industria alimentaria. Con el objetivo de facilitar la vida de los consumidores
y ofrecer mejores (y más duraderos) productos abaratando los costes, la industria
comenzó a ofrecer alimentos empaquetados. Tantos, que hoy en día los excesivos
embalajes se han convertido en un verdadero problema. El año pasado, cada
ciudadano europeo generó una media de 31 kilos de residuos plásticos al
año, como revela un informe de Eurostat.
�Nuestra prioridad es concienciar a la sociedad para evitar plásticos y
reducir el desperdicio alimentario, que asciende a aproximadamente un
tercio de los alimentos producidos�, señala Torregrosa. Ese es uno de
los motivos que ha hecho que los negocios a granel crezcan cada vez más
en las ciudades y su popularidad crezca entre los ciudadanos. ¿Quieres saber
por qué es la mejor alternativa? Te damos siete motivos para
pasarte a este modo de compra y ayudar, cada día, a proteger el medio ambiente.
1. Frenar el despilfarro alimentario
No siempre necesitamos la cantidad que viene en los paquetes que venden
los supermercados y muchas veces no lo usamos, con lo que el producto se e
cha a perder. Comprar solo la cantidad necesaria, ya sea mucha o poca, reduce
el la cantidad de alimentos que acaban en la basura. Además, también mejora
nuestra economía, ya que normalmente comprar productos a granel es más barato.
2. Fomentar el consumo responsable
Comprar a granel no solamente reduce de manera drástica el plástico que
invade de forma preocupante nuestros mares y océanos, sino que además
fomenta la política de residuo cero. Ya es un gesto habitual llevar bolsas de
tela en el bolso� Y, dentro de poco, también lo será ver cómo llevamos
nuestros propios envases al supermercado para comprar los productos frescos.
3. Ver el producto
Muchas veces, cuando compramos productos envasados, el paquete nos
impide ver lo que hay dentro y el estado en que se encuentra� Lo que
muchas veces provoca sorpresas desagradables. Sin embargo, si nos llevamos
a casa productos a granel, tenemos siempre a la vista lo que metemos en la
cesta y eso, además de contribuir a la protección del medio ambiente, nos
genera más confianza en lo que estamos adquiriendo como consumidores.
4. Apostar por alimentos de cercanías y ecológicos
Este tipo de comercios locales prima el producto cercano, en la medida de lo
posible. Esa apuesta es significativa para el planeta, ya que reduce considerablemente
las emisiones de CO2 generadas por el transporte de las mercancías desde su
lugar de origen hasta la tienda. Además, gran parte de los establecimientos
cuentan con certificado ecológico que garantiza su compromiso medioambiental.
5. Apoyar a los pequeños comercios y agricultores
La venta a granel, lejos de las grandes superficies, permite que los productores, agricultores y
pequeños comerciantes puedan acceder al mercado con más facilidad para vender sus
productos. Así, además de poder trazar la procedencia de lo que consumimos de manera
más sencilla, se eliminan intermediarios que encarecen el precio
final del producto sin que eso repercuta en quien lo cultiva.
6. Comer más variado
Comprar en este tipo de establecimientos a granel permite adquirir
cantidades más pequeñas, lo que hace que podamos probar alimentos
distintos más fácilmente y ampliar así la variedad de nuestra
alimentación. Además, la filosofía que subyace detrás de estos negocios es
ofrecer alimentos frescos y renovados con frecuencia, que
también nos permitan comer sano y cuidar más nuestra alimentación.
7. Proteger el medioambiente