Los diez mandamientos
Los diez mandamientos de la Ley de Dios son:
El primero, amarás a Dios sobre todas las cosas.
El segundo, no tomarás el nombre de Dios en vano.
El tercero, santificarás las fiestas.
El cuarto, honrarás a tu padre y a tu madre.
El quinto, no matarás.
El sexto, no cometerás actos impuros.
El séptimo, no hurtarás.
El octavo, no dirás falso testimonio ni mentirás.
El noveno, no consentirás pensamientos ni deseos impuros.
El décimo, no codiciarás los bienes ajenos.
Estos diez mandamientos se resumen en dos:
Amarás a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a ti mismo.
Dios entregó los Diez Mandamientos a Moisés en el Sinaí para ayudar a su pueblo escogido a cumplir la ley divina. Recogen la Ley dada por Dios al pueblo de Israel durante la Alianza hecha por medio de Moisés, con el fin de proporcionar un camino de vida liberado de la esclavitud del pecado. El pasaje bíblico que lo relata se puede leer en en el Antiguo Testamento (Ex 34, 28)
Jesucristo confirmó los Diez Mandamientos y los perfeccionó con su palabra y con su ejemplo.
Nuestro amor a Dios se manifiesta en el cumplimiento de los Diez Mandamientos y de los preceptos de la Iglesia.