LUCÍA
 
Lucía es
rubia y pálida. Sus quietas pupilas de princesa vagamente miran hacia el
ocaso, y en su frente se muere una ilusión.
 v
Las
violetas
de sus
grandes ojeras melancólicas parece que presienten el intenso olor del
camposanto y el incienso de preces funerarias y
católicas.
 
Sobre su
falda tiene un libro abierto... Mueve el aire los árboles del huerto, y a
la hoja del libro va una hoja
otoñal...
 
( En el libro se refiere cómo besa una hoja que se
muere a una rosa carnal que se deshoja... )
Qué sutil
gracia tiene tu amor, Amada!
 
Hoy las
rosas eran más rosas y las palomas blancas, más blancas y la risa del niño
paralítico del paseo de invierno estaba
suspensa,
quieta, azul y diluida para ti y para mí.
 
¡Qué sutil
gracia tiene tu amor, Amada!
Dámaso
Alonso
Soldeluna
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