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Budismo: Los Tres Kayas
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De: Thenard  (Mensaje original) Enviado: 14/05/2010 22:06
Los Tres Kayas
Por el Venerable Traleg Rimpoche

Traducción del Ingles: Josep Ferrer – Blanes, Enero 1999

El cumplimiento de la práctica Budista es la realización de los tres kayas: Dharmakaya, Sambhogakaya, y Nirmanakaya. Estos son los tres cuerpos del ser o iluminación de Buda. El Dharmakaya se corresponde con la mente, el Sambhogakaya con la palabra, y el Nirmanakaya con el cuerpo. El Dharmakaya es el cuerpo sin forma. Es un estado indiferenciado de ser del que no podemos hablar en términos de confusión o iluminación.

El Dharmakaya es algo que está siempre presente, es redescubierto en lugar de ser creado de nuevo. Porque es atemporal y ahistórico, no podemos atribuirle cambio o transformación. Porque es pasivo e indeterminado por naturaleza, el Dharmakaya no puede manifestarse como medio para trabajar uno por el beneficio de los demás, sino que da origen al aspecto determinista del Sambhogakaya y el Nirmanakaya.

Al igual que el Dharmakaya, el Sambhogakaya está siempre presente. Tiene que ver con los poderes mentales, con la habilidad de la propia mente para manifestarse con relación a las cinco sabidurías. En la práctica tántrica, todas las deidades son manifestaciones del Sambhogakaya porque encarnan los cinco tipos diferentes de sabiduría. El Sambhogakaya está conectado con la comunicación, tanto a un nivel verbal como no verbal, y está también asociado con la idea de relación, así que esta palabra aquí significa no solo la capacidad de utilizar palabras sino la habilidad de comunicarse a todos los niveles. Tanto los aspectos del Sambhogakaya como del Dharmakaya están ya encarnados dentro de cada ser sintiente, y la fructificación es una cuestión de llegar a esta realización.

El Nirmanakaya es el aspecto físico de un ser iluminado, el medio a través del cual la comunicación y la relación pueden ser llevadas a cabo. Puede decirse que es nuevo o diferente, porque está solamente en el nivel físico en el que uno puede transformarse. En Tibetano el cuerpo purificado, llamado ku, es la manifestación del cuerpo plenamente transformado, libre de la influencia de inculcados y profundamente establecidos residuos kármicos.

Nuestro cuerpo físico ordinario es llamado lu. Es el producto de rastros y disposiciones kármicas, y carece de espontaneidad y creatividad. A través de la purificación del propio cuerpo, palabra y mente, el cuerpo físico cesa de ser un lugar para tendencias negativas no deseadas, excesivos deseos, y obsesiones, y en su lugar se convierte en el Nirmanakaya, un medio con extraordinario poder para trabajar con y beneficiar a los demás.

La idea de los tres cuerpos no debe conducirnos erróneamente a pensar que existen tres entidades diferentes. El Dharmakaya y el Sambhogakaya no se refieren a entidades en tanto que estados existenciales de ser, y solamente el cuerpo del Nirmanakaya es creado de nuevo en forma física. En realidad los tres kayas son dos cuerpos – el cuerpo sin forma y el cuerpo de la forma. Tanto el Sambhogakaya como el Nirmanakaya son llamados normalmente los cuerpos de la forma del Buda, mientras que el Dharmakaya es sin forma.

El Dharmakaya es básicamente la encarnación de lo que es llamado las dos purezas. En su pureza primordial, el Dharmakaya está completamente vacío y abierto, y nunca ha sido corrompido por conflictos emocionales o confusiones conceptuales. El segundo aspecto, el aspecto temporal de las dos purezas del Dharmakaya, aparece como resultado de trabajar con las propias emociones sobre el camino, cuando un practicante empieza a devenir limpio.

Cuando uno se embarca en el camino purificándose a sí mismo de esta manera, uno puede manifestarse entonces también en la forma del Sambhogakaya. En la práctica tántrica es la propia energía del Sambhogakaya que uno intenta invocar, y las enseñanzas tántricas deben ser entendidas como estando presentes dentro de la misma mente, en la forma de Sambhogakaya. Pero el Sambhogakaya no es algo que pueda ser percibido por seres ordinarios, puesto que uno necesita tener una mente purificada tanto para percibirlo como para comunicarlo.

Una persona puede manifestar todo tipo de poderes mentales, pero si la audiencia es limitada en su capacidad y la gente está sujeta a todo tipo de ilusiones, entonces no serán capaces de apreciar la manifestación del Sambhogakaya. Los Budas siempre se comunican a través del aspecto del Nirmanakaya, expresándose a sí mismos verbal y mentalmente, porque pueden trabajar mejor para el beneficio de los demás a través de tales medios físicos.

Sin embargo, los tres kayas no son completamente independientes uno del otro. Siempre están interrelacionados, y cuando se abren completamente, son inseparables uno del otro. El Nirmanakaya y el Sambhogakaya se manifiestan básicamente del Dharmakaya, en otras palabras, ambos aspectos de la forma de un ser Búdico son dependientes del cuerpo sin forma. El Dharmakaya es el origen o campo sobre el cual se basan los otros dos.

Cuando llamamos al Sambhogakaya el “cuerpo de la forma”, no queremos decir forma física sino forma en el sentido de manifestarse y ser determinada, como opuesto al Dharmakaya, el cual es sin forma porque no es determinado. El Sambhogakaya es determinado porque, a pesar de que no es físico, se manifiesta de diversas maneras. Si el Sambhogakaya es realizado plenamente, entonces uno puede recibir diferentes enseñanzas y significados de muchas fuentes naturales, tales como el sonido, la visión, etc.

A su vez el Sambhogakaya da origen al Nirmanakaya, el cual es realizado a través del cuerpo físico, y encarna tanto los aspectos del Sambhogakaya como los del Dharmakaya. El Nirmanakaya es físico en su esencia y está situado históricamente, de manera que cuando hablamos acerca de que Buda Sakyamuni alcanzo la iluminación en Bodh Gaya, dio enseñanzas en Varanasi, y al final logro el paranirvana en Kushinagar, estamos describiendo el aspecto del Nirmanakaya.

Debido a que los aspectos Sambhogakaya y Dharmakaya de Buda no están situados históricamente, no podemos atribuirles ningún tipo de temporalidad. Las enseñanzas del Sambhogakaya no son una materia personal, y en algún sentido no pueden decirse incluso que sean Budistas. El Sambhogakaya ha encarnado sus significados justo desde el comienzo, antes del tiempo de Buda. Los encarna ahora, y los encarnara otra vez en el futuro, porque la auspiciosa coincidencia del tiempo nunca cesa.

La figura icnográfica de Vajradara en las thangkas y en cualquier otro lado simboliza el aspecto del Sambhogakaya en su sentido primordial. Vajradara significa “sostenedor del cetro vajra” y el vajra significa la verdad perenne de la realidad que no está sujeta a cambio y que no necesita ser actualizada. Como el vajra, la verdad no puede ser relativizada y convertida en algo que sea condicional. Es una realidad que es perennemente verdad. Como símbolo del Sambhogakaya, Vajradara es un fenómeno histórico y es perceptible solamente a la gente con mentes extraordinariamente lucidas y perceptivas.

Se dice que el Sambhogakaya se manifiesta no en cualquier tipo de lugar espacial o físico sino en un lugar que no es realmente un lugar; un lugar de ningún lado llamado Akanishta, o wok.ngun en Tibetano. Wok significa “no debajo”, sugiriendo que Akanishta, debido a que es un campo de ningún lugar, todo lo abarca. En estado ultimo, wok.ngun se refiere a la vacuidad o sunyata.

El maestro que manifiesta el Sambhogakaya en el lugar llamado Akanishta es el Vajradara del Nirmanakaya, y encarna no las enseñanzas ordinarias de los tres yanas, sino las enseñanzas más esenciales del supremo Tantrayana que son siempre significativas a pesar de la situación histórica. La audiencia para este nivel de enseñanzas serán solamente seres realizados avanzados.

Al mismo tiempo, desde el punto de vista del Nirmanakaya, podemos decir que Buda nació en tal o cual lugar, y que fue a través de tal o cual práctica, y que cuando al final logro el nirvana, introdujo los tres yanas y otras enseñanzas. En este contexto la audiencia incluiría seres de varias capacidades, disposiciones e inclinaciones.

El Sambhogakaya es llamado long.cho.dzok.pai.ku en Tibetano. Long.cho significa hacer uso de, consentir. Debido a que ku denota purificación de estar en el Nirmanakaya, long.cho.dzok.pai.ku significa “hacer uso del cuerpo transformado”. El Sambhogakaya es llamado así porque está siempre inmerso en un estado de incesante gozo. Podemos hacer la distinción entre el Sambhogakaya y el Nirmanakaya desde fuera, pero en términos de la experiencia del mismo Buda, no podemos hablar acerca del Sambhogakaya manifestándose primero y después el Nirmanakaya. En ultima instancia no podemos hablar en términos de un aspecto de los kayas como siendo uno superior y el otro inferior.

El aspecto del Sambhogakaya está dotado con lo que se llaman las Cinco Coincidencias Auspiciosas. Primero está la coincidencia auspiciosa del lugar, la cual es que el Sambhogakaya se manifiesta en el lugar de Akinishta. Segundo está la aparición del maestro, en este caso el Buda en su aspecto del Nirmanakaya.

Tercero está la coincidencia auspiciosa de la manifestación de las enseñanzas del Sambhogakaya como manifestaciones tántricas puras. El maestro comunica estas enseñanzas no en términos de textos escritos sino en términos de significado. Si son practicadas o realizadas, estas enseñanzas esenciales pueden llevar a una persona al estado de iluminación en una vida.

La cuarta coincidencia auspiciosa es la convergencia de una apropiada audiencia de bodisatvas, dakas y dakinis – aquellos que son avanzados en el camino. Quinto está la auspiciosa coincidencia del tiempo. Desde la perspectiva del Sambhogakaya, al contrario de la perspectiva del Nirmanakaya, pasado, presente y futuro son encarnados simultáneamente en las enseñanzas. Por ejemplo, en su aspecto del Nirmanakaya el Buda enseñó las Cuatro Nobles Verdades, el Noble Camino en Ocho Puntos, etc. Debido a que podemos decir que estas enseñanzas Budistas empezaron en un tiempo especifico, podemos especular también acerca de cuando el Budismo deberá cesar en su existencia. Pero las enseñanzas del Sambhogakaya están siempre presentes y por tanto son incesantes.

La manifestación del maestro en la forma del Sambogakaya tiene ciertas cualidades, llamadas los Siete Miembros. El primer miembro es que el aspecto del Sambhogakaya está plenamente inmerso en las enseñanzas Mahayana. El segundo es llamado el miembro de la coexistencia, lo cual significa que debido a que el Sambhogakaya nunca está corrupto, se manifiesta en conjunción con la sabiduría. Tercero está el miembro de la plenitud, lo cual significa que el aspecto del Sambhogakaya está lleno de verdad, completamente empapado de la verdad.

El cuarto miembro es el miembro de la no-substancialidad, debido a que la manifestación del Sambhogakaya carece de existencia inherente. El siguiente es el miembro de la infinita compasión, porque el aspecto del Sambhogakaya está plenamente imbuido con preocupaciones compasivas y dirige su atención hacia los seres sintientes. El sexto es el miembro de la no-cesación, lo cual significa que la resonante preocupación por los demás seres sintientes está siempre presente y por lo tanto es incesante.

La séptima y ultima cualidad es llamada el miembro de la manifestación perenne, lo cual significa que el Sambhogakaya no puede cesar de existir, sino que se ha manifestado a través de las épocas. No existe tal cosa como un Sambhogakaya cesando de existir en la manera en que el Nirmanakaya se retira cuando el Buda entra en el Paranirvana.

Cuando uno se embarca en el camino y trabaja para el beneficio de los demás involucrándose en las acciones del bodisatva y generando la amabilidad amorosa y la compasión, entonces uno está sembrando las semillas para el logro de los aspectos del Sambhogakaya y el Nirmanakaya del cuerpo de la forma del Buda. Simultáneamente con la acción amable y compasiva, la comprensión y la sabiduría se incrementan. Estas cualidades son las que pueden manifestarse a la larga como el pleno despliegue del aspecto sin forma del ser Búdico, el Dharmakaya.

La relación entre los tres kayas es como la relación del cielo con las nubes y la lluvia. El cielo corresponde al Dharmakaya, las nubes al Sambhogakaya, y la lluvia al Nirmanakaya. Así como el espacio, o el cielo, no es un producto condicional, así el Dharmakaya no nace debido a causas y condiciones, es indeterminado. Sin embargo, el Dharmakaya da origen a las manifestaciones del Sambhogakaya en la misma manera en que el espacio da origen a la formación de nubes.

El texto Tibetano Ngu.Dun.Du.Pa dice que el estado del Dharmakaya precede a las ideas tanto de confusión como de sabiduría. Antes de que hayan surgido cualquiera nociones dualistas, antes de que uno haya experimentado cualquier cosa, este estado incondicionado se origina espontáneamente. Es un estado neutral porque no es ni positivo ni negativo, y aun al mismo tiempo existe la presencia de una auto-consciencia. Debido a que el estado del Dharmakaya nunca ha sido corrompido por los conflictos emocionales o las confusiones conceptuales, uno no puede hablar acerca de ello en términos ni de nirvana ni de samsara.

En otro texto, Yeshe Ting Dzog, puntualiza que, antes de que tuviéramos cualquier idea de Budas o seres sintientes, hubo un estado que era absolutamente puro e incorrupto, así como también de conocimiento o auto-consciencia. El estado – el Dharmakaya – es el estado de la no- diferenciación, y es la base o matriz para cualquier experiencia. Tanto si uno es un Buda como un ser arrojado al torbellino del reino infernal, la presencia del substrato o matriz del Dharmakaya es la misma, y este estado indiferenciado es la fuente básica para la totalidad de nuestras experiencias conscientes.

Pero el Dharmakaya es un estado, no una entidad. No es una cosa. No es un producto de causas y condiciones, y es permanente. Pero decir que es permanente no significa que permanezca para siempre, porque el Dharmakaya no es una entidad – es nada. Puede decirse que es permanente porque es incondicionado como el cielo. Y aun este estado incondicionado da origen a todas las cosas condicionadas – a todas las experiencias del samsara y el nirvana, a la confusión y a la sabiduría, a las perplejidades conceptuales, a los conflictos emocionales, etc.

Estas distintas experiencias de la mente están también relacionadas con el aspecto del Sambhogakaya el cual puede manifestarse desde el estado indiferenciado del Dharmakaya como visiones o apariciones. Por ejemplo, el Sambhogakaya manifestado al gran maestro Naropa un día mientras paseaba. Mientras estaba deambulando, Naropa choco con una fea mujer que nunca había visto. Ella le dijo, “¡Eh!, ¿Qué conoces sobre el Budismo?”. Él respondió “sé bastante porque soy profesor en la Universidad de Nalanda”. A esto la fea mujer empezó a cantar y bailar, y Naropa se desconcertó un poco. Entonces ella le preguntó “Bien, ¿conoces el significado de las enseñanzas?”. Naropa respondió rápidamente, “Si”, pero cuando dijo esto la mujer empezó a llorar. Entonces se dio cuenta de pronto, y Naropa realizo que como mucho todo lo que comprendía era puramente intelectual y conceptual, y que había olvidado completamente sintonizar con sus aspectos más intuitivos.

La visión de Naropa de la fea mujer fue, en un sentido, una llamada simbólica del Sambhogakaya, algún tipo de experiencia revelatoria, y uno puede tener diversidad de tales experiencias en términos del Sambhogakaya. Se dice que el Sambhogakaya se comunica en un lenguaje simbólico. Se manifiesta de tal manera que uno lo comprende no a través de las palabras, descripciones, y explicaciones, sino a través de una respuesta más intuitiva a las propias experiencias.

Visiones y sueños – todo esto – son parte de este total lenguaje simbólico de la manifestación del Sambhogakaya. Por esta razón, trabajar con la propia mente con relación a las visualizaciones, deidades, recitación de mantras, etc., son maneras de invocar a la energía del Sambhogakaya. Si uno tiene éxito con esto, entonces uno puede tener diferentes tipos de visiones.

El Sambhogakaya puede caracterizarse por los ocho tipos de poder o enriquecimiento, conocido como wang.chuk.gye. El primer tipo es llamado kui.wang.chuk, lo cual significa el poder y enriquecimiento del cuerpo. Se dice que el poder del cuerpo se vuelve tal que todas las cosas de naturaleza samsárica y nirvánica se tornan completamente apagadas y uno es capaz de hacerse cargo de ellas. Junto con este poder, uno es enriquecido con muchas cualidades positivas.

El segundo es sung.gi.wang.chuk, el poder y enriquecimiento de la capacidad verbal de la palabra. En este caso la capacidad de la palabra o comunicación es tal que todos los elementos esencialmente verbales tanto de las cualidades del samsara como del nirvana son asimiladas, y uno es capaz de hacer pleno uso de ellas. De este modo uno es enriquecido y se le conceden poderes.

El tercero es llamado thuk.gyi.wang.chuk. Aquí el poder de la mente en relación tanto al samsara como al nirvana es asimilada e integrada, y se le conceden poderes y es enriquecido con todas las diferentes posibilidades de la manifestación mental.

El cuarto es zung.thrul.kyi.wang.chuk, o el poder del milagro, por el cual la capacidad de expresión de la persona es tal que el o ella no está confinado por las tres puertas del cuerpo, palabra y mente, sino que es capaz de ir mas allá de los modos convencionales de expresión, siendo capaz de este modo de mostrar su poder de maneras inusuales.

El quinto es du.wang.chuk, el siempre-yendo, siempre en movimiento, enriquecimiento y concesión de poder. Uno constantemente es empujado hacia la acción, hacia la intención de actuar y lograr las cosas para el beneficio de los demás. Así que en términos de hacer, o actuar, uno se vuelve plenamente dotado con diversidad de poderes relacionados con las cualidades samsáricas o nirvánicas.

El sexto es llamado ne.gyi.wang.chuk, el enriquecimiento y la concesión de poder del lugar. Esto significa que el Sambhogakaya está situado en Akinishtha, el cual es básicamente la esfera de la realidad. Uno se enriquece y se le conceden poderes en este sentido debido a que el Sambhogakaya está inseparablemente unido con la realidad, y todos los poderes relacionados con esto pueden manifestarse.

El séptimo es de.pai.wang.chuk, la concesión de poder y enriquecimiento de la sensualidad. Esto está conectado con la idea de que el Sambhogakaya está inseparablemente en unísono con su homologo femenino, tanto si uno llama a esta la madre de todos los Budas o aquella sin identidad, Dag mema – como si uno la llama Vajravarahi o Vajrayogini. Como quiera que uno pueda llamarla, el homologo femenino está continuamente en unísono con el Sambhogakaya y esta experiencia produce continuamente el gran gozo de estar en unísono, lo cual es también la expresión del Mahamudra. Finalmente, uno es iniciado y enriquecido por las capacidades de manifestar el prajna o sherab.

El octavo y ultimo tipo es llamado chin.de.pai.wang.chuk, lo cual significa el enriquecimiento y la concesión de poder para llevar a cabo los propios deseos. El Sambhogakaya está dotado intrínsecamente con todas las bendiciones mundanas y supramundanas. Una bendición mundana, o loka siddha, es la capacidad de trabajar con las propias capacidades extrasensoriales, tales como la clarividencia, la clara audición, telepatía, etc. Los loka.siddhi son los poderes supranormales de las diferentes realizaciones espirituales.

Cuando uno es iniciado y enriquecido por estos ocho tipos de iniciación, así como también por los siete miembros discutidos anteriormente, uno alcanza el estado llamado de Vajradhara, o “el sostenedor del vajra”. El vajra simboliza la verdad eterna, y dhara, o sostener, significa que el propio continuo mental del Sambhogakaya nunca está separado de la siempre presente capacidad de estar en sintonía con la realidad. Por esta razón Vajradhara es la representación simbólica del Sambhogakaya.

Una vez el Sambhogakaya es realizado, entonces por medio del Nirmanakaya, uno puede manifestarse de muchas maneras para beneficiar a los otros seres. Los dos cuerpos de la forma de Buda – Nirmanakaya y Sambhogakaya – son ambos dirigidos hacia el ayudar a los demás, porque cuando uno da nacimiento a la iluminación, uno es entonces movido y empujado automáticamente a trabajar para el beneficio de los demás.

En la interrelación de los tres kayas, hemos visto que el Dharmakaya es básicamente la fuente – la matriz o base – desde la cual todas nuestras experiencias se manifiestan. El Sambhogakaya emerge del Dharmakaya y si uno es capaz de sintonizar con el Sambhogakaya, entonces uno es capaz de manifestarse en la forma del Nirmanakaya.

Existen tres diferentes tipos de Nirmanakaya. Zoye tulku significa el Nirmanakaya de los artefactos, tales como estatuas y otros artefactos sagrados que se manifiestan y son venerados como objetos religiosos. Kye.wai tulku significa el Nirmanakaya del nacimiento y se refiere a los seres altamente evolucionados que continúan reencarnándose en la forma del Nirmanakaya para beneficio de los demás. Ésta es la razón por la que los tulkus son llamados tulkus. Finalmente, chul.ku tulku es el Nirmanakaya del absoluto. Esto significa que la persona ha realizado plenamente la Budeidad, y que a logrado la plena iluminación.

Se dice que un ser plenamente iluminado es empujado automáticamente a trabajar para el beneficio de los demás. ¿Pero como ocurre esto?. Se dice que un Buda ha vencido todas las nociones dualistas, tales como la distinción entre el objeto de compasión y el agente que practica la compasión, y aún si el o ella ven a los seres sintientes como objetos de compasión, ¿no están el o ella sujetos aún a las nociones dualistas?. Realmente no existe ninguna contradicción aquí, porque a pesar de que el Buda es consciente de los seres sintientes como objetos de compasión, esta consciencia no da origen a la proliferación conceptual, y por lo tanto la compasión no es generada desde los pensamientos dualistas.

El Nirmanakaya y el Sambhogakaya se manifiestan de una manera compasiva a través de cuatro modos mayores. El primer modo es llamado “la siempre presente manifestación de la compasión”, lo cual significa que la compasión es inherente en la realización del Sambhogakaya. Esta compasión ha estado siempre aquí, y porque siempre está presente, es inexhaustible en el nivel del Sambhogakaya. Así que incluso si el Buda pasa al paranirvana – incluso si el Nirmanakaya detiene su manifestación por un tiempo – la manifestación de la compasión no cesa en el nivel del Sambhogakaya.

Por ejemplo, en el sutra se dice que, desde el punto de vista del Sambhogakaya, los Budas no pasan al paranirvana y los dharmas no cesan de ser postulados. Las enseñanzas continúan siendo encarnadas en la experiencia del Sambhogakaya. La forma del Nirmanakaya se manifiesta y disuelve con el fin de beneficiar a los seres sintientes, no existe ningún nacimiento ni muerte. La compasión está siempre presente.

El segundo modo es llamado rang.zhin.gyi.shug.gyi.kye.wai.thug.je, lo cual significa “la compasión que se manifiesta espontáneamente, sin ser provocada”. La manera en la que esta compasión se manifiesta puede ser expresada por la frase “preocupación resonante”. Dentro de una situación particular, la compasión se origina automáticamente sin ningún juicio o interpretación conceptual. Ella se manifiesta si hay una necesidad para ello, como el sol iluminando la oscuridad, o la luna siendo reflejada en el agua. De esta manera también la compasión está siempre presente, y se manifiesta espontáneamente.

El tercer modo es llamado yul.den.te.ne.thug.je.che.wa o “compasión de encontrar el objeto apropiado”. Esto significa que aquellos capaces de responder a la manifestación del Sambhogakaya reciben este beneficio, y aquellos que pueden responder al aspecto del Nirmanakaya obtienen ese particular beneficio. El objeto de compasión y el tipo de compasión recibido son congruentes o corresponden unos con otros. La compasión del Sambhogakaya y la compasión del Nirmanakaya se manifiestan cada una de manera apropiada, dependiendo del tipo de ser que este presente. De este modo, diferentes seres con diferentes disposiciones y predilecciones pueden recibir la compasión, no importa cual, dependiendo de sus niveles de comprensión o evolución.

El cuarto modo es llamado la “manifestación de la compasión que ha sido provocada”. Sol.wa.de.pa básicamente significa “petición de” y se dice que esta compasión tiene dos aspectos: provocar la respuesta compasiva de una manera general, y provocarla de una manera mas especifica. Provocar la respuesta compasiva de una manera general significa que cuando el Sambhogakaya se manifiesta en vacuidad, entonces de repente un ser es movido con compasión. La manera mas especifica acontece en situaciones reales en este mundo particular. Por ejemplo, cuando Buda logró la iluminación, no empezó automáticamente a enseñar, sino que se le pidió que enseñara y trabajara para beneficio de los demás. Se dice que si uno pide compasión del lama o yidam, uno recibe entonces la compasión manifestándose de una manera especifica.

Estos cuatro modos de compasión se manifiestan en relación tanto al Sambhogakaya como al Nirmanakaya; su consecuencia es la manifestación de la compasión en la arena publica a través del medio del Nirmanakaya. Ésta a su vez toma la forma de enseñanzas dadas por los seres iluminados, porque se dice que el acto compasivo ultimo es impartir enseñanzas. Desde el punto de vista Budista las enseñanzas poseen dos aspectos: uno es llamado ka, el cual es la enseñanza que Buda, por ejemplo, dio de su propia boca. El otro aspecto es ten.gyur, el cual consiste en los comentarios basados en las propias enseñanzas de Buda.

Además, la enseñanza llamada ka, o las propias palabras de Buda, poseen tres aspectos. El primero, shal.nay.sum.pe.ka, son las enseñanzas dadas por el mismo Buda. El segundo jin.gyi.lap.pe.ka, son las enseñanzas dadas con la bendición de Buda y en su presencia. Cuando el Buda animaba o inspiraba a algún otro, como Avalokiteshvara, para actuar como su portavoz, tal enseñanza tenia la misma autoridad que si fuera dada por el Buda, y tales enseñanzas son también llamadas ka. Finalmente, tenemos je.su.nang.we.ka, lo cual significa enseñanzas que son legadas a generaciones posteriores. Estas enseñanzas no estaban presentes mientras Buda estuvo vivo, sino que fueron invocadas, en un sentido, redescubiertas y dado un nuevo ímpetu para otra generación por el mismo Buda.

Ahora el ten.gyur o comentarios, son enseñanzas que son encarnadas, y todas ellas poseen dos aspectos: uno es el aspecto doctrinal y el otro es el aspecto experimental, y estos dos deben corresponderse. En otras palabras, si uno ha estudiado y aprendido algo intelectualmente, aquellas enseñanzas deben corresponderse con experiencias interiores. En lo que respecta a las enseñanzas en si, no existe ni la más mínima cosa que podamos llamar la presentación estándar del Budismo, porque Buda en su infinita sabiduría y compasión, y a través de su ejercicio de medios hábiles, fue capaz de concebir muchos métodos y muchas interpretaciones.

Las enseñanzas conocidas como el Dharma o Budismo no pueden ser encapsuladas dentro de un formato particular. Existen muchos niveles de interpretación y muchos niveles de comprensión. Como dice Nagarjuna, “el Dharma de Buda es inmenso, como el océano”. Dependiendo de las aptitudes de los seres, es expuesto de varias maneras. Puede hablar de existencia o no-existencia, eternidad o impermanencia; felicidad o sufrimiento; de la identidad o la no-identidad”. Él prosigue diciendo, “tales son la multitud y diversidad de enseñanzas”.

El punto que Nagarjuna está señalando es que en las tempranas enseñanzas Hinayana, que fueron la primera vuelta de la rueda del Dharma, el Buda negó la existencia de una identidad permanente, substancial, pero no entró en una elaborada discusión de la vacuidad. En la segunda vuelta de la rueda del Dharma, fueron introducidas las enseñanzas sobre la vacuidad de los fenómenos, junto con la idea de la no-substancialidad o vacuidad de la personalidad del yo. Luego en la tercera vuelta de la rueda del Dharma, fue introducida la idea del tathagatagarbha o naturaleza del Buda. De acuerdo con esta doctrina, incluso si no existe tal cosa como la identidad, el ego, o alma, no obstante existe un elemento de principio espiritual incorruptible llamado tathagatagarbha, o naturaleza del Buda que no puede ser menoscabado y que no puede conducir a pasiones u otras confusiones.

De esta manera fueron dados muchos niveles de enseñanzas, incluyendo los tantras, que pueden parecer que se contradicen unas a otras y pueden incluso parecer estar en directa oposición a las proposiciones de unas y otras. Pero se dice que las enseñanzas son presentadas de diferente manera debido a que tienen que alcanzar al más amplio número de personas. Para que se beneficie el mayor numero de gente, las enseñanzas deben ser presentadas de diversas maneras apropiadas a las diversas aptitudes, disposiciones, y niveles intelectuales. Ésta es la razón de que las enseñanzas de Buda puedan ser comprendidas a muchos niveles diferentes.

En el Mahayana para separar la esencia de las enseñanzas de lo que es periférico o superficial a ellas, se hace una distinción entre las enseñanzas a interpretar y las enseñanzas definitivas. Las enseñanzas a interpretar son llamadas drang.don. Drang significa liberar a otros. Tales enseñanzas no deben necesariamente ser tomadas literalmente, sino que ellas poseen su propia función. Por ejemplo, existen todo tipo de historias increíbles contadas en los sutras y en otras partes sobre las milagrosas actividades de los bodisatvas. Esas son enseñanzas a interpretar porque son contadas con el fin de inspirar a las personas. Enseñanzas como estas deben ser tomadas solo interpretativamente, no definitivamente.

Desde el punto de vista Mahayana, las enseñanzas definitivas son aquellas concernientes a la vacuidad, y todos los discurso sobre la vacuidad deben ser tomados como últimos. Pero hay un problema aquí. De entre las diferentes escuelas del Budismo no hay un acuerdo respecto a lo que es realmente interpretativo y lo que es realmente definitivo. En el Budismo Tibetano, por ejemplo, los linajes Kagyu y Nyingma consideran las enseñanzas del tathagatagarba presentadas en la tercera vuelta de la rueda del Dharma como enseñanzas ultimas. Sin embargo, los Gelugpas dicen que las enseñanzas sobre la naturaleza de Buda no pueden ser tomadas como definitivas por que la teoría del tathagatagarba se da para que la gente no “alucine” si se les dice que no poseen un ego substancial. Los Gelugpas introducen la idea del tathagatagarba, pero ellos dicen que solamente posee un significado interpretativo y no definitivo.

En cualquier caso, todas las diversas enseñanzas, tan complejas como puedan ser, son dadas con el fin de aliviar la neurosis de la gente, y se dice que existen 84.000 tipos diferentes de enseñanzas correspondientes a 84.000 neurosis. Como quiera que uno pueda interpretarlas, las enseñanzas son dadas para aliviar el sufrimiento y los conflictos emocionales.

En contraste con la actividad del Sambhogakaya de comunicarse a través de los símbolos, la forma del Nirmanakaya presenta las enseñanzas en un lenguaje no simbólico que utiliza el significado literal de las palabras. De esta manera mucha gente puede beneficiarse de ello. El cumplimiento del Nirmanakaya es que él se manifiesta con el fin de impartir enseñanzas que puedan ser seguidas y estudiadas.

Esta enseñanza fue dada por el Venerable Traleg Rimpoche en Noviembre de 1989 en Karma Triyana Dharmachakra, Woodstock, Nueva York,y editada para Densai por Sally Clay


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De: Thenard Enviado: 14/05/2010 22:13
El cumplimiento de la práctica Budista es la realización de los tres kayas: Dharmakaya, Sambhogakaya, y Nirmanakaya. Estos son los tres cuerpos del ser o iluminación de Buda. El Dharmakaya se corresponde con la mente, el Sambhogakaya con la palabra, y el Nirmanakaya con el cuerpo. El Dharmakaya es el cuerpo sin forma. Es un estado indiferenciado de ser del que no podemos hablar en términos de confusión o iluminación.

El Dharmakaya es algo que está siempre presente, es redescubierto en lugar de ser creado de nuevo. Porque es atemporal y ahistórico, no podemos atribuirle cambio o transformación. Porque es pasivo e indeterminado por naturaleza, el Dharmakaya no puede manifestarse como medio para trabajar uno por el beneficio de los demás, sino que da origen al aspecto determinista del Sambhogakaya y el Nirmanakaya.

Al igual que el Dharmakaya, el Sambhogakaya está siempre presente. Tiene que ver con los poderes mentales, con la habilidad de la propia mente para manifestarse con relación a las cinco sabidurías. En la práctica tántrica, todas las deidades son manifestaciones del Sambhogakaya porque encarnan los cinco tipos diferentes de sabiduría. El Sambhogakaya está conectado con la comunicación, tanto a un nivel verbal como no verbal, y está también asociado con la idea de relación, así que esta palabra aquí significa no solo la capacidad de utilizar palabras sino la habilidad de comunicarse a todos los niveles. Tanto los aspectos del Sambhogakaya como del Dharmakaya están ya encarnados dentro de cada ser sintiente, y la fructificación es una cuestión de llegar a esta realización.

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El Nirmanakaya es el aspecto físico de un ser iluminado, el medio a través del cual la comunicación y la relación pueden ser llevadas a cabo. Puede decirse que es nuevo o diferente, porque está solamente en el nivel físico en el que uno puede transformarse. En Tibetano el cuerpo purificado, llamado ku, es la manifestación del cuerpo plenamente transformado, libre de la influencia de inculcados y profundamente establecidos residuos kármicos.

Nuestro cuerpo físico ordinario es llamado lu. Es el producto de rastros y disposiciones kármicas, y carece de espontaneidad y creatividad. A través de la purificación del propio cuerpo, palabra y mente, el cuerpo físico cesa de ser un lugar para tendencias negativas no deseadas, excesivos deseos, y obsesiones, y en su lugar se convierte en el Nirmanakaya, un medio con extraordinario poder para trabajar con y beneficiar a los demás.

La idea de los tres cuerpos no debe conducirnos erróneamente a pensar que existen tres entidades diferentes. El Dharmakaya y el Sambhogakaya no se refieren a entidades en tanto que estados existenciales de ser, y solamente el cuerpo del Nirmanakaya es creado de nuevo en forma física. En realidad los tres kayas son dos cuerpos – el cuerpo sin forma y el cuerpo de la forma. Tanto el Sambhogakaya como el Nirmanakaya son llamados normalmente los cuerpos de la forma del Buda, mientras que el Dharmakaya es sin forma.

El Dharmakaya es básicamente la encarnación de lo que es llamado las dos purezas. En su pureza primordial, el Dharmakaya está completamente vacío y abierto, y nunca ha sido corrompido por conflictos emocionales o confusiones conceptuales. El segundo aspecto, el aspecto temporal de las dos purezas del Dharmakaya, aparece como resultado de trabajar con las propias emociones sobre el camino, cuando un practicante empieza a devenir limpio.

Cuando uno se embarca en el camino purificándose a sí mismo de esta manera, uno puede manifestarse entonces también en la forma del Sambhogakaya. En la práctica tántrica es la propia energía del Sambhogakaya que uno intenta invocar, y las enseñanzas tántricas deben ser entendidas como estando presentes dentro de la misma mente, en la forma de Sambhogakaya. Pero el Sambhogakaya no es algo que pueda ser percibido por seres ordinarios, puesto que uno necesita tener una mente purificada tanto para percibirlo como para comunicarlo
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Una persona puede manifestar todo tipo de poderes mentales, pero si la audiencia es limitada en su capacidad y la gente está sujeta a todo tipo de ilusiones, entonces no serán capaces de apreciar la manifestación del Sambhogakaya. Los Budas siempre se comunican a través del aspecto del Nirmanakaya, expresándose a sí mismos verbal y mentalmente, porque pueden trabajar mejor para el beneficio de los demás a través de tales medios físicos.

Sin embargo, los tres kayas no son completamente independientes uno del otro. Siempre están interrelacionados, y cuando se abren completamente, son inseparables uno del otro. El Nirmanakaya y el Sambhogakaya se manifiestan básicamente del Dharmakaya, en otras palabras, ambos aspectos de la forma de un ser Búdico son dependientes del cuerpo sin forma. El Dharmakaya es el origen o campo sobre el cual se basan los otros dos.

Cuando llamamos al Sambhogakaya el “cuerpo de la forma”, no queremos decir forma física sino forma en el sentido de manifestarse y ser determinada, como opuesto al Dharmakaya, el cual es sin forma porque no es determinado. El Sambhogakaya es determinado porque, a pesar de que no es físico, se manifiesta de diversas maneras. Si el Sambhogakaya es realizado plenamente, entonces uno puede recibir diferentes enseñanzas y significados de muchas fuentes naturales, tales como el sonido, la visión, etc.

A su vez el Sambhogakaya da origen al Nirmanakaya, el cual es realizado a través del cuerpo físico, y encarna tanto los aspectos del Sambhogakaya como los del Dharmakaya. El Nirmanakaya es físico en su esencia y está situado históricamente, de manera que cuando hablamos acerca de que Buda Sakyamuni alcanzo la iluminación en Bodh Gaya, dio enseñanzas en Varanasi, y al final logro el paranirvana en Kushinagar, estamos describiendo el aspecto del Nirmanakaya.

Debido a que los aspectos Sambhogakaya y Dharmakaya de Buda no están situados históricamente, no podemos atribuirles ningún tipo de temporalidad. Las enseñanzas del Sambhogakaya no son una materia personal, y en algún sentido no pueden decirse incluso que sean Budistas. El Sambhogakaya ha encarnado sus significados justo desde el comienzo, antes del tiempo de Buda. Los encarna ahora, y los encarnara otra vez en el futuro, porque la auspiciosa coincidencia del tiempo nunca cesa.

La figura icnográfica de Vajradara en las thangkas y en cualquier otro lado simboliza el aspecto del Sambhogakaya en su sentido primordial. Vajradara significa “sostenedor del cetro vajra” y el vajra significa la verdad perenne de la realidad que no está sujeta a cambio y que no necesita ser actualizada. Como el vajra, la verdad no puede ser relativizada y convertida en algo que sea condicional. Es una realidad que es perennemente verdad. Como símbolo del Sambhogakaya, Vajradara es un fenómeno histórico y es perceptible solamente a la gente con mentes extraordinariamente lucidas y perceptivas.

Se dice que el Sambhogakaya se manifiesta no en cualquier tipo de lugar espacial o físico sino en un lugar que no es realmente un lugar; un lugar de ningún lado llamado Akanishta, o wok.ngun en Tibetano. Wok significa “no debajo”, sugiriendo que Akanishta, debido a que es un campo de ningún lugar, todo lo abarca. En estado ultimo, wok.ngun se refiere a la vacuidad o sunyata.

El maestro que manifiesta el Sambhogakaya en el lugar llamado Akanishta es el Vajradara del Nirmanakaya, y encarna no las enseñanzas ordinarias de los tres yanas, sino las enseñanzas más esenciales del supremo Tantrayana que son siempre significativas a pesar de la situación histórica. La audiencia para este nivel de enseñanzas serán solamente seres realizados avanzados.

Al mismo tiempo, desde el punto de vista del Nirmanakaya, podemos decir que Buda nació en tal o cual lugar, y que fue a través de tal o cual práctica, y que cuando al final logro el nirvana, introdujo los tres yanas y otras enseñanzas. En este contexto la audiencia incluiría seres de varias capacidades, disposiciones e inclinaciones.

El Sambhogakaya es llamado long.cho.dzok.pai.ku en Tibetano. Long.cho significa hacer uso de, consentir. Debido a que ku denota purificación de estar en el Nirmanakaya, long.cho.dzok.pai.ku significa “hacer uso del cuerpo transformado”. El Sambhogakaya es llamado así porque está siempre inmerso en un estado de incesante gozo. Podemos hacer la distinción entre el Sambhogakaya y el Nirmanakaya desde fuera, pero en términos de la experiencia del mismo Buda, no podemos hablar acerca del Sambhogakaya manifestándose primero y después el Nirmanakaya. En ultima instancia no podemos hablar en términos de un aspecto de los kayas como siendo uno superior y el otro inferior.

El aspecto del Sambhogakaya está dotado con lo que se llaman las Cinco Coincidencias Auspiciosas. Primero está la coincidencia auspiciosa del lugar, la cual es que el Sambhogakaya se manifiesta en el lugar de Akinishta. Segundo está la aparición del maestro, en este caso el Buda en su aspecto del Nirmanakaya.

Tercero está la coincidencia auspiciosa de la manifestación de las enseñanzas del Sambhogakaya como manifestaciones tántricas puras. El maestro comunica estas enseñanzas no en términos de textos escritos sino en términos de significado. Si son practicadas o realizadas, estas enseñanzas esenciales pueden llevar a una persona al estado de iluminación en una vida.

La cuarta coincidencia auspiciosa es la convergencia de una apropiada audiencia de bodisatvas, dakas y dakinis – aquellos que son avanzados en el camino. Quinto está la auspiciosa coincidencia del tiempo. Desde la perspectiva del Sambhogakaya, al contrario de la perspectiva del Nirmanakaya, pasado, presente y futuro son encarnados simultáneamente en las enseñanzas. Por ejemplo, en su aspecto del Nirmanakaya el Buda enseñó las Cuatro Nobles Verdades, el Noble Camino en Ocho Puntos, etc. Debido a que podemos decir que estas enseñanzas Budistas empezaron en un tiempo especifico, podemos especular también acerca de cuando el Budismo deberá cesar en su existencia. Pero las enseñanzas del Sambhogakaya están siempre presentes y por tanto son incesantes.

La manifestación del maestro en la forma del Sambogakaya tiene ciertas cualidades, llamadas los Siete Miembros. El primer miembro es que el aspecto del Sambhogakaya está plenamente inmerso en las enseñanzas Mahayana. El segundo es llamado el miembro de la coexistencia, lo cual significa que debido a que el Sambhogakaya nunca está corrupto, se manifiesta en conjunción con la sabiduría. Tercero está el miembro de la plenitud, lo cual significa que el aspecto del Sambhogakaya está lleno de verdad, completamente empapado de la verdad.

El cuarto miembro es el miembro de la no-substancialidad, debido a que la manifestación del Sambhogakaya carece de existencia inherente. El siguiente es el miembro de la infinita compasión, porque el aspecto del Sambhogakaya está plenamente imbuido con preocupaciones compasivas y dirige su atención hacia los seres sintientes. El sexto es el miembro de la no-cesación, lo cual significa que la resonante preocupación por los demás seres sintientes está siempre presente y por lo tanto es incesante.

La séptima y ultima cualidad es llamada el miembro de la manifestación perenne, lo cual significa que el Sambhogakaya no puede cesar de existir, sino que se ha manifestado a través de las épocas. No existe tal cosa como un Sambhogakaya cesando de existir en la manera en que el Nirmanakaya se retira cuando el Buda entra en el Paranirvana.

Cuando uno se embarca en el camino y trabaja para el beneficio de los demás involucrándose en las acciones del bodisatva y generando la amabilidad amorosa y la compasión, entonces uno está sembrando las semillas para el logro de los aspectos del Sambhogakaya y el Nirmanakaya del cuerpo de la forma del Buda. Simultáneamente con la acción amable y compasiva, la comprensión y la sabiduría se incrementan. Estas cualidades son las que pueden manifestarse a la larga como el pleno despliegue del aspecto sin forma del ser Búdico, el Dharmakaya.

La relación entre los tres kayas es como la relación del cielo con las nubes y la lluvia. El cielo corresponde al Dharmakaya, las nubes al Sambhogakaya, y la lluvia al Nirmanakaya. Así como el espacio, o el cielo, no es un producto condicional, así el Dharmakaya no nace debido a causas y condiciones, es indeterminado. Sin embargo, el Dharmakaya da origen a las manifestaciones del Sambhogakaya en la misma manera en que el espacio da origen a la formación de nubes.

El texto Tibetano Ngu.Dun.Du.Pa dice que el estado del Dharmakaya precede a las ideas tanto de confusión como de sabiduría. Antes de que hayan surgido cualquiera nociones dualistas, antes de que uno haya experimentado cualquier cosa, este estado incondicionado se origina espontáneamente. Es un estado neutral porque no es ni positivo ni negativo, y aun al mismo tiempo existe la presencia de una auto-consciencia. Debido a que el estado del Dharmakaya nunca ha sido corrompido por los conflictos emocionales o las confusiones conceptuales, uno no puede hablar acerca de ello en términos ni de nirvana ni de samsara.

En otro texto, Yeshe Ting Dzog, puntualiza que, antes de que tuviéramos cualquier idea de Budas o seres sintientes, hubo un estado que era absolutamente puro e incorrupto, así como también de conocimiento o auto-consciencia. El estado – el Dharmakaya – es el estado de la no- diferenciación, y es la base o matriz para cualquier experiencia. Tanto si uno es un Buda como un ser arrojado al torbellino del reino infernal, la presencia del substrato o matriz del Dharmakaya es la misma, y este estado indiferenciado es la fuente básica para la totalidad de nuestras experiencias conscientes.

Pero el Dharmakaya es un estado, no una entidad. No es una cosa. No es un producto de causas y condiciones, y es permanente. Pero decir que es permanente no significa que permanezca para siempre, porque el Dharmakaya no es una entidad – es nada. Puede decirse que es permanente porque es incondicionado como el cielo. Y aun este estado incondicionado da origen a todas las cosas condicionadas – a todas las experiencias del samsara y el nirvana, a la confusión y a la sabiduría, a las perplejidades conceptuales, a los conflictos emocionales, etc.

Estas distintas experiencias de la mente están también relacionadas con el aspecto del Sambhogakaya el cual puede manifestarse desde el estado indiferenciado del Dharmakaya como visiones o apariciones. Por ejemplo, el Sambhogakaya manifestado al gran maestro Naropa un día mientras paseaba. Mientras estaba deambulando, Naropa choco con una fea mujer que nunca había visto. Ella le dijo, “¡Eh!, ¿Qué conoces sobre el Budismo?”. Él respondió “sé bastante porque soy profesor en la Universidad de Nalanda”. A esto la fea mujer empezó a cantar y bailar, y Naropa se desconcertó un poco. Entonces ella le preguntó “Bien, ¿conoces el significado de las enseñanzas?”. Naropa respondió rápidamente, “Si”, pero cuando dijo esto la mujer empezó a llorar. Entonces se dio cuenta de pronto, y Naropa realizo que como mucho todo lo que comprendía era puramente intelectual y conceptual, y que había olvidado completamente sintonizar con sus aspectos más intuitivos.

La visión de Naropa de la fea mujer fue, en un sentido, una llamada simbólica del Sambhogakaya, algún tipo de experiencia revelatoria, y uno puede tener diversidad de tales experiencias en términos del Sambhogakaya. Se dice que el Sambhogakaya se comunica en un lenguaje simbólico. Se manifiesta de tal manera que uno lo comprende no a través de las palabras, descripciones, y explicaciones, sino a través de una respuesta más intuitiva a las propias experiencias.

Visiones y sueños – todo esto – son parte de este total lenguaje simbólico de la manifestación del Sambhogakaya. Por esta razón, trabajar con la propia mente con relación a las visualizaciones, deidades, recitación de mantras, etc., son maneras de invocar a la energía del Sambhogakaya. Si uno tiene éxito con esto, entonces uno puede tener diferentes tipos de visiones.

El Sambhogakaya puede caracterizarse por los ocho tipos de poder o enriquecimiento, conocido como wang.chuk.gye. El primer tipo es llamado kui.wang.chuk, lo cual significa el poder y enriquecimiento del cuerpo. Se dice que el poder del cuerpo se vuelve tal que todas las cosas de naturaleza samsárica y nirvánica se tornan completamente apagadas y uno es capaz de hacerse cargo de ellas. Junto con este poder, uno es enriquecido con muchas cualidades positivas.

El segundo es sung.gi.wang.chuk, el poder y enriquecimiento de la capacidad verbal de la palabra. En este caso la capacidad de la palabra o comunicación es tal que todos los elementos esencialmente verbales tanto de las cualidades del samsara como del nirvana son asimiladas, y uno es capaz de hacer pleno uso de ellas. De este modo uno es enriquecido y se le conceden poderes.

El tercero es llamado thuk.gyi.wang.chuk. Aquí el poder de la mente en relación tanto al samsara como al nirvana es asimilada e integrada, y se le conceden poderes y es enriquecido con todas las diferentes posibilidades de la manifestación mental.

El cuarto es zung.thrul.kyi.wang.chuk, o el poder del milagro, por el cual la capacidad de expresión de la persona es tal que el o ella no está confinado por las tres puertas del cuerpo, palabra y mente, sino que es capaz de ir mas allá de los modos convencionales de expresión, siendo capaz de este modo de mostrar su poder de maneras inusuales.

El quinto es du.wang.chuk, el siempre-yendo, siempre en movimiento, enriquecimiento y concesión de poder. Uno constantemente es empujado hacia la acción, hacia la intención de actuar y lograr las cosas para el beneficio de los demás. Así que en términos de hacer, o actuar, uno se vuelve plenamente dotado con diversidad de poderes relacionados con las cualidades samsáricas o nirvánicas.

El sexto es llamado ne.gyi.wang.chuk, el enriquecimiento y la concesión de poder del lugar. Esto significa que el Sambhogakaya está situado en Akinishtha, el cual es básicamente la esfera de la realidad. Uno se enriquece y se le conceden poderes en este sentido debido a que el Sambhogakaya está inseparablemente unido con la realidad, y todos los poderes relacionados con esto pueden manifestarse.

El séptimo es de.pai.wang.chuk, la concesión de poder y enriquecimiento de la sensualidad. Esto está conectado con la idea de que el Sambhogakaya está inseparablemente en unísono con su homologo femenino, tanto si uno llama a esta la madre de todos los Budas o aquella sin identidad, Dag mema – como si uno la llama Vajravarahi o Vajrayogini. Como quiera que uno pueda llamarla, el homologo femenino está continuamente en unísono con el Sambhogakaya y esta experiencia produce continuamente el gran gozo de estar en unísono, lo cual es también la expresión del Mahamudra. Finalmente, uno es iniciado y enriquecido por las capacidades de manifestar el prajna o sherab.

El octavo y ultimo tipo es llamado chin.de.pai.wang.chuk, lo cual significa el enriquecimiento y la concesión de poder para llevar a cabo los propios deseos. El Sambhogakaya está dotado intrínsecamente con todas las bendiciones mundanas y supramundanas. Una bendición mundana, o loka siddha, es la capacidad de trabajar con las propias capacidades extrasensoriales, tales como la clarividencia, la clara audición, telepatía, etc. Los loka.siddhi son los poderes supranormales de las diferentes realizaciones espirituales.

Cuando uno es iniciado y enriquecido por estos ocho tipos de iniciación, así como también por los siete miembros discutidos anteriormente, uno alcanza el estado llamado de Vajradhara, o “el sostenedor del vajra”. El vajra simboliza la verdad eterna, y dhara, o sostener, significa que el propio continuo mental del Sambhogakaya nunca está separado de la siempre presente capacidad de estar en sintonía con la realidad. Por esta razón Vajradhara es la representación simbólica del Sambhogakaya.

Una vez el Sambhogakaya es realizado, entonces por medio del Nirmanakaya, uno puede manifestarse de muchas maneras para beneficiar a los otros seres. Los dos cuerpos de la forma de Buda – Nirmanakaya y Sambhogakaya – son ambos dirigidos hacia el ayudar a los demás, porque cuando uno da nacimiento a la iluminación, uno es entonces movido y empujado automáticamente a trabajar para el beneficio de los demás.

En la interrelación de los tres kayas, hemos visto que el Dharmakaya es básicamente la fuente – la matriz o base – desde la cual todas nuestras experiencias se manifiestan. El Sambhogakaya emerge del Dharmakaya y si uno es capaz de sintonizar con el Sambhogakaya, entonces uno es capaz de manifestarse en la forma del Nirmanakaya.

Existen tres diferentes tipos de Nirmanakaya. Zoye tulku significa el Nirmanakaya de los artefactos, tales como estatuas y otros artefactos sagrados que se manifiestan y son venerados como objetos religiosos. Kye.wai tulku significa el Nirmanakaya del nacimiento y se refiere a los seres altamente evolucionados que continúan reencarnándose en la forma del Nirmanakaya para beneficio de los demás. Ésta es la razón por la que los tulkus son llamados tulkus. Finalmente, chul.ku tulku es el Nirmanakaya del absoluto. Esto significa que la persona ha realizado plenamente la Budeidad, y que a logrado la plena iluminación.

Se dice que un ser plenamente iluminado es empujado automáticamente a trabajar para el beneficio de los demás. ¿Pero como ocurre esto?. Se dice que un Buda ha vencido todas las nociones dualistas, tales como la distinción entre el objeto de compasión y el agente que practica la compasión, y aún si el o ella ven a los seres sintientes como objetos de compasión, ¿no están el o ella sujetos aún a las nociones dualistas?. Realmente no existe ninguna contradicción aquí, porque a pesar de que el Buda es consciente de los seres sintientes como objetos de compasión, esta consciencia no da origen a la proliferación conceptual, y por lo tanto la compasión no es generada desde los pensamientos dualistas.

El Nirmanakaya y el Sambhogakaya se manifiestan de una manera compasiva a través de cuatro modos mayores. El primer modo es llamado “la siempre presente manifestación de la compasión”, lo cual significa que la compasión es inherente en la realización del Sambhogakaya. Esta compasión ha estado siempre aquí, y porque siempre está presente, es inexhaustible en el nivel del Sambhogakaya. Así que incluso si el Buda pasa al paranirvana – incluso si el Nirmanakaya detiene su manifestación por un tiempo – la manifestación de la compasión no cesa en el nivel del Sambhogakaya.

Por ejemplo, en el sutra se dice que, desde el punto de vista del Sambhogakaya, los Budas no pasan al paranirvana y los dharmas no cesan de ser postulados. Las enseñanzas continúan siendo encarnadas en la experiencia del Sambhogakaya. La forma del Nirmanakaya se manifiesta y disuelve con el fin de beneficiar a los seres sintientes, no existe ningún nacimiento ni muerte. La compasión está siempre presente.

El segundo modo es llamado rang.zhin.gyi.shug.gyi.kye.wai.thug.je, lo cual significa “la compasión que se manifiesta espontáneamente, sin ser provocada”. La manera en la que esta compasión se manifiesta puede ser expresada por la frase “preocupación resonante”. Dentro de una situación particular, la compasión se origina automáticamente sin ningún juicio o interpretación conceptual. Ella se manifiesta si hay una necesidad para ello, como el sol iluminando la oscuridad, o la luna siendo reflejada en el agua. De esta manera también la compasión está siempre presente, y se manifiesta espontáneamente.

El tercer modo es llamado yul.den.te.ne.thug.je.che.wa o “compasión de encontrar el objeto apropiado”. Esto significa que aquellos capaces de responder a la manifestación del Sambhogakaya reciben este beneficio, y aquellos que pueden responder al aspecto del Nirmanakaya obtienen ese particular beneficio. El objeto de compasión y el tipo de compasión recibido son congruentes o corresponden unos con otros. La compasión del Sambhogakaya y la compasión del Nirmanakaya se manifiestan cada una de manera apropiada, dependiendo del tipo de ser que este presente. De este modo, diferentes seres con diferentes disposiciones y predilecciones pueden recibir la compasión, no importa cual, dependiendo de sus niveles de comprensión o evolución.

El cuarto modo es llamado la “manifestación de la compasión que ha sido provocada”. Sol.wa.de.pa básicamente significa “petición de” y se dice que esta compasión tiene dos aspectos: provocar la respuesta compasiva de una manera general, y provocarla de una manera mas especifica. Provocar la respuesta compasiva de una manera general significa que cuando el Sambhogakaya se manifiesta en vacuidad, entonces de repente un ser es movido con compasión. La manera mas especifica acontece en situaciones reales en este mundo particular. Por ejemplo, cuando Buda logró la iluminación, no empezó automáticamente a enseñar, sino que se le pidió que enseñara y trabajara para beneficio de los demás. Se dice que si uno pide compasión del lama o yidam, uno recibe entonces la compasión manifestándose de una manera especifica.

Estos cuatro modos de compasión se manifiestan en relación tanto al Sambhogakaya como al Nirmanakaya; su consecuencia es la manifestación de la compasión en la arena publica a través del medio del Nirmanakaya. Ésta a su vez toma la forma de enseñanzas dadas por los seres iluminados, porque se dice que el acto compasivo ultimo es impartir enseñanzas. Desde el punto de vista Budista las enseñanzas poseen dos aspectos: uno es llamado ka, el cual es la enseñanza que Buda, por ejemplo, dio de su propia boca. El otro aspecto es ten.gyur, el cual consiste en los comentarios basados en las propias enseñanzas de Buda.

Además, la enseñanza llamada ka, o las propias palabras de Buda, poseen tres aspectos. El primero, shal.nay.sum.pe.ka, son las enseñanzas dadas por el mismo Buda. El segundo jin.gyi.lap.pe.ka, son las enseñanzas dadas con la bendición de Buda y en su presencia. Cuando el Buda animaba o inspiraba a algún otro, como Avalokiteshvara, para actuar como su portavoz, tal enseñanza tenia la misma autoridad que si fuera dada por el Buda, y tales enseñanzas son también llamadas ka. Finalmente, tenemos je.su.nang.we.ka, lo cual significa enseñanzas que son legadas a generaciones posteriores. Estas enseñanzas no estaban presentes mientras Buda estuvo vivo, sino que fueron invocadas, en un sentido, redescubiertas y dado un nuevo ímpetu para otra generación por el mismo Buda.

Ahora el ten.gyur o comentarios, son enseñanzas que son encarnadas, y todas ellas poseen dos aspectos: uno es el aspecto doctrinal y el otro es el aspecto experimental, y estos dos deben corresponderse. En otras palabras, si uno ha estudiado y aprendido algo intelectualmente, aquellas enseñanzas deben corresponderse con experiencias interiores. En lo que respecta a las enseñanzas en si, no existe ni la más mínima cosa que podamos llamar la presentación estándar del Budismo, porque Buda en su infinita sabiduría y compasión, y a través de su ejercicio de medios hábiles, fue capaz de concebir muchos métodos y muchas interpretaciones.

Las enseñanzas conocidas como el Dharma o Budismo no pueden ser encapsuladas dentro de un formato particular. Existen muchos niveles de interpretación y muchos niveles de comprensión. Como dice Nagarjuna, “el Dharma de Buda es inmenso, como el océano”. Dependiendo de las aptitudes de los seres, es expuesto de varias maneras. Puede hablar de existencia o no-existencia, eternidad o impermanencia; felicidad o sufrimiento; de la identidad o la no-identidad”. Él prosigue diciendo, “tales son la multitud y diversidad de enseñanzas”.

El punto que Nagarjuna está señalando es que en las tempranas enseñanzas Hinayana, que fueron la primera vuelta de la rueda del Dharma, el Buda negó la existencia de una identidad permanente, substancial, pero no entró en una elaborada discusión de la vacuidad. En la segunda vuelta de la rueda del Dharma, fueron introducidas las enseñanzas sobre la vacuidad de los fenómenos, junto con la idea de la no-substancialidad o vacuidad de la personalidad del yo. Luego en la tercera vuelta de la rueda del Dharma, fue introducida la idea del tathagatagarbha o naturaleza del Buda. De acuerdo con esta doctrina, incluso si no existe tal cosa como la identidad, el ego, o alma, no obstante existe un elemento de principio espiritual incorruptible llamado tathagatagarbha, o naturaleza del Buda que no puede ser menoscabado y que no puede conducir a pasiones u otras confusiones.

De esta manera fueron dados muchos niveles de enseñanzas, incluyendo los tantras, que pueden parecer que se contradicen unas a otras y pueden incluso parecer estar en directa oposición a las proposiciones de unas y otras. Pero se dice que las enseñanzas son presentadas de diferente manera debido a que tienen que alcanzar al más amplio número de personas. Para que se beneficie el mayor numero de gente, las enseñanzas deben ser presentadas de diversas maneras apropiadas a las diversas aptitudes, disposiciones, y niveles intelectuales. Ésta es la razón de que las enseñanzas de Buda puedan ser comprendidas a muchos niveles diferentes.

En el Mahayana para separar la esencia de las enseñanzas de lo que es periférico o superficial a ellas, se hace una distinción entre las enseñanzas a interpretar y las enseñanzas definitivas. Las enseñanzas a interpretar son llamadas drang.don. Drang significa liberar a otros. Tales enseñanzas no deben necesariamente ser tomadas literalmente, sino que ellas poseen su propia función. Por ejemplo, existen todo tipo de historias increíbles contadas en los sutras y en otras partes sobre las milagrosas actividades de los bodisatvas. Esas son enseñanzas a interpretar porque son contadas con el fin de inspirar a las personas. Enseñanzas como estas deben ser tomadas solo interpretativamente, no definitivamente.

Desde el punto de vista Mahayana, las enseñanzas definitivas son aquellas concernientes a la vacuidad, y todos los discurso sobre la vacuidad deben ser tomados como últimos. Pero hay un problema aquí. De entre las diferentes escuelas del Budismo no hay un acuerdo respecto a lo que es realmente interpretativo y lo que es realmente definitivo. En el Budismo Tibetano, por ejemplo, los linajes Kagyu y Nyingma consideran las enseñanzas del tathagatagarba presentadas en la tercera vuelta de la rueda del Dharma como enseñanzas ultimas. Sin embargo, los Gelugpas dicen que las enseñanzas sobre la naturaleza de Buda no pueden ser tomadas como definitivas por que la teoría del tathagatagarba se da para que la gente no “alucine” si se les dice que no poseen un ego substancial. Los Gelugpas introducen la idea del tathagatagarba, pero ellos dicen que solamente posee un significado interpretativo y no definitivo.

En cualquier caso, todas las diversas enseñanzas, tan complejas como puedan ser, son dadas con el fin de aliviar la neurosis de la gente, y se dice que existen 84.000 tipos diferentes de enseñanzas correspondientes a 84.000 neurosis. Como quiera que uno pueda interpretarlas, las enseñanzas son dadas para aliviar el sufrimiento y los conflictos emocionales.

En contraste con la actividad del Sambhogakaya de comunicarse a través de los símbolos, la forma del Nirmanakaya presenta las enseñanzas en un lenguaje no simbólico que utiliza el significado literal de las palabras. De esta manera mucha gente puede beneficiarse de ello. El cumplimiento del Nirmanakaya es que él se manifiesta con el fin de impartir enseñanzas que puedan ser seguidas y estudiadas.


Traducción del inglés: Josep Ferrer – Blanes, Enero 1999

Capturado de Internet ( http://www.kagyu.org )
Esta enseñanza fue dada por el Venerable Traleg Rimpoche en Noviembre de 1989
en Karma Triyana Dharmachakra, Woodstock, Nueva York,
y editada para Densai por Sally Clay

Respuesta  Mensaje 3 de 3 en el tema 
De: Thenard Enviado: 14/05/2010 22:18
Según dicen las enseñanzas, cuando tomamos refugio en las tres joyas del budismo, estamos actualizando un acto de confianza y entrega en Buda, Dharma y Sangha (dicho en términos más occidentales: Belleza, Verdad y Bondad respectivamente), lo cual significa abrirse a nuestra auténtica naturaleza, que se manifiesta en el exterior como siendo las tres joyas. La devoción o entrega a ellas va disolviendo y purificando las obstrucciones que surgen de identificarnos con nuestro ego. La devoción nos recuerda la humildad ante la inmensidad que nos rodea y nos contiene (“el mar, el tiempo, alrededores de lo que no podemos medir y nos contiene”), pues la escalera de la vida carece fundamentalmente de un “yo”, ya que ninguno de sus peldaños posee una sensación de identidad inherente, sino que es el “yo” quien se identifica con los peldaños, generando ese apego y rechazo que va configurando los estadios de desarrollo del ego. Y así es hasta que finalmente -en un salto al vacío- el yo deja de lado la escalera: dentro y fuera, sujeto y objeto, forma y vacuidad… pierden entonces todo su significado.

Tal como yo lo entiendo, esto puede verse como el despliegue de la forma y la vacuidad enervados por el amor-compasión. Esto es para mí el yoga y la meditación: una experiencia unitiva y de no dualidad. Como se dice en la Prajñaparamita, “la forma es el vacío, el vacío es la forma; no hay vacío aparte de la forma y no hay forma aparte del vacío”. En este sentido, cada sonido será una resonancia natural de lo inexpresable y cualquier pensamiento es como el gozo vacío de la unidad de la compasión y la vacuidad. En el momento en que uno reconoce la vacuidad de los fenómenos se eleva en nosotros una compasión universal y no conceptual por todos los seres inmersos en el océano del sufrimiento samsárico a causa de nuestro apego al mundo exterior y al propio ego . Creo que la práctica de la meditación y el yoga es un buen entreno en la toma de conciencia, en la re-sacralización de la vida; es un trabajo que ha de trascender las múltiples facetas del egocentrismo integrando en cada aspecto de la vida cotidiana las nociones de vacuidad de existencia independiente del yo y de los fenómenos por un lado, y la de Bodhichita en tanto amor y compasión, por otro lado. Siguiendo el proceso de unión armoniosa entre Espíritu y Materia (“el espíritu es la metáfora de la infinitud de la materia”), bien podríamos decir que la compasión es vacuidad en acción, mientras que la vacuidad es compasión en contemplación. Por otro lado, el hecho de considerar a todos los seres a través de la óptica del amor incondicional constituye un requisito esencial para llegar a percibir la pureza de lo relativo, de la forma, de lo que nos rodea (algo que los vehículos tántricos y la práctica del vajrayana llevan a la práctica mediante la visualización de las deidades; las cuales desempeñan en el plano de la forma el mismo papel que los mantras en el plano del sonido). Esta consciencia se enriquece con la abertura hacia lo otro, con el amor despierto, lúcido.

Esto nos descubre el significado de la impermanencia: la vida ya estaba ahí antes de que llegáramos nosotros. Ella siempre ha estado fluyendo. Ésta es la lección de rendimiento que nos regala la vida: una humildad gozosa, no resentida. ¿Por qué no dejarnos fluir sintiéndonos unidos a cada partícula de vida? Dejémonos penetrar. También nosotros somos una metáfora de la infinitud del Espíritu, una metáfora donde la Vacuidad se reencarna cada vez que un ser humano (el sabio, la naturaleza búdica de todo ser) suelta la escalera. Aquí radica la suerte de poder situarnos devocionalmente ante las tres joyas, actualizando e integrando las enseñanzas para compartirlas con los demás y juntos recrear el templo divino.

La sabiduría es la recreación unificada (no fragmentada en compartimentos estancos, como ha pretendido la modernidad) de las dimensiones estética, científico-cognitiva y moral; es una metáfora que integra ese movimiento incesantemente creativo donde “todo yo (Buda o Belleza) se convierte en Dios, todo nosotros (Sangha o Bondad) se transforma en la más sincera veneración a Dios y todo ello (Dharma o Verdad) se convierte en el templo más resplandeciente de Dios” .

Me gustaría hacer una reflexión sobre la profunda correspondencia existente entre yo-belleza-buda, sociedad-bien-sangha y otredad-espíritu-dharma:
La sabiduría es ser yo, la sabiduría es ser nosotros, la sabiduría es ser lo otro.
La sabiduría es Belleza, la sabiduría es Bien, la sabiduría es Espíritu.
La sabiduría es Buda, la sabiduría es Sangha, la sabiduría es Dharma.

Quizá a partir de esta reflexión podamos atisbar la figura del sabio más nítidamente:
Sabio es quien ha integrado mente, cultura y naturaleza (budha, sangha y dharma) o, lo que es igual, quien reconoce en esas tres facetas los diferentes rostros del Espíritu o Vacuidad y sintoniza con Él o Ella, respetando por igual la Belleza, la Bondad y la Verdad, que es lo mismo que saber integrar esas otras joyas de nuestra cultura occidental: la estética, la ética y la ciencia. Estas joyas fueron fatalmente fragmentadas por la modernidad, y es tarea de nuestro tiempo y de todos nosotros reintegrarlas. Sabio es quien ha sido capaz de descubrir la mentira del ego, ésa que nos inculcó el sentimiento de una identidad separada. Sabio es quien descubre que el yo último (Belleza) es la naturaleza búdica, y que todo “yo”, todo ser sensible, participa de esa naturaleza búdica. Todos somos miembros de la asamblea de todos los seres (Sangha): ésta es la dimensión ética, la bondad última.

Nos dejamos empapar de espacio, como la caracola se inunda de mar, para dejarnos vaciar por la Vacuidad (interdependiente y no dual) y ésta –o el Espíritu- pueda verse a través de nosotros, que no somos más que claridad inseparable de la luz que la engendra. Esto es para mí la meditación: acostumbrarse a ser una ola que surge en el océano para reabsorberse en el mismo océano. La meditación sirve para “acostumbrarnos” a ser conscientes de ese vaivén de la infinitud de la cual somos una fugaz metáfora. ¿Qué son sino nuestros pensamientos y emociones?

“Conocerte o estudiarte a ti mismo es olvidarte de ti mismo y si te olvidas de ti mismo todas las cosas te iluminan”, decía Dogen.


 
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