El importante paso de ser un “No Masón” a ser un Profano.

Profano es  aquel que no es Masón, pero que está ya listo para la iniciación masónica, así es el candidato que pretende ingresar a la Masonería, se le llama “Profano” del latín “Profanus” voz compuesta por “pro” (delante) y de “Fanum” (Templo) traduciéndose como “Aquel que se encuentra fuera del templo”, otra definición de esta palabra es “Aquel que no es consciente de lo sagrado”… o sea del “Templo”…  por tanto no podemos llamar profanos a cualquier ser humano que no sea masón, sin en específico aquel que está en la previa labor y en la labor de ser juramentado aprendiz de masón. La palabra profano puede parecerles a muchos algo insultante y peyorativa , pero no es así, solamente es un tecnicismo masónico , para denominar así a los candidatos que se encuentran frente al Templo Masónica. Sé que la palabra “Profano” para muchos es algo así como algo manchado algo sucio , algo que ha sido adulterado , por ello muchas personas se ofenden si les llaman profanos, pero este no es el caso en Masonería.

Pero , que alegoriza todo esto, para La Masonería nosotros pasamos por la vida con los ojos vendados, para Gurdjieff nosotros pasamos la vida en un estado de sueño profundo aunque aparentemos estar despiertos, para Cristo nosotros somos Muertos en Vida , pero para esto el hombre y la mujer pueden quitarse la venda que nos cubre los ojos y ver la realidad (esto según la Masonería); lo mismo nosotros podemos despertar del sueño (Según Gurdjieff), y así , nosotros podemos pasar  de ser unos muertos en vida para obtener la vida eterna (según Jesucristo).

La prueba de pasar la iniciación a  ojos vendados es común a todas las obediencias masónicas. Es especial y alegórica  en más de una forma.

 Este es de hecho el único caso, aparte de la iniciación, por supuesto, donde un "profano" (profano persona justo a ser iniciada) puede ser introducido en el espacio sagrado (la logia), incluso mientras el trabajo está en progreso.

El estar a ojos vendados crea un ambiente psicológico y  momento especial, porque la Logia funciona de una manera ligeramente diferente: el Venerable Maestro / Venerable Maestra da la palabra directamente a los hermanos / hermanas con un simple movimiento de la mano, sin el golpe del mazo y sin pasar por supervisión de los Vigilantes . Por tanto, la disciplina masónica  ya no está garantizada de la misma forma.

 Por otro lado, el neófito a ojos cubiertos  produce en un momento particular del proceso de adhesión del laico: las tres indagaciones han pasado, pero aún no se ha registrado la posible ceremonia de iniciación. En este intermedio, el laico o profano  es acogido en el corazón de la Logia, aunque todavía no es seguro que será iniciado.

 Es cierto que en la logia se leyeron los informes de los investigadores y se votó favorablemente por el cual los hermanos decidieron continuar con el procedimiento de admisión. Pero en este punto, no se hace nada y no hay vínculo entre los miembros de la Logia y el laico.

 Debido a que es un momento delicado, conviene examinar en detalle las pruebas a los que se sujetara el profano.

En este momento justo , los masones quienes participamos en la iniciación , reflexionamos si aún estamos a ojos vendados o ya pudimos retirar la venda que cubría nuestros ojos, esto nos hace recordar nuestra propia iniciación y nuestras pretensiones de que, luego es que si pudimos o no abrir los ojos, luego que se nos retiró la venda que cubría nuestros ojos.  Y es ahí donde nos preguntamos los masones ¿Luego que se nos retiró la venda que cubría nuestros ojos , abrimos los ojos o aun los mantenemos cerrados?

La  iniciación en Masonería seria el largo camino hacia el despertar de nuestra propia consciencia. Tal vez alguno no lo tomen así, y la alegoría de los ojos vendados , les resulte a muchos  inclusive algo bastante cómico; cuantas veces no hemos sido testigos de que masones a la hora de la iniciación , se pasan haciendo travesuras , haciendo chunga, burla, y  lo que podría ser un momento muy solemne pasa a ser algo ridículo.  

 En muchas logias alrededor del mundo justo al momento de ingresar un profano en el templo, se le hace pasar por debajo de una espada, tranca de madera  u obstáculo , por lo cual el profano es obligado a inclinarse y pasar por debajo de este obstáculo para así poder soltarlo, todo mientras tiene los ojos vendados, por lo cual los expertos tienen que ayudarlo. Así, la entrada del profano  al espacio sagrado es alegóricamente  por la puerta baja, símbolo de la humildad necesaria para acceder a un luminoso mundo superior de la consciencia objetiva. Por supuesto, el profano no está completamente consciente de lo que está sucediendo. La venda que le cubre los ojos le impide comprender plenamente lo que se le hace experimentar. Pero el objetivo no es iniciar, sino sensibilizar al lego a algo nuevo. Muchos ven en este paso iniciático la alegoría  de cuando el bebé para nacer tiene que hacerlo  por el estrecho espacio de la vagina; así este paso es entre las dos columnas que alegorizan las dos piernas de nuestra madre, y que el profano tiene que pasar entre ellas por alegorizar el nacimiento del Bebé , y su entrada a esta vida.

 El objetivo también es saber si el profano está preparado para su nueva vida. ¿Está de acuerdo en someterse a lo que se le pide? ¿Está dispuesto a pagar el precio? ¿Está listo para entregarse a sí mismo? ¿A desnudarse del Alma? ¿Sufrir el fuego de las preguntas? ¿Está dispuesto a Caminar por el camino de la Verdad?

 Con los ojos vendados, tal cual siendo un nonato no ve al estar en la matriz de su madre , el profano se sumerge en la oscuridad del útero, un anticipo del gabinete de la reflexión . Está frente a sus pensamientos, frente a sí mismo. Tendrá que mostrarse tal como es. Tendrá que revelarse sin mentir, sin orgullo, sin vergüenza: así se revela la venda de los ojos, se decore el velo.

 El Reglamento General de las diferentes obediencias masónicas da pocos detalles sobre las modalidades de organización del paso bajo este obstáculo; algunos lo han suprimido , otros ni saben que existe.

Por tanto, parece que depende de cada logia organizar o no  el paso bajo este obstáculo cuando se pasa al postulante entre columnas,  todo será de acuerdo con sus propios términos.

 En un nivel práctico, esto es para permitir a los miembros de la logia ver al laico y hacerle preguntas para saber más sobre él y sus intenciones.  

 Pero ¿Para qué un Interrogatorio?, ¿qué estamos tratando de averiguar exactamente? En realidad, el punto es si el profano podría ser digno de ser parte de la masonería o no.

 Sin embargo, la masonería se define como una alianza de hombres y mujeres libres de buena moral, de todas las razas, todas las nacionalidades y todas las creencias, con el objetivo de mejorar la humanidad y mejorar la condición humana. Además, los masones practican la ayuda y la asistencia. Buscan la Verdad, respetan los pensamientos de los demás y promueven la reconciliación de los opuestos. Obedecen la ley y se comportan como ciudadanos ilustrados y disciplinados.

 Esto es lo que la ceremonia de iniciación a ojos vendados permite comprobar.

No se trata conocerlos como en ese momento  son , sino saber hasta dónde pueden llegar a ser.

No se trata de saber lo que piensa el profano, sino de saber lo que busca.

No se trata de juzgar sus opiniones o sus creencias, sino de medir su templanza y su sinceridad.

No se trata de conseguir que revele sus posiciones políticas, filosóficas o religiosas, sino de saber si busca superarse y mejorar la condición humana.

Se trata menos de escuchar sus respuestas que de intentar conocer su estado de ánimo, su “estado de apertura”.

Por lo tanto, los miembros darán al menos tanta importancia a la forma de responder del lego o profano como al contenido de sus respuestas.

En cualquier caso se tendrá la oportunidad de ir conociendo aún más  a los aprendices de masón , conforme pasan las sesiones masónicas o tenidas

Seguro el No Masón que lea esto piense que luego de leer esto ,no le impactará cuando pase por la prueba iniciática a ojos vendados, pero no es así, yo ya antes de haberme iniciado masón había leído al respecto y claro que de todos modos me impactó  y creo aún más , pero yo tenía otra idea de esta prueba a ojos vendados, y vivenciarlo es otra cosa muy diferente. Es como leer todos los libros de experiencias de arrojarse en de un avión en paracaídas, y otras es experimentarlo en carne propia, así la iniciación y prácticamente toda la vida masónica, es toda una experiencia.   Sabemos por tanto  que pasar por la experiencia masónica de la iniciación a ojos vendados  es una toda  auténtica prueba para el profano. Este último accede a entrar con los ojos vendados en un lugar que no conoce. Confía en los presentes a los cuales ni ve ni reconoce por su timbre de voz, pues muchas veces no son quienes lo apadrinaron, acepta jugar un juego en el que él solo se arriesga.

Al aceptar esto, da un gran paso hacia nosotros la gran familia masónica universal , de hecho, toma lo esencial. Las preguntas que siguen serán no tan  incidentales.

Desorientado, impresionado, "humilde", el profano, por supuesto, no podrá razonar correctamente. Él (o ella) solo puede responder con palabras sencillas, a preguntas sencillas pero demasiado profundas.

 No se tratará de realizar un interrogatorio, porque ya se conocen su vida, sus antecedentes  y su curso, pues se ha investigado su vida antes de integrarlo a la Orden Masónica. No se tratará de realizar una novatada, porque al aceptar la prueba, el profano ya se ha puesto en condiciones de humildad ante la Gran Masonería Universal.

 Por otro lado, la ética y el principio de libertad y protección de los derechos humanos implican respetar la vida privada del lego o profano y no aprovechar su posición de inferioridad para hacerle preguntas demasiado íntimas, a las que él se sentiría obligado a responder con sinceridad. A final de cuentas entendemos que las respuestas que nos brinde durante la iniciación no son para nosotros, sino respustas  para él mismo  o para ella misma, para que las pondere ...

Alcoseri