán (313 d.C.), Teodosio I convocó y presidió el concilio ecuménico de Constantinopla (381 d.C.), donde además de reformarse el credo católico, para atribuirle deidad al Espíritu Santo, que junto al Padre y al Hijo recibe una misma adoración y gloria, estableció a la iglesia católica como institución oficial del extenso imperio romano, e imponiéndose así para todas las provincias o ciudadanías de ese imperio, tres cosas nunca antes vista, como: “el credo trino de tres divinas personas, una religión católica-eclesiástica y la prohibición de los ídolos o deidades paganas”. Esto que es considerado por algunos como un precedente de gran importancia en la historia de la humanidad, no obstante es sombra tipo figura de lo que ha de suceder en el futuro, porque como un arquetipo o prototipo del emperador romano, se manifestará el hijo de pecado o hijo de perdición, quien siendo el segundo personaje de la trinidad diabólica <dragón Rojo; hijo de pecado y falso profeta> que simbólicamente hablando son los tres seis (666), se levantará y se opondrá a todo lo que se llame dios o es objeto de culto, e impondrá una creencia trina, una religión mediante la iglesia que auspiciará el falso profeta, y aún de suprimir cualquier otro culto que no sea el de él, se sentará en un templo como dios, haciendo pasar por Dios (2 Ts. 2:3-4).

Bajo los decretos 375-400 del emperador Teodosio I, si bien los templos paganos fueron arrasados por turbas de cristianos católicos, pero hubo mucho derramamiento de sangre. Los obispos católicos tertulianistas, que constituidos desde entonces en la iglesia oficial, con un credo trino, e instituida por decreto imperial como la única religión, había imperado así la gran apostasía (2 Ts. 2:3, 7-12). Ella presuntamente había conquistado al imperio romano; pero este en realidad, era el que la había conquistado, rehaciéndola a su propia semejanza. La iglesia católica, se había hecho una institución completamente diferente a la iglesia primitiva, que fue perseguida por la sexta cabeza de la bestia apocalíptica “el imperio romano” (Ap. 13:1-7; y 17:8-10).

En todo lo que transcurrió del siglo 4º al 6º d.C., el culto muy sencillo, se desarrolló en ceremonias lujosas, formales e importantes, revestidas de todo el esplendor interno y externo que antes distinguía a los templos paganos. El término “sacerdote”, no se aplicó a los ministros cristianos antes del 200 d.C., fue tomado del sistema judaico y del ejemplo del sacerdote pagano, porque la mitra en forma de cabeza de pez, es de origen babilónico y de costumbre filistea para el servicio del dios pagano Dagón. Otro ingrediente, es que Leo I (440-61) al prohibir el matrimonio de los sacerdotes como está revelado en 1 de Timoteo 4:1-3, agravó más la gran apostasía; y así que siendo el celibato clerical ley de la iglesia católica y romana, fue contraproducente, porque en todos los siglos la notoria inmoralidad del clero, ha sido uno (de los escándalos) permanentes de esa iglesia. A la postre la conversión de los barbaros (godos, vándalos y hunos), que derrocaron al imperio romano en la parte occidental, aceptaron el cristianismo catolizado de los tertulianistas; pero en gran parte su conversión fue solamente nominal; y esto contribuyó a un más, a llenar la iglesia católica de prácticas paganas. Los conflictos de filosofías, eran latentes, porque así como cada generación trata de interpretar a Cristo en términos de su propia manera de pensar, en el cristianismo se originó, un proceso de amalgamarlo con filosofías griegas y orientales, de donde nacieron muchas sectas, tales como: “los gnósticos (la materia es mala. Jesucristo es un fantasma, y la salvación mediante el alumbramiento místico interno); maniqueos (dualismo persa); montanistas (el continuado ministerio sobre natural del Espíritu Santo. Para ellos Montano era, el Espíritu Santo que estaba dando nueva revelación…Moock 1995, P. 80); monárquicos o tertulianistas (el Padre; el Hijo; y el Espíritu Santo, son tres personas distintas en uno); arrianos (oposición al concepto de tres en uno, y por considerar que Jesucristo es el primer ser creado, no es Dios); apolinaristas (negaban la naturaleza humana de Cristo); monofisitas (Cristo tenía solamente una naturaleza); y nestorianos (hay en Cristo dos naturalezas, la humana y la Divina, pero dos personas independientes e distintas). Contrariamente a esas sectas heréticas y apóstatas, estaban los eutiquianos (las dos naturalezas de Cristo están unidas en una)”. Desde el siglo segundo al sexto, el cristianismo estaba dividido en controversias por estos, por aquellos y otros “ismos”, y algunos fueron los que no perdieron de vista su verdadera misión, que es la predicar el bautismo en agua para arrepentimiento y perdón de pecados en el Nombre del Señor Jesucristo, y el recibimiento del don del Espíritu Santo, en función de la perfección de los santos, a fin de la edificación de su cuerpo que es la iglesia; para que así y con fe, esperanza y caridad, sean perfectos en unidad. Vale decir en cuanto a esta unidad, que es a la semejanza del cuerpo humano de Cristo con su Espíritu Divino, que a modo similar como él dijo: “Yo y el Padre somos uno”, todos somos uno en Cristo que es la cabeza de todo principado y potestad (Jn. 17:22-23; Gl. 3:28; y Col. 2.9).

Hoy en día, el credo herético y apóstata de los monárquicos tertulianistas, que desde fue impuesto por Teodosio I, bajo la directriz de la iglesia católica y romana, se mantiene en detrimento de los verdaderos mandamientos de Cristo (El Mesías), porque por ese credo en contravención a Lucas 24:47 y a otros textos bíblicos relacionados, se adulteró a Mateo 28:19 con la formula trina para el bautismo en agua, a diferencia de la iglesia primitiva, que en su principio doctrinal, bautizó en el Nombre de Jesucristo o IESUÉ El Cristo (Hch. 2:38; 8:16; 10:47-48; 22:16; 19:17; Ro. 6:3; y Gl. 3:27). Desde que se decretó a la iglesia católica como la única para todo el imperio romano y se impuso el credo trino, las otras tendencias del cristianismo fueron perseguidas y a muchos la iglesia católica los asesinó, matándolos en la hoguera o por ahorcamiento, a la vista pública, bajo el pretexto de herejía. El resultado de los crímenes efectuados por la iglesia católica, es espeluznante, fueron muchas las personas asesinadas. Y actualmente, lo más lamentable en contra de la doctrina de los apóstoles, que es la de Cristo (El Mesías), muchas son las denominaciones cristianas evangélicas que cegadas por una trinidad y por la libertad de religión y culto establecida en las normas jurídicas de varios países del mundo, en esto se han venido excusándose de manera terca y obstinada, pues se han acogido al credo trino de las tres divinas personas, cayendo así en apostasía y en la imposición del imperio romano, que llegó a ser la cuarta bestia profetizada por Daniel y fue la sexta cabeza de la bestia vaticinada en Apocalipsis (Dn. 7:7; y Ap. 13:1; y 17:8-10). Lo cual es un indicativo, de que así como su madre “la iglesia católica y romana”, tal son ellas las hijas, que comparten el credo trino y su bautismo diciendo: “en el nombre del Padre; y del Hijo; y del Espíritu Santo”. Y así como fue con el decreto que en el año 381 d.C., emitió el emperador del imperio romano en Constantinopla, será cuando su arquetipo o prototipo (el hijo de pecado) se manifieste; porque a manera semejante le impondrá a la humanidad, el signo trino diabólico: “dragón rojo; anticristo; y falso profeta”, que están simbolizados en tres seis (666). De manera que entre otras tendencias cristianas, muchas denominaciones evangélicas lo aceptarán, porque vendrá con gran potestad y como dios con asiento en el templo de Dios, haciéndose pasar por Dios (2 Ts. 2:3-4).

Visto lo anterior, ello sirve de reflexión a las iglesias evangélicas, que han acogido el credo trino herético y apóstata de la católica, a fin de que se retracten en esto, y se vuelvan a la doctrina de los Apóstoles, que es la del mesías, que en su principio consiste en el arrepentimiento y bautismo en el Nombre de Jesucristo, para perdón de los pecados y recibimiento del don del Espíritu Santo (Lc. 24:47; Hch. 2:38; 8:16; 10:47-48; 22:16; 19:17; Ro. 6:3; y Gl. 3:27). En el Nombre pues de IESUE El Cristo, es ese principio, porque no hay otro nombre dado a los hombres para ser salvos; y que ello sea aún, en el entendido de lo que se haga sea de hechos o de palabras, hacerlo todo en el Nombre del Señor IESUÉ (Hch. 4:12; Ef. 1:21; Flp. 2:9; y Col. 3:17).

Finalmente, así como hubieron 7000 hombres que no doblegaron sus rodillas a Baal ni recibieron la creencia maligna acerca de su deidad, hay muchos que no han admitido el credo trino de la católica, y tampoco aceptarán el credo trino del anticristo, ni se arrodillarán delante su asquerosa y repugnante imagen; y aunque sean perseguidos y asesinados por el Hijo de perdición o por su iglesia ritualista a cargo del falso profeta, serán bien aventurados, porque en cumplimiento a lo escrito en el Nuevo Testamento, es que quien sea aborrecido de todos a causa del Nombre de Cristo y muerto por su testimonio, tendrá la salvación y ¡Vivirá!, ya que será parte de la primera resurrección, para reinar con Cristo “El Mesías” mil (1000) años; y luego por toda la eternidad, desde la Nueva Jerusalén (Mt. 10:22; 24:9,13; 11:25; Ap. 20:4,6; 21:1-27; y 22:5).

Respuesta  Mensaje 20 de 21 en el tema 
De: GOYOBRITO Enviado: 27/02/2017 12:22
 

FÓRMULA DE BAUTISMO EN MATEO 28:19 VERSUS HECHOS 2:38 Y OTROS TEXTOS DEL NUEVO TESTAMENTO   

Entre Mateo 28:19 y Hechos 2:38, hay una discordancia por la manera que estos textos están escriturados, originando entre el cristianismo “dos (2) formas de bautismo en agua”. Así entonces hay dos creencias que no armonizan entre sí, y esto a la verdad no es el propósito de nuestro Grande y Poderoso Espíritu, quien se hizo carne “JESUCRISTO”, sino el designio del hombre común y corriente, que en el paso del tiempo ha hecho alteraciones a lo realmente escriturado. No solo el pasaje de Mateo 28:19 tiene discordancia con Hechos 2:38, sino también con otros textos del Nuevo Testamento, como lo son: Hechos de los Apóstoles 8:12,16; 10: 48; 19:4-5; 22:16; Romanos 6:3; y Gálatas 3:27”, que claramente nos enseñan que el Bautismo es en el Nombre de Jesucristo.

En el siguiente cuadro sinóptico con tales textos, tenemos:

Hechos:

Romanos

Gálatas:

3000 personas bautizadas en el Nombre de Jesucristo:

2.38: Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautizase cada uno de vosotros en el Nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibieres el don del Espíritu Santo.

Los samaritanos se bautizan en el Nombre de IESUE:

8.12: Pero cuando creyeron a Felipe, que anunciaba el evangelio del reino de Dios y el Nombre de Jesucristo, se bautizaban hombres y mujeres…

8.16: …porque aún no había descendido sobre ninguno de ellos, sino solamente habían sido bautizados en el Nombre de IESUE.

 

 

Los gentiles se bautizan en el Nombre de IESUE:

10.48: Y mandó bautizarles en el Nombre del Señor IESUE.

Los discípulos de Juan:

19.3-5: Entonces dijo: ¿En qué, pues, fuisteis bautizados?  Ellos dijeron: En el bautismo de Juan. Dijo Pablo: Juan bautizó con bautismo de arrepentimiento, diciendo al pueblo que creyesen en aquel que vendría después de él, esto es, en IESUE el Cristo. Cuando oyeron esto, fueron bautizados en el Nombre del Señor IESUE. 

El bautizo de Saulo (Pablo)

22.16: Ahora, pues, ¿Por qué te detienes? Levántate y bautízate, y lava tus pecados, invocando su Nombre.

Exhortación a los romanos:

Ro. 6.3: ¿O no sabéis que todos los que hemos sido bautizados en Cristo IESUE, hemos sido bautizados en su muerte? Porque somos sepultados juntamente con él para muerte por el bautismo, a fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en vida nueva. Porque así fuimos plantados con él en la semejanza de su muerte, así también lo seremos en su resurrección.

Reprensión a los Gálatas:

Gl. 3.26-29:

Pues todos sois hijos de Dios por la fe en Cristo IESUE. Porque todos los que habéis sido bautizados en Cristo, de Cristo estáis revestidos. Ya no hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay varón ni mujer; porque todos vosotros sois uno en Cristo IESUE. Y si vosotros sois de Cristo, ciertamente linaje de Abraham sois, y herederos según la promesa.

 

1ª Corintios:

 En Moisés Bautizados en la nube y en el mar:

1ª Cor. 10.2-4: y todos en Moisés fueron bautizados en la nube y en el mar…y todos bebieron la misma bebida espiritual; porque bebían de la roca espiritual que los seguía, y la roca era Cristo.

   Otros textos bíblicos están en armonía con el Nombre de Jesucristo, porque todo circunda en un solo Nombre y no en los nombres, pues:

01) A los que creen en su Nombre se le dio potestad de ser hechos hijos de Dios (Jn.1:12).

02) Nombre sobre todo nombre (Ef. 1:21; 2:9).

03) No hay otro Nombre dado a los hombres en el que podamos ser salvos (Hc. 4:12),

04) Por su nombre tenemos perdón de pecados (Hc. 10:43),

05) Seremos aborrecidos por causa de su Nombre (Lc. 21:17).

06) Vituperados por el Nombre de Cristo (1P 4:14).

07) Vida Eterna en el Nombre de Jesucristo (1 Jn. 5:13).

08) Quien invocare el Nombre del Señor será salvo (R. 10:13; Jl. 2:32; y Hch. 2:21)

09) La fe en su Nombre (Hc. 13:16).

10) Congregados en su Nombre (Mt. 18:20).

11) Los muertos en Cristo resucitarán primero (1ª Ts. 4.16)

12) Todo lo que hagas sea de hecho o de palabra, hacedlo todo en el Nombre del Señor IESUE, dando gracias a Dios Padre por medio de él (Jn. 1:12;  Hc. 4:12; 10:43; Joel. 2:32; Ro. 9:27; y Col. 3:17).

   Desde que todos los Apóstoles murieron en el siglo I y décadas prosiguieron hasta el Siglo IV d.C., hay un tiempo de 300 años, durante quienes tenían la administración de las escrituras del Nuevo Testamento y eran los únicos que se consideraban dignos y con derecho de tenerlas consigo, hicieron omisiones, alteraciones e interpolaciones; y lo cual no sólo se hizo con las Buenas Nuevas de Salvación, sino que muchísimo antes, los judíos también lo hicieron con el Antiguo Pacto, que por esto el Eterno mediante uno de sus profetas, expresó:

“¿Cómo decís: Nosotros somos sabios, y la ley de IEUE está con nosotros? Ciertamente la ha cambiado en mentira la pluma mentirosa de los escribas.” (Jr. 8:8).

  En otros pasajes bíblicos, encontramos que algo parecido a ello dijo Cristo a los escribas de su tiempo:

“¿Por qué vosotros quebrantéis el mandamiento de Dios por vuestra tradición?”

 (Mt. 15:3).

“Este pueblo de labios me honra; más su corazón está lejos de mí. Pues en vano me honran, enseñando como doctrinas mandamientos de hombres…Porque dejando el mandamiento de Dios, os aferráis a la tradición de los hombres: los lavamientos de los jarros y de los vasos de beber; y hacéis otras muchas cosas semejantes.”

(Mt. 15:8-9; y Mc. 7.6-8).

Por otro lado, sobre las tradiciones de los hombres, el Apóstol Pablo a los Colosenses expresó:

“Mirad que nadie os engañe por medio de filosofías y vanas sutilezas, según las tradiciones de los hombres, conforme a los rudimentos del mundo, y no según Cristo.” (Colosenses 2:8).

   En el Mt. 28.19 de las versiones bíblicas actuales, encontramos como si fuera un mandamiento de Jesucristo, puesto que dice: “Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo…” Si bien este texto a como está ahora escriturado, expresa un mandamiento acerca del bautismo, pero es que en el Nuevo Testamento no hay nadie bautizando ni bautizado en el Nombre del Padre; y del Hijo; y del Espíritu Santo, ninguno de los Apóstoles aplicó esta fórmula de bautismo, ni en ellos ni en otros. En Lucas 24:47-49, hay el siguiente mandamiento de Jesucristo: “…y que se predicase en su Nombre el arrepentimiento y el perdón de pecados en todas la naciones, comenzando desde Jerusalén. Y vosotros sois testigos de estas cosas. He aquí, yo enviaré la promesa de mi Padre sobre vosotros, pero quedaos vosotros en la ciudad de Jerusalén, hasta que seáis investidos de poder desde lo alto”.

   Por ende la iglesia primitiva, más bien acatando el mandamiento del Divino Maestro que les dio en Lucas 24.47, realizó el bautismo con una sola inmersión, en el Nombre de Jesucristo; y no en tres inmersiones, como después con base netamente en cualidades, se hizo en alusión a tres nombres. Por lo tanto la manera escritural del Mt. 28:19 actual, no es en realidad mandamiento del Divino Maestro, sino una adulteración de escribas católicos, que convirtieron en mentira las palabras de IESUE El Cristo. Esta adulteración, tiene sus orígenes después del Concilio Ecuménico de Constantinopla, realizado en el 381 d.C., cuando además del Emperador Teodosio establecer al cristianismo en religión del imperio romano, bajo la dirección del catolicismo, acordó junto a los obispos presentes la reforma del Primer Credo de la iglesia católica, con la inclusión del Espíritu Santo. Cuyo credo expresaba:

“Creemos en un solo Dios Padre omnipotente… y en un solo Señor Jesucristo Hijo de Dios, nacido unigénito del Padre, es decir, de la sustancia del Padre, Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no hecho, consustancial al Padre…”  (Dezinger-Dz 54).

Quedando desde luego el credo católico en los siguientes términos:

"Creo en un solo Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible.

Creo en un solo Señor, Jesucristo, Hijo único de Dios, nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros lo hombres, y por nuestra salvación bajó del cielo, y por obra del Espíritu Santo se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y resucitó al tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su reino no tendrá fin.

Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria, y que habló por los profetas.

Creo en la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica. Confieso que hay un solo bautismo para el perdón de los pecados. Espero la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro. Amén”.

    No obstante a ese credo hay que destacar, que aun de tener contradicciones con Hebreos 1:5; y con Salmos 2:7 en cuanto al tiempo del nacimiento del Hijo, y con dos Señores en contravención a Efesios 4:5, no aparece reflejado en los textos al griego más antiguos del Nuevo Testamento; y no solo esto, sino que los creyentes y predicadores de dicho credo, no han podido explicar de cómo es que si la Biblia actual enseña que el Nombre del Padre es Jehová, y el Nombre del Hijo es Jesús, cuál es entonces el nombre del Espíritu Santo ¿Habrá que pronunciar cada nombre?, o ¿Simplemente decir la palabra Nombre acompañada de las otras expresiones reflejadas en Mateo 28:19?, De ser esto así, hay una enorme discrepancia no solo con el Espíritu Santo que no es un nombre propiamente dicho, sino también con Padre e Hijo, ya que estos no son nombres, sino cualidades del sustantivo.

    En dicho credo la palabra persona, tampoco está contenida, dejando por tanto nulos los alegatos que en este sentido tienen algunos comentaristas, y es evidente que aunque algunos de manera superficial y sesgada se encuadren dentro de la inventada coma Juanina (1ª Jn. 5:7), la católica tiene la creencia en tres deidades de la misma sustancia: “Padre, Hijo y Espíritu Santo”, tal como de allí mismo en síntesis se puede deducir así:

1) Creo en un solo Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible.

2) Creo en un solo Señor, Jesucristo, Hijo único de Dios, nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la misma naturaleza del Padre.

3) Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria, y que habló por los profetas.

    Así que en el 381 d.C., establecido ya el credo trino y el cristianismo contralado por el catolicismo como religión del imperio romano, desde entonces se hizo una fuerte persecución contra quienes no estaban de acuerdo con el credo católico, matándose no sólo a los paganos, sino a muchos cristianos bajo el cargo de herejía. Lo raro del asunto, es que en el Concilio ecuménico de Constantinopla (año 381 d.C.), el Mt. 28:19 a como ahorita está escriturado, no fue utilizado como basamento para el establecimiento del credo trino, puesto que no estaba escrito así, sino en la forma escritural genuina al hebreo, que obviamente como lo afirmó Eusebio de Cesarea, Nota 2, Libro III, Capítulo 6, 132 (a), p. 152, decía: Id, y haced discípulos de todas las naciones en mi Nombre, enseñándoles a observar todas las cosas que yo os he mandado… (Mt. 28:19-20).

    Además de la prueba inmediatamente anterior, muchas son las evidencias que corroboran la adulteración de Mateo 28:19-20, las primeras son de los mismos católicos, cuando estaba el texto genuino, y las segundas a un tiempo posterior. Estas evidencias en el orden correlativo, son:

-  La prueba del Evangelio, es que de Eusebio de Cesarea (270 d.C.- 340 d.C.) a como fue editada por W.J. Ferrar Nota 3 del Libro 3, cp.3, p. 137: “Que Mateo escribió en Hebreo el Evangelio que lleva su Nombre” como es declarado por Eusebio en la Historia Eclesiástica de Eusebio. iii. 24. En la Prueba del Evangelio, libro 3, cp. 7, p. 157, le citó que solamente una frase, “en mi Nombre” iba después de “Id, y haced discípulos de todas las naciones.”

 

-  El evangelio en Hebreo de Mateo, también es señalado por el católico Jerónimo (d.C. 331-d.C. 420), el autor de la Biblia “vulgata latina”, quien apoyó esto en la siguiente declaración registrada en la cita debajo:

Catálogo de Escritores Eclesiásticos- "Mateo, que es también Leví... compuso un Evangelio... en el idioma y caracteres Hebreos... Además, el mismo Hebreo está preservado hasta este día en la biblioteca en Cesarea de la cual el mártir Pamphilus tan diligentemente coleccionó."

-  En las obras de Eusebio, se han encontrado dieciocho citas de Mateo 28:19, y siempre en la siguiente forma: "Id,  y haced discípulos de todas las naciones en mi Nombre, enseñándoles que observen todas las cosas, que yo os he mandado." (Shem- Tov, F. C. Conybeare).

Catecismo Bíblico Vaticano II:

 ·  […]En Cristo. La Biblia nos dice que los cristianos son bautizados en Cristo. (6) que pertenecen a Cristo. En Hechos de los Apóstoles (2:36-8; 10: 48; 19: 5) dice: “bautizándolos en el nombre [personal] de Jesús”.Una mejor traducción sería: “dentro del nombre de Jesús”. Sólo en el 4º siglo, la frase “En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo” se convirtió en una práctica. (Traducido de la Pág. 164).                                                                                  

  • ·  […]Además, hemos visto cómo la iglesia primitiva bautizó: En primer lugar predicaban el Evangelio… Como resultado fe y obras lo cual era sellado y perfeccionado con [b]el bautismo “en nombre de Jesucristo”. [/b] Eran llamados cristianos, es decir, personas relacionadas con Cristo de modo especial. Más tarde, “el nombre de Jesús” se desarrolló y se convirtió en “el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.”(Traducido de la Pág. 166)

 También la Enciclopedia Católica, escribe:

. Enciclopedia Católica de 1913, Vol. 2, pág. 365. Aquí los católicos reconocen que el bautismo fue cambiado por la Iglesia Católica.

. Enciclopedia Católica Vol. 8 Justino Mártir fue uno de los primeros Padres de la Iglesia Católica Romana que ayudó a cambiar el antiguo bautismo de ‘en el Nombre de Jesucristo’ a los títulos de ‘Padre, Hijo y Espíritu Santo'”.

. Enciclopedia Católica, 1967 edición 2, Vol. 2 pág. 56, 59   Una referencia explícita a la fórmula trinitaria bautismal actual no es encontrada en los primeros siglos”.

    Y no solamente la Iglesia Católica reconoce el cambio de la fórmula bautismal que era en el Nombre de Jesucristo, personas estudiosas de la historia y prestigiosas enciclopedias declaran lo mismo:  

. Hastings Enciclopedia de Religión, Vol. 2 Pág. 377-378-389 El bautismo cristiano fue administrado usando el Nombre de Jesús. El uso de la fórmula trinitaria de ninguna manera se sugiere en la historia de la iglesia primitiva, el bautismo fue siempre en el nombre del Señor Jesús, hasta el momento de Justino Mártir cuando la fórmula trinitaria se comenzó a utilizar”. Hastings dijo también en el Vol. 2 Página 377, en relación con Hechos 2:38 “el nombre era sinónimo de persona. El pago se hacía siempre en nombre de alguna persona, refiriéndose a la propiedad. Por lo tanto, al ser bautizados en el Nombre de Jesús se convertían en su propiedad personal”. “Vosotros sois de Cristo.” I Cor. 3:23.

 ·  Enciclopedia de Religión y Ética, James Hastings, Pág. 384 “no hay pruebas [en la historia de la iglesia primitiva] del uso de los tres nombres”. Rev. Steve Winter.

    Por último de las evidencias, la prueba más fulminante y contundente en contra de los agregados o falsificaciones de los escritos sagrados, es la carta del católico Jerónimo, por él mismo hecha al papa Dámaso I, cuando en lo concerniente a los antiguos libros, expresó:

“¿No se encontrará acaso a más de uno, sea instruido o lo contrario, que no me llame un falsificador o un delincuente religioso porque tuve la osadía de agregar, cambiar o mejorar algo en los antiguos libros? Dos reflexiones son entretanto las que me consuelan y que me permite cargar con esta odiosidad: Por un lado, que tú, el obispo superior en rango a todos los demás, me llamaste a hacer esto; y por otro lado el que, como confirman también mis calumniadores, en lecturas que difieren entre sí, difícil es encontrar la verdad …” (Revisión de los evangelios, preámbulo, MPG 29, Sp. 525, citado según Adolf Martin Ritter, «Kirchen- und Theologiegeschichte in Quellen», tomo I, pág. 18).             

     Por todo ello es indudable, que todas las falsificaciones o adulteraciones del Nuevo Testamento en cuanto al bautismo y creencia en tres Deidades de la misma sustancia, devienen del catolicismo, a mucho tiempo después que Tertuliano en varios presbíteros y obispos incidió con su teoría “Trinitas”, en que los tres son uno por unidad de sustancias. Es una teoría, que desde el 381 d.C., quedó establecida mediante el credo católico, bajo la creencia de tres Deidades de la misma substancia: “Padre, Hijo y Espíritu Santo”, y por lo que iglesia católica ha venido enseñado, que el Espíritu Santo emana del Padre y del Hijo, compartiendo una misma adoración y gloria. Bajo esta creencia, es que al emanar el Espíritu Santo del padre y del Hijo, ninguno fue creado, sino que desde el principio tanto el segundo como el tercero emanan del Primero, y todos son uno de una misma sustancia, y así cada uno es totalmente Dios. De esta forma han hecho errar al pueblo, sin tomar en cuenta que en 1ª Cor. 10:4, se nos enseña que cuando el Pueblo de Israel en Moisés, fueron bautizados en la nube y en el mar, todos bebieron de la misma Bebida Espiritual, porque bebían de la Roca Espiritual que los seguía y la Roca era Cristo, y no tres rocas.

Roca con la cual respecto al bautismo, no solo armoniza con 1ª de Juan 5:8 en Espíritu, Agua y Sangre, sino también con los textos bíblicos: Hc. 2:38; 8:12,16; 10: 48; 19:4-5; 22:16; Romanos 6:3; y Gálatas 3:27. Así que por todo esto, y aún por todas las pruebas que señaladas anteriormente demuestran fehacientemente que la pluma mentirosa de los escribas católicos, falsificaron a Mateo 28:19, para que encuadrara con la fórmula bautismal trinitaria de: “Padre; Hijo; y Espíritu Santo”, debemos en cumplimiento del Mandamiento que el Divino Maestro nos ha dado en Lucas 24:47, seguir la secuencia de Hechos 2:38 y predicar el bautismo en el Nombre de Jesucristo y reponer el Mateo 28:19 genuino de: “Id, y haced discípulos de todas las naciones, en mi Nombre, enseñándoles a observar todas las cosas, que yo os he mandado…”.                      

Ante esa pluma mentirosa, hay que actuar con sensatez o cordura, ya que todo encuadra en un Nombre, y es claramente en el Nombre de Cristo IESUE, que quiere decir: Io soy, El Salvador que a Ustedes me ha Enviado. Este es el mismo Nombre del Padre IEUE de los Ejércitos, en el que El intercaló la “S” (Salvación), y así lo prefijó cuando la existencia del que ahora llaman Josué, para salvar a la humanidad de sus pecados en la estaca de crucifixión. Esta es la razón, por la que el Eterno en Isaías y en Zacarías, respectivamente, nos vaticinó lo que había de suceder, diciendo:

“Porque niño nos es nacido, hijo nos es dado; y el principado es asentado sobre su hombro. Y se llamará El Admirable, El Consejero, El Dios, El Fuerte, El Padre Eterno, El Príncipe de Paz” (Is. 9:6).

“Por tanto mi pueblo sabrá mi Nombre, por esta causa en aquel día, porque yo mismo que hablo, he aquí estaré presente. Cuan hermosos son sobre los montes los pies del que trae alegres nuevas, de que anuncia la paz, del que trae nuevas del bien, del que publica salvación, del que dice a Sión: ¡Tu Dios reina!” (Is. 52:6-7).

“Por tanto, el mismo Señor os dará señal: He aquí que la virgen concebirá, y Dará A LUZ UN HIJO, y llamará su Nombre Emmanuel.”  (Is. 7:14; y Mt. 1:23).

“He aquí que IEUE hizo oír hasta lo último de la tierra: Decid a la hija de Sión: He aquí viene tu Salvador; he aquí su recompensa con Él, y delante de Él su obra. Y les llamarán Pueblos Santo, Redimidos de IEUE; y a ti te llamarán Ciudad Deseada, no desamparada.” (Is. 62:11-12).

“Y derramaré sobre la casa de David, y sobre los moradores de Jerusalén, Espíritu de gracia y de oración; y mirarán a mí, a quien traspasaron, y llorarán como se llora por hijo unigénito, afligiéndose por el primogénito” (Zc. 12:10; Jn. 1:14; y Ap. 1:7).

    En fin, es razonable entender en términos de nuestro Único y Gran Santo Espíritu, que las escrituras del Nuevo Testamento nos enseña, que no hay otro Nombre dado a los hombres en el que podamos ser salvos, que la predicación del arrepentimiento y perdón de pecados en todas las naciones del mundo es en el Nombre de Jesucristo y todo lo que hagamos de hecho o de palabra, es el Nombre del Señor IESUE, por tanto más razones tenemos para que el bautismo en agua a toda la humanidad, sea en el Nombre que el ángel Gabriel, cuando encomendado por el Altísimo se le apareció en sueños a Ioseph, diciendo: “Y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre IESUE, porque él salvará a su pueblo de sus pecados. (Mt. 1:21); y que esto se concatena perfectamente con Hechos 2:38 y no con el Mateo 28:19 actual.               


Respuesta  Mensaje 21 de 21 en el tema 
De: GOYOBRITO Enviado: 27/02/2017 13:20
 

ARREPENTIMIENTO, BAUTISMO Y PERDÓN DE PECADOS:

 En el inicio de los tiempos, gran remordimiento de conciencia embargaron a nuestros primeros padres (Adán y Eva), por la expulsión del Paraíso o Huerto del Edén, donde impregnados de inocencia tenían una relación feliz y gloriosa con el Padre Creador, ya que en ellos no había desobediencia alguna ni en sus cuerpos estaba la savia de conocer el bien y el mal; y no obstante, siendo que el Espíritu y el agua desde el principio de las cosas son de gran importancia con respecto a todo lo creado por El Todopoderoso, fueron cohesionados con la sangre de un Cordero sin mancha, para revertir el pecado que el hombre en Adán adquirió, por la maldad de uno de los querubines más hermosos y esplendorosos; y quien por ello se convirtió en la serpiente antigua, diablo o Satanás “el adversario” del Creador y enemigo del género humano. Desde entonces el Ser Divino diseñó el plan de redención, salvación y vida eterna, conocido como “el Misterio de la Piedad”; y para esto seleccionó, a hombres de conducta intachable, y fue prefigurando lo que había de venir en los postreros tiempos. Así empero la escritura nos relata a muchos personajes, tales como: Enoc, Noé, Abram, Isaac, Jacob y Moisés entre otros, hasta quepor fin tras su mensajero “Juan bautista” llegó JESUCRISTO, él cual es la figura esencial de dicho Misterio; y por tanto en su Nombre tenemos la oportunidad del arrepentimiento, bautismo y perdón de pecados. Veamos la definición de cada una de estas tres temáticas: 

Arrepentimiento:

El vocablo arrepentimiento, proviene del latín tardío pænitere. Esta expresión es utilizada en el Nuevo Testamento, como un paso que da el pecador, al sentir un gran abatimiento y un enorme remordimiento por obrar mal contra alguien o contra del Padre Creador. En el Cantar de Mio Cid (1140), aún aparecía la forma antigua repentirse, procedente del latín tardío pænitere ‘arrepentirse de haber pecado’, ‘sentir dolor, pesar o pena’. 

Bautismo:

Por otra parte el bautismo que significa inmersión, simboliza al diluvio universal, con el que todo el pecado y los inicuos del mundo antiguo, perecieron consumidos en las aguas. De esto desde luego se hizo una práctica conmemorativa de sumergir a las personas en las aguas, para que del mismo modo el pecado también les quedara inmerso y el viejo hombre se sumiera sepultado. Por esto es que dos destacados apóstoles de Jesucristo respectivamente nos comentan:

 “Estos ignoran voluntariamente, que en el tiempo antiguo fueron hechos por la palabra de Dios los cielos, y también la tierra, que proviene del agua y por el agua subsiste, por lo que el mundo de entonces pereció anegado en agua”. (2. Pd. 3:5-6).

“Porque también Cristo padeció una sola vez por los pecados, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios, siendo a la verdad muerto en la carne, pero vivificado en Espíritu; en el cual también fue y predicó a los espíritus encarcelados. Los que en otro tiempo desobedecieron, cuando una vez esperaba la paciencia de Dios en los días de Noé, mientras se preparaba el arca, en la que pocas personas, es decir, ocho, fueron salvadas por agua. El bautismo que corresponde a esto ahora nos salva (no quitando las inmundicias de la carne, sino como la aspiración de una buena conciencia hacia Dios) por la resurrección de Jesucristo”. (1 Pd. 3:18-21).

“Y todos en moisés fueron bautizados en la nube y en el mar, y todos bebieron de la misma bebida espiritual; porque bebían de la roca espiritual que los seguía, y la roca era Cristo” (1 Co. 10:2,4; Ex.17.6; y Nm. 20.11).

“Porque todos los que habéis sido bautizados en Cristo, de Cristo estáis revestidos.Ya no hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay varón ni varona; porque todos vosotros sois uno en Cristo IESUÉ” (Gl. 3:27-28).

3¿O no sabéis que todos los que habéis sido bautizados en Cristo IESUÉ, hemos sido bautizados en su muerte? 4porque somos sepultados juntamente con él para muerte por el bautismo, a fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en vida nueva (Col 2:12; Gl. 6:15; Ef. 4:22-24; y Col. 3:10).”

Perdón de pecados:

Perdón de pecados en cambio, se refiere a la indulgencia-misericordia o gracia que el Padre Creador concede a una persona, por el mal proceder contra alguien, falta o transgresión a un mandato divino. El perdón de pecados no se obtiene por la mera disculpa a un ser humano, sino que según el Nuevo Testamento, es en el Nombre y mediante la sangre de JESUCRISTO, que como poderoso antídoto contra el veneno de la antigua serpiente/diablo o satanás, aún sigue actuando desde que la derramó en la cruz del calvario en propiciación de los que se arrepienten y se bautizan (Hch. 2.38).

Ahora bien, en la misma consonancia del arrepentimiento, bautismo y perdón de pecados, es que llegado el cumplimiento de la Palabra del Ser Divino, de manifestar las Buenas Nuevas de Salvación al pueblo de Israel, Juan bautista anticipándose a nuestro Gran Dios y Salvador JESUCRISTO, predicó el bautismo en agua para arrepentimiento;  y con lo que necesariamente para cumplimiento de toda justicia, el mismo Cristo también se bautizó en el río Jordán, pese a que Juan bautista se le opuso, diciendo: “¿Yo necesito ser bautizado por ti, y tú vienes a mí?” (Mt. 3:13-15). Desde entonces Juan bautista debía menguar para que Cristo creciera, y así el cambio del oficio bautismal del uno al otro no se haría esperar, porque el Divino Maestro como Cordero de Dios que quita el pecado del mundo, por él en su Nombre debían conjugarse el arrepentimiento para el bautismo en agua y el perdón de pecados, a fin de darnos la infusión de su Espíritu, que consiste en el poder concedido de su Divino Ser desde lo alto, para poseer los dones espirituales, a fin de la edificación de su iglesia (Jn. 3:30; 1:29,36; Hch. 2:38; 1 Co. 12:1-13; 10:4; y Ef. 4:7-12). Sin embargo era primero necesario, de que Cristo con su propia sangre supliera el sacrificio de animales para la remisión del pecado del pueblo hebreo, y así fuera extensible alas demás poblaciones del mundo, en cumplimiento a la promesa dada al patriarca Abraham, de que en su simiente serían benditas todas las gentes de la tierra (Heb. 8:27; 9:7-15; Gn. 22:18; Hch. 2:39; y 3:25;). Por tanto, muerto Juan bautista y muerto el testador para la confirmación del Nuevo Pacto, era empero necesario el levantamiento del Señor de entre los muertos, a fin del arrepentimiento del pecador y el bautismo en el Nombre de Jesucristo, porque no habiendo otro Nombre dado a los hombres en el que podamos ser salvos, ya no solo sería para la obtención del perdón de los pecados, sino también el recibimiento de los dones del Espíritu Santo, la resurrección de entre los muertos y la vida eterna,(Mt.14:10-12; Heb.9:17; Lc.24:1-8; Hch. 2.38; 4.12; 1 Co. 12:1-13; 10:4; 15:21 y 1 Jn.5:11-13).

En base a ello son los mandamientos contenidos en el Nuevo Testamento, de que se predicase el Evangelio a toda criatura y se anunciase en el Nombre de Jesucristo, el arrepentimiento, bautismo y perdón de pecados, comenzando desde Jerusalén (Mc. 16:15; Lc. 24:47; y Hch. 2:38). De modo que todo quien creyere y fuera bautizado, será salvo, más el que no creyere será condenado (Mc. 16:16; y Jn. 5:29). Entonces pues, hay que creer y ser bautizados para ser salvos, y hay que tener fe para ser justificados por ella, y no por la ley de Moisés con la que el pueblo hebreo estaba bajo el tutor, sino por la fe en Cristo IESUÉ todos somos hijos del Padre Creador, porque todos los que habéis sido bautizados en Cristo, de Cristo estáis revestidos (Gl. 3:15-29).

El bautismo en cuanto al agua como lo hemos visto con anticipación,ahora nos salva (no quitando las inmundicias de la carne, sino como la aspiración de una buena conciencia hacia el Ser Divino) por la resurrección de Jesucristo (1 Pd. 3:18-21). Bien se lo dijo el Divino Maestro a Nicodemo, de que era necesario nacer de nuevo, es decir, de agua y del Espíritu para poder ver y entrar en el reino del Ser Divino (Jn. 3:1-5).

Con el bautismo en Cristo IESUÉ, ocurre que somos bautizados en su muerte, porque somos sepultados juntamente con él por el bautismo, a fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la Gloria del Padre, así también nosotros andemos en vida nueva (Hch. 2.38; Ro. 6:3-4). Esto es perfectamente entendible, desde el punto de vista de la equivalencia que tenemos a la muerte de Cristo, quien después de ser sepultado resucitó al tercer día de entre los muertos, y nosotros al ser bautizados en su Nombre, es por esto que en un sentido figurado muere el viejo hombre y morimos para el mundo, viviendo desde entonces en Cristo IESUÉ, como nueva criatura; porque las cosas viejas pasaron he aquí todas son hechas nuevas. Lo que en discordancia a la muerte física, se transmutará en nuestra resurrección de entre los muertos, ya que así como cristo resucitó, también resucitaremos para vida eterna.

Arrepentimiento, Bautismo y Perdón de Pecados, se debe practicar conforme al Evangelio o buenas nuevas de salvación, en un Nombre sobre todo nombre “JESUCRISTO”, a fin de que como Él resucitó de entre los muertos, todos los creyentes resucitemos y tengamos la vida eterna. En esto pues el agua, la sangre y el Espíritu, que dan testimonio en la tierra y del plan de salvación, convienen en lo mismo; y de hecho son conforme al Misterio de la piedad, que se centró en la promesa hecha por el Ser Divino al Patriarca Abraham, de que en su simiente serían benditas todas las gentes de la tierra; y esto no por la ley sino por la fe que Abraham tuvo de El Todopoderoso la promesa, y le fue contado por justicia; y así por tanto la gracia ha venido a todo el mundo pecador, y esto no es por obra humana para que ninguno se gloríe, sino que es don del Altísimo.

En conclusión del Arrepentimiento, Bautismo y Perdón de Pecados, es que son temáticas que fueron acondicionadas conforme a las Buenas Nuevas de Salvación, por el plan que el Eterno determinó para redimir con su sangre a toda la humanidad, debido a la caída de los primeros especímenes humanos en el huerto del Edén (Gn. 3:1-23; Is. 52:7,9; 53:1-12; y 61:1-3). Es por esto que en su plan de redención, resurrección y salvación conocido como “el Misterio de la Piedad”, Él ordenó a sus discípulos predicar el Evangelio a toda criatura, para que todo quien creyere y fuera bautizado sea salvo, más él que no creyere será condenado (Ro.16.25-26; Ef. 3.1-9; 6.19;1 Col. 1:24-28; 2.1-4; 3:16; Ap. 10:7; Mc. 16-15; y Jn. 5:29). Gracias al Ser Divino por ese Misterio, se le ha dado al pecador la oportunidad de arrepentirse y bautizarse en el Nombre de Jesucristo, para darle el perdón de todas sus transgresiones cometidas, a fin de que en el juicio final ante el Gran Trono Blanco, no sea condenado a ser lanzado en el lago que arde con fuego y azufre, donde el gusano no se muere y el fuego nunca se apaga. Lago que es el mismo lugar de la segunda muerte, y en el que la primera muerte como enemigo último a vencer, será lanzada para siempre.

Textos y contextos claves del bautismo en el Nombre de Jesucristo:

1) Jesucristo mandó a sus discípulos, a predicar el Evangelioa toda criatura, para que todo quien creyere y fuera bautizado sea salvo, más quien no creyere será condenado (Mc. 16:15-16). 

2) Otro mandamiento importante se haya en Lucas 24:47, ya que en función del mandamiento inmediatamente anterior, Jesucristo ordena que en todas las Naciones del mundo, se predicase el arrepentimiento y perdón de pecados en su Nombre, comenzando desde Jerusalén. Por lo tanto los israelitasy los gentiles, deben arrepentirse y bautizarse en el Nombre de Jesucristo para perdón de pecados, y recibir el don del Espíritu Santo (Hch. 2:38).

3) Pablo y los discípulos de Juan, se bautizaron en el Nombre de Cristo IESUÉ (Hch. 19:1-7; y 22:12-16).

4) Los gentiles que eran inmundos, llegaron a estar limpios por medio de Cristo. Así, pues que el primer caso de los gentiles bautizados en el Nombre de IESUÉ (El Cristo), fue Cornelio el Centurión romano de la compañía llamada la italiana, junto con sus parientes y amigos más íntimos (Hch. 10:1-48).

5) El arrepentimiento, bautismo y perdón de pecados en todas las naciones del mundo,ha de hacerse por mandato del Divino Señor en el Nombre de Jesucristo, porque no hay otro Nombre dado a los hombres en que podamos ser salvos (Hch. 2:38; y 4:12).

6) El bautismo a todos nos salva, pero no quitando las inmundicias de la carne, sino como un nueva conciencia hacia Dios (1 Pdr. 3:18-21).

7) Todos somos hijos de Dios por la fe en Cristo IESUÉ, porque todos los que habéis sido bautizados en Cristo, de Cristo estáis revestidos. Ya no hay judío ni griego;no hay esclavo ni libre; no hay varón ni mujer; porque todos vosotros sois uno en Cristo IESUÉ. Y si vosotros sois de Cristo, ciertamente linaje de Abraham sois, y herederos según la promesa (Gl. 3:15-29).

8) Con el bautismo en Cristo IESUÉ, ocurre que somos bautizados en su muerte, porque somos sepultados juntamente con él por el bautismo, a fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la Gloria del Padre, así también nosotros andemos en vida nueva (Hch. 2.38; Ro. 6:3-4).



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