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Archivo Histórico.: Ami. El niño de las estrellas.
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Respuesta  Mensaje 1 de 19 en el tema 
De: javierocrates  (Mensaje original) Enviado: 18/06/2009 16:59
El libro Ami (el niño de las estrellas) fue publicado por  la participante laluna en el año 2004. Lo rescato para que forme  también parte del archivo histórico de fuentesdepaz en GabitoGrupos.







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Respuesta  Mensaje 5 de 19 en el tema 
De: javierocrates Enviado: 07/07/2009 11:41
Capítulo 4
¡La policía!
Llegamos a la primera calle iluminada por el alumbrado público. Serían las once de la noche. Me parecía una aventura transitar sin mi abuelita tan tarde por el pueblo, pero me sentía protegido al lado de Ami.
Mientras caminábamos, él se detenía a mirar la luna entre las hojas de los eucaliptus, a veces, me decía que escuchásemos el croar de las ranas, el canto de los grillos nocturnos, el rumor lejano del oleaje. Se detenía a aspirar el aroma de los pinos, de las cortezas de árbol, de la tierra, a observar una casa que le parecía bonita, una calle o un rinconcito en una esquina.
-Mira qué hermosos esos farolitos... como para pintarlos... Fíjate cómo cae la luz sobre esa enredadera... y esas antenitas recortadas contra las estrellas... La vida no tiene otro propósito que el de disfrutar sanamenta de ella, Pedrito. Procura poner atención a todo lo que la vida te brinda... La maravilla se encuentra a cada instante... Intenta sentir, percibir, en lugar de pensar. el sentido profundo de la vida se encuentra más allá del pensamiento... ¿Sabes Pedrito? la vida es un cuento de hadas hecho realidad... es un don hermoso que Dios te brinda... porque Dios te ama...
Sus palabras me hacían ver las cosas desde un nuevo punto de vista. Me parecía increible que ese mundo fuese el habitual, el de todos los días, al cual yo jamás prestaba atención... Ahora me daba cuenta de que vivia en el Paraíso, sin haberlo notado antes...
  
Caminando llegamos a la plaza del balneario. Unos jóvenes estaban a la puerta de una discoteca, otros conversaban en el centro de la plaza. El lugar estaba tranquilo, especialmente ahora que la temporada llegaba a su fin.
Nadie se fijaba en nosotros, a pesar del traje de Ami; tal vez pensaban que se trataba de un disfraz inocente...
Imaginé qué pasaría si supieran la clase de niño que paseaba por aquella plaza; nos rodearian, vendrían los periodistas y la televisión...
-No gracias -dijo ami leyéndome la mente-. No quiero que me crucifiquen...
No comprendí qué quiso decir.
-En primer lugar, no lo creerían; pero si al fin lo hicieran, me detendrian por haber ingresado "ilegalmente". Luego pensarían que soy espia y me torturarian para obtener información... Después , los médicos querrían echar un vistazo al interior de mi cuerpecito...- Ami reía mientras relataba posibilidades tan negras.
Nos sentamos en un banco, en un lugar algo retirado. Yo pensé que los extraterrestres deberían ir mostrándose poco a poco, para que la gente se fuera habituando a ellos, y luego un día presentarse abiertamente.
-Algo parecido estamos haciendo, pero mostrarnos abiertamente... Ya te di tres razones por las cuales es inutil hacerlo. ahora te daré una mas, la principal: está prohibido por las leyes.
-¿Por cuáles leyes?
-Las leyes universales. en tu mundo hay leyes ¿verdad?. en los mundos civilizados también hay normas generales que todos deben respetar, una de ellas es no interferir en el desarrollo evolutivo de los mundos inzivilizados.
-¿Inzivilizados?
-Llamamos incivilizados a los mundos que no cumplen los tres requisitos básicos...
-¿Cuáles son?
-Los tres requisitos que debe cumplir un mundo para que se considere civilizado son: primero, conocer la Ley fundamental del universo; una vez que se conoce y se practica esta Ley, es muy fácil cumplir las otras dos. Segundo, constituir una unidad, deben tener un solo Gobierno Mundial. Tercero, deben organizarse de acuerdo a la Ley fundamental del universo.
-No entiendo mucho. ¿Cual es esa ley del fundamento... de qué?
-¿Ves?, no la conoces -se burlaba de mi-, no eres civilizado.
-Pero yo soy un niño... creo que los adultos sí la conocen. los científicos, los presidentes...
Ami rió con muchas ganas.
-¡Adultos... científicos... presidentes! Esos menos que nadie, salvo alguna rara excepción.
-¿cuál es esa ley?
-Te la diré mas adelante.
-¿En serio? -me entusiasmé al pensar que conocería algo que casi todos ignoran.
-Si te portas bien -bromeó.
Comencé a meditar en esa prohibición de intervenir en los planetas incivilizados.
-¡Entonces tú estás violando esa ley...! -expresé con sorpresa.
-¡Bravo! no pasaste por alto ese detalle.
-Claro que no. Primero dices que está prohibido intervenir; sin embargo, tu estás hablando conmigo...
-Esto no es intervenir en el desarrollo evolutivo de la Tierra. Mostrarse abiertamente, comunicarse masivamente sí lo sería. Esto es parte de un "plan de ayuda".
-Explica mejor, por favor.
-Es un tema complejo. No te puedo explicar todo, porque no entenderías, tal vez más adelante lo haga; por ahora sólo te diré que el "plan de ayuda" es una especie de "medicina", que debemos ir administrando en forma dosificada, suave, sutilmente... muy sutilmente...
-¿Cual es esa medicina?
-Información.
-¿Información; qué información?
-Bueno, después de la bomba atómica comenzaron los avistamientos de nuestras naves. Eso lo hicimos para que vayan teniendo evidencias de que no son los únicos seres inteligentes del universo, eso es información. Luego hemos aumentado la frecuencia de esos avistamientos, eso es más información. Después iremos dejando que nos filmen. Al mismo tiempo, establecemos pequeños contactos con algunas personas, como tu, y también enviamos "mensajes" en frecuencias mentales. Esos "mensajes" están en el aire, como las ondas de radio, llegan a todas las personas; algunas tienen "receptores" adecuados para captarlas, otras no. Quienes las reciben pueden creer que se trata de sus propias ideas; otros, que se trata de inspiración divina; todavía otros, que son enviadas por nosotros. algunos expresan esos "mensajes" bastante distorsionados por sus propias ideas o creencias; pero hay quienes los expresan casi puros.
-¿Y después, van a aparecer ante todo el mundo?
-Si es que no se autodestruyen, y siempre que se cumplan los tres requisitos básicos. No puede ser antes.
-Me parece egoismo que no intervengan para evitar la destrucción -le dije, un poco molesto.
Ami sonrió y miró hacia las estrellas.
-Nuestro respeto por la libertad ajena implica dejarles alcanzar el destino que merezcan. La evolución es algo muy delicado, no se puede intervenir, sólo podemos "sugerir" cosas, muy sutilmente, y a través de personas "especiales", como tu...
-¿Cómo yo; qué tengo yo de especial?
-Tal vez más adelante te lo diga, por el momento sólo debes saber que tienes cierta "condición", y no necesariamente "cualidad"... Yo debo irme pronto, Pedrito. ¿Te gustaría volver a verme?
-Claro que si, he llegado a estimarte en este corto tiempo.
-Yo también a tí, pero si quieres que vuelva, debes escribir un libro relatando lo que viviste junto a mi; para eso he venido, es parte del "plan de ayuda"...
-¡Yo escribir un libro; pero si no se escribir libros!
-Hazlo como si fuese un cuento infantil, una fantasía... si no, te creerán mentiroso o loco; además, debes dirigirlo a los niños. Pídele ayuda a ese primo tuyo aficionado a escribir. Tú relatas y él toma nota.
Al parecer, Ami sabía más de mi que yo mismo...
-Ese libro será también información. Mas de lo que hacemos, no nos está permitido. ¿Te gusta que no exista la menor posibilidad de que una civilización avanzada de malvados venga a invadir la Tierra?
-Sí.
-¿Ves? Pero si ustedes no dejan de lado su maldad y nosotros les ayudamos a sobrevivir, pronto estarían intentando dominar, explotar y conquistar otras civilizaciones del espacio... pero el universo civilizado es un lugar de paz y de amor, de confraternidad. Además, hay otro tipo de energías muy poderosas. La energía atómica al lado de ellas es como un fósforo al lado del sol... No podemos correr el riesgo de que una especie violenta llegue a poseer esa energía y a poner en peligro la paz de los mundos evolucionados, y menos, que llegue a producir un descalabro cósmico...
   

-Estoy muy intranquilo, Ami.
-¿Por el peligro de descalabro cósmico?
-No. Porque creo que ya es demasiado tarde...
-¿Tarde para salvar la humanidad, Pedrito?
-No. Para acostarme.
Ami se desternillaba de la risa.
-Tranquilo, Pedrito. Vamos a ver a tu abuelita.
Tomó el pequeño televisor de la hebilla de su cinturón. Apareció mi abuelita durmiendo con la boca entreabierta.
-Disfruta realmente del sueño .bromeó.
-Estoy cansado. Quisiera dormir yo también.
-Bueno, vamos.
Caminábamos hacia mi casa cuando enfrentamos un vehículo policial. Los agentes vieron a dos niños solos a esas horas de la noche, detuvieron el automóvil, bajaron y se dirigieron hacia nosotros. Me dio mucho miedo.
-¿Qué hacen ustedes a esta hora por aquí?
-Caminar... disfrutar de la vida -contestó muy tranquilo Ami
 
-¿Y ustedes? ¿trabajando? ¿cazando malandrines? -y rió como de costumbre. Yo me asusté aun más de lo que estaba, al ver la confianza que Ami se estaba tomando frente a los policias; sin embargo, a ellos les hizo gracia la actitud de mi amigo, rieron con él. Intenté reir yo también, pero debido a mis nervios no pude hacerlo.
-¿De dónde sacaste ese traje?
-De mi planeta -respondió con desplante total.
-Ah, eres un marciano.
-Marciano, justamente, no, pero soy extraterrestre.
Ami respondía con alegría y despreocupación, en cambio mi inquietud aumentaba.
-¿Y dónde está tu "ovni"? -preguntó uno de ellos observando a ami con cierto aire paternal. Creia que se trataba de un juego infantil; sin embargo, él sólo decía toda la verdad.
-Lo tengo estacionado en la playa, bajo el mar. ¿Verdad, Pedrito? -yo no sabía qué hacer. Procuré sonreir y sólo me salió una mueca bastante idiota, no me atreví a decir la verdad.   
-¿Y no tienes pistola de rayos? -Los uniformados disfrutaban del diálogo, ami también, pero yo estaba cada vez más confundido y preocupado.
-No necesito. Noasotros no atacamos a nadie. Somos buenos.
-¿Y si te sale un malo con un revolver como éste? -le mostró el arma fingiendo verse amenazante.
-Si me va a atacar, lo paralizo con mi fuerza mental.
-¿A ver? paralízanos a nosotros.
-Encantado. El efecto les durará diez minutos.
Los tres reían muy divertidos. De pronto, Ami se quedó quieto, se puso serio y los miró fijamente. Con una voz muy extraña y autoritaria les ordenó:
-Quédense inmóviles durante diez minutos. No pueden, no pueden moverse... ¡Ya! -u se quedaron totalmente paralizados con una sonrisa, en la posición que estaban.
-¿Ves Pedrito? Así  hay que decir la verdad, como si fuera un juego de fantasía -me explicó, mientras les tocaba la nariz o les jalaba suavemente los bigotes a los policias, petrificados con una sonrisa que comenzó a parecerme trágica, debido a las circunstancias. Todo aumentaba mi temor.
-¡Huyamos, alejémonos de aquí, pueden despertar! -expresé, tratando de no hablar muy fuerte.
-No te preocupes, todavia falta mucho para que se cumplan los diez minutos -dijo, y comenzó a moverles las gorras. Yo solo quería estar muy lejos de allí.
-¡Vamos, vamos!
-Ya estás pre-ocupado otra vez, en lugar de disfrutar del momento... bien, vamos -dijo resignado. Se acercó a los sonrientes policias y con la misma voz anterior les ordenó:
-Cuando despierten, habrán olvidado para siempre a estos dos niños.
Al llegar a la primera esquina doblamos hacia la playa y nos alejamos del lugar. Me sentí más tranquilo.
-¿Cómo hiciste eso?
-Hipnosis, cualquiera puede.
-Me parece que no todas las personas son hipnotizables. Pudo haberte tocado una de ellas.
-Todas las personas son hipnotizables -dijo ami-, además, todas están hipnotizadas...
-¿Qué quieres decir?... Yo no estoy hipnotizado... estoy despierto.
Ami se rió bastante de mi afirmación.
-¿Recuerdas cuando veniamos por el sendero?
-Sí lo recuerdo.
-Allí todo te pareció diferente, todo te resultó hermoso, ¿verdad?
-Ah, si... parece que ahí si que venía hipnotizado... ¡Tal vez tu me hipnotizaste!
-¡Estabas despierto! ahora estás dormido, creyendo que la vida no tiene ninguna maravilla, que todo es peligroso. Estás hipnotizado, no escuchas el mar, no percibes los aromas de la noche, no tomas conciencia de tu caminar ni de tu vista, no disfrutas de tu respiración. Estás hipnotizado con hipnosis negativa, estás como esa gente que cree que la guerra tiene algún sentido "glorioso", como los que suponen que quienes no comparten sus hipnosis son sus enemigos, como quienes piensan que lo que se lleva puesto por fuera le otorga algún valor a la persona; todo eso es hipnosis, todos están hipnotizados, dormidos. Cada vez que alguien comienza a sentir que la vida o un momento es hermoso, entonces está comenzando a despertar.
Un persona despierta sabe que la vida es un paraiso maravilloso y lo disfruta de instante a instante... pero no pidamos tanto en un mundo incivilizado... Pensar que algunos se suicidan... ¿te das cuenta qué barbaridad? ¡se suicidan!.
-Visto así, como lo dices, tienes razón... ¿Cómo fue que esos policias no se molestaron con tus bromas?
-¡Porque les toqué el lado bueno, el lado infantil!
-¡Pero ellos son policias!
Me miró como si acabara de decir una estupidez.
-Mira, Pedrito, toda la gente tiene un lado bueno, un lado infantil. Casi nadie es totalmente malo. Si quieres, vamos a una cárcel y buscamos al peor criminal...
-No, muchas gracias...
-En general, la gente es más buena que mala, incluso en este planeta. Todos creen estar haciendo un bien con lo que hacen. Algunos se equivocan, pero no es maldad, es error. es cierto que cuando se duermen se ponen serios y hasta peligrosos, pero si les llegas pore el lado bueno, te devuelven lo bueno de ellos; si les llegas por el lado malo, te devuelven lo malo; sin embargo, a todos les gusta en algún momento jugar.
-¿Entonces por qué en este mundo hay más infelicidad que felicidad?
-No son las personas las malas, sino los viejos sistemas que usan para organizarse. La gente ha evolucionado, los sitemas han quedado atrasados. Malos sistemas hacen sufrir a las personas, las van volviendo infelices, y al final las llevan a cometer errores. Pero un buen sistema de organización mundial es capaz de transformar a los malos en buenos.
Yo no comprendí mucho de sus explicaciones.

Respuesta  Mensaje 6 de 19 en el tema 
De: javierocrates Enviado: 07/07/2009 11:42
Capítulo 5 (PRIMERA PARTE)
¡Raptado por los extraterrestres!
 
-Ya llegamos a tu casa. ¿Te vas a dormir?
-Sí. Estoy realmente agotado, no doy más. ¿Y tu, qué vas a hacer?
-Volveré a la nave. Iré a dar una vuelta por las estrellas... Quería invitarte, pero si estás tan
cansado...
-¡Ahora ya no!... ¿En serio?... ¿me llevarías a dar una vuelta en tu "ovni"?
-Claro, ¿pero tu abuelita?...
Ante una posibilidad tan extraordinaria como la de pasear en un "platillo volador" se me fue todo el cansancio, estaba fresco y lleno de vitalidad, se me ocurrió inmediatamente la forma de salir sin que me echasen de menos.
-Me serviré la cena, dejaré el plato vacio sobre la mesa, luego pondré mi almohada bajo la ropa
de cama, para que si mi abuelita se levanta crea que estoy durmiendo en casa, dejaré esta ropa
por ahí y me pondré otra. Lo haré con mucho cuidado y en silencio.
-Perfecto, estaremos de vuelta antes de que ella despierte. No temas nada.
Hice todo de acuerdo a lo calculado, pero cuando quise comer la carne, me dió asco y no pude
hacerlo. Unos minutos más tarde caminábamos hacia la playa.
-¿Cómo subiré a tu nave?
-Entraré nadando al agua, luego traeré el vehículo hasta la playa.
-¿No te dará frio meterte en el mar?
-No. Este traje resiste mucho más frio y calor de lo que imaginas... Bien, voy a buscar la nave.
Tú, espérame aquí y cuando aparezca no te asustes.
-Oh, no; ya no les temo a los extraterrestres. -Me hizo gracia su recomendación innecesaria...
Ami avanzó hacia las suaves olas, se internó en el mar y comenzó a nadar. Un poco más allá
desapareció del alcance de mi vista, en la oscuridad, pues la luna se había ocultado tras unas nubes más bien tenebrosas...
Tuve tiempo para pensar a solas por primera vez desde la aparición de Ami... ¿Ami?... ¡Un
estraterrestre!... ¿Era de verdad o había sido un sueño?
Esperé largo rato y comencé a inquietarme. No me sentí muy seguro... yo solo ahí, en una oscura
playa terriblemente solitaria... Iba a enfrentarme a una nave extraterrestre... La imaginación me hacía ver sombras extrañas y movedizas entre las rocas, en la arena, emergiendo de las aguas. ¿Y si Ami fuera un ser perverso disfrazado de niño, hablando de bondad para obtener mi confianza?... ... ... ¡No! no podía ser... ... ... ¿Raptado por una nave extraterrestre?...
En esos momentos apareció ante mis ojos un espectáculo terrorífico: debajo del agua un resplandor amarillo verdoso comenzaba a ascender lentamente, luego asomó una cúpula que giraba, con luces de muchos colores... ¡Era verdad! ¡Yo estaba contemplando una nave de otro mundo!
Después apareció el cuerpo del vehículo espacial, obalado, con ventanillas iluminadas. Emitía una luz entre plateada y verde. Fue una visión que no me esperaba, sentí verdadero terror. Una cosa es hablar con un niño... ¿niño?... con cara de bueno... ¿máscara?... y otra cosa es estar parado solo, en una playa, en la oscuridad de la noche y ver aparecer una nave de otro mundo... un "ovni" que viene a buscarlo a uno, a llevárselo lejos...
Olvidé al "niño" y todo lo que me había dicho. Para mi aquello se transformó en una máquina infernal, venida quién sabe de qué sombrío mundo del espacio, llena de seres monstruosos y crueles que venian a raptarme. Me pareció de un tamaño
mucho mayor que el del objeto que yo había visto caer al agua horas antes.
Comenzó a acercarse a mí, flotando a unos tres metros por sobre las aguas. No emitía ningún sonido, el silencio era espantoso, y se acercaba, se acercaba irremediablemente. Quise salir huyendo. Hubiera deseado no haber conocido jamás a ningún extraterrestre, quería volver el tiempo atrás, estar durmiendo tranquilo cerca de mi abuelita, a salvo, en mi camita, ser un niño normal y vivir una vida normal. Eso era una pesadilla; no podía correr, no podía dejar de mirar a ese monstruo luminoso que venia a llevarme... tal vez a un zoológico espacial...
Cuando estuvo sobre mi cabeza, me sentí perdido. Apareció una luz amarilla en el vientre de la
nave, luego un reflector me encandiló y supe que ya estaba muerto. Encomendé mi alma a Dios y
decidí abandonarme a su Altísima Voluntad...
Sentí que me subían, que yo iba en una especie de ascensor, pero mis pies no estaban apoyados
sobre cosa alguna. Esperé ver aparecer aquellos seres con cabeza de pulpo y ojos sanguinarios y
sanguinolentos...
De repente, mis pies se posaron sobre una superficie mullida y me vi parado en un recinto
luminoso y agradable, alfombrado y con paredes tapizadas. Ami estaba frente a mí, sonriendo con
sus grandes ojos de niño bueno. su mirada logró calmarme, volviéndome a la realidad, a esa
realidad hermosa que él me había enseñado a conocer. Puso una mano sobre mi hombro.
-Calma, calma; no hay nada malo.
Cuando pude hablar sonreí y le dije:
-Me dió mucho miedo.
-Es tu imaginación desbocada. La imaginación sin control puede matar de terror, es capaz de
inventar un demonio donde sólo hay un buen amigo, pero sólo se trata de nuestros monstruos
internos, porque la realidad es sencilla y hermosa, es simple...
-Entonces... ¿estoy en un "ovni"?
-Bueno, "ovni" es un objeto volador no identificado. Esto está plenamente identificado: es una nave espacial; pero podemos llamarle "ovni" si quieres, y a mi puedes decirme "marciano".
Se me fue completamente la tensión cuando reimos.
-Ven, ven a la sala de mandos -me invitó.
Por una puerta pequeñísima y en arco pasamos a otro recinto, tan bajo de techo como el que abandonábamos. Ante mí apareció una sala semicircular rodeada de ventanas ovaladas. En el centro había tres sillones reclinables frente a unos controles, y varias pantallas casi recostadas sobre
el piso. ¡Aquello era como para niños! tanto los sillones como la altura del salón. Allí no
hubiera cabido de ningún modo un adulto... Yo podía tocar el techo levantando el brazo.
-¡Esto es fabuloso! exclamé entusiasmado. Me acerqué a las ventanas mientras Ami se acomodaba en el sillón central, frente a los controles. Tras los vidrios pude ver a lo lejos el resplandor de las luces del balneario. Sentí una leve vibración en el piso y el pueblo desapareció. Ahora sólo veía estrellas...
-Oye, ¡¿Qué hiciste  con el balneario?!
-Mira hacia abajo -respondió Ami.
Casi me desmayo: estábamos a miles de metros de altura sobre la bahía. Se veían todos los pueblos
costeros de la zona, el mio se encontraba allá abajo, muy abajo. ¡Habiamos ascendido kilómetros en un instante y yo no tuve ninguna sensación de movimiento!
-¡Super, super bueno! -Mi entusiasmo crecía, pero pronto la altura me produjo vértigos......


Respuesta  Mensaje 7 de 19 en el tema 
De: javierocrates Enviado: 07/07/2009 11:43
Capítulo 5 (SEGUNDA PARTE)
¡Raptado por los extraterrestres! 
 
-Ami...
-Dime.
-...¿Esto no se cae?
-Bueno, si a bordo hubiera una persona que ha dicho mentiras, entonces los mecanismos podrían fallar...
-¡Bajemos entonces, bajemos!
Por sus carcajadas supe que bromeaba.
-¿Nos ven desde abajo?
-Cuando esta luz se enciende -señaló un óvalo sobre el tablero de comandos- quiere decir que
somos visibles. Cuando está apagada, como ahora, somos invisibles.
-¿Invisibles?
-Igual que este señor sentado a mi lado -indicó hacia un asiento vacio junto a él. Me alarmé,
pero sus risas me hicieron comprender que se trataba de otra de sus bromas.
-¿Cómo haces para que no nos vean?
-Si una rueda de bicicleta está girando rápido, sus rayos no se ven. Nosotros hacemos que las
moléculas de esta nave se muevan rápido...
-Ingenioso, pero me gustaría que nos vieran desde abajo.
-No puedo hacerlo. La visibilidad o invisibilidad de nuestras naves, cuando están en los mundos incivilizados, se efectua de acuerdo al "plan de ayuda". Eso lo decide un "computador" gigante situado en el centro de esta galaxia...
-No entiendo bien.
-Esta nave está conectada a ese "super-computador" que decide cuándo podemos o no ser avistados.
-¿Y cómo sabe ese "computador" cuándo...?
-Ese "computador" lo sabe todo... ¿Quieres que vayamos a algún lugar en especial?
-¡A la capital! Me gustaría ver mi casa desde el aire...
-¡Vamos! -Ami movió unos controles y dijo "ya".
Me preparé para disfrutar del viaje mirando por la ventana... ¡pero ya habiamos llegado!... ¡Cien kilómetros en una fracción de segundo!. Yo estaba fascinado.

 
-¡Esto se pasó de rápido para viajar!
-Ya te dije que en general no "viajamos" sino que nos "situamos"... Es cosa de coordenadas, pero
también podemos "viajar".
Miré las grandes avenidas iluminadas. Se veía increible la ciudad, en la noche, desde el aire.
Localicé mi barrio y le pedí que nos dirigiésemos hacia allá.
-Pero "viajando", lento, por favor. Quiero disfrutar del paseo.
La luz del tablero estaba apagada. Nadie nos veía. Fuimos avanzando suave y silenciosamente por entre las estrellas del cielo y las luces de la ciudad. Apareció mi casa. Fue extraordinario verla desde las alturas.

 
-¿Quieres comprobar si todo está bien allá adentro?
-¿Cómo?
-Vamos a mirar por esta pantalla.
Frente a él, en una especie de gran televisor, apareció la calle enfocada desde la altura; era el mismo sistema por el cual veíamos dormir a mi abuelita, pero con una gran diferencia: aquí la imagen se veía en relieve, con profundidad. Parecía que uno podía meter la mano por la pantalla y tocar las cosas. Intenté hacerlo, pero un vidrio invisible me lo impidió. Ami se divertía conmigo.
-Todos hacen lo mismo...
-¿Todos; quienes son esos todos?
-No pensarás que eres el primer incivilizado que sale a pasear en una nave extraterrestre...
-Yo había pensado que si -dije algo desilusionado.
-Pues te equivocas.
El foco de la cámaram o lo que fuese, pareció traspasar el techo de mi casa, recorriéndola por cada rincón. Todo estaba en orden.
-¿Por qué en tu televisor portátil no se ve en relieve, como en esta pantalla?
-Ya te lo dije, es un sistema anticuado...
Le pedí que diéramos una vuelta por la ciudad. Pasamos por sobre mi colegio. Vi el patio, la cancha de futbol, los arcos, mi sala. Me imaginé contando más tarde la aventura a mis compañeros: "Yo vi el colegio desde una nave espacial"... Estaría orgulloso.
Fuimos pasando por toda la ciudad.
-Lástima que no sea de día -dije.
-¿Por qué?
-Me hubiera gustado pasear en tu nave también de día... ver ciudades, paisajes a la luz del sol... Como de costumbre. Ami se estaba riendo de mí.
-¿Quieres que sea de día? -me preguntó.
-No creo que tus poderes sean suficientes como para mover el sol... ¿o si?
-El sol no, pero a nosotros sí...

  
Accionó los controles y comenzamos a movernos tremendamente rápido, subimos la Cordillera de los Andes y la cruzamos en unos tres segundos, luego aparecieron varias ciudades que se veían como una manchita luminosa, debido a la gran altitud que habiamos alcanzado; inmediatamente después apareció el enorme Océano Atlántico, bañado de luna. También había numerosos bancos de nubes que limitaban mi visibilidad. El cielo se fue aclarando en el horizonte, viajábamos hacia el Este. Llegamos a tierra y, lo extraordinario: ¡el sol comenzó a subir rápidamente! Para mí aquello fue algo increible. ¡Ami había movido el sol! En unos instantes se hizo de día.
-¿Por qué dijiste que no podias moverlo?
Ami se deleitaba observando mi ignorancia.
-El sol no se ha movido; nosotros nos hemos movido rápidamente.
Comprendí mi error de inmediato, pero era justificable: hay que ver lo que es contemplar el sol elevándose por sobre el horizonte a una velocidad impresionante...
-¿Sobre qué lugar estamos?
-África.

-¡África; pero si todavía no hace un minuto estábamos  en América del Sur!
-Como querías viajar de día en esta nave, vinimos a un lugar donde estuviese de día. "Si la montaña no viene a Mahoma, Mahoma va a la montaña"... ¿Qué pais de Africa te gustaría visitar?
-Esteeee... la India.
Su risa me indicó que mis conocimientos geográficos no eran demasiado precisos...
-Vamos entonces a Asia, a la India... ¿A qué ciudad de la India quieres ir?
-...Me da lo mismo... elige tu...
-¿Te parece bien Bombay?
-Sí; fantástico, Ami...
Pasamos a gran velocidad y altitud por sobre el continente africano. Mas tarde, en mi casa, junto a un mapa del mundo pude reconstruir aquel viaje. Llegamos al Océano Índico, lo cruzamos mientras sobre la India. La nave frenó de golpe y quedó inmóvil...

-¿Cómo es que no nos estrellamos contra las ventanas con esa frenada? -pregunté muy sorprendido.
-Es cosa de anular inercia...
-Ah; qué sencillo...
 

Respuesta  Mensaje 8 de 19 en el tema 
De: javierocrates Enviado: 07/07/2009 11:45
Capítulo 6
Una cuestión de medidas

Descendimos sobre la ciudad, hasta llegar a unos cien metros de altura e iniciamos el paseo sobre los cielos de Bombay.
Me parecía estar soñando  o viendo una película. Hombres con turbantes blancos, casas muy diferentes a las de mi pais. Me llamó la atención la enorme cantidad de gente en las calles. No era como en mi ciudad, allá, ni siquiera en el centro, a la hora de salida de las oficinas, uno puede ver esas multitudes, aquí estaban en todas partes. Para mí, aquello era otro mundo.
Nadie nos veía; la luz indicadora estaba apagada.
De pronto volví a la "realidad":
-¡Mi abuelita!
-¿Qué pasa con mi abuelita?
-Ya es de día, se habrá levantado, estará preocupada por mi ausencia... ¡volvamos!
Para Ami, yo era un perpetuo motivo de risa.
-Pedrito, tu abuelita durme profundamente. Allá son las doce de la noche en este momento, al otro lado del mundo; aquí son las diez de la mañana.
-¿De ayer o de hoy? -pregunté, enredado en el tiempo.
-¡De mañana! -respondió, muerto de risa- No te inquietes. ¿A qué hora se levanta ella?
-Mas o menos a las ocho y media.
-Entonces tenemos ocho horas y media por delante... sin contar con que podemos estiraaaar el tiempo...
-Estoy preocupado... ¿Por qué no vamos a ver?
-¿Qué quieres ver?
-Ella puede haber despertado...
-Veamos desde aquí mismo mejor.
Tomó los controles de una pantalla y apareció la costa sudamericana vista desde muy alto, luego la imagen mostró una caida en picada hacia la tierra a una velocidad fantástica. Pronto distinguí la bahía, el balneario, la casa de la playa, el techo y a mi abuelita. Era increible, parecia estar allí; durmiendo con la boca entreabierta, en la misma posición anterior.
-No se puede decir que tiene mal dormir, ¿ah? -observó Ami con picardía, luego agregó- Haremos algo para que te quedes tranquilo.
Tomó una especie de mocrófono y me indicó que guardara silencio. Apretó un botón y dijo "psht". Mi abuelita escuchó aquello; despertó, se levantó y fue hacia el comedor. Pudimos escuchar sus pasos y su respiración. Vió mi plato semivacio sobre la mesa lo tomó y lo dejó en la cocina; luego se dirigió a mi habitación, abrió la puerta, encendió la luz y miró a mi cama. Se veía perfecta, parecía que yo estaba allí, sin embargo, algo le llamó la atención, no supe que fue, pero Ami sí lo supo. Tomó el micrófono y se puso a respirar cerca de él. Mi abuelita escuchó esa respiración y creyó que era la mia, apagó la luz, cerró la puerta y se dirigió hacia su dormitorio.
-¿Tranquilo ahora?
-Sí, ahora sí... pero es como para no creerlo; ella durmiendo allá y nosotros de día aquí...
-Ustedes viven demasiado condicionados por las distancias y por el tiempo...
-No comprendo.
-¿Cómo te parecería salir de viaje hoy y regresar ayer?
-Quieres volverme loco. ¿No podriamos ir a visitar la china?
-Claro, ¿qué ciudad te gustaría conocer?
Esta vez no iba a quedar en vergüenza. Respondí con seguridad y orgullo:
-Tokio.
-Vamos entonces a Tokio... capital de Japón -dijo, intentando disimular las ganas de reir.

Pasamos por todo el territorio de la India, de Oeste a Este. Llegamos a los Himalayas, allí la nave se detuvo.
-Tenemos órdenes -dijo ami. En una pantalla aparecieron signos extraños- Vamos a dejar un testimonio. El "computador" gigante indica que debemos ser avistados por alguuien en algún lugar.
-¡Qué entretenido!, ¿Dónde y por quien?
-No lo se. Vamos a ser guiados por el "computador". Ya  llegamos...
Habíamos utilizado el sistema de traslado instantaneo. Estábamos sobre un bosque, detenidos en el aire a unos cincuenta metros de altura. La luz del tablero señalaba que éramos visibles. Había mucha nieve por allí.
-Esto es Alaska -dijo Ami reconociendo el lugar. El sol comenzaba a ocultarse en el mar cercano.
La nave comenzó a moverse en el cielo, dibujando un inmenso triángulo con su trayectoria, a medida que cambiaba de colores.
-¿Para qué hacemos esto?
-Para impresionar. Debemos  llamar la atención de ese amigo que viene allá.
Ami observaba por la pantalla, yo lo busqué a través de los vidrios  de la ventana y lo encontré. A lo lejos, entre los árboles, había un hombre con una casaca de piel color marrón, llevaba una escopeta, parecia muy asustado. Nos apuntó con su arma. Me agaché con temor, para evitar ser alcanzado por el posible disparo. Ami se divertía con mis inquietudes.
-No temas, este "ovni" es a prueba de balas... y de mucho mas...

Nos elevamos y quedamos muy alto, siempre emitiendo destellos multicolores.
-Es necesario que ese hombre  no olvide jamás esta visión.
Me pareció que, para que no hubiese olvidado nunca el espectáculo, bastaba con haber pasado por el aire, sin necesidad de asustarlo tanto. Se lo dije.
-Estás muy equivocado. Miles de personas han visto pasar nuestras naves, pero hoy ya no lo recuerdan. Si en el momentro de avistarnos estaban muy pre-ocupadas con sus asuntos ordinarios, nos miraron casi sin vernos, luego, lo olvidaron. Tenemos estadísticas impresionantes al respecto.
-Por qué es necesario que ese hombre nos vea?
-No lo se exactamente, tal vez su testimonio sea importante para alguna otra persona interesante, especial; o tal vez, él mismo lo sea. Voy a enfocarlo con el "sensómetro"
En otra de las pantellas apareció el hombre, pero se veía casi transparente. En el centro de su pecho brillaba una luz dorada muy hermosa.
-¿Qué es esa luz?
-Podriamos decir que es la cantidad de amor que hay en él, pero sería un poco inexacto; es más bien el efecto de la fuerza del amor sobre su alma. Es también su nivel de evolución. Tiene setecientas cincuenta medidas.
-¿Y qué significa?
-Que es interesante.
-¿Interesante por qué?
-Porque su nivel de evolución es bastante bueno... para ser un terrícola.
-¿Nivel de evolución?
-Su grado de cercania con la bestia o con el "angel". Ami enfocó un oso en la pantella, también parecía transparente, pero la luz de su pecho brillaba mucho menos que la del hombre.
-Doscientas medidas -precisó Ami. Luego enfocó a un pez. Esta vez la luz era mínima.
-Cincuenta medidas -precisó ami. El promedio en los seres humanos de la tierra es de quinientas cincuenta medidas.
-Y tu ¿cuántas medidas tienes Ami?
-Setecientas sesenta medidas -respondió.
-¡Solo diez mas que el cazador! -quedé sorprendido por la escasa diferencia entre un terrícola y él.
-claro. Tenemos un nivel parecido.
-Pero se supone que tu debes ser mucho más evolucionado que los terrícolas.
-En la Tierra la gente varía entre las trescientas veinte y las ochocientas medidas.
-¡Mas que tu algunos!
-Por supuesto. La ventaja mia consiste en que yo conozco ciertas cosas que ellos ignoran, pero aquí hay gente muy valiosa: maestros, artistas, ent¡fermeras, bomberos...
-¿Bomberos?
-No te parece noble arriesgar la vida por los demás?
-Tienes razón, pero mi tio, el físico nuclear, también debe ser muy valioso...
-Famoso tal vez... ¿A qué se dedica tu tio, dentro de la física?
-Está desarrollando una nueva arma, un rayo de ultrasonidos.
-Si no cree en Dios, y si además se dedica a la fabricación de armas... yo creo que tiene un nivel bastante bajo.
-¿Qué? ¡Pero si es un sabio! -protesté.
-Otra vez cionfundiendo las cosas. Tu tio tiene mucha información, pero tener información no significa necesariamente ser inteligente, ni mucho menos, sabio. Un computador puede tener un banco impresionante de datos, pero no por eso es inteligente. ¿Te parece muy sabio un hombre que cava una fosa, ignorando que él mismo va a caer en ella?
-No, pero...
-Las armas se vuelven contra aquellos que las apoyan...

No me pareció muy evidente esa afirmación de Ami, pero decidí creerle. ¿quién era yo para dudar de su palabra? Sin embargo, quedé confundido... mi tio era mi héroe... un hombre tan inteligente...
-Tiene un buen computador en la cabeza, eso es todo. Aquí hay un problema de términos: en la tierra llaman inteligentes o sabios a quienes tienen buena capacidad cerebral en uno solo de los cerebros, pero tenemos dos...
-¿Que?
-Uno en la cabeza. Ese es el "computador", el único que ustedes conocen. El otro está en el pecho, no es visible, pero existe. Es el más importante, es esa luz que viste en la pantalla en el pecho del hombre. Para nosotros, inteligente o sabio es aquel que tiene ambos cerebros en armonia, pero eso quiere decir que el cerebro de la cabeza esté al servicio del cerebro del pecho, y no al revés, como en la mayoría de los "inteligentes".
-Es sorprendente todo eso, pero ahora entiendo mejor. ¿qué pasa con quienes tienen más desarrollado el cerebro del pecho que el de la cabeza? -pregunté.
-Esos son los "tontos buenos". son fáciles de engañar, es sencillo para los otros, los "inteligentes malos", como decías tu, ponerlos a hacer daño mientras creen que hacen bien... El desarrollo intelectual debe ir armonizado con el desarrollo emocional, sólo así se produce un verdadero inteligente o sabio, sólo así la luz puede crecer.
-Y yo, ami ¿cuántas medidas tengo?
-No te lo puedo decir.
-¿Por qué?
-Porque si tu nivel es alto, vas a envanecerte...
-¡Ah! Comprendo...
-Pero si es bajo... Te vas a sentir muuuy mal...
-Ah...
-El orgullo apaga la luz... es la semilla de la maldad.
-No entiendo.
-Que debemos intentar ser humildes... Mira, ya nos vamos.
Instantaneamente habíamos vuelto a la cordillera, a los Himalayas, situados al otro lado del planeta.

Respuesta  Mensaje 9 de 19 en el tema 
De: javierocrates Enviado: 07/07/2009 11:46
Capítulo 7 (1ª parte)
Avistamientos

Avanzábamos hacia un mar lejano, al que llegamos en segundos, lo cruzamos y aparecieron unas islas, bajamos sobre la ciudad de Tokio. Yo creí que iba a encontrar casas con techos con las puntas hacia arriba, pero lo que más abundaba eran rascacielos, avenidas modernas, parques, automóviles.
 
-Estamos siendo avistados -dijo Ami, señalando la luz del tablero encendida.
 
En la calle, la gente comenzaba a arremolinarse, nos indicaban con la mano. Nuevamente se encendieron las luces exteriores de variados colores. Estábamos bastante alto, permanecimos unos dos minutos allí.
 
-Otro avistamiento -dijo Ami, observando los signos que aparecian en la pantalla-. Vamos a ser trasladados. Súbitamente, la luz del día se apagó. Sólo quedaron las estrellas centelleando tras los vidrios. Abajo no se veia gran cosa, una pequeña ciudad muy lejana, unas pocas luces, un camino por el cual venía un automóvil. Fui hacia la pantalla que estaba frente a Ami. Allí aparecía todo el panorama perfectamente iluminado. Lo que a simple vista no se distinguia, debido a la oscuridad, en el monitor era perfectamente claro; así noté que el automóvil tenía color verde y que en él venia una pareja. Estábamos a unos 20 metros de altura, éramos visibles, según el tablero.
Decidí en lo sucesivo aprovechar esa pantalla. Era más nítida que la misma realidad.
Cuando el vehículo llegó a poco distancia de nosotros, se detuvo, estacionó junto al camino y sus ocupantes descendieron y comenzaron a gesticular y a gritar mientras nos miraban con ojos desencajados.
 
-¿Qué dicen? -pregunté.
 
-Piden comunicación, contacto. Son una pareja de estudiosos de los "ovni", o más bien, "adoradores de extraterrestres".
 
-Comunícate entonces -le dije,preocupado por la inquietud de esas personas. Se arrodillaron y nos rezaban, o algo así.
 
-No puedo, tengo que obedecer las órdenes estrictas del "plan de ayuda". La comunicación no se produce cuando a cualquiera se le antoja, sino cuando desde "arriba" se decide, además, tampoco puedo hacerme cómplice de una idolatría.
 
-¿Qué es idolatría?
 
-Una violación a una ley universal -respondió Ami, bastante serio.
 
-¿En qué consiste? -pregunté intrigado.
 
-Nos consideran dioses.
 
-¿Y dónde está lo malo?
 
-Sólo a Dios se debe venerar, el resto es idolatría. Muy faltos de respeto seriamos nosotros al usurpar el lugar de Dios, ante la desviada religiosidad de estas personas. Si nos consideraran como hermanos, sería otra cosa.
 
Me pareció entonces que Ami debía sacar de su error a esa pareja.
 
-Pedrito -contestó él a mis pensamientos-, en los mundos incivilizados del universo se cometen cosas que nos parecen terribles. En este preciso instante, a muchas personas las están quemando vivas porque algunos piensan que son "herejes", eso está ocurriendo en muchos planetas, como sucedió aquí en la Tierra, hace cientos de años. En este mismo momento, bajo el mar,los peces se comen vivos unos a otros. Este planeta no es muy evolucionado. Así como las personas tienen distintos niveles de evolución, también los planetas los tienen. Las Leyes que rigen la vida en los mundos inferiores nos parecen brutales. La Tierra, hace millones de años estaba regida por otros tipos de leyes, todo era agresivo, venenoso, todo tenía garras y colmillos; hoy, debido a que se alcanzó un nivel de evolución más avanzado, hay más amor, pero todavía no se puede decir que éste sea un mundo evolucionado. Existe aún mucha brutalidad.
 
Ami sintonizó una pantalla y aparecieron escenas de guerra. Desde unos tanques, los soldados lanzaban cohetes contra algunos edificios, destruyéndolos, junto con los niños, mujeres y hombres que los habitaban.
 
-Esto sucede ahora mismo en un país de la Tierra, pero no podemos hacer nada. En la evolución de cada planeta, país o persona, no debemos intervenir. En el fondo, todo es aprendizaje. Yo fuí fiera y morí destrozado por otras fieras; fui humano de bajo nivel, maté y me mataron, fuí cruel, recibí crueldad. He muerto muchas veces, he ido aprendiendo poco a poco a vivir de acuerdo con la ley fundamental del universo. Ahora mi vida es mejor, pero no puedo ir contra el sistema evolutivo que Dios ha creado. Esa pareja está violando una ley universal, al compararnos con alguien tan grande y majestuoso como Dios, le retiran sus sentimientos de veneración y amor al Creador y los dirigen hacia nosotros... Los soldados que vimos, también violan una ley universal: "No matarás". Ellos deberán pagar por sus errores, y así, poco a poco irán aprendiendo. Sólo cuando una persona o un mundo ha alcanzado cierto nivel evolutivo, puede recibir ayuda nuestra, sin que sea una violación al sistema general evolutivo.
 
En realidad, no comprendí ni media palabra de lo que Ami dijo, pero más tarde al recordar, se me hizo todo claro, mucho después de su partida, sólo entonces pude escribirlo más o menos como él lo dijo.
 
Mientras esperábamos que el "super-computador" nos sacara de allí, Ami sintonizó la televisión japonesa. Con su buen humor habitual observaba un programa de noticias. Aparecía un reportero que entrevistaba, micrófono en mano, a la gente en la calle. Una señora hablaba gesticulando y apuntaba hacia el cielo. Yo no entendí nada, pero me dí cuenta de que relataba su encuentro con un "ovni"... el nuestro. Otras personas también comentaban su versión del fenómeno.
 
-¿Qué dicen? -pregunté.
 
-Que vieron un "ovni"... Hay cada loco... -opinó sonriendo.
 
Luego apareció un señor de lentes que hacia dibujos en un pizarrón  mientras daba explicaciones. Representaba al sistema solar, la Tierra y los demás planetas. Habló largamente. Supe que se trataba de un científico especialista en astronomia. Al parecer, Ami entendia aquel lenguaje, porque estaba  muy entretenido mirando el programa, tal vez utilizaba el "traductor"
 
-¿Qué dice? -volví a preguntar.
 
-Que debido a todo lo que expresó, queda "científicamente demostrado" que no hay vida inteligente en toda la galaxia, excepto en la Tierra... También dijo que la gente que vio el supuesto "ovni" sufrió una alucinación colectiva, y les recomendó una visita al psiquiatra...
 
-¿En serio? -pregunté.
 
-En serio -respondió riendo.
 
El científico continuó hablando.
 
-¿Qué dice ahora?
 
-Que tal vez exista una civilización  "tan avanzada" como esta, pero una cada dos mil galaxias, según los cálculos.
 
-¿Y eso qué significa?
 
-Que cuando sepa que en esta galaxia solamente hay millones de civilizaciones, va a quedar loco el pobre, peor de lo que está...
 
Reimos un buen rato. Para mí resultó muy cómico escuchar a un científico diciendo que los "ovnis" no existen... ¡y yo, mirando el programa desde un "ovni"!
 
Permanecimos cerca de una hora en aquel lugar, hasta que la luz de la invisibilidad se apagó........
 


Respuesta  Mensaje 10 de 19 en el tema 
De: javierocrates Enviado: 07/07/2009 11:48
Capítulo 7 (2ª parte)
Avistamientos

 
-Estamos libres.
 
-Entonces podemos continuar paseando? -pregunté.
 
-Claro. ¿Dónde te gustaría ir ahora?
 
-Mmmm--- esteee--- ¡a la Isla de Pascua!
 
-Es de noche allá... Mira -ya habíamos llegado.
-¿Isla de Pascua?
 
-Efectivamente
 
-¡Qué rapidez!
 
-¿Te parece rápido? Espera... ahora observa por la ventana.
 
Estábamos sobre un desierto muy extraño. El cielo se veía demasiado oscuro, negro casi, excepto el brillo azuloso de la luna.
 
-¿Qué es esto, Arizona?
 
-Esto es la luna.
 
-¡La luna!
 
-La luna.
 
Miré hacia aquello que yo había creido que era la luna.
 
-...Entonces eso...
 
-Eso es la Tierra.
 
-¡La Tierra!
 
-La Tierra. Allá duerme tu abuelita...
 
Quedé fascinado. Era en realidad la Tierra, tenía un color azul claro. Me pareció increible que algo tan pequeño pudiese contener tantas cosas grandes, montañas, mares. Sin saber por qué, me llegaron imágenes archivadas en mi memoria, recordé un arroyo de mi niñez, una pared cubierta de musgo, unas abejas en un jardín, una carreta de bueyes en una tarde veraniega... todo eso estaba allá, en ese pequeño globo azul que flotaba entre las estrellas... De pronto vi el sol, un astro lejano, pero más encandilante que en la Tierra.
 
-¿Por qué se ve tan pequeño?
 
-Porque aquí no hay una atmósfera que actúe como lente de aumento, como lupa; por eso, desde la Tierra se ve más grande que desde aquí, pero si no fuera por los vidrios especiales de esta nave, ese pequeño sol te quemaría, justamente porque no hay una atmósfera que filtre ciertos rayos que son nocivos para tí.
 
No me gustó esa visión de la luna, desde la Tierra parecía más hermosa. Era un mundo desolado, tenebroso.
 
-¿No podríamos ir a un lugar más bonito?
 
-¿Habitado? -preguntó Ami.
 
-¡Claro!... pero sin monstruos...
 
-Para eso tendremos que ir muy lejos.
 
Movió los controles, la nave vibró muy suavemente, las estrellas se alargaron, transformándose en líneas luminosas; luego, en las ventanas apareció una neblina blanca y brillante que reverberaba.
 
-¿Qué pasa? -pregunté un poco asustado.
 
-Estamos situándonos...
 
-¿Situándonos donde?
 
-En un planeta muy lejano. Tendremos que esperar unos minutos. Por el momento, vamos a escuchar alguna música.
 
Ami tocó un punto del tablero. Unos suaves y extraños sonidos llenaron el recinto. Mi amigo cerró los ojos y se dispuso a escuchar con deleite. Eran una notas muy diferentes de las que yo había conocido hasta entonces. De pronto, una vibración muy baja y sostenida llegaba a remecer la sala de mandos, luego, otra nota altísima se cortaba de improviso; el silencio duraba algunos segundos. Después se oian notas rápidas que subian y bajaban, otra vez la más grave se iba agudizando poco a poco, mientras unas especies de rugidos y algunas campanitas llevaban un ritmo cambiante. Ami parecía extasiado, supuse que conocía muy bien aqueñña "melodia", porque con los labios o leves movimientos de su mano se adelantaba a lo que iba a escucharse. Lamenté interrumpirlo, pero aquella "música" no me gustó para nada.
 
-Ami -le llamé. No respondió; estaba muy concentrado en esa especie de interferencia electrica en una radio en onda corta...
 
-Ami -insistí.
 
-¡Oh, perdón!... ¿Sí?
 
-Discúlpame, pero no me gusta.
 
-Claro, es natural; el disfrute de esta música requiere de una "iniciación" previa... Buscaré algo que te parezca más conocido.
 
Tocó otro punto del tablero. Surgió una melodía que me agradó inmediatamente, tenía un ritmo muy alegre. El instrumento principal sonaba parecido a la chimenea de un tren a vapor a toda velocidad.
 
-¡Qué agradable!... ¿Qué instrumento es ese que parece un tren?
 
-¡Dios mio! -exclamó Ami fingiendo horror, ¡acabas de ofender a la garganta más priviligiada de mi planeta, al confundir su hermosa voz con el ruido de un tren!
 
-Discúlpame, por favor... no sabía... ¡pero resopla muy bien! -dije, procurando arreglar mi metida de pata.
 
-¡Blasfemo! ¡Hereje! -Fingía jalándose los cabellos- decir que la gloria de mi mundo... ¡resopla!
 
Terminamos a carcajadas. Aquella música lo impulsaba a uno a bailar.
 
-Para eso está hecha -dijo Ami- ¡Bailemos! -Se incorporó de un salto y comenzó a danzar haciendo sonar las palmas.
 
-¡Baila, baila! -me animaba-. Suéltate. Tu quieres bailar, pero aquello que no eres tu, no te lo permite... aprende a conquistar la libertad de ser tu mismo, libérate...
 
Dejé mi natural timidez de lado y me lancé a danzar con gran entusiasmo.
 
-¡Bravo! -me felicitaba.

Bailamos largo rato. Me sentí alegre, fue parecido a cuando corrimos y saltamos en la playa. Luego la música terminó.
 
-Algo para relajarnos ahora -dijo Ami, dirigiéndose hacia el tablero. Oprimió otro punto y se escuchó una música clásica. Me pareció familiar.
 
-Oye, eso es terrícola.
 
-Claro; Bach, es fabuloso ¿no te gusta?
 
-Creo que... sí. ¿También a ti te gusta?
 
-Por supuesto, o no lo tendría en la nave.
 
-Yo pensé que todo lo nuestro era "incivilizado" para los extraterrestres...
 
-Estás muy equivocado. -Tocó otro punto del tablero.
 
"Imagine theres no countries, it isnt hard to do..."
"Imagina que no hay paises, no es difícil hacerlo"
 
-¡Pero si ése es John Lennon... Los Beatles...!
 
Yo estaba muy sorprendido, porque empezaba a creer que en la Tierra no había nada bueno.
 
-Pedrito, cuando la música es buena, lo es universalmente. La buena música de la Tierra es coleccionada en varias galaxias, al igual que la de cualquier mundo y de cualquier época, lo mismo ocurre con todas las artes. Nosotros guardamos filmaciones y grabaciones de todo lo que se realiza en tu planeta... El arte es el lenguaje del amor, y el amor es universal... Escuchemos.
 
"...imagine all the people living life in peace..."
"Imagínate a toda la gente viviendo la vida en paz"

Respuesta  Mensaje 11 de 19 en el tema 
De: javierocrates Enviado: 07/07/2009 11:50
PARTE SEGUNDA
Capítulo 8

¡OFIR!
 
Se disipó la neblina blanca. Una atmósfera celeste de tono vibrante, parecia flotar alrededor, en lugar de estar en lo alto del cielo, como en la Tierra, me sentí sumergido en un azulino casi fosforescente que no dificultaba la visibilidad.
Desde las ventanas vi unas praderas bañadas de naranja suave. Fuimos descendiendo poco a poco; parecía un paisaje otoñal maravilloso.

-Mira el sol -recomendó Ami. Un enorme círculo rojizo se destacaba en lo alto, velado tenuemente por la atmósfera de ese mundo. Se formaban varios círculos alrededor de aquel sol descomunal. Era unas cincuenta veces mayor que el nuestro.
-Cuatrocientas veces más grande -precisó Ami.
-No se ve como si fuera tan enorme...
-Porque está muy lejos.
-¿Qué mundo es éste?
-Es el planeta Ofir... Sus habitantes son de origen terrestre...
-¡¿Qué?! -me sorprendió tremendamente esa afirmación.
-Hay tantas cosas que se desconocen en tu mundo, Pedrito. Hubo una vez en la Tierra, hace miles de años, una civilización semejante a la tuya. El nivel científico de aquella humanidad había sobrepasado mucho su nivel de amor, y como además estaban divididos, ocurrió lo que tenia que suceder...
-¿Se autodestruyeron?
-Completamente... Sobrevivieron sólo algunos individuos que fueron advertidos de lo que iba a pasar y huyeron a otros continentes; pero resultaron muy afectados por las consecuencias de aquella guerra, tuvieron que recomenzar casi desde el principio. Tú eres el resultado de todo eso; eres descenciente de quienes sobrevivieron.
-Es increible; yo pensaba que todo había comenzado como dicen los libros de historia, desde cero, las cavernas, los trogloditas... ¿Y la gente de Ofir, cómo llegó a este planeta?
-Nosotros la trajimos. Salvamos a todos aquellos que tenían setecientas medidas o más, la buena semilla... los rescatamos un poco antes de producirse el desastre. Se salvaron muy pocos, el promedio evolutivo en aquel tiempo era de cuatrocientas cincuenta medidas, cien menos que hoy. La Tierra ha evolucionado.
-Y si se produjera un desastre en la Tierra, ¿ustedes rescatarían a algunos?
-A todos aquellos que superen las setecientas medidas. Esta vez hay mucha más gente con ese nivel.
-¿Y yo, Ami, tengo setecientas medidas?
Le dió risa mi preocupación.
-Ya me esperaba la pregun ta, pero te dije que no puedo responder eso.
-¿Como se puede saber quiénes tienen setecientas medidas o más?.
-Es muy fácil. Todos aquellos que trabajan desinteresadamente por el bien de los demás, tienen sobre setecientas medidas.
-Tu dijiste que todos procuran hacer el bien...
-Cuando digo "los demás", no quiero decir sólo la propia familia, el club, el bando propio. Y cuando digo "bien", me refiero a aquello que no va en contra de la Ley fundamental del universo...
-Otra vez esa famosa Ley; ¿podrías explicarme ahora cual es esa ley?
-Todavía no. Paciencia.
-Y ¿por qué es tan importante?
-Porque si no se conoce esa Leu, no puede saberse la diferencia entre bien y mal. Muchos matan creyendo hacer el bien. Ignoran la Ley. Otros torturan, ponen bombas, crean armas, destruyen la naturaleza pensando que hacen un bien. Resulta que hacen un gran mal todos ellos, pero no lo saben, porque desconocen la Ley fundamental del universo... sin embargo, deberán pagar por sus violaciones a ella.
-¡Vaya! No hubiera imaginado que fuera tan importante...
-Claro que es importante. Basta con que la gente de tu planeta la conozca y practique, para que tu mundo se transforme en un verdadero paraiso...
-¿Cuándo me la vas a decir?
-Por el momento, contempla el mundo de Ofir, tiene mucho que enseñarte, porque aquí todos practican esa Ley.

Me senté en un sillón junto a él para observar por la pantalla aquel hermoso planeta. Estaba impaciente por ver a sus habitantes.
Ibamos lentamente, a unos trescientos metros de altura. Observé muchos objetos voladores semejantes al nuestro; cuando se acercaron, comprobé que tenían formas y tamaños muy diversos.
No vi grandes montañas en aquel planeta, tampoco zonas desérticas. Todo estaba tapizado de vegetación en múltiples tonalidades, con varios matices de verde, marrón y naranja en distintos grados. Había muchas colinas, lagunas, rios y lagos de aguas de un celeste muy luminoso. Aquella naturaleza tenía algo de paradisiaco.
 
 
Comencé a distinguir unas edificaciones que formaban círculos alrededor de una construcción principal. Había bastantes pirámides, unas, con escalones, otras, lisas; con bases triangulares o cuadradas, pero lo que más abundaba era una especie de casas semiesféricas de diversos colores claros, con predominio del blanco.
Después aparecieron los habitantes de aquel mundo. Desde la altura los vi transitar caminos, retozar en rios y lagunas, tenian apariencia humana, al menos desde la distancia; todos vestian túnicas blancas, solamente ciertos detalles eran de otros colores: las franjas de los bordes o los cintos.
No se veía ninguna ciudad.
-No las hay en Ofir ni en ningún otro mundo civilizado. Las ciudades son formas prehistóricas de convivencia -dijo Ami.
-¿Por qué?
-Porque tienen muchos defectos; uno de ellos es que demasiadas personas en un mismo punto producen un desequilibrio que las afecta tanto a ellas como al planeta.
-¿Al planeta?
-Los planetas son seres vivos, con mayor o menor evolución. Sólo la vida produce vida. Todo es interdendiente, todo está interrelacionado. Lo que le ocurre a la Tierra afecta a las personas que la habitan, y viceversa.
-¿Por qué demasiadas personas en un mismo punto producen un desequilibrio?.
-Porque no son felices, y eso lo percibe la Tierra. Las personas necesitan espacio, árboles, flores, aire libre...
-¿La gente más evolucionada también? -pregunté confundido, porque Ami estaba insinuando que las sociedades futuran vivirían en ambientes al estilo "granja", y yo pensaba que iba a ser todo lo contrario: ciudades artificiales en órbita, inmensos edificios-ciudadelas, metrópolis subterráneas, plástico por todos lados; igual que en las películas...
-La gente más evolucionada sobre todo -respondió.
-Yo creía que era al revés.
-Si en la Tierra no pensaran todo al revés, no estarían a punto de destruirse nuevamente...
-Y esta gente de Ofir, ¿no quiso volver a la Tierra?
-No.
-¿Debido a qué?
-Dejaron el nido, los adultos no vuelven a la cuna, les queda estrecha...

Al acercarnos a unas construcciones de poca altura y de un estilo muy moderno, comenzamos a descender.
-Esto es lo más parecido a una ciudad en un planeta civilizado. Es un centro de organización, distribución, y presentación de actos culturales. Las personas vienen ocasionalmente a buscar lo que necesitan, o también a presenciar alguna manifestación artística, espiritual o científica, pero nadie vive aquí.
Detuvo la nave a unos cinco metros de altura y con entusiasmo dijo:
-¡Ahora vas a conocer a tus antepasados de hace miles de años!
-¿Vamos a salir de la nave?
-Ni lo sueñes. Tus virus podrían matar a toda la gente de este mundo.
-¿Y por qué a ti no te afectan?
-Yo estoy "vacunado", pero antes de volver a mi planeta debo someterme a un tratamiento purificador.

Muchas personas transitaban por ahí. Cuando una de ellas pasó cerca de las ventanas de nuestra nave, me di cuenta de algo espantoso: ¡eran gigantes!

-¡Ami, éstos no son terrícolas; son monstruos!
-¿Por qué? -bromeó- porque miden sólo unos tres metros?.
-¡Tres metros!
-Poco más o menos, pero ellos no se sienten especialmente grandes...
-Pero tu dices que provienen de la Tierra, y allá la gente mide poco más de la mitad...
-Te dije que los sobrevivientes en la Tierra fueron afectados por radiaciones y desequilibrios en el planeta, esto alteró su crecimiento, pero al ritmo que van, en unos cientos de años alcanzarán su estatura natural... si sobreviven.

Nadie nos prestaba mayor atención. Eran personas de piel más bien morena, delgadas, caderas estrechas y hombros levantados, rectos. Algunos usaban un cinturón parecido al de Ami.
Todos se veian muy tranquilos, relajados y amables. Sus ojos, grandes y luminosos, denotaban profunda espiritualidad; los tenían estirados hacia los lados, almendrados; no como los de los asiáticos, sino como los de las personas que aparecen en las pinturas egipcias.
-Son los antepasados de los egipcios, mayas, incas, griegos y celtas, entre otros -me explicó Ami-; esas culturas fueron restos de la civilización atlante, y éstos son descendientes directos de ellos...
-¡La Atlántida, el continente hundido! -exclamé-. Yo creía que eso era una fábula...
-Casi todas las fábulas de tu mundo son más reales que esa sombría realidad en la que viven...

En general, la gente no andaba sola; más bien lo hacía en grupos, se tocaban unos a otros al conversar, se llevaban del brazo o del hombro; algunos, de la mano. Cuando se encontraban o despedian, había grandes expresionas de cariño; eran muy alegres y despreocupados...
-Te lo dije, son des-pre-ocupados, no se pre-ocupan, se ocupan; ójala tu aprendieras a hacer lo mismo.
-¿Por qué están tan contentos?
Pregunté eso, porque en la Tierra la gente anda muy seria por las calles; en cambio aquí, todos parecían estar en una fiesta.
-Porque están vivos... ¿te parece poco?
-¿Y no tienen problemas?
-Tienen desfios, no problemas. Aquí todo está bien.
-Mi tio dice que la vida sólo tiene sentido cuando hay problemas que solucionar, y que la persona sin problemas se pegaria un tiro.
-Tu tio se refiere a problemas para su intelecto. Lo que pasa, es que él tiene actividad en uno solo de los dos cerebros que te mencioné, tu tio es simplemente "actividad intelectual andante". El intelecto es un computador que no puede dejar de funcionar, a menos que ya se tenga desarrollado el otro cerebro, el emocional. Cuando el intelecto no encuentra ningún problema que resolver, ningún rompecabezas, ningún puzzle, puede llegar a enloquecer y pensar en pegarse un tiro.
Me sentí aludido, porque yo también estoy siempre pensando sin cesar.
-¿Y qué más hay, aparte de pensar?
-Percibir, disfrutar de lo que se ve, escuchar los sonidos, palpar, respirar conscientemente, oler, saborear, sentir, aprovechar el momento presente... ¿Eres feliz en este instante?
 

-No se...
-Si dejaras un momento de pensar, serías muy feliz. Imagínate: estás en una nave espacial, en un mundo situado años luz de distancia de la Tierra, estás contemplando un planeta civilizado, habitado por los antiguos atlantes... En lugar de preguntar tonterias, mira a tu alrededor, aprovecha el momento...
Sentí que Ami tenia razón, pero me quedó una duda y se la expresé:
-¿Entonces el pensamiento no sirve?
-¡Típica conclusión terrícula! -rió- si no es lo mejor, entonces tiene que ser lo peor. Si no es blanco, debe ser obligatoriamente negro. Si no es perfecto, es demoníaco. Si no es Dios, es el diablo... ¡Extremismo mental! -Se acomodó en el sillón-. Claro que sirve el pensamiento, sin él, serias un vegetal, pero no es el pensamiento la máxima posibilidad humana.
-¿Cual es entonces, disfrutar?
-Para disfrutar, necesitas darte cuenta de que estás disfrutando.
-¿Y darse cuenta no es pensar?
-No. Darse cuenta es conciencia, y conciencia es más que pensamiento.
-Entonces la conciencia es lo máximo -concluí, un poco cansado ya de ese lio en el que me habia metido gracias a mis preguntas.
-Tampoco -dijo Ami, con una sonrisa misteriosa-. Te pondré un ejemplo. ¿Te diste cuenta de que escuchaste una música extraña hace poco, la primera que seleccioné?
-Sí pero no me gustó.
-Te diste cuenta de que escuchabas una música extraña, eso fue conciencia, pero no la disfrutaste.
-Realmente no.
-Entonces, para disfrutar no basta con la conciencia...
-¡Tienes razón!... ¿Qué falta entonces?...
-Lo principal. La sengunda música sí la disfrutaste, ¿verdad?
-Sí porque me gustó.
-Gustar es una forma de amar. Sin amor no hay disfrute, sin conciencia, tampoco. El primer lugar lo ocupa el amor... Nosotros procuramos amarlo todo, vivir en amor, así disfrutamos más. A ti no te gustó la luna, a mi sí. Yo disfruto más y soy más feliz que tu.
-Entonces el amor es la máxima posibilidad humana.
-Ahora sí, perfecto, Pedrito.
-¿Y eso lo saben en la Tierra?

-¿Lo sabías tu; te lo enseñaron en el colegio?...

-No.

Allá están apenas en el tercer peldaño, en el pensamiento; por eso, a quienes piensan mucho les llaman sabios...
-¿Y cómo es posible que algo tan sencillo se les haya escapado?
-Porque utilizan uno solo de los dos cerebros, pero el pensamiento no puede experimentar amor. Los sentimientos no son pensamientos. Algunos llegan a creer que los sentimientos son algo "primitivo" y que deben ser sustituidos por el pensamiento, entonces, elaboran teorias que justifican la guerra, el terror, la deshonestidad y la destrucción de la naturaleza. Ahora tu humanidad está en peligro de extinción debido a esos pensamientos tan "inteligentes" y a esas teorias tan "brillantes"...
-Tenias razón cuando decias que en la Tierra pensamos las cosas al revés...
-Entonces observa un poco el mundo de Ofir, aquí las cosas no son tan al revés.
La falta de sueño, todas las emociones del dia y las nuevas enseñanzas de Ami, me tenían agotado. Tras los vidrios podia ver personas gigantescas, edificaciones estilizadas, niños de dos metros de altura, vehículos voladores y terrestres, pero mi interés se estaba diluyendo debido al cansancio.
-¿Sabes que edad tiene ese señor? -Ami se refería a un hombre que conversaba cerca de la nave. Representaba unos sesenta años. Tenia el pelo blanco, pero no se veia anciano.
 
 
-¿Unos sesenta años?
-Tiene cerca de quinientos años de edad...
Sentí un mareo, un cansancio, la cabeza me iba a estallar.
-¿Sabes Ami? estoy cansado, quiero reposar, dormir, volver a casa; ya no quiero saber nada más, tengo nauseas, no quiero ver ninguna otra cosa...
-"Indigestión informativa" -bromeó Ami-. Ven, Pedrito, acuéstate aquí.
Me llevó hacia uno de los sillones laterales, lo reclinó hasta transformarlo en un mullido diván. Me acomodé sobre él, era confortable. Ami me puso algo en la base de la cabeza y el sueño me venció instantáneamente. Me dejé ir, dormí profundamente varias horas...
 
 

Respuesta  Mensaje 12 de 19 en el tema 
De: javierocrates Enviado: 07/07/2009 11:52
Capítulo 9 (1ª Parte)

La Ley Fundamental - 1 parte
Desperté fresco y descansado, lleno de energias, como nuevo. Mi amigo se encontraba revisando unos controles, me guiñó un ojo.
-¿Mejor ahora?
-Sí, fantástico... ¡Mi abuelita!... ¿Cuántas horas dormí?
-Quince segundos -respondió.
-¿Qué? -me levanté a mirar por las ventanas. Estábamos en el mismo lugar, las mismas personas circulaban por allí, el hombre de cabeza cana todavía conversaba, no lejos de nuestra nave. Nada había cambiado.
-¿Cómo lo hiciste?
-Necesitabas dormir para "cargar baterias". Nosotros tenemos "cargadores" que en quince segundos te reponen igual que ocho horas de sueño.
-¡Extraordinario! ¿entonces ustedes jamás se acuestan a dormir?
-No tanto como jamás. Es necesario hacerlo de vez en cuando. A través del sueño recibimos algo más que "carga"; pero nosotros, con muy poco tiempo tenemos suficiente, no nos "descargamos" tanto como ustedes.
-¡Vaya; los "civilizados" le sacan el jugo a la vida! ¡quinientos años... casi no duermen!...
-De eso se trata...
-Así que ese señor tiene quinientos años... ¿Cómo lo sabes?
-Por ciertos detalles de sus vestiduras. ¿Quieres hablar con él?. Ven.

Nos sentamos frente a una pantalla; mi amigo tomó el micrófono y digitó unos puntos sobre el teclado del tablero.
Apareció el rostro del hombre. Ami habló en un idioma extrañísimo, unos sonidos que parecían sólo variedades de "shhh" casi inaudibles, los relacioné inmediatamente con la música que parecía el soplido de un tren, el hombre los escuchó y vino hacia la nave. Luego nos sonrió ¡por la pantalla; como si nos viera! y me dijo claramente:
-¡Hola Pedro!
Comprendí que un "traductor" operaba, puesto que los movimientos de sus labios no se correspondian con los de los sonidos que yo oía.
-Ho-hola -respondí nervioso.
-¿Sabes? Somos casi parientes, mis antepasados también vinieron de una civilización de la Tierra.
-Ah... -no se me ocurrió decir nada más interesante...
-Esa civilización se destruyó por falta de amor...
-Ah...
-¿Qué edad tienes?
-Die... digo, nueve años... ¿y usted?
-Unos quinientos años terrestres.
-¿Y... no se aburre?
-Aburre... aburrirse... -tenía cara de no comprender.
-Cuando el intelecto busca actividad y no encuentra -le explicó Ami.
-Ah, sí; lo había olvidado... No; no me aburro ¿por qué habría de harcerlo?
-De tanto vivir, por ejemplo...
En ese momento se acercó a él una mujer muy hermosa y bastante joven. Saludó al hombre con gran ternura. El también comenzó a acariciarla y a besarla, hablaron, sonrieron, luego ella se retiró. Parecían amarse mucho.

-Cuando el pensamiento está al servicio del amor, no existe el aburrimiento -dijo sonriendo.
Me pareció que estaba enamorado de esa bella mujer y le pregunté:
-¿Está usted enamorado?
Suspiró en forma profunda y dijo:
-Estoy totalmente enamorado.
-¿De la señorita que estaba con usted?
-De la vida, de la gente, del universo, de este estar existiendo... del amor.

Otra dama venía hacia él, se veia aún más hermosa que la anterior: morena, delgada, cabello largo, sedoso y muy negro, prácticamente azul oscuro; sus ojos eran de un verde transparente. Se acariciaron, se besaron en las mejillas, se miraron intensamente a los ojos, hablaron, rieron, luego se despidieron. Yo pensé que este señor era algo así como un Casanova espacial...
-¿Ha ido usted alguna vez a visitar la Tierra?
-Oh, si. He ido algunas veces, pero es muy triste...
-¿Por qué?
-La última vez que fui, la gente se mataba, hambre, millones de muertos, ciudades destruidas, campos de prisioneros... es triste.
Me sentí muy mal, como si fuera un cavernario en aquel mundo.
-Lleva a tu planeta un mensaje de mi parte -dijo el hombre con una sonrisa de cariño.
-Claro, ¿cual?
-Amor, unión y paz.

Nos despedimos para ir a visitar otros lugares del mundo de Ofir.
-¿Tiene dos esposas ese señor?
-Claro que no. Tiene una sola -respondió.
-Pero... besó a las dos...
-¿Y dónde está lo malo? Se aman... Ninguna de ambas era su esposa.
-¿Y si la verdadera lo sorprende?...
Ami se rió de mí.
-En los mundos civilizados no existen los celos.
-¡Ah! -me entusiasmé, creí comprender...
-Entonces uno puede tener muchas mujeres... -dije con malicia. Me respondió con una mirada transparente:
-No. Una sola.

No comprendí, guardé silencio y preferí contemplar el panorama a través de la pantalla.

Aparecían campos de labranza en los que trabajaban máquinas. Cada cierto trecho había un centro como el que habíamos visitado antes. No se veian grandes extensiones despobladas, tampoco ciudades. Divisé caminos bordeados de flores, árboles y adornos de piedra; arroyos, puentecitos, cascadas... Todo aquel mundo parecia un jardín al estilo japonés.
 
La gente transitaba a pie, en grupos pequeños o en parejas. No vi ninguna carretera, sólo pequeños senderos. Minúsculos vehículos parecidos a los que se utilizan en los campos de golf transportaban a algunas personas.

-No veo automóviles, camiones, trenes...
-No se necesitan. Todo el transporte se hace por aire.
-Por eso se ven tantos "ovnis"... ¿Cómo hacen para no chocar?
-Estamos conectados al "super-computador", que puede intervenir los mandos de cada aeronave; -Ami accionó algunos controles-, vamos a intentar estrellarnos contra aquellas rocas. No te asustes...
La nave alcanzó una velocidad tremenda y se lanzó en picada contra las rocas. antes de chocar nos desviamos y continuamos en sentido horizontal a unos metros de altura. Ami no habia tocado los controles para evitar el desastre.

-Es imposible chocar, el "computador" no lo permite.
-¡Qué maravilla -exclamé aliviado- ¿Cuántos paises hay en Ofir?
-Ninguno, Ofir es un mundo civilizado...
-¿No hay paises?
-Claro que no... o tal vez uno solo: Ofir.
-¿Y quién es el Presidente?
-No hay Presidente.
-¿Quién manda entonces?
-Mandar... mandar... No, nadie manda.

Respuesta  Mensaje 13 de 19 en el tema 
De: javierocrates Enviado: 07/07/2009 11:53
Capítulo 9 (2ª parte)
La Ley Fundamental
 
-Pero ¿quién organiza?
-Eso es otra cosa. Aquí ya está todo organizado, pero cuando surge algún imprevisto, los más sabios se reunen con los especialistas en el tema y toman decisiones o programan el computador que corresponda, pero hay muy poco que hacer, todo está planificado y las máquinas realizan casi todo el trabajo.
-¿Qué hace la gente, entonces?
-Vivir, trabajar, estudiar, disfrutar, servir, ayudar a quienes podamos, pero como en nuestros mundos no hay grandes problemas, ayudamos a los mundos incivilizados. Lamentablemente, no podemos hacer demasiado, porque todo debe ser hecho dentro de los límites del "plan de ayuda". Enviamos "mensajes", establecemos "contactos" como éste, "damos una mano" en el nacimiento de las religiones que llevan hacia el amor... ¿Cómo crees que caía "maná" del cielo en el desierto?...
-¿Ustedes?...
-Nosotros. También colaboramos en la salvación de la gente mejor, cuando los mundos se autodestruyen... fue espantoso cómo se hundió la Atlántida...
-¿Debido a las bombas? -pregunté.
-Y también al odio, al sufrimiento, al miedo... la Tierra no pudo soportar esas radiaciones negativas de los seres humanos, y menos aún las explosiones nucleares. Todo el continente se hundió, y si ahora ustedes no cambian, si continuan las explosiones atómicas y la infelicidad, la Tierra puede volver a no soportarlo y es posible que suceda algo semejante...
-¡Nunca lo hubiera pensado!
-Todo repercute en todo -dijo Ami.
-¡Qué responsabilidad para nosotros!...
-Bueno, para eso estamos trabajando.
-Y pensar que hay gente que no acepta que ustedes existen...
-Esas personas son ingenuas; no sólo existimos, además les observamos cuidadosamente. El universo entero es una unidad, un organismo viviente. No podemos descuidar los descubrimientos científicos que se produzcan en cualquier mundo incivilizado. Te dije que ciertas energias en malas manos pueden alterar el equilibrio de la galaxia... y eso incluye a nuestros mundos, todo repercute en todo, por eso trabajamos para que ustedes se superen.

-No veo alambradas por ninguna parte. ¿Cómo saben a quién pertenece cada terreno?
-Aquí todo pertenece a todos...
Quedé pensando largo rato.
-Entonces a nadie le interesa progresar?
-Creo que no te comprendo bien, Pedrito.
-Progresar, salir del montón, ser más que los demás.
-¿Te refieres a tener mayor nivel de evolución, más medidas? Para eso hay ejercicios espirituales.
-No me refiero a las medidas.
-¿A qué te refieres entonces?
-A tener más que los demás.
-¿A tener más qué, Pedrito?
-Más dinero.
-Aquí no existe el dinero.
-¿Aquí no existe el dinero...?
-¿Y cómo compran entonces?
-No se compra. Si alguien necesita algo, va y lo toma...
-¿Lo que sea?
-Lo que necesite -dijo Ami.
-¿Cualquier cosa? -yo no podia creer lo que estaba escuchando.
-Si alguien necesita algo y lo hay, ¿por qué no?
-Un carrito de esos que se ven, ¿también?
-O una nave espacial -Ami hablaba como si lo que me estaba diciendo fuese lo mas natural del mundo.
-¿Todos pueden tener una nave espacial?
-Todos pueden utilizar una nave espacial -precisó Ami.
-¿Esta nave es tuya?
-Yo la estoy utilizando, tu también.
-Pregunto si es tuya.
-A ver... "tuya" indica posesión, pertenencia... ya te dije que todo pertenece a todos, a quien lo necesite y mientras lo ocupe.
-¿Y cuando ya no lo necesita?
-Entonces ya no lo utiliza más.
-Si, por ejemplo, yo tomo una nave como ésta y la quiero dejar en mi patio cuando no la ocupo... ¿puedo?
-¿Por cuánto tiempo no la vas a ocupar?
-Digamos... tres días -respondí.
-Entonces es mejor que la dejes en el lugar destinado a estacionar estas naves, el "aeropuerto", y así le sirve a otra persona mientras tu no la ocupas. Luego, cuando llegas, tomas ésa o la que se encuentre disponible.
-Pero si yo quiero ésa?
-¿Y por qué ésa? aquí sobran las naves, además, son todas más o menos parecidas.
-Supón que le tengo cariño, como tu a tu "anticuado" televisor...
-Ese televisor, como tu le llamas, es un pequeño recuerdo, nadie lo necesita, porque es anticuado; cuando ya no quiera conservarlo, lo entregaré para que quienes trabajan en este tipo de instrumentos decidan si lo desarman o lo modifican; también puedo conservarlo toda mi vida, no es algo de utilidad pública. Pero si quieres conservar siempre la misma nave (capricho extraño, porque tu no la contruiste, y además hay de sobra) debes esperar que llegue, que esté disponible.
-Pero si yo quiero utilizar esa misma nave, para mi y nadie más?
-¿Por qué nadie más? -preguntó ami.
-Supongamos que no me gusta que me utilicen mis cosas...
-Pero ¿por qué? Aquí nadie tiene enfermedades contagiosas...
-No se, pero imagina que me gusta que mis cosas sean mias y de nadie más.
-Eso sería posesividad enfermiza, egoísmo.
-No es egoísmo.
-¿Qué es entonces... generosidad? -Ami reia.
-¿Así que tengo que compartir mi cepillo de dientes con todo el mundo?
-Extremismo mental otra vez... No tienes que compartir ni tu cepillo de dientes ni tus objetos personales, aquí los hay por millones, sobran, nadie se esclaviza a ellos... ¡pero no querer compartir una nave espacial!... Además, en el "aeropuerto" es revisada por las máquinas encargadas de hacerlo, es reparada cuando lo necesita, no tienes que hacerlo tu por tu cuenta.
-Suena bien, pero me imagino que todo es un poco al estilo "internado de colegio", todo obligatorio, vigilado...
-Te equivocas. Aquí las personas gozan de la más amplia y total libertad.
-¿Y no hay leyes?
-Si las hay, pero todas ellas están basadas en la Ley fundamental del universo, en beneficio de las personas.
-¿Me vas a decir ahora esa bendita ley?
-Más adelante, paciencia -sonreia.
-¿Y si violo alguna ley?
-Sufres.
-¿Me castigan, me encarcelan?
-No. Aquí no existe el castigo ni las carceles, pero si cometes alguna falta, sufres; tú mismo te castigas.
-¿Yo mismo? No entiendo Ami.
-¿Le darias una bofetada a tu abuelita?
-¿No, por supuesto que no!... qué cosas dices...
-Imagina que le das una bofetada... ¿qué te pasaría?
-¡Me doleria mucho, me arrepentiria, seria insoportable!...
-Eso es castigarse uno mismo... no necesitas que te castiguen ni que te encarcelen. Hay cosas que nadie hace, y no porque lo prohiban las leyes. Tú no le harias daño a tu abuelita, no la herirías, no le quitarias sus pequeños objetos personales; al contrario, intentas ayudarla y protegerla.
-Sí, porque la amo.

-Aquí, todos nos amamos; todos somos hermanos.
 
Hay ocasiones en las que comprender algo nos produce interiormente el efecto de un estallido de luz. Debido a las explicaciones de Ami, yo habia podido comprender de pronto todo lo que él queria decirme. Aquel mundo era una gran familia en la que todos se amaban recíprocamente, y, por lo tanto, lo compartian todo. Me pareció algo sencillo ahora.
-Y asímismo están organizados todos los mundos evolucionados del universo -me explicó Ami, contento de que yo hubiese asimilado.
-Entonces, la base de la organización es el amor...
-Sí Pedrito; esa es la Ley fundamental del universo...
-¡¿Qué; cuál?!
-El amor -dijo Ami.
-¿El amor?
-El Amor. Esa es la Ley.
-Yo pensaba que sería algo más complicado...

-Es sencillo, simple y natural, sin embargo, no es tan fácil de experimentar, para eso es la evolución. Evolución significa acercarse al amor. Los seres más evolucionados experimentan y expresan más amor. La verdadera grandeza o pequeñez de los seres está determinada únicamente por la medida de su amor...

-¿Y por qué nos cuesta tanto?
-Porque tenemos dentro de nosotros una barrera que impide o frena nuestros mejores sentimientos.
-¿Cuál es esa barrera?
-El ego. Una falsa idea acerca de nosotros mismos, un yo falso. Mientras mayor es el ego, más importantes nos creemos con respecto a los demás. El ego nos hace sentir autorizados para menospreciar, dañar, dominar, y utilizar a los demás; para disponer de sus vidas inclusive. Como el ego es una barrera al amor, nos impide sentir compasión, ternura, cariño, afecto... amor. el ego nos insensibiliza ante la vida, es alimentado por falsas ideas, por apreciaciones erradas acerca de nosotros mismos, de los demás y de la existencia. Fíjate: ego-ista, se interesa por sí mismo y no por los demás. Egó-latra, no adora a nadie más que así mismo. Ego-tista, habla sólo de sí mismo. Ego-céntrico, piensa que el universo gira alrededor de su persona. La evolución humana consiste en la disminución del ego, para que crezca el amor.
-Entonces quiere decir que los terrícolas tenemos mucho ego...
-Depende del nivel de evolución de cada cual. Continuemos paseando, Pedrito.
 

Respuesta  Mensaje 14 de 19 en el tema 
De: javierocrates Enviado: 07/07/2009 11:55
Capítulo 10
Confraternidad interplanetaria
 
En una concavidad de los prados habia un bonito y pequeño anfiteatro, en el que varios seres muy extraños representaban un espectáculo frente al público.
Al principio pensé que estaban disfrazados, pero pronto comprendí que no era así... Los había gigantescos, aún más grandes que los de Ofir, otros más bajos, casi enanos; algunos más delgados que los terrícolas, otros muy similares a nosotros... Miradas hermosas y extrañas, grandes ojos, bocas pequeñas; rostros color de oliva casi carentes de nariz y labios... Me llamó la atención un grupo de niños muy parecidos a Ami, aunque no vestían como él.
-Provienen de mi planeta -me explicó.
Había cinco de cada mundo, danzaban tomados de las manos al son de una bella melodía, formando una alegre ronda. Un balón dorado iba cayendo suavemente; cuando se acercaba a algún ser, éste lo impulsaba hacia lo alto. Mientras caía, aquel que lo había impulsado y los cuatro restantes de su grupo pasaban bailando en forma armoniosa al centro de la ronda y ejecutaban otra danza, al compás de una música nueva, que se sumaba a la anterior, sin discordiar. Mientras esto ocurría, el resto de la ronda continuaba con la danza general, al compás de la primera melodía. Cuando el globo alcanzaba a otro grupo de seres, éstos ocupaban el centro, al compás de otra música, y los anteriores retornaban a su lugar. La ronda general iba girando lentamente. Cada vez que un grupo terminaba su acto, el público aplaudia con gran entusiasmo.
-Supongo que todos estos seres provienen de mundos diferentes.
-Asi es. Cada grupo muestra las danzas de su planeta.
Entre el público habia seres de otros mundos, no sólo ofirianos. El anfiteatro estaba decorado con banderas a su alrededor.
Naves muy diversas se encontraban estacionadas fuera del lugar, en un sitio destinado a ellas. Otras, como la nuestra, permanecian en el aire.
-¿Quién va ganando? -pregunté.
-¿Ganando qué?
-Me parece que eso es una competencia, ¿no?
-¿Competencia?
-¿No buscan al grupo que lo haga mejor?
-No
-¿Qué buscan entonces?
-Mostrar lo que sienten, agradar con un bonito espectáculo, estrechar lazos de amistad, enseñar, disfrutar.
-Y al grupo que lo haga mejor que los demás ¿no le dan ningún premio?
-Nadie está comparando nada. Aprenden y se divierten.
-En la Tierra son premiados los mejores...
-Y con eso, los últimos quedan humillados y a los ganadores les crece el ego... -dijo Ami sonriendo.
-Es duro, pero deben esforzarse si quieren ganar.
-"Ganar", ser más que los demás, otra vez, competencia, egoísmo, división. Se debe competir contra sí mismo, superarse, y no contra los demás hermanos. Esas cosas no existen en los mundos fraternales, evolucionados, porque allí está la semilla de la guerra y de la destrucción.

-No creo que sea para tanto... se trata de competencias sanas, deportivas...
-Pero enfocadas con criterios cavernícolas... Ya se han producido guerras que comenzaron por un partido de fútbol; hasta se matan en los estadios de la Tierra... Esto que estás viendo es sano, deportivo y artístico.
-Se parece a un juego de niños que hay en mi planeta.
-La ronda, el círculo, son símbolos universales, representan la fraternidad; también otras cosas, entre ellas, un mundo.

-¿Qué significa el círculo de tu pecho?
-Significa la humanidad.
-¿Y el corazón alado?
-Es el amor elevado y libre, desapegado.
-¡La humanidad unida en amor! -exclamé.
-¡Eres un genio! -dijo, muy contento.

Continuamos observando el espectáculo mientras Ami explicaba:

-Cada movimiento que ejecutan tiene un significado, forma parte de un lenguaje.
-¡Que bonito!... me gustaría que mi abuelita viera esto... a propósito, ¿qué hora es en la Tierra?
-A tu abuelita le quedan cuatro horas de sueño.
-¿Podemos verla desde aquí?
-Si, mediante la conexión con los satélites que tenemos en órbita en la Tierra, espera.
Accionó los controles de una pantalla y apareció mi planeta visto desde mucha altura, después vimos a mi abuelita dormida.

-¡Qué maravilloso!... ¿Puedes ver todo el universo?
-¡No vueles tan alto!... me parece que desconoces el tamaño del universo.
-Tienes razón, lo ignoro -confesé.
-Nosotros sabemos de algunos millones de galaxias, las más cercanas, las otras las vemos desde lejos, y más allá... ignoramos qué hay... Pero esta pantalla es muy entretenida, con varios millones de galaxias basta, ¿verdad? -reímos- sin contar con que podemos sintonizar el pasado de cualquier mundo...
-¡¿El pasado?!... ¿Cómo es posible?
-Es fácil; todo queda archivado, y de muchas maneras... "Nada hay oculto que no llegue a conocerse"... Te mostraré una de esas maneras. Ese balón dorado que flota allí, recibe su luz del sol, ésta rebota en el globo, llega a tus ojos; otros rayos salen disparados hacia arriba, hacia el espacio, viajan por él eternamente. Si captamos esa luz en cualquier punto de su recorrido y la amplificamos, estaremos viendo el globo tal como fue en el pasado.
-¡Increible!
-Más adelante puedo mostrarte a Napoleón, César, Jesús... ¡en acción!
-¿En serio?
-Y a ti mismo hace algunos años... pero por el momento quiero que conozcas un poco más de Ofir.

Comenzamos a elevarnos dejando atrás aquel anfiteatro. Una luminosa nave pasó cerca de nosotros haciendo cambio de luces; la nuestra también lo hizo, mientras Ami sonreia pícaramente.
-¿Quién era, algún amigo tuyo?
-Era gente alegre y divertida, proveniente de un mundo que visité hace mucho tiempo.
-¿Qué significó ese cambio de luces?
-Un saludo, amistad, me fueron simpáticos y nosotros a ellos.
-¿Cómo lo sabes?
-¿No sentiste?
-Creo que no...
-Eso se debe a que no observas. Si estuvieras atento a ti mismo, al igual que hacia el exterior, descubrirías muchas cosas... ¿No sentiste cierta alegría cuando se aproximaba esa nave?
-No se... creo que no... estaba pensando que podríamos chocar...
-Estabas pre-ocupado -reía Ami-. Mira esa nave que va allá, es de mi mundo, fíjate que es idéntica a ésta.
-Me gustaría conocer tu planeta.
-En otro viaje te llevaré; no tenemos tiempo hoy.
-¿Prometido?
-Si escribes el libro, prometido.
-¿Y al pasado también?
-Al pasado también.
-¿Y a las playas de Sirio también?
-También -reía el niño espacial-, tienes buena memoria. Y también al planeta que estamos preparando para albergar a los que rescatemos en caso de producirse la destrucción de la Tierra.
-Eso quiere decir que la destrucción es inevitable?
-Depende de lo que hagan ustedes por vivir unidos, sin fronteras, sin injusticias, sin armas.
-Y formar un solo pais: la Tierra ¿verdad?.
-Así debe ser. Los regionalismos exagerados revelan poca elevación de miras, egoísmo. Un excesivo apego a un lugar no deja espacio para amar el resto de los lugares. El universo es muy grande. Debemos pensar y amar "en grande".
 
Algunos creen que los de su calle son mejores que los del resto de las calles del mundo...

-Tienes razón, debemos vivir sin fronteras. ¡Que sólo la atmósfera sea nuestra frontera! -exclamé con entusiasmo.
-Ni siquiera eso. El universo es libre, amor es libertad. Nosotros no necesitamos pedir permiso a nadie para venir a este mundo o al que deseemos visitar.
-¿Cualquiera puede llegar a este mundo sin pedir autorización?
-Y a cualquier otro mundo del universo...
-¿Y la gente de aquí no se enoja?
-¿Por qué habría de molestarse? -Ami se regocijaba con nuestro diálogo.
-No se; me cuesta aceptar tanta maravilla...

-Trataré de explicarte, Pedrito. Los mundos evolucionados forman una confraternidad universal; todos somos hermanos, amigos, todos somos libres de ir o venir, mientras no perjudiquemos a nadie. Nada es secreto, nada es prohibido. No hay guerras de galaxias, no hay violencia entre nosotros. La violencia es una característica de los mundos primitivos  y de las sociedades que esos seres construyen. No hay competencia entre nosotros, nadie quiere ser más que su hermano, lo único que todos queremos es disfrutar sanamente de la vida; pero como amamos, nuestra mayor dicha la obtenemos sirviendo, ayudando a los demás, y siendo útiles somos dichosos. Todos tenemos la conciencia en paz, amamos a nuestro Creador y le agradecemos por darnos la existencia y permitirnos disfrutar de ella. La vida es muy sencilla para nosotros, aunque tengamos muchos avances científicos, y si la humanidad de la Tierra logra sobrevivir, si logra sobreponerse a sus egoismos y desconfianzas, nosotros nos haremos presentes para ayudarlos, para que se integren a la confraternidad cósmica. Si lo consiguen, la vida ya no será una dura competencia por sobrevivir; comenzará la dicha para todos; les daremos las herramientas para que puedan hacer de la Tierra un mundo feliz, en paz, justo y unido.
-Es hermoso lo que dices, Ami.
-Porque es verdad. Sólo la verdad es hermosa. Cuando llegues a tu mundo escribe ese libro, para que sea una voz más, otro grano de arena.
-Cuando yo les diga, todos me creerán y dejarán sus armas para vivir en paz... -dije, muy convencido.
Ami volvió a reírse de mí, acariciándome la cabeza, pero esta vez no me molesté, porque ya no lo consideraba un niño como yo, sino mejor que yo.
-¡Que inocente eres! No te das cuenta de que están en guerra, compitiendo en forma feroz, terriblemente dormidos, tan seriotes y graves... pero las verdades del universo no son serias, son hermosas. ¿Te parece serio un campo de flores?
-No. Es bonito -respondí.
-Si quienes dirigen los paises y ejercitos fueran los creadores de las flores, les pondrían balas, en lugar de pétalos y leyes inhumanas y rígidas, en lugar de tallos...

-Entonces... ¿no me creerán?
-Los niños y quienes son como niños te creerán; los adultos piensann que sólo las cosas horribles son verdaderas. Coleccionan objetos materiales, adoran las armas y no se interesan por nada que sea hermoso y verdadero; consideran que la oscuridad es la luz y la luz la oscuridad. Esos no se interesarán por tu libro; pero los niños saben que la verdad es hermosa y pacífica. Ellos contribuirán para difundir nuestro mensaje, el cual llegará a través de ti. Es un proceso. Nosotros cumplimos con brindar nuestra ayuda, con servir. La humanidad debe ahora hacer un esfuerzo por sí misma.

-¿Y si no hacen caso y destruyen el mundo?
-Tendremos que hacer lo mismo que miles de años atrás.
-Rescatar a quienes tienen buen nivel -dije.
-Así es, Pedrito.
-¿Y tengo yo setecientas medidas? -Nuevamente intenté saberlo.
-Todo aquel que hace algo por la paz, tiene buen nivel. Y todo aquel que no hace nada, pudiendo hacer algo, es indiferente o cómplice, le falta amor, no tiene buen nivel.
-Entonces, apenas llegue a casa me pongo a escribir -dije, un poco asustado.

Ami se rió de mí.  

Respuesta  Mensaje 15 de 19 en el tema 
De: javierocrates Enviado: 07/07/2009 11:56
Capítulo 11
Bajo las aguas
 
Nos acercábamos a un inmenso lago de aguas muy celestes. Sobre él se deslizaban embarcaciones de vela y de motor; en las orillas, la gente se bañaba. Sentí deseos de sumergirme en esas aguas cristalinas.

-Pero no puedes hacerlo.
-Por mis microbios.
-Correcto.
 
Habia un embarcadero al que la gente llegaba para tomar libremente cualquier vehículo acuático, yates lujosos, pequeños botes de remos, unas bonitas esferas transparentes de diversos tamaños, bicicletas marinas y equipos de buceo.

-Entonces aquí uno puede tomar cualquier cosa...
-Claro.
-Pienso que la mayoría buscará los yates de lujo...
-Estás equivocado; a muchos les gusta remar, a otros juguetear con una pequeña barca, tener la sensación de cercanía del agua, hacer ejercicio físico...
-¿Por qué hay tantas diversiones; es domingo hoy?
-Aquí es domingo todos los días -reía Ami.

Algunos tomaban equipos de buceo y se sumergían.
-¿Qué hacen bajo el agua?
-Pasear, conocer, disfrutar de la vida... ¿Quieres ir allá?
-Pero dijiste que no puedo salir de la nave...

Ami puso rumbo al lago mientras sonreía, nos sumergimos en él. Fue muy bonito ver aparecer ese mundo sub-acuático. Muchas personas y vehículos se desplazaban bajo la superficie de las aguas, la mayoría eran esas esferas transparentes. Un niño provisto de lentes para bucear y de un pequeño tanque de oxígeno pasaba cerca de nosotros; al vernos, se aproximó a nuestra nave y pegó su nariz contra el vidrio de una de las ventanas, haciéndonos una morisqueta. Ami reía. Pensé que si yo hubiera estado bucenando en una playa de mi mundo, no me habría acercado con tanta confianza a un "ovni" submarino...

En el fondo del lago apareció una enorme cúpula transparente con luces de diversos colores; había una especie de restaurant en el interior de esa gran burbuja. Adentro se veian mesitas, una orquesta y una pista de baile. Las personas danzaban al compás de un ritmo alegre. algunos batian las palmas mientras observaban desde las mesas llenas con helados y bebidas en vasos altos.
 
-¿Tampoco se paga allí?
-En ninguna parte Pedrito.
-Entonces, si la vida es tan fácil, ¿cómo es que la gente no se dedica a pasarla bien, en lugar de trabajar?
-Aquí hay muy poco trabajo, el más pesado lo hacen las máquinas y los robots.
-¡Esto es mejor que irse al cielo!
-Estamos "en el cielo"... ¿no?

Yo iba comprendiendo cada vez con mayor claridad lo maravilloso que debia ser vivir en un mundo como ése.

-Esto hay que ganarlo -dijo Ami.
Continuamos avanzando lentamente por el fondo de aquel lago poblado por extraños peces y plantas.
Aparecieron una pirámides que se elevaban entre algas y corales de variados matices.

-¿No hay tiburones por aquí?
-Ni tiburones, ni serpientes, ni arañas, ni fieras; nada agresivo o venenoso. Este es un planeta evolucionado, por lo tanto, ya no tiene especies alejadas del amor... ésas quedan para los mundos que las merezcan...
-¿Qué comen los peces?
-Lo mismo que las vacas y caballos de tu planeta: vegetales. En los mundos civilizados nadie mata para vivir, ningún animal se come a otro.
-Entonces tú no comes carne...
-¿Qué quisiste decirme?
Yo no habia querido decir nada ofensivo, pero Ami reía.
-Claro que no comemos carne... qué asco, qué maldad matar esos pollitos, cerditos y vaquitas inocentes...

Así como lo había descrito, me pareció maldad a mi también. Decidí no volver a comer carne.
-A propósito de comida... -dije, sintiendo mi estómago vacio.
-¿Tienes hambre?
-Mucha. ¿No habrá alguna comida extraterrestre por ahí?
-Claro, busca allá atrás .me señaló un armario tras los sillones de comando. Levanté una tapa que se deslizaba hacia arriba. Apareció una pequeña despensa llena de envases de un material que parecía madera, marcados con signos extraños.

-Trae el más ancho.
No supe como abrirlo, parecía hermético. Ami reia ante mi confusión.
-Oprime el punto rojo.
Al hacerlo, se levantó suavemente la tapa. Aparecieron una frutas parecidas a las nueces, de color ambarino claro, algo transparentes.
-¿Qué son esas cosas?
-Come una.
La tomé, era blanda como esponja, la probé con la punta de la lengua. Tenia un sabor más bien dulce.
-Come, hombre, come, que no es veneno -Ami no se perdia ninguno de mis movimientos.
-Pásame una.
Le acerqué el envase y tomó una de las frutas, se la echó a la boca y la comio con deleite. Mordí un poquito y lo saboreé con cuidado. Tenia un gusto como a maní, nueces o avellanas. su sabor era muy delicado. Me gustó. Fui adquiriendo confianza. El segundo bocado me pareció exquisito.
-¡Son muy sabrosas!
-No comas más de tres o cinco, tienen demasiadas proteinas.
-¿Qué cosa es esto?
-Es una especie de miel -reia Ami- de algo así como abejas -ahora reía más.
-Me gusta. ¿Puedo llevarle algunas a mi abuelita?
-Claro, pero deja aquí el envase. Sólo a tu abuelita, a nadie más se las muestres, cómanlas todas, no guardes ninguna ¿prometido?
-Prometido... mmmm... son deliciosas.
-No tanto para mi gusto, como unas frutas de la Tierra.
-¿Cuales?
-Esas que llaman damascos o albaricoques.
-¿Te gustan?
-Claro, en mi planeta son muy apreciadas. Hemos intentado adaptarlas a nuestros suelos, pero sin obtener todavía ese sabor. Es frecuente la aparición de "ovnis" en las plantaciones de damascos...
-Ami reía con sus carcajaditas de bebé.
-¿Ustedes se los roban? -pregunté con gran sorpresa.
-¿Robar... qué es robar? -fingía no saberlo.
-Tomar lo que pertenece a otro.
-Ah, "pertenecer", de nuevo. Entonces no podemos evitar las "malas costumbres" de nuestros mundos -reía nuevamente- y nos "robamos" unos cinco o diez damascos...
 
Me hizo gracias, aunque algo no me gustaba. Robar es robar, ya sea una fruta o un millón de dólares. Se lo dije.
-¿Por qué no dejan en la tierra que quien necesite algo lo tome, sin pagar? -preguntó Ami.

-¿Estás loco? Nadie se tomaría la molestia de trabajar, si no va a ganar nada...
-No tiene amor entonces, sino egoismo... no pueden dar si no van a recibir algo a cambio.
Ami tenia un estilo muy especial para decir cosas duras, con una sonrisa, con ternura y comprensión.
Imaginé que yo era el dueño de una plantación dedicada al cultivo de damascos. Llegaba la gente y tomaba mis frutas sin pagar nada, luego aparecia un "pillo" que se aprovechaba de mí; venía con un camión a llevarse todas mis frutas. Yo intentaba protestar, pero él se alejaba con su vehículo lleno y burlándose me decía:
-¿Qué no hay amor en ti?... eres egoista jajajaja
-¡Puf cuánta desconfianza! -Ami vio toda mi "película" mental y dijo:
-En una sociedad civilizada nadie "se aprovecha" de nadie ¿Qué va a hacer ese hombre con el camión lleno de frutas?
-Venderlas, claro...
-Nada se vende; no hay dinero...
Aquello me hizo gracia, no habia recordado que no existe el dinero en un mundo civilizado.
-Esta bien, pero ¿por qué voy a trabajar por nada?
-Si hay amor en ti, vas a estar dichoso de poder servir a los demás, y así tienes derecho a ser servido, puedes ir donde el vecino y tomar de su siembra lo que necesites; del lechero tomas leche, del panadero el pan, y así sucesivamente; y si en lugar de hacerlo todo en forma aislada y desordenada,la sociedad se organiza y se llevan los productos a los centros de distribución, y si en lugar de trabajar tu, lo hacen las máquinas...
-¡Nadie haria nada!...
-Siempre habría algo que hacer: supervisar las máquinas, crear otras más perfectas, ayudar a quienes nos necesitan, perfeccionar nuestro mundo y a nosotros mismos, y también disfrutar del tiempo libre.
-Pero no faltaria el que solo quiere aprovechar y no hacer nada, el "pillo" -afirmé, recordando al hombre del camión.
-Ese, a quien calificas de pillo, tiene un bajo nivel de evolución, menos de cuatrocientas medidas, mucho egoismo y muy poco amor; en realidad, se cree pillo, astuto, inteligente, pero es muy tonto; con ese nivel no se puede ingresar a mundos civilizados, en ellos se considera un gran privilegio trabajar más, poder servir más. Aquí mucha gente se divierte, pero la mayoria está trabajando en otros lugares, en laboratorios, universidades, en todas esas pirámides y también en misiones de servicio en planetas incivilizados. La vida es para ser feliz, para disfrutarla, pero la máxima felicidad se obtiene sirviendo a los demás...
 
-Entonces esa gente... ¿es perezosa?
Por la risa de Ami supe que otra vez me equivocaba.
-No, no lo es. Sucede que las oportunidades de servir son escasas en estos mundos.
-¿Cuántas horas diarias trabajan?
-Depende del tipo de labor, si es agradable, podemos trabajar jornadas completas, como yo en este momento... pero esto es un gran privilegio.
-¿Tu trabajando; en qué estás trabajando?... yo veo que estamos paseando -Ami reia escuchandome.
-Yo soy algo así como profesor o mensajero, es lo mismo casi.

No me pareció que fuese lo mismo. En ese momento vi a dos jóvenes que forcejeaban la ventana de una pirámide submarina; intentaban entrar a robar. Ami captó mis pensamientos y rió.
-¡Están limpiando los vidrios!... Tienes la imaginación llena de delito...

-¿Cómo es aquí la policia?
-Policía, ¿para qué?
-Para cuidar, para evitar que los malos...
-¿Cuáles malos?
-¿No hay ningún malo aquí?
-Bien, nadie es perfecto, pero con setencientas medidas, la información y los estímulos precisos, y dentro de un sistema de organización social apropiado, todos dejan de ser nocivos para sus semejantes; ya no se necesita ser "malo", y tampoco a la policia...
-¡Es increible!
-Increible es que en un mundo se maten unos a otros...
-Tienes razón. Ahora que lo pienso, me parece imposible que algún día, en la Tierra lleguemos a vivir como ustedes; somos malos, nos falta amor; a mí mismo, hay gente que no me gusta -pensé en un compañero de colegio que está siempre serio. Cuando uno está entusiasmado o jugueteando, basta una mirada suya para que se venga el ánimo a los pies. También recordé a otro que se cree un santo; afirma que la Virgen se le aparece y le dice que él se irá al Cielo; siempre está condenándonos porque hacemos algunas travesuras y bromas y porque no vamos mucho a Misa... no, definitivamente no me gusta.
-A mí tampoco me resultan agradables todas las personas de mi mundo o de cualquier otro, pero no porque no me parezcan simpáticas voy a hacerles algún daño.
-¿En serio; tienes defectos? -me entusiasmé- ¡yo creia que tu eras perfecto! Yo tampoco les haria daño a ese par de sacos de plomo... pero no me obligues a vivir con ninguno de ellos...

-En los mundos evolucionados hay almas que no se atraen, pero tampoco se rechazan. Para misiones o trabajos de larga convivencia se buscan personas afines, aunque al llegar a las mil quinientas medidas se ama a toda la gente; debemos intentar avanzar por ese camino, pero no a ustedes ni a nosotros se nos exige tanto por el momento.
-¿Entonces, no es necesario que los terrícolas seamos perfectos?
Ahora si que rió con ganas mi amiguito espacial.

-¡Los terrícolas perfectos!... ¿Sabes tu lo que es ser perfecto?
-¿Ser como Dios?
-Eso mismo. ¿Quién puede? Yo no...
-Yo tampoco -dije.
-Es típico de la mitomania terrestre, del extremismo mental. Se matan sin compasión, torturan, engañan, se esclavizan a lo material, tienen un bajo nivel evolutivo ¡y exigen la perfección!... Bastaría con que bajaran las armas y vivieran en paz, como una familia, sólo eso; para lograrlo no necesitan ser perfectos, sólo deben dejar de ser dañinos. Eso es mucho mas fácil que lograr la perfección. Sólo un "clap" de los dedos y el mundo comienza a vivir en paz, pero les parece una locura, una utopía, un imposible; en cambio, LA PERFECCIÓN, eso sí les parece posible... No hacen nada por la humanidad y sólo se dedican a buscar pequeñas faltas ajenas o propias: "cuelan mosquitos y tragan camellos"...
 
-¿Y si uno se retira a una montaña a buscar a Dios? -mi colegio es religioso, por eso tocan siempre esos temas.
-Si alguien se ahoga en un río mientras tu rezas en la orilla sin hacer nada por esa persona, ¿estará Dios complacido contigo? -preguntó Ami.
-No se... tal vez mis oraciones le complazcan...
-¿Cual es la Ley fundamental del universo?
-Amor.
-¿En qué actitud tuya hay más amor, rezando indiferente mientras tu hermano se ahoga, o intentando salvarle la vida?
-No se... si en mi oración estoy amando a Dios...
-Veámoslo de otro modo. Si tu tienes dos hijos, uno se está ahogando en un río, el otro se dedica a adorar un retrato tuyo y no hace nada por salvar a su hermano, ¿te parece correcta esta actitud?
-No, por supuesto que no, preferiría mil veces que salvara a mi otro hijo... pero tal vez Dios no sea como yo.
-¿No? ¿te lo imaginas vanidoso, interesado simplemente en que lo adoren, indiferente por la suerte de sus otros hijos?... Si tu, que eres imperfecto, no actuarías así, ¿cómo podría Él, que es Perfecto, ser peor que tu?
-No lo habia visto de ese modo...
-Dios prefiere un no creyente servicial con sus hermanos, que un beato inútil para su mundo que "se ahoga", interesado sólo por su ilusoria "salvación", "evolución" o "perfección" individual.

-No me había dado cuenta Ami, ¿por qué sabes tanto acerca de Dios?
-Porque Dios es amor, por lo tanto, quien experimenta amor experimenta a Dios, y quien ama, sólo quiere ser útil.

-¿Qué religión es la tuya?
-Ninguna, o tal vez si, no se... En todo el universo evolucionado la única religión, la religión universal, consiste en vivir en amor, porque el amor es Dios... aparte de eso, no tenemos ningún sistema de creencias.

-Excepto una -dije.
-¿Cuál Pedrito?
-Bueno, eso de que el amor es el universo fundamental de la ley...
-Ley fundamental del universo, Pedrito, pero no es una creencia, sino una ley, comprobada científica o espiritualmente, porque ciencia o espiritualidad es lo mismo para nosotros, también lo será para ustedes cuando vuestra ciencia descubra el amor.
-Yo pensé que era una...
-¿Una superstición? -preguntó Ami riendo.
-Algo así... una buena intención tal vez.
-Te equivocas de nuevo. Vamos a ver unas personas muy especiales...

Respuesta  Mensaje 16 de 19 en el tema 
De: javierocrates Enviado: 07/07/2009 11:57

Capítulo 12

La Nueva Era


Salimos del agua y nos dirigimos a gran velocidad hacia la superficie del planeta Ofir; al poco tiempo llegamos a unas edificaciones. Nos detuvimos en el aire y casi me desmayo con lo que vi: varias personas... ¡vo-la-ban!


Estaban suspendidas en el aire con los brazos abiertos, algunos, verticalmente, otros, en posición horizontal. Todos tenían los ojos cerrados y sus rostros denotaban gran dulzura y concentración. Se deslizaban como águilas describiendo inmensos círculos. Ami accionó el "sensómetro" y enfocó a uno de ellos.


-Vamos a ver su nivel de evolución.


Apareció el hombre muy transparente. La luz de su pecho era un espectáculo maravilloso, traspasaba los límites de su cuerpo irradiando una esfera de luz que lo rodeaba y se extendía mucho más allá de él.


-Experimentan con la fuerza más poderosa del universo: la fuerza del amor -me explicó.


-Cómo pueden volar? -pregunté fascinado.


El amor los eleva, algo así hicimos nosotros en la playa.


-Deben tener una cantidad bárbara de medidas...


-Estas personas tienen alrededor de mil medidas, pero se concentran en el amor y logran superar las dos mil. Estos son ejercicios espirituales; cuando terminan la práctica vuelven a su nivel habitual. Hay mundos en los que sus habitantes viven normalmente como ellos ahora, pero hay otros a los que tu ni yo podemos llegar por el momento; allí habitan seres que superan las diez mil medidas: los seres solares, son amor casi puro...


-¿Seres solares?


-Claro, los habitantes de los soles...


-Jamás lo hibiera imaginado...


-Es natural, nadie puede mirar más arriba del escalón sobre el que se encuentra... Vamos a ver ese grupo que está más allá.

 

A lo lejos había unas cincuenta personas sentadas en el prado formando círculo; al igual que los hombres que volaban, parecian brillar a simple vista. Tenian las piernas cruzadas y la espalda recta, meditaban u oraban.

 

-¿Qué hacen?


-Envian hacia mundos menos evolucionados de la galaxia, algo así como mensajes telepáticos, pero no se perciben sólo con la mente, es imprescindible también el corazón.


-Me hablaste de eso. ¿Qué dicen esos mensajes?


-Procura poner atención a tu pecho, calma tus pensamientos y tal vez los recibas. Estamos muy cerca de la fuente de emisión... no, así no; relaja tu cuerpo, cierra tus ojos y permanece atento.


Así lo hice. Al principio no sentí nada, excepto una emoción especial desde que nos acercamos al lugar, pero luego me invadieron unos "sentimientos-ideas":


"Todo aquello que en Amor no se sustente
ha de ser destruido
olvidado en el tiempo,
repudiado..."


Una especie de claridad interior me llegaba, luego mi mente ponía palabras a esas sensaciones. Era algo muy extraño y hermoso.


"Y todo aquello que en Amor se sustente
amistad o pareja
familia o agrupación
gobierno o nación
alma individual o humanidad
será firme y seguro
ha de prosperar y fructificar
y no conocerá destrucción..."


Yo podía casi "ver" al Ser que decía aquello; para mi no se trataba de esas personas, para mi era Dios quien hablaba.


"Ese es mi Pacto
esa es mi Promesa y mi Ley"


-¿Captaste Pedrito? -me preguntó Ami. Abrí los ojos.


-Oh, sí... ¿de qué se trata todo esto?


-Esos mensajes provienen desde lo Profundo, desde Dios. Estos amigos que ves aquí, los reciben y retransmiten a los mundos menos evolucionados, como el tuyo, allí los captan otras personas, pero no  siempre los retransmiten con pureza, porque ella depende del nivel de conciencia del receptor.


-¿Nivel de conciencia? ¿Qué es eso, Ami?


-El grado de equilibrio entre los cerebros, Pedrito, él hace que los mensajes puedan ser utilizados para lo que realmente son: crear una Nueva Era, o deformados para aumentar la confusión, el miedo y la violencia.


¿Nueva Era?


-Sí, la Era de Acueario.


-¿Qué es eso de la Era de Acuario?


-Una nueva etapa evolutiva del planeta Tierra, el fin de milenios de barbarie, una Nueva Era de amor. Tu planeta comienza a ser regido por energias cósmicas y geológicas más sutiles, que favorecen el crecimiento del amor en todos los seres. Ustedes ya podrían vivir como aquí, en Ofir.


-¿Y por qué no lo hemos hecho todavía, Ami?


-Porque cintinuan guiándose por viejas ideas y sistemas que no se adaptan a los nuevos tiempos y sólo hacen sufrir a la gente de tu mundo. Pero los seres han nacido para ser felices, Pedrito, no para sufrir. Por eso estamos trabajando en este "plan de ayuda". ¿No has notado que en la Tierra últimamente se habla mucho de amor?


-Sí, es verdad.


-Ello se debe a que en esta "Era de Acuario" muchas personas reciben estos mensajes y la mayoria siente la fuerza de la radiación de amor, que ahora es mayor.


-Entonces ¿Por qué hay más sufrimiento ahora en la Tierra? En otras épocas hubo guerras mundiales, miseria, pestes...


-Sí, pero la gente era más insensible, sufría menos ante las atrocidades, creía en las guerras, hoy, ya no; hoy, la inmensa mayoria sólo quiere vivir en paz. Es una "nueva hornada humana", producto de radiaciones más finas, y sufren más, porque a mayor sensibilidad, mayor sufrimiento ante el dolor... lamentablemente.

 

Nos alejamos a una tremenda velocidad de aquel lugar impregnado de extrañas vibraciones espirituales.


-¿Cuantas horas nos quedan Ami?


-Dos.


-¡Qué raro! Yo siento como si hubieramos estado unas doce horas en esta nave, desde que me subí en la playa...


-Te dije que el tiempo se estiiiiiiiira... Vamos a ir al "cine". Mira allá abajo.


Habiamos llegado a la zona nocturna del planeta Ofir, pero todo se veia muy iluminado por multitud de fuentes de luz artificial en los prados y edificaciones.

Observé algo como un cine al aire libre, con muchos espectadores. La pantalla era una lámina de cristal sobre la que aparecian imágenes en colores, juegos de formas y matices al compás de una música suave. Frente a la pantalla había un asiento especial, destacado del resto; sobre él se encontraba una mujer con algo parecido a un casco en la cabeza, permanecia con los ojos cerrados, muy concentrada.


-¿De qué se trata, Ami?


-Lo que ella imagina, aparece en la pantalla... Es un "cine" que no necesita filmadoras ni proyectoras.


-¡Pero esto es demasiado maravilloso! -exclamé.


-Técnica -dijo Ami-, simple técnica.

La mujer terminó de presentar su espectáculo; un hombre tomó su lugar, mientras el público aplaudia.


Comenzó a escucharse otra música, en la pantalla se vieron unas aves estilizadas que volaban al compás de la música sobre parajes que parecian de cristal o piedras preciosas. Aquello era muy bonito, algo así como dibujos animados. Estuvimos largo rato contemplando en silencio aquella maravilla extraterrestre.


Después llegó un niño, presentó una historia de amor entre él y una chica de otro mundo; ocurría en diversos y extraños planetas. Las imágenes,menos precisas que las anteriores, a veces se esfumaban en forma total. Pregunté a qué se debia eso.


-Es un niño, no tiene todavia la capacidad de concentración de un adulto, pero lo hace muy bien para su edad.


-¿La música también la imaginan?


-Las imágenes y la música al mismo tiempo no; no en este mundo, pero hay otros en los que sí pueden lograr tal proeza; en Ofir existen salas de conciertos en las cuales el artista simplemente imagina la música y el público la escucha... ¿Quieres ir a un parque de diversiones?


-¡Claro!

 

Llegamos a un mundo de fantasia, todo tipo de entretenimientos: gigantescas montañas rusas, lugares en los que la gente quedaba levitando muentras se moria de la risa; imitación de lugares fabulosos y seres fantásticos.


-Mientras mayor es la evolución, más se es como un niño -me explicó Ami-; en estos mundos tenemos muchos lugares como éste. Un alma adulta es un alma de niño. Necesitamos de juego, de fantasia, de creación... No hay juego, fantasia o creación mayor que el universo, cuyo Creador es el amor...


-¿Dios?


-El amor es Dios... en nuestros idiomas tenemos una sola palabra para referirnos al Creador, a la Divinidad, a Dios; esa palabra es amor... y la escribimos con mayúscula, ustedes también lo harán algún día.


-Cada vez más me doy cuenta de la importancia del amor.


-Y sabes muy poco todavía... Vamos, terminó la visita a Ofir, este mundo que vive como ustedes podrían hacerlo a partir de mañana mismo si se unieran, nosotros les enseñariamos el resto. Ahora vamos a un mundo que ni tu ni yo podemos alcanzar todavía, sólo visitar fugazmente con algún propósito noble, como éste. Allá, nadie baja de dos mil medidas. El viaje es largo, lo aprovecharé para contarte algunas otras cosas; siéntate en ese sillón.


Ami accionó los controles, la nave vibró con suavidad, las estrellas parecieron alargarse y tras los vidrios apareción la neblina que indicaba que íbamos hacia un mundo lejano.

 

 


Respuesta  Mensaje 17 de 19 en el tema 
De: javierocrates Enviado: 07/07/2009 11:58

Capítulo 13 (1ª parte)

Una princesa azul

-Dijiste que hay personas a las que te es difícil amar, ¿verdad Pedrito?

-Sí.

-¿Es malo no amar?

-Sí -respondí.

-¿por qué?

-Porque tu dijiste que el amor es la Ley, y todo eso.

-Olvídate de lo que yo te dije. Supongamos que te estoy engañando, o que estoy equivocado. Imagina un universo sin amor.


Comencé a visualizar mundos en los que nadie amaba a nadie. Todos eran frios y egocéntricos, porque al no haber amor, no hay freno al ego, como decía ami. Todos luchaban contra todos y se destruian... Recordé las energias que habia mencionado Ami, ésas, capaces de producir un descalabro cósmico; imaginé un ego herido y suicida oprimiendo "el botón", sólo por venganza... ¡estallaban las galaxias en una reacción en cadena...


-Si no hubiera amor, no habría universo -deduje.

-¿Podriamos decir entonces que el amor construye y que la falta de amor destruye?

-Creo que sí -contesté-, al final resulta eso.

-¿Quién creo el universo?

-Dios.

-Si el amor construye y Dios "construyó" el universo, ¿habrá amor en Dios?

-¡Claro! me llegó la imagen de un ser maravilloso u resplandeciente, que por amor creaba galaxias, mundos, estrellas...

-Procura sacarle la barba otra vez -rió Ami. Era verdad; nuevamente lo había imaginado con barba y rostro humano; pero ahora no en las nubes, sino en medio del universo.

-Entonces podemos decir que Dios tiene mucho amor...

-Por supuesto -dije- por eso no le gustan el odio ni la destrucción...

-Bien, ¿para qué creó Dios el universo?

Pensé largo rato y no supe la respuesta. Luego protesté:

-¿No crees que soy muy pequeño para responder esa pregunta?

Ami no me hizo caso.

-¿Para qué le vas a llevar esas "nueces" a tu abuelita?

-Para que las pruebe... le van a agustar.

¿Quieres que le gusten?

-Claro.

-¿Por qué?

-Para que le gusten... para que esté contenta...

-¿Por qué quieres que esté contenta?

-Porque la amo -me sorprendí yo mismo al comprobar que otra de las caracteristicas del amor es desear la felicidad de aquellos a quienes amamos.

-¿Por eso quieres que le gusten las "nueces", que esté contenta, que sea feliz?

-Sí, por eso.

-¿Para qué crea Dios gente, mundos, paisajes, sabores, colores, aromas?

-¡Para que seamos felices! -exclamé, contento por haber comprendido algo de lo que ignoraba.

-Muy bien... entonces ¿nos ama Dios?

-Claro, nos ama mucho.

-Entonces, si El ama, nosotros deberiamos tambien amar... ¿o no?

-Sí, si Dios ama...

-Perfecto. ¿Hay algo superior al amor?

-Tu dijiste que era lo más importante...

-Y también dije que olvidaras lo que habia dicho -sonrió-, hay quienes opinan que es superior el pensamiento. ¿Qué vas a hacer para darle esas "nueces" a tu abuelita?

-Veré cómo le preparo una sorpresa.

-Y vas a utilizar tu intelecto para eso, ¿verdad?

-Claro, voy a pensar un plan.

-Entonces tu intelecto sirve a tu amor, ¿o al revés?

-No entiendo

-¿Cuál es el origen de querer que tu abuelita sea dichosa; tu amor o tu pensamiento?

-¡Ah! mi amor, de allí nace todo.

-"De allí nace todo", tienes mucha razón... entonces, primero amas y después utilizas tu pensamiento para hacer feliz a tu abuelita, ¿verdad?

-Tienes razón, pongo mi intelecto al servicio de mi amor; primero está el amor.

-Entonces que hay por sobre el amor?

-¿Nada? -prengunté.

-Nada -respondió. Se volvió hacia mi con una mirada luminosa.

-Y si comprobamos que Dios tiene mucho amor, ¿qué es Él?

-No se.

-Si hay algo mayor que el amor , Dios debe ser eso, ¿verdad?

-Creo que si.

-¿Y qué es mayor que el amor?

-No se...

-¿Qué dijismos que habia por sobre el amor?

-Dijimos que no habia nada.

-Entonces, ¿qué es Dios? -preuntó.

-¡Ah! "Dios es amor", tu lo has dicho varias veces, y la Biblia también lo dice... pero yo pensaba que Dios era una persona con mucho amor...

-No. No es una persona con mucho amor; Dios es el amor mismo o el amor es Dios.

-Creo que no entiendo, Ami.

-Te dije que el amor es una fuerza, una vibración, una energía cuyos efectos pueden ser medidos con los instrumentos apropiados, como el "sensómetro", por ejemplo.

-Sí lo recuerdo.

-La luz también es una energía o vibración.

-¿Si?

-Sí, y los rayos equis, infrarrojo y ultravioleta, y también  el pensamiento, todo es vibración de la misma "cosa" a diferentes frecuencias. Mientras más alta la frecuencia, más fina es la materia o energía. Una piedra y un pensamiento es la misma "cosa" vibrando a distintas frecuencias...

-¿Qué es esa cosa? -pregunté.

-Amor.

-¿En serio?

-En serio... todo es amor, todo es Dios...

-Entonces Dios creó el universo con puro amor?

-Dios "creó" es una forma de decir, la verdad es que Dios "se transforma" en universo, en piedra, en ti y en mi, en estrella y en nube...

-Entonces... ¿yo soy Dios?

-Ami sonrió con ternura y dijo:

-Una gota de agua de mar no puede decir que ella es el mar, aunque esté compuesta de lo mismo. Tu estás hecho de la misma sustancia de Dios, eres amor. La evolución nos permite ir reconociendo y recuperando nuestra verdadera identidad: amor.

-Entonces yo soy amor...

-Claro, apúntate hacia ti mismo.

-No te entiendo Ami.

-Cuando dices "yo" ¿donde te indicas?; en qué parte de tu cuerpo? Indicate diciendo "yo".

Me apunté el centro del pecho diciendo "yo".


-¿Por qué no te indicaste la punta de la nariz, por ejempo, o la frente, o la garganta?

Me pareció cómico imaginarme apuntando hacia otro lugar que no fuese el pecho.

-No se por qué me apunto aquí -dije riendo.

-Porque ahí estás, realmente tu. Tu eres amor, y tienes tu morada en tu corazón. Tu cabeza es una especie de "periscopio", como en un submarino; te sirve para que tu -me apuntó el pecho- puedas percibir el exterior;, un "periscopio" con un "computador" en su interior: tu cerebro, con él entiendes y organizas tus funciones vitales; las extremidades te sirven para trasladarte y manipular objetos, pero tu estás aquí -volvió a tocarme un punto en el centro del pecho-, tu eres amor. entonces, cualquier acto que realices en contra del amor es un acto contra ti mismo y contra Dios, que es amor, es por eso que la Ley fundamental del universo es amor, que el amor es la máxima posibilidad humana y que el Nombre de Dios es Amor. Por lo tanto, la Religión Universal consiste en experimentar y entregar amor. Esa es mi religión Pedrito.


-Ahora sí que se me aclaró todo, muchos agracias Ami.

-Agradecimiento es uno de los doce "frutos" del "Árbol de la Vida".

-¿Por qué "Árbol de la Vida"?

-Porque del amor nace la vida... ¿no has escuchado acerca de "hacer el amor?

-¡Cierto"... ¿Cuales son esos doce frutos?

-Verdad, libertad, justicia, sabiduria, belleza, son algunos de ellos. Intenta tu ir descubriendo los demás y procura ponerlos en práctica.

-¡Puf!... no es fácil.

-Nadie te pide la perfección, Pedrito, ni siquiera a los seres solares se les pide tanto... Sólo Dios es perfecto, amor puro, pero nosotros somos una chispa de amor divino y debemos tratar de acercarnos a lo que realmente somos. Ser nosotros mismos, eso es lo que se nos pide para ser libres; no existe otra libertad.


Apareció un color rosado en las ventanas.

-Hemos llegado, Pedrito, mira por la ven...

El interior de la nave quedó bañado por el color suave de ese cielo rosa, más bien lila claro. Me sentí lleno de reverente espiritualidad.

Mi mente dejó de ser la habitual, y me resulta muy dificil cómo fue cambiando mi conciencia. Yo no me veía a mí mismo como el "yo" de ahora, no era un niño terrestre, sino mucho más que eso. Sentí que aquello que estaba viviendo, de alguna forma ya lo habia vivido, no me eran desconocidos aquel mundo ni aquel momento. Ami y la nave desaparecieron, estaba solo, llegando desde muy lejos a un encuentro largamente esperado...


Descendí flotando desde las nubes rosadas y luminosas, no había ningún sol allí, todo era demasiado suave. Apareció un paisaje idílico: una laguna rosa en la que se deslizaban una aves parecidas a cisnes, blancos tal vez, pero el lila del cielo bañaba todo. Alrededor de la laguna habia hierbas y juncos de diferentes tonalidades de verde, naranja y amarillo-rosa. En los alrededores, a lo lejos, se veían suaves colinas tapizadas de follajes y de flores que parecían pequeñas gemas brillantes de diversos colores y tonalidades. Las nubes presentaban variados matices de rosado y lila.


No supe si yo estaba en ese paisaje, o él dentro de mí, o tal vez formabamos una unidad, pero lo que más me sorprende hoy, es que el follaje... ¡cantaba!


Unas hierbas y flores se mecian emitiendo notas musicales al son de su balanceo, otras, lo hacian en un sentido diferente, emitiendo notas distintas. Aquellas criaturas eran conscientes, los juncos, hierbas y flores cantaban y se mecian a mi alrededor y en las colinas cercanas; formaban el concierto más maravilloso que yo haya jamás escuchado. Todo era armonia consciente.


Pasé flotando por sobre la orilla de las aguas. Una pareja de cisnes con vario shijos pequeños, me miró desde sus antifaces azules con finura y respeto; me saludaron doblando con elegancia sus largos cuellos. Correspondí inclinándome apenas, pero con gran afecto. Los padres ordenaron a su pequeños que también me saludaran, creo que lo hicieron a través de una orden mental o un levísimo movimiento; los hijos obedecieron doblando también sus cuellos, aunque no con tanta elegancia ni armonia; por un momento perdieron el equilibrio, pero luego recuperaron la estabilidad y continuaron avanzando con cierta arrogancia infantil que me produjo ternura. Les respondí con cariño, simulando gran ceremoniosidad......


 


Respuesta  Mensaje 18 de 19 en el tema 
De: javierocrates Enviado: 07/07/2009 11:59

Capítulo 13 (2ª parte) Una princesa azul

 


Proseguí mi marcha flotando hacia el lugar del encuentro. Tenía una cita desde la eternidad de los tiempos: iba a encontrarme con "ella".

 

 


Apareció a lo lejos una especie de pagoda o pérgola flotando junto la orilla. Tenia un techo al estilo japonés, sujeto por delgadas cañas entre las que subian enredaderas de hojas rosadas y flores azules que hacían las veces de pardes. Sobre el piso de madera pulida habia almohadones de anchas franjas de colores; desde el techo colgaban pequeños adornos, como inciensarios de bronce y oro y jaulitas para grillos.


Sobre los almohadones se encontraba "ella", la sentí cercana, inmensamente cercana, sin embargo, era la primera vez que íbamos a unirnos...


No nos miramos a los ojos, queríamos alargar los momentos previos, no habia que apresurar nada... tantos milenios habiamos esperado ya...

Hice una reverencia a la que ella respondió sutilmente; entré, nos comunicamos, pero no con palabras, hubiera sido demasiado vulgar, poco armonioso con ese mundo y con aquel encuentro tan anhelado. Nuestro lenguaje consistió en un ritual artístico de leves movimientos de brazos, manos o dedos, acompañados de algún sentimiento que proyectábamos vibratoriamente. Cuando el lenguaje hablado es insuficiente, el amor nos pide otras formas de comunicación...


Llegó el momento de mirar aquel rostro ignorado: era una hermosa mujer de facciones orientales y piel de un azul claro. Cabellos muy negros con partidura al centro. Tenia un lunar en medio de la frente.

Sentí mucho amor por ella, y ella por mí. Llegaba el momento culminante. Acerqué mis manos a las suyas... y todo despareció.


Estaba junto a Ami, en la nave, la neblina luminosa y blanca indicaba que nos íbamos de aquel mundo.


-...tana...

             oh,

                 ya

                     regresaste

                                 -dijo Ami.


Supe que todo aquello había ocurrido en una fracción de segundo, entre el "ven" y el "tana" de la palabra "ventana" que Ami pronunció apenas apareció el color rosado tras los vidrios. Sentí angustia, como quien despierta de un sueño hermoso y se enfrenta a una opaca realidad... ¿o era al revés? ¿no sería esto un mal sueño y lo otro, la realidad?


-¡Quiero volver! -grité. Ami cruelmente me habia separado de "ella", desgarrándome, no podia hacerme eso. Aún no recordaba mi mente habitual, el otro "yo" estaba sobrepuesto a mi vida real. Por un lado era Pedro, un niño de nueve años; por otro lado era un ser... ¿por qué no podia recordarlo ahora?


-Ya habrá tiempo -con suavidad me tranquilizó Ami- vas a volver... pero no todavia...


Logré calmarme. Supe que era verdad, que volvería, recordé esa sensación de "no apresurar las cosas" y me quedé tranquilo. Poco a poco fui retornando a mi normalidad, pero nunca más volvería a ser el mismo, ahora había vislumbrado otra dimensión de mi propio ser... Yo era Pedro, pero sólo momentaneamente, por otro lado era mucho más que Pedro.

-¿En qué mundo estuve?

-En un mundo situado fuera del tiempo y del espacio... en otra dimensión... por ahora.

-Yo estaba allí, pero no era el de siempre... era "otro"...

-Viste tu futuro, lo que serás cuando completes tu evolución hasta cierto límite... dos mil medidas, más o menos.

-¿Cuando será eso?

-Te falta nacer, morir, nacer varias veces, varias vidas...

-¿Cómo es posible ver el futuro?

-Todo está escrito. La "novela" de Dios ya está escrita, te saltaste una cuantas hojas y leiste otra página, eso fue todo. Era necesario, es un pequeño estímulo para que renuncies definitivamente a la idea de que todo termina con una muerte mas, y para que lo escribas y otros lo sepan.

-¿Quién era esa mujer? siento que nos amamos, incluso ahora.

-Dios te la pondrá muchas veces a tu lado. A veces la reconocerás, a veces no, depende de tu "cerebro del pecho". Cada alma tiene un único complemente, una "mitad".

-¡Tenia la piel azul!

-Y tu también, sólo que no te miraste en un espejo -Ami volvió a reirse de mi.

-¿Ahora la tengo azul? -me miré las manos intranquilo.

-Claro que no. Ella tampoco ahora...

-¿Dónde está ella en este momento?

-En tu mundo...

-¡Llevame a ella, quiero verla!

-¿Y cómo la vas a reconocer?

-Tenia rostro de japonesa... aunque no recuerdo sus rasgos... tenia un lunar en la frente...

-Te dije que ahora no es así -reía Ami-. en estos momentos ella es una niña común y corriente.

-¿Tu la conoces; sabes quién es?

-No te apresures, Pedrito, recuerda que la paciencia es la ciencia de la paz, de la paz interior... no quieras abrir antes de tiempo un regalo sorpresa. La vida te irá guiando... Dios está detrás de cada contecimiento...

-Cómo la reconoceré?

-No con la mente, no con el análisis, no con el prejuicio, sólo con tu corazón, con amor.

-Pero ¿cómo?

-Observate siempre, especialmente cuando conozcas a alguien, pero no confundas lo interno con lo externo... Nos queda poco tiempo por delante. Tu abuelita va a despertar, debemos volver.

-¿Cuándo regresarás?

-Escribe el libro, luego volveré.

-¿Pongo lo de la "japonesita"?

-Pon todo, pero no olvides decir que es un cuento.


Respuesta  Mensaje 19 de 19 en el tema 
De: javierocrates Enviado: 07/07/2009 12:00
Capítulo 14
¡Hasta tu regreso, Ami!
 

Apareció la atmósfera azul de mi planeta. Estábamos sobre el mar acercándonos a la costa, el sol ya habia asomado sobre el horizonte, tras la cordillera lejana y extendía sus dorados rayos por entre las nubes de plata. El cielo azul, el mar brillante, las montañas, a lo lejos.


_Mi planeta es hermosos, a pesar de todo...
-Te lo dije, es maravilloso, y ustedes no se dan cuenta, no sólo no se dan cuenta, sino que además lo están destruyendo, y a ustedes mismos también. Si comprenden que el amor es la Ley del universo; si se unen como una sola familia, sin fronteras, y si se organizan de acuerdo al amor, lograrán sobrevivir.

-¿Sin paises?

-Los paises pasarian a ser "provincias" representadas en un solo Gobierno Mundial, como en el universo civilizado... ¿no son todos hermanos?

-¿Qué quiere decir organizarse de acuerdo al amor?

-Cómo se organizan las familias de cualquier lugar: todos participan de los esfuerzos y de los beneficios equitativamente. Si son cinco personas y hay cinco manzanas, una para cada uno. Es sumamente sencillo. Cuando no hay amor, el intelecto se pone al servicio del ego y enreda las cosas para justificar su egoismo. cuando hay amor, todo es diáfano, tranparente.

-Tengo sueño otra vez...

-Ven, te daré una nueva "carga", pero esta noche debes dormir.

Me recosté en un sillón. Ami puso nuevamente  el cargador en la base de mi cabeza y me dormí. Desperté lleno de energia, contesnto de estar vivo.

-¿por qué no te quedas conmigo algunos dias Ami?... iriamos a la playa...

-Me gustaría -dijo, acariciandome el pelo -pero tengo bastante que hacer, muchos ignoran la Ley, y no solamente en la Tierra...

-Eres muy servicial...

-Gracias al Amor. Sirve tú también, lucha por la paz y la unión, y descarta para siempre la violencia.

-Así lo haré, aunque hay algunos que se merecen un buen golpe en la nariz... -Ami rió.

-Tienes razón, pero esos se dan el golpe en la nariz ellos mismos...

-¿Cómo es eso?

-Las violaciones al amor se pagan multiplicadas. Recuerda el sufrimiento que se observa en tantos lugares, hay quienes padecen accidentes, pérdidas de seres queridos, "mala suerte", tantas cosas... así se pagan las violaciones al amor, y de muchas maneras mas.

Apareció el balneario. Ami puso la nave unos metros por sobre la arena de la playa. Estábamos invisibles.
Me acompañó hacia la salida, tras la sala de mandos, nos abrazamos. Yo tenía mucha tristeza, él también. Se encendieron unas luces amarillas que me encandilaron.

-"Recuerda que el amor es el camino hacia la felicidad" -me dijo, mientras sentí que iba descendiendo. Llegué a la playa.
Arriba no habia nada, pero supe que Ami estaba mirándome, tal vez como yo, con lágrimas en las mejillas.

No quise irme todavia. Con una rama dibujé un corazón alado en la arena de la orilla, para que supiera que habia escuchado  su mensaje. Inmediatamente después, algo  trazó un círculo alrededor del corazón. Escuché la voz de Ami:

-Esa es la Tierra.

Me fui caminando hacia mi casa. Todo me parecia bonito; aspiré profundamente el aroma del mar, acaricié la arena, los árboles, las flores. No había reparado hasta entonces en lo hermosos que era el sendero, hasta las piedras parecian vibrar.

Antes de entrar, miré el cielo de la playa. No habia nada.
Mi abuelita aún dormía. Arreglé todo en mi habitación, hice como si me estuviera levantando, fui al baño a ducharme. cuando salí, mi abuelita estaba en pié.

-¿Cómo durmió, hijito?
-Bien abuelita, ¿y usted?
-Mal, Pedrito... como siempre. No pegué un ojo en toda la noche...

No pude evitar abrazarla con cariño.
-Abuelita, te tengo una sorpresa, te la daré durante el desayuno.

Preparó el café y lo sirvió. Yo habia puesto las "nueces" en un plato cubierto con una servilleta. Quedaban cinco o seis.

-Prueba esto, abuelita -dije, acercandole el plato.
-¿Qué son hijito?
-Son nueces extraterrestres, pruebalas, son ricas.
-Qué cosas dices niño... a ver... mmmmm... ¡que rico! ¿qué es?
-Ya te lo dije, nueces extraterrestres. No te comas más de tres, tienen demasiadas proteinas. Abuelita ¿sabes cual es la Ley mayor del universo?
Yo estaba radiante, le iba a dar una clase magistral...
-Claro que si pues, hijo -contestó.
Me preparé para sacarla de su error.
-¿Cual es abuelita?
-El amor, pues, Pedrito -respondió con mucha naturalidad.
Yo quedé loco ¿cómo podia saberlo?
-¿Y cómo lo sabes? -exclamé incrédulo.
-Sale en la Biblia...
-Entonces, ¿por qué hay maldad y guyerra, abuelita?
-Porque no todos lo saben, o no quieren saberlo.

Salí al pueblo. Al llegar a la plaza me quedé helado: frente a mí venian los dos policias de la noche anterior. Pasaron por mi lado ignorándome absolutamente. De pronto miraron hacia arriba, otras personas también lo hacian.

Allá, en lo alto, un objeto brillante se mecia cambiando luces de colores: rojas, azules, amarillas, verdes. Los policias se comunicaban por sus radios portátiles con la comisaria. Yo estaba contento y divertido. Sabia que Ami estaba mirándome por la pantalla, lo saludé alegrmente con la mano.
Un señor de edad madura y con bastón venia muy molesto por el alboroto:

-¡Un ivni, un ovni! -decian felices los niños. El señor de edad miró hacia lo alto y luego retiró la vista con desagrado.

-¡Gente ignorante, supersticiosos!... eso es un globo sonda, un helicóptero, un avión... ¡ovnis... qué ignorancia! -Y se alejó altico por la calle con su bastón, sin volver a mirar el portentoso espectaculo que apareció en el cielo de aquella mañana.

Sentí en el oido la voz de Ami, el niño de las estrellas:

-Adios Pedrito.
-Adios Ami -respondí emocionado.
El "ovni" desapareció.

Al otro dia, los periodicos no mencionaron el hecho... es que esas alucinaciones colectivas han dejado de ser novedad, ya no son "noticia"... cada día aumenta el número de gente ignorante y supersticiosa...

En la playa de aquel balnario hay un corazón alado dentro de un círculo, grabado sobre una alta roca, la misma sobre la que conocí a Ami. Parece como si hubieran fundido la piedra para dibujar ese signo, nadie sabe cómo fue hecho. Cualquiera que llegue a ese lugar lo puede ver, pero es dificil subir a esa alta roca, especialmente para los adultos; un niño es más ágil, sobre todo, mas liviano.
 
FIN


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