Juana Pavón es una de las más destacadas poetas hondureñas. Con ella me he cruzado por las calles de Tegucigalpa, y hemos coincidido en bares y eventos. Hoy, Día Mundial de la Poesía, comparto en CAJÓN DE HISTORIAS uno de sus poemas más hermosos, por describir con profunda belleza esta ciudad de la furia a la que es imposible no querer y odiar a la vez, a la que no es fácil llegar y de la que uno nunca se marcha.
Tegucigalpa de barro y humo
al más allá de lo inevitable
Tegucigalpa marginada y rota
Tegucigalpa de privilegios
contraste de mis contrastes
depósito de miseria y lágrimas
en esas calles ya conocidas
mil y mil veces recorridas
ciudad de nadie pero amada
en un cuerpo otrora hermoso
atrapar mis pies vagabundos
y transformar mi vivir intenso
pero no cortaste mis manos
Tegucigalpa de noche y día
¡ay! Tegucigalpa de mis amores
sin respetar ni perdonar mi juventud
envejeces pero aquí conmigo
cloaca testigo de mis tragedias
aunque tenga tristes mis días
vivir aquí me obliga a algo
¡ay Tegucigalpa de mis amores!