En 1905, un niño de 11 años llamado Frank Epperson dejó por accidente durante toda la noche una taza con una bebida preparada con saborizante en polvo y agua. A la mañana siguiente, Frank vio la mezcla congelada aún con el agitador de madera, así que saboreó el hielo sosteniéndolo del palito de madera. Así nació la paleta de hielo.