Ciudades, Islas y Costa Atlántica

Portugal guarda orgullosa un perfil recortado, una línea de arena y espuma, y se deja acariciar por la brisa del mar.
Poseedor de un misterio que perdura hace más de 800 años, este país es genuinamente diverso y aquí todos los dualismos surgen y se entrecruzan: el pasado y el presente, la herencia cultural y la alegría de vivir.

LISBOA:

Una de las pocas capitales europeas con río y mar, fue el punto de acogida de muchas llegadas y partidas, que tuvieron como punto álgido la época de los Descubrimientos.
En Lisboa y en su región se encuentran los principales monumentos de estilo manuelino, como la Torre de Belém y el Monasterio de los Jerónimos, que se exhiben a la luz intensa de esta ciudad. El moderno espacio de ocio del Parque de las Naciones demuestra que la relación con el río, incluso hoy, todavía se mantiene. Aquí encontrará los edificios que albergaron la última exposición mundial del siglo XX, en 1998.

Por otra parte, el viajero no se puede perder los pintorescos barrios medievales de Alfama y Morería, coronados por el Castillo que, con Barrio Alto en el lado opuesto, confluyen en la Baixa, el corazón de la ciudad.

A pie, en tranvía, autobús turístico, en un crucero, o desde los miradores encantadores de las siete colinas,lo importante es descubrir Lisboa desde una perspectiva distinta. De cualquier manera, deja que Lisboa te seduzca y te de razones para volver.

Coja el tranvía 28 con dirección a uno de los barrios más característicos de la ciudad, Alfama, y descubra un poco de la historia y vida lisboeta en cada calle, en cada esquina, en cada iglesia.
Sube una de las siete colinas para encontrar un barrio lleno de historia y seducción, el Chiado. Inspírese y tome un café allí donde escritores y artistas emblemáticos de la cultura portuguesa del siglo XIX lo solían hacer a diario. Elije tu mirador y elige tu recuerdo de Lisboa para siempre.

Lisboa vista desde el Tajo, con los barrios antiguos superpuestos, es una de las mejores opciones de visitar la ciudad y ver lo importante que es el río para ella. El crucero comienza en la estación fluvial de la Plaza del Comercio, con el Castillo y Alfama como telón de fondo. En la colina siguiente, se alza el Barrio Alto, con la Baixa en medio, abierta al río en la magnífica Plaza del Comercio, puerta de entrada de Europa en la época de los Descubrimientos. Seguidamente pasa el puerto y el Puente 25 de Abril, dirigiéndose a la zona monumental de Belém, donde descubrimos el Padrão de los Descubrimientos en primer plano. Justo delante, se ensancha la desembocadura, donde el río se convierte en mar, en ese punto la Torre de Belém cautiva todas las miradas. Con ritmo lento y saboreando la brisa y el sol, el crucero alcanza de nuevo la Plaza del Comercio.

Santuario de Nuestra Señora de Fátima, Portugal | 101Viajes.com