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Jesús el Hombre: La dueña de la Hostería y Jesús
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De: yosis  (Mensaje original) Enviado: 17/08/2009 15:07

 

 

LA  DUEÑA  DE  LA  HOSTERÍA  Y JESÚS.

 

Yolanda Silva Solano.

 

 

“A la dueña de la hostería griega Jesús le dijo: Entrega tu hospitalidad como la que recibe a los hijos del Altísimo.  Eleva los esfuerzos de tu quehacer diario a los altos niveles de un verdadero arte mediante la creciente comprensión de que lo que entregas a las personas, a Dios se lo entregas, porque El habita en ellas por su espíritu que ha descendido para residir dentro del corazón de los hombres, para transformar de esta manera la mente y conducir el alma de ellos al conocimiento del Padre del Paraíso y de todos los dones otorgados por el espíritu divino”1475.

 

¡Que manera más hermosa de dignificar el quehacer cotidiano de la dueña de la hostería!  Jesús no le pide que deje sus ocupaciones para escuchar el nuevo evangelio, sólo le pide que lo mismo que hace a diario lo haga con otro espíritu, que recuerde y vea en cada uno de sus huéspedes a un hijo del Altísimo, a un hijo de Dios.  “Ver a Dios por la fe, significa adquirir verdadero discernimiento espiritual.  El discernimiento espiritual, aumenta la guía del Ajustador y juntos terminan por aumentar la conciencia de Dios.  Cuando conoces al Padre, estás seguro de la filiación divina y puedes amar cada vez más a cada uno de tus hermanos en la carne, no sólo como hermano, con amor fraterno, sino también como padre y afecto paterno” porque “un padre amante no vacila en perdonar a su hijo muchas veces” y “se regocija al devolver el bien por el mal” 1575.

 

“Aunque no podamos ver a Dios, podemos conocerlo y viviendo diariamente la voluntad del Padre celestial, podemos revelarlo a nuestros semejantes”1453, pero “no veo como puedo regocijarme en la paternidad de Dios, si rechazo la fraternidad del hombre”1454.  “No podemos buscar a Dios por medio del conocimiento, pero podemos conocerlo en nuestro corazón por medio de la experiencia personal” 1453.

 

“Jesús trato de aclarar que este mundo, no debe ser considerado un enemigo, porque las circunstancias de la vida, constituyen un plan divino que actúa en conjunto con los hijos de Dios”1579.  Cada uno de nosotros está donde debe de estar, las circunstancias que nos rodean son los medios que tenemos a nuestro alcance para crecer moral, social y espiritualmente.  “Cada vez que intentamos escapar al deber que nos impone la vida diaria, fugándonos hacia remotas tentaciones, nos ponemos al instante en manos de aquellas influencias, que no están regidas por los poderes de la verdad, ni por la fuerza de la justicia” 1428.

 

“La fe salvadora nace en el corazón humano cuando la conciencia moral del hombre comprende que los valores humanos, pueden ser transformados en experiencia mortal, de lo material a lo divino, del tiempo a la eternidad”1118. Nada espiritual se puede conseguir si no es a través de la materia de la cual estamos hechos, por eso es que no debemos despreciar nuestra condición humana ni ponerla a ella como un pretexto para nuestros fines superiores, pues sin ella no hay evolución posible, debemos “vivir una vida celestial, mientras estamos en la tierra, mediante la diaria sumisión a la voluntad del Padre celestial” 1430.

 

“Es la experiencia de vivir esta vida lo que es importante”435, pero para poder tener experiencia de la vida debemos darnos cuenta de todo lo que en ella nos está pasando y el por qué.  Esto requiere de tiempo y dedicación, el cual muchas veces nos es difícil encontrar en medio de la confusión y apuro en el cual estamos sumergidos, sin embargo la mayoría de nuestros problemas se aminorarían o desaparecerían si  nos diéramos el tiempo para “encontrar a Dios por nosotros mismos y conocerle en nuestra propia alma” 1732.

 

“La verdad divina no debe ser rechazada porque el canal de su transmisión sea aparentemente humano”1733, la ocupación más humilde, el oficio más repetitivo, puede enseñarnos grandes verdades si lo hacemos unidos a nuestro Ajustador y viendo en que forma, podemos dignificar y santificar lo que estamos haciendo, porque “cuando empezamos a encontrar a Dios en nuestra alma, pronto comenzamos a descubrirlo en el alma de otros hombres”1733, porque “la gran cosa de toda experiencia humana, es el llegar a conocer a Dios cuyo espíritu vive dentro de nosotros y procura conducirnos por ese largo camino a la presencia de nuestro Padre común, el Dios de toda la creación, el Señor de los Universos”1474.

 

“No podemos buscar a Dios por medio del conocimiento, pero si podemos conocerlo en nuestro corazón, por medio de la experiencia personal”1453 y cuando logramos esta cercanía con Dios, el deja de ser algo teórico y lejano, deja de ser un dogma incomprensible y se transforma en nuestro amigo porque “el verdadero Dios no está lejos, es parte de nosotros, su espíritu nos habla desde dentro de nosotros”45 y si nos hacemos expertos en escuchar su voz “creceremos cada vez más en la habilidad de sentir la presencia de Dios”1733.

 

“No existe la criatura en Dios, sino que Dios vive en la criatura.  Sabemos que en Él moramos porque vive en nosotros, nos ha dado su espíritu.  El don del Padre del Paraíso es el compañero inseparable del hombre.  Es el Dios presente que lo abarca todo.  El espíritu del Padre sempiterno se oculta en la mente de todos los hijos mortales.  El hombre sale a buscar a un amigo y ese mismo amigo vive dentro de su propio corazón” 45.

 

¡Qué diferente sería nuestra vida si realmente tomáramos conciencia de esta presencia divina que mora dentro de nosotros y que no está allí para ser nuestro juez castigador sino para ser nuestro amigo, para ayudarnos y guiarnos con el amor y el desinterés que tienen los amigos verdaderos!  “Lo que quiere ser y hacer una imaginación humana, iluminada y reflexiva que ha recibido la enseñanza y la guía espiritual, se torna irremediablemente creativo, según sea el grado de dedicación que el individuo ha puesto en cumplir la voluntad del Padre porque cuando el hombre se asocia con Dios, puede ocurrir y de hecho ocurren, realmente cosas grandiosas” 1497.

 

Jesús dijo: “cuando mis hijos tengan autoconciencia de la seguridad de la presencia divina, esa fe les expandirá la mente, les ennoblecerá el alma, les reforzará la personalidad, les aumentará la felicidad, les profundizará la percepción espiritual y aumentará su capacidad de amar y ser amados”1766, porque “cuando hayas alcanzado al Padre en el cielo, será porque buscándole te habrás hecho cada vez más semejante a Él” 1475.



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