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De: Yaxi (Mensaje original) |
Enviado: 17/07/2009 05:57 |
POEMA DE LAS COSAS
Imagen: www.enfemenino.com
Quizás estando sola, de noche, en tu aposento oirás que alguien te llama sin que tu sepas quién y aprenderás entonces, que hay cosas como el viento que existen ciertamente, pero que no se ven…
Y también es posible que una tarde de hastío como florece un surco, te renazca un afán y aprenderás entonces que hay cosas como el río que se estan yendo siempre, pero que no se van…
O al cruzar una calle, tu corazón risueño recordará una pena que no tuviste ayer y aprenderás entonces que hay cosas como el sueño, cosas que nunca han sido, pero que pueden ser…
Por más que tu prefieras ignorar estas cosas sabrás por qué suspiras oyendo una canción y aprenderás entonces que hay cosas como rosas, cosas que son hermosas, sin saber que lo son…
Y una tarde cualquiera, sentirás que te has ido y un soplo de ceniza regará tu jardín y aprenderás entonces, que el tiempo y el olvido son las únicas cosas que nunca tienen fin.
José Ángel Buesa
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De: Yaxi |
Enviado: 17/07/2009 05:58 |
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EL GRAN AMOR
Un gran amor, un gran amor lejano es algo así como la enredadera que no quisiera florecer en vano y sigue floreciendo aunque no quiera.
Un gran amor se nos acaba un día y es tristemente igual a un pozo seco, pues ya no tiene el agua que tenía pero le queda todavía el eco.
Y, en ese gran amor, aquel que ama compartirá el destino de la hoguera, que lo consume todo con su llama porque no sabe arder de otra manera.
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De: Yaxi |
Enviado: 17/07/2009 05:59 |
ESTA VIEJA CANCIÓN
José Angel Buesa
..Esta vieja canción que oí contigo,
y que contigo di por olvidada,
surge del fondo de la madrugada
como la voz doliente de un amigo.
(Yo sé que la mujer que va contigo
no puede adivinar en mi mirada
que esa canción que no le dice nada,
le está diciendo lo que yo no digo.)
..Y, al escuchar de pronto esa tonada,
comprendo la amargura de un mendigo
ante una puerta que le fue cerrada.
..Pero intento reír, y lo consigo...
como si no me recordara nada
esta vieja canción que oí contigo.
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De: Yaxi |
Enviado: 27/10/2009 06:48 |
- BEBED.- DICE EL AMOR JUNTO A LA FUENTE
CUYA CORRIENTE CLARA DICE TAMBIÉN: -BEBED
Y COMO A CADA SORBO TU SED ES DIFERENTE
AL SECARSE LA FUENTE, TENDRÁS LA MISMA SED.
SONRIE, JARDINERA QUE EN SURCO TE INCLINAS
Y BUSCAS EL SECRETO PROFUNDO DE LAS COSAS.
NO PIENSES QUE LAS ROSAS SE AFEAN CON ESPINAS,
SINO QUE LAS ESPINAS SE EMBELLECEN CON ROSAS.
JUGUÉ AL AMOR CONTIGO CON VANIDAD TAN VANA,
QUE MARQUÉ CON LA UÑA LOS NAIPES QUE TE DÍ.
Y ESTE EXTRAÑO JUEGO DONDE PIERDE EL QUE GANA
GANÉ TAN TRISTEMENTE, QUE TE HE PERDIDO A TI.
FUE UN AMOR DEL QUE APENAS QUEDARÍA,
LO QUE QUEDA DEL VIENTO CUANDO EL VIENTO PASÓ.
Y YO DOBLO LA ALMOHADA COMO TU, TODAVIA....
Y TU MARCAS LOS LIBROS, A VECES, COMO YO...
JOSÉ ANGEL BUESA
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De: Yaxi |
Enviado: 15/11/2010 05:27 |
Poema del poema.
Quizás pases con otro que te diga el oído esas frases que nadie como yo te dirá; y, ahogando para siempre mi amor inadvertido !te amare mas que nunca....y jamás lo sabrás!
La desolada estrofa, como si fuera un ala, voló sobre el silencio...Y tu estabas allí: Allí en el más oscuro rincón de aquella sala, estabas tú, escuchando mis versos para tí.
Y tú, la inaccesible mujer de ese poema que ofrece su perfume pero oculta su flor, quizás supiste entonces la amargura suprema de quien ama la vida porque muere de amor.
Y tú, que nada sabes, que tal vez ni recuerdes aquellos versos tristes y amargos como el mar, cerraste en un suspiro tus grandes ojos verdes, los grandes ojos verdes que nunca he de olvidar.
Después, se irguió tu cuerpo como una primavera, mujer hoy y mañana distante como ayer... vi que te alejabas sin sospechar siquiera ¡que yo soy aquel hombre...y tú aquella mujer!
Jose Angel Buesa. |
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De: Yaxi |
Enviado: 15/11/2010 08:22 |
Poema del renunciamiento
Pasarás por mi vida sin saber que pasaste,
pasarás en silencio por mi amor y al pasar
fingiré una sonrisa como un dulce contraste del dolor de quererte...y jamás lo sabrás.
Soñaré con el nácar virginal de tu frente,
soñaré con tus ojos de esmeraldas de mar,
soñaré con tus labios desesperadamente,
soñaré con tus besos... y jamás lo sabrás.
Quizás pases con otro que te diga al oído
esas frases que nadie como yo te dirá
y, ahogando para siempre mi amor inadvertido,
te amaré más que nunca... y jamás lo sabrás.
Yo te amaré en silencio... como algo inaccesible,
como un sueño que nunca lograré realizar
y el lejano perfume de mi amor imposible
rozará tus cabellos... y jamás lo sabrás.
Y si un día una lágrima denuncia mi tormento,
-- el tormento infinito que te debo ocultar --
te diré sonriente: "No es nada... ha sido el viento".
Me enjugaré la lágrima... ¡y jamás lo sabrás!
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De: Yaxi |
Enviado: 15/11/2010 20:46 |
La Sed Insaciable
Decir adiós... La vida es eso. Y yo te digo adiós, y sigo... Volver a amar es el castigo de los que amaron con exceso
Amar y amar toda la vida, y arder en esa llama. Y no saber por qué se ama... Y no saber por qué se olvida...
Coger las rosas una a una, beber un vino y otro vino, y andar y andar por un camino que no conduce a parte alguna.
Sentir más sed en cada fuente y ver más sombra en cada abismo, en este amor que es siempre el mismo, pero que siempre es diferente.
Porque en sordo desacuerdo de lo soñado y lo vivido, siempre, del fondo del olvido, nace la muerte de un recuerdo.
Y en esta angustia que no cesa, que toca el alma y no la toca, besar la sombre de otra boca en cada boca que se besa.
José Ángel Buesa.
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De: Yaxi |
Enviado: 15/02/2011 21:45 |
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De: Yaxi |
Enviado: 15/02/2011 22:03 |
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De: Yaxi |
Enviado: 17/02/2011 17:12 |
Nocturno VII
Ahora que ya te fuiste, te diré que te quiero.
Ahora que no me oyes, ya no debo callar.
Tú seguirás tu vida y olvidarás primero...
Y yo aquí, recordándote, a la orilla del mar.
Hay un amor tranquilo que dura hasta la muerte,
y un amor tempestuoso que no puede durar.
Acaso aquella noche no quise retenerte...
y ahora estoy recordándote a la orilla del mar.
Tú, que nunca supiste lo que yo te quería,
quizás entre otros brazos lograrás olvidar...
Tal vez mires a otro, igual que a mí aquel día...
Y yo aquí, recordándote, a la orilla del mar.
El rumor de mi sangre va cantando tu nombre,
y el viento de la noche lo repite al pasar.
Quizás en este instante tú besas a otro hombre...
Y yo aquí, recordándote, a la orilla del mar...
Y yo aquí, recordándote, a la orilla del mar...
José Ángel Buesa
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De: Yaxi |
Enviado: 17/02/2011 17:13 |
Canción del amor lejano
Canción del amor lejano Ella no fue, entre todas, la más bella, pero me dio el amor más hondo y largo. Otras me amaron más; y, sin embargo, a ninguna la quise como a ella.
Acaso fue porque la amé de lejos, como una estrella desde mi ventana... Y la estrella que brilla más lejana nos parece que tiene más reflejos.
Tuve su amor como una cosa ajena como una playa cada vez más sola, que únicamente guarda de la ola una humedad de sal sobre la arena.
Ella estuvo en mis brazos sin ser mía, como el agua en cántaro sediento, como un perfume que se fue en el viento y que vuelve en el viento todavía.
Me penetró su sed insatisfecha como un arado sobre llanura, abriendo en su fugaz desgarradura la esperanza feliz de la cosecha.
Ella fue lo cercano en lo remoto, pero llenaba todo lo vacío, como el viento en las velas del navío, como la luz en el espejo roto.
Por eso aún pienso en la mujer aquella, la que me dio el amor más hondo y largo... Nunca fue mía. No era la más bella. Otras me amaron más... Y, sin embargo, a ninguna la quise como a ella.
José Angel Buesa |
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