Rocío de luna blanca

Presentación del libro - Abril 2006

"Es un libro oportuno". Así definió María Teresa Campos el libro Rocío de luna blanca, una biografía que acaba de publicar la editorial Espejo de Tinta, cuyo prólogo firma la presentadora en compañía del periodista Enrique Miguel. "Ahora que se habla tanto de Rocío por culpa de su enfermedad, es oportuno que echemos la vista atrás y miremos de dónde viene la artista y la persona", dijo Campos a cuento de la nutrida colección de fotos que constituyen el grueso principal del libro.

Desde sus comienzos como cantante, hasta sus recientes días en Houston, el repaso gráfico a la vida de Rocío Jurado muestra estampas íntimas y posados rotundos de la chipionera en todo su esplendor. "Que nadie busque polémica en estas páginas, que este libro es un homenaje", advirtió la presentadora de televisión, quien anunció que parte de los beneficios de la venta irán a parar a la Asociación Española Contra el Cáncer.


Tras la rueda de prensa, María Teresa explicó las razones que le han llevado a colaborar en este libro, cuyos beneficios irán destinados a la Asociación Epañola Contra el Cáncer: "Lo he hecho porque el libro me pareció bonito, por el fin benéfico al que era y porque he hecho el prólogo a medias con Enrique", y se refirió al hecho de que en el prólogo destaque la faceta personal de la Jurado por encima de la artística: "Para ser cualquier cosa en la vida hay que ser un buen ser humano, aunque no siempre el arte ha ido unido a esa condición", señaló.

Rocío Jurado, Una biografía íntima

Febrero 2006 - Por: Juan Soto Viñolo

Asi es el libro sobre Rocio Jurado

Concha Piquer, sentada en el salón de su casa en la madrileña Gran Vía, invitaba a cantar a la novata que tenía delante.

-Bien, empiece señorita, la escucho.

La jovencísima Rocío Jurado, 18 años entonces, había logrado gracias a una recomendación que la leyenda de la copla le prestara oídos y quiso agasajarla interpretando dos canciones suyas. Pero la reacción de la Piquer no fue la esperada.

-¿Cómo te atreves a cantar mis creaciones?, -preguntó airada doña Concha. Artistas consagradas no se han atrevido a cantar una sola de mis canciones y tú, niñita, que acabas de llegar del pueblo, tienes la osadía de hacerlo en mi casa. Si has de triunfar en Madrid, será por tu linda cara. Buenas tardes.

Rocío salió a la calle, del brazo de su madre, llorando.

Este desencuentro que tanto disgustó a la chipionera es recogido por Juan Soto Viñolo en Rocío Jurado. Una biografía íntima, que mañana pone a la venta La Esfera de los Libros. En sus páginas, el periodista muestra la cara más luchadora de la cantante, quien sigue batallando contra la enfermedad en la clínica Anderson, en Houston.

Cuando Manolo Caracol supo lo sucedido en casa de Concha Piquer, se lee en Una biografía íntima, le quitó hierro al asunto: «Lo que ha pasado es que Rocío es la hija que ella hubiera querido tener, con esa voz», le dijo.

El mítico cantaor fue de los primeros en oler la proyección de Rocío Jurado y pronto le hizo un hueco en el cartel de Los Canasteros, el tablao que Caracol poseía en Madrid. Pese al apadrinamiento, la temperamental Jurado no dudó en propinarle un puñetazo cuando Caracol, seducido por su singular belleza, se sobrepasó. Y no fue el único artista que supo de la furia de la que en 1968 sería elegida Lady España, el precedente del actual título de Miss España. Bambino (Miguel Vargas Jiménez) también recibió una patada en cuanto se le fue la mano. Y Picoco (Vicente Pantoja) acabó con la camisa hecha jirones tras pretender besarla.

Los primeros compases de Rocío Jurado en el ruedo amoroso no fueron muy afortunados. Se enamoró, siendo adolescente, de un chipionero guapo y de buena cuna. Y como ella sólo era la hija de un zapatero, la familia de él se las arregló para apartarla de su lado. Años después, cambió el cuento. Ella, rica, se lo encontró a él, pobre, sirviendo cervezas en un chiringuito de playa. La hija del zapatero acabó comprando las fincas de vides de la familia que la repudió.

El camino hacia el éxito fue una continua batalla desde la nada.Cuando tenía 13 años, el padre murió y Rocío, la mayor de tres hermanos, tuvo que trabajar de costurera, y se le llenaron las manos de callos recogiendo uvas, patatas y guisantes... Siempre con el gusanillo del cante por dentro. Para convencer al nuevo cabeza de familia, el abuelo, de que su único camino era la canción y de que tenía que tentar la fortuna en Madrid, tuvo que ponerse en huelga de hambre durante una semana. «Vete, pero con tu madre», acabó cediendo éste y dándole 8.000 pesetas para que emprendiera la aventura en 1961.

Una biografía íntima recuerda también a la Rocío Jurado más transgresora.Esa que revolucionó el vestuario de la copla soltándose el pelo y colgando la bata de cola para dar paso a trajes más atrevidos.Sonada fue su actuación en abril de 1972 en TVE en la que apareció vistiendo una capa que le cubría hasta los tobillos. En medió de la canción se la quitó y surgió un escueto traje de raso negro que hizo que el escandalizado censor ordenara colocarle un chal.El episodio lo cuenta José María Iñigo en Ahora hablo yo porque por televisión el único plano que se vio en pantalla fue el de la cara de la cantante. Rocío Jurado siguió rompiendo moldes protagonizando en 1976 la película La Querida, dirigida por Fernando Fernan Gómez, que llegó a ser prohibida en alguna ciudad como Córdoba.

Con todo, el trago más amargo para Rocío Jurado fue la muerte de su madre, inseparable desde que la acompañara a Madrid a buscarse la vida como artista. Murió en 1978 víctima de un cáncer de páncreas, precisamente la enfermedad a la que se enfrenta ahora Rocío Jurado.A la memoria de madre le dedicó una emotiva canción que tuvo que quitar del repertorio porque se le hacía un nudo en la garganta cada vez que intentaba interpretarla: «Algo se me fue contigo, madre/ Algo se me fue prendido, madre/ en las alas de tu alma, madre/ o en el último suspiro, madre/ Algo siento que me falta, madre».


 

El escritor y periodista Fernando Gracia desvela los grandes enigmas que envuelven la figura de la cantante Rocío Jurado en su libro "Grandes secretos", que alcanza su segunda edición.

La obra, que se presenta como "la biografía más respetuosa" de la intérprete andaluza, revela al lector datos de interés, muchos de ellos inéditos, sobre la personalidad de Rocío Jurado, su infancia, formación, amores y encontronazos con la vida, entre ellos su lucha contra la grave enfermedad que le fue diagnosticada.

La obra está compuesta por diez capítulos, el primero de los cuales refiere sus primeros años en el seno de una humilde familia de Chipiona, Cádiz, donde aprendió a venerar a la Virgen de la Regla, de la que se convertiría en ferviente devota. En el tercer capítulo, Gracia, quien trabó amistad con la cantante, cuenta el viaje de la joven Rocío a Madrid en un vagón de ferrocarril de madera, tras dejar atrás los campos de su Andalucía natal.

"La maldición gitana de doña Concha Piquer" es el título del cuarto episodio en el que el autor ofrece testimonios de su talento natural sobre el escenario.

Con diecisiete años, Rocío Jurado graba su primer disco y aparecen publicadas sus primeras y únicas fotos eróticas. En el quinto capítulo también se cuenta su difícil tránsito de la copla a la balada a requerimiento de las discográficas en los últimos años del franquismo, antes de su definitivo salto al estrellato.

El amor ha jugado un papel muy importante en la azarosa vida sentimental de Rocío, como pone de relieve Gracia en el sexto jalón de su biografía.

Varios de los secretos de la mujer que enamoró a toda una generación de españoles se revelan en el séptimo capítulo, donde se recoge una de las frases extraídas del credo artístico y humano de Rocío: "Y si te mueres en un tema, pues te mueres, y te dices, vale, me tengo que morir, ahí va, me muero, pero con gloria, no con miedo y en un triste rincón".

Posteriormente llegan los premios, los reconocimientos y también las depresiones, también la expectativa de un contrato con la multinacional EMI por más de 172 millones de las antiguas pesetas.

Felicidad y lágrimas

El noveno capítulo está dedicado al torero José Ortega Cano, "el marido que Rocío se merece", su tumultuosa boda, la llegada de los hijos y de la anhelada estabilidad emocional.

La biografía se cierra con las páginas dedicadas a la lucha que Rocío entabla contra el cáncer de páncreas, una enfermedad que nubla los últimos años de la cantante y de la que Fernando Gracia ofrece un emotivo testimonio.





 Literatura basura - Diario hoy - Por Angeles Peñalver


La edición de 'Rocío Jurado. La biografía más respetuosa' está en la calle. Y lo peor es que este libro rubricado por Fernando Gracia -experto en este tipo de publicaciones- no habla del aspecto artístico de la 'Más Grande', sino que se anuncia así: «Descubrimos un dato impresionante de su enfermedad. Grandes secretos». En ese 'repasito respetuoso' a la vida de la Jurado, aparecen datos como que a los 17 años la chipionera vio publicadas sus primeras y únicas fotos eróticas. Qué esperar de este literato que también tiene en su bibliografía 'Lo que Lady Di se llevó a la tumba'. Los resultados están en las librerías de medio mundo a unos precio nada asequibles.