EN LOS MOMENTOS
DIFICILES
Cuando sufres
una desgracia, cuando alguien te perjudica, cuando te encuentras ante
circunstancias difíciles; puedes optar por ocupar el rol de víctima. Puedes
elegir inspirar compasión y sentir lástima por ti mismo. Puedes preferir ser
consolado sabiendo que alguien se hará cargo de tus problemas.
O puedes decidir
levantarte y avanzar. Puedes negarte a permitir convertirte a ti mismo en una
víctima. Pueden lastimarte. Las circunstancias pueden jugar en tu contra. Una
tragedia puede atravesar tu vida. Sin embargo nada de eso tiene por qué llevarte
a que te conviertas en víctima.
Decide salir
airoso elevándote por sobre el desastre. Opta por considerar que cada derrota es
solo transitoria, en tu camino hacia la victoria final. En lugar de ganar
experiencia en el arte de quejarte y encontrar excusas, especialízate en
adaptarte y transformar hasta las más difíciles situaciones a tu favor. Cada
oportunidad para ser una víctima es a la vez una oportunidad para avanzar. El
camino que elijas depende de ti.
(Desconozco el
autor)