Ante el Sexo

Nunca escarneça del sexo,

 porque el sexo es manantial de creación divina,

 que no puede responsabilizarse por los abusos de aquellos que el deslustram.

Psicológicamente, cada persona conserva,

 en cuestión de sexo, problemática diferente.

En cualquier área del sexo, refleje antes de comprometerse,

 de vez que la palabra empeñada genera vínculos en el espíritu.

intente padronizar las necesidades afectivas

de los otros por sus necesidades afectivas,

 por cuanto el amor sea luz uniforme y sublime en todos

la comprensión y posición del amor se gradúan

 de mil modos en la senda evolutiva.

Use la conciencia, siempre que decidirse al

empleo de sus facultades genésicas,

 imunizando-si contra los males de la culpa.

En toda comunicación afectiva, récord la regla áurea:

 "no haga la outrem lo que no desea que outrem le haga".

El trabajo digno que le asegure la propia subsistencia es sólida

 garantía contra la prostitución.

No arme ciladas para nadie, principalmente en los caminos del afecto,

 porque usted se precipitará dentro de ellas.

No quiera su felicidad al precio del ajeno infortunio,

 porque todo desequilibrio de la afeição desvariada será corregida,

a la cuesta de la afeição torturada, a través de la reencarnación.

alguien erró en la experiencia sexual,

 consulte el propio íntimo y verifique si usted no habría

 incurrido en el mismo error se tuviera oportunidad.

No juzgue los supuestos desajustamentos o los fallos reconocidos

 del sexo y sí respete las manifestaciones sexuales del prójimo,

 tanto cuanto usted pide respeto para aquellas que le caracterizan la existencia,

 considerando que la comunión sexual es siempre asunto

 íntimo entre dos personas, y, vendo dos personas unidas,

 usted nunca puede afirmar con certeza lo que hacen;

 y, si la denuncia cuanto a la vida sexual de alguien es

 formulada por compañero o compañera de ese

alguien, es posible que el denunciante sea más culpable cuanto

a los errores habidos, de vez que, para saber tanto acerca de

 la persona apuntada al escarnio público,

 habrá compartido de las mismas experiencias.

En todos los desafíos y problemas del sexo,

 cultive la misericordia para con los otros, recordando que,

 en los dominios del apoyo por la comprensión,

si hoy es su día de dar, es posible que mañana sea su día de recibir.

ANDRÉ LUIZ(Señal Verde, 45, CEC)