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El L. de Urantia y el Universo: El mal es una energía
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De: yosis  (Mensaje original) Enviado: 17/08/2009 20:43

El Mal es una energía.

 

Yolanda Silva Solano.

 

El Mal es una palabra que designa una energía que se ha vuelto negativa por la ausencia del Bien, de la misma forma que la oscuridad es la ausencia de luz. Ambos son extremos de una misma recta.

 

El mal, es mucho más que un concepto, es una energía que el ser humano alimenta con sus acciones y pensamientos porque “la iniquidad albergada consciente y persistentemente en el corazón del hombre, va destruyendo poco a poco la conexión establecida por la oración en el alma humana, con los circuitos espirituales de comunicación entre el hombre y su Hacedor.  Cuando el corazón humano alberga deliberada y constantemente los conceptos de iniquidad, se produce gradualmente una pérdida de comunión personal entre el hijo terrenal y su Padre celestial”1638 y permite que la energía del mal aparezca en su vida y en sus actos.

 

“El hombre encuentra difícil comprender plenamente el significado y entender el sentido del mal, del error, del pecado y la iniquidad. El hombre es lento en la percepción de que la perfección y la imperfección, contrastes que producen el potencial del mal, porque la verdad y la falsedad contrapuestas, crean el error desconcertante y el don divino de la elección del libre albedrío, resulta en los reinos divergentes del pecado y la rectitud, que la búsqueda persistente de la divinidad, conduce al reino de Dios, en contraste con su continuo rechazo, que conduce a los dominios de la iniquidad.” 613

 

El mal ha existido siempre en la tierra, Caín mató a Abel en los inicios, por eso tal vez el mal sea necesario para poder resaltar el bien, todo tiene que tener una contra parte, del mismo modo que la noche es la que precede al día.

 

El hombre necesita de los polos opuestos para comprender, por eso podríamos decir que el mal sólo es la ausencia de Dios porque “las limitaciones humanas, el mal potencial, no son parte de la naturaleza divina, pero la experiencia mortal con el mal y todas las relaciones del hombre con él, son ciertamente una parte de la autorrealización en constante expansión, que tiene Dios en los hijos del tiempo, que son criaturas de responsabilidad moral.” 316

Si no tuviésemos la libertad de elegir entre el bien y el mal, seríamos robots acondicionados y nuestras mentes casi no tendría razón de ser, por eso “El Padre celestial, al dotarte de la facultad de elegir entre la verdad y el error, creó el negativo potencial del camino positivo de la luz y la vida, pero los errores del mal no existen realmente hasta el momento que una criatura inteligente quiera que existan, por una mala elección de su manera de vivir.”

 

El mal es una energía similar a la electricidad, ella depende totalmente del uso que hagamos de ella. Según el enfoque que se adopte, uno recibe su beneficio o su castigo. Cuando enciendes una lámpara, tiene luz. Si accionas la perilla de un receptor de radio, puedes escuchar música. Ahora bien, toca un cable directamente con tu mano y tendrás consecuencias desastrosas, la decisión está en lo que cada uno quiera hacer.

 

Muchas pueden ser las definiciones y los usos de la energía, pero lo esencial y a la vez desconocido, es que ella no se destruye, sólo cambia  su forma, se transforma, pero no puede nacer de la nada, ni tampoco desaparecer y esto se debe a que “el plan universal para el mantenimiento del equilibrio entre la materia y la energía, necesitan que se hagan y se deshagan constantemente unidades materiales menores.”175

El mal es la ausencia del bien, pero puede ser aminorado y también transmutado por la presencia del bien porque ambos son energías que emergen de nuestra mente. Mediante técnicas especiales, es posible canalizar la energía en forma adecuada, de tal manera que influya positivamente en vez de causar los estragos del mal. Esto es muy fácil de comprobar en los trastornos energéticos del cuerpo, que afectan tanto la salud mental como la física, porque en verdad “somos lo que pensamos” todo está en nuestra mente, la cual aunque “no es de evolución física, depende por completo de la capacidad cerebral” 670 y de nuestro estado de conciencia que nos permite ir más allá de lo aparente, para llegar al significado de los acontecimientos.

Si fuésemos capaces de mirar el mal, no como una desgracia de nuestros tiempos, ni tampoco como una obra del demonio engendrado en algunos gobernantes o en los especuladores del mercado, nos daríamos cuenta que cada uno de nosotros tiene en sus mentes el poder de revertirlo y entonces sería mucho más fácil el hacer que el mal perdiera fuerza en la faz de la tierra

Es una excusa liviana y fácil culpar a Dios o al diablo, de todo lo malo que ocurre en vez de mirar en nuestro interior y ver ¿que hacemos nosotros para mejorar o empeorar nuestro planeta? “Las ideas pueden originarse en el mundo exterior, pero los ideales nacen sólo en los reinos creadores del mundo interior. Actualmente las naciones del mundo son dirigidas por hombres que tienen superabundancia de ideas, pero gran pobreza de ideales. Esta es la explicación de la pobreza, guerra, y odios raciales”1220.  Pero el culpar a los gobernantes tampoco es excusa, porque ellos son elegidos por nosotros mismos, especialmente en las naciones que se llenan la boca al llamarse democráticas y soberanas. No son los gobernantes los que cambian el país, son los gobernados los que eligen a los gobernantes que no hacen nada por hacer cambios positivos.

¿Pensamos alguna vez que la calidad de nuestros pensamientos, es un aporte para la destrucción o para el mejoramiento del planeta? Si tomáramos conciencia del poder creador de nuestros pensamientos, de nuestra palabra, seguramente seríamos más cuidadosos con ellos. Cada pensamiento negativo, cada desborde de ira o de odio, van enrareciendo el ambiente planetario, de la misma forma que un auto en mal estado contamina el aire, porque no estamos solos, formamos parte de un Todo en donde todo tiene una repercusión planetaria. “Las familias, los grupos, las naciones, las razas, los mundos, los sistemas, las constelaciones y los universos son relaciones de asociación que poseen individualidad y por tanto, cada integrante  de cada grupo, grande o pequeño, cosecha los beneficios y sufre las consecuencias de la rectitud y de la maldad de cualquier otro miembro del grupo al que corresponde.” 619

Si tomamos real conciencia de lo que es la energía y de cómo influye en nuestra vida y en el mantenimiento del universo, estaremos mucho más alertas a no permitir que energías contaminadas por el rencor, la ira, el desaliento o el miedo nos invadan, porque la puerta de entrada a cualquier clase de energía es nuestra mente, ella “es siempre creadora, la dote mental de un individuo”1216

“Cuando la creatividad se torna destructiva, os enfrentáis con la devastación del mal y del pecado, la opresión, la guerra y la destrucción. El mal, es una parcialidad de la creatividad que tiende hacia la desintegración y destrucción final.” 1221 pero que está en nuestras mentes el transmutar esa negatividad con lo positivo de nuestras emociones y nuestra fe y confianza en Dios.

 

“El Padre celestial, al dotarte de la facultad de elegir entre la verdad y el error, creó el negativo potencial del camino positivo de la luz y la vida, pero los errores del mal no existen realmente hasta el momento que una criatura inteligente quiera que existan, por una mala elección de su manera de vivir.  Estos males se elevan posteriormente a la categoría de pecado, mediante la elección consciente y deliberada de esa misma criatura obstinada y rebelde.  Por eso nuestro Padre que está en los cielos, permite que el bien y el mal continúen juntos su camino hasta el final de la vida, al igual que la naturaleza permite que el trigo y la cizaña crezcan juntos hasta el momento de la siega” 1429.

Mientras vivamos encerrados en nuestro cuerpo mortal, tenemos que aprender a convivir con el mal o más bien aprender a transmutar lo negativo en positivo, cambiando la polaridad como hacen los alquimistas espirituales que no se dejan vencer por el mal, porque  “la capacidad de albergar el error o de experimentar el mal, no se perderá por completo hasta que el alma humana ascendente, no alcance los niveles finales de los espíritus. La bondad siempre será más una búsqueda que una posesión, más una meta que una experiencia de logro.” 1458

 

Por eso el camino de la evolución tiene comienzo, pero no tiene fin y ella se debe realizar en el día a día, porque “la experiencia real no tiene sustituto cósmico. La experiencia es inseparable de la existencia viva, es la única cosa que ninguna dote divina puede absolverte de la necesidad de obtener mediante la vida real.” 1195

Si tomamos real conciencia de lo que es la energía y de cómo influye en nuestra vida y en el mantenimiento del universo, estaremos mucho más alertas a no permitir que energías contaminadas por el rencor, la ira, el desaliento o el miedo nos invadan, porque la puerta de entrada a cualquier clase de energía es nuestra mente, ella “es siempre competente para producir un cuerpo adaptable y servible para la identidad de la criatura viviente.”1216

En estos días que se habla tanto de cambiar las energías que perjudican al planeta por energías renovables, pongamos nuestra mente a trabajar para que sea capaz de transmutar el mal por bien, porque nuestras actuaciones tienen repercusión cósmica, porque “en todo el universo, cada unidad está considerada como una parte del todo. La supervivencia de la parte depende de su cooperación con el plan y la intención del todo, del deseo sincero y de la disposición perfecta para hacer la divina voluntad del Padre. Si existiera un mundo evolutivo sin errores (sin posibilidad de juicios imprudentes), sería un mundo sin inteligencia libre."52

 

 

 

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