Y cuando las mirdas no sean
suficiente poesía me dedicaré
a bajarte las estrellas, a desnudarte
el pensamiento, y te besaré el alma,
te cuidaré esas obras de arte a las
que llamas cicatrices, y verás
que en cada sonrisa tuya habrá
un poco de mí, y en cada paso
que des hoy e incluso en los que
darás mañana, estaré cntigo en
todo momento, porque el amor es
el motivo pero tú, amor; tú eres
magia.
Sam Chevalier
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