**El lobo que ha engañado a toda la jauría obcerva sin preocupación desde lo lejos como el mismo Fenrir masacra a su familia para proteger a su amigo, una vez que aquella expresión de violencia acaba, con ágiles saltos el lobo baja de lo alto de la base a la explanada frontal moviéndose de manera asechante como un verdadero animal cazador hasta ponerse a cierta distancia del furioso y catártico Fenrir. Ging se pone de pié en sus patas traseras y su altura se hace mayor como la de un hombre, sus extremidades van cambiando de forma y el pelaje azulado se va desvaneciendo, su rostro desaparece y queda ante el dios guerrero una silueta monstruosa. Un hombre, no, un demonio verdadero cubierto por una armadura grotesca que le hace ver como un ser sobrenatural. Curvado como un simio mantiene sus manos a los lados, mostrando filosas garras de uñas carmesí en dedos blancos, apenas y su rostro se azoma por su yelmo, pero su visión es infame, una piel blanca, una vil sonrisa donde azoman colmillos triangulares en lugar de dientes, y una mirada perturbante, con ojo diferentes al de caulquier otro ser vivo donde puede verse en lo profundo el alma de las personas, pero esos ojos están totalmente vacíos como si el demonio no tubiera alma, tal vez por eso necesita robar el corazón de sus víctimas.

Estático el demonio de los mares planta sus ojos que abren más allá de la carne en su oponente. -Jajajaja... Soy Caza de Lymnades el general del Oceáno Antártico. Me he divertido mucho ¿tu no?... Eres muy diferente a todos los humanos eres casi un animal como tus cachorritos, pero sigues siendo humano al final, tus lazos con esos animales son la debilidad de todos, también ese perro al que llamas Ging ha sido un blanco fácil, ha estado demasiado tiempo contigo que se corazón se ha humanizado por eso puedo ver los conflictos que les mueven. Jajajajaja- La risa del demonio está llena de vilesa y ahora su forma real le rodea una misteriosa aura cósmica tan hueca que provoca escalofrío**

**"Hay algo más en su corazón, algo que no he logrado ver aún... Si, sombras que su instinto salvaje han intentado borrar, esas sombras que se mantienen ocultas desde el momento de haber conocido a ese lobo" Media el marina inspeccionando el recuerdos de su oponente mientras este estalla de furia logrando ver una silueta en especial, una mujer con un lazo aun más grande que el que tiene con el perro o con Hida. El demonio Caza alza los brazos y mantiene listo su cuerpo con piernas flexionadas mientras e al iracundo guerrero ir en su contra en compañía de su lobo -Jajaja, no puedes ganarme, ya he estado en el corazón de ustedes dos- Ging y Fenrir embistiendo al General Marino al mismo tiempo, pero aquel demoniaco ser al ver el primer ataque del lobo al lanzarse sonríe ampliamente agachandose evitando la mordida del lobo lanzando su mano veloz como la luz a la garganta del animal para intentar atraparle por el cuello con sus garras inhumanas, de lograrlo Ging le serviría como un escudo ante los golpes de Fenrir que casi sin duda al ver la acción intentará contenerse para no matar a su mascota. Aun así el demonio del mar siente como su hombro derecho es golpeado por uno de esos ataques que llega a perforar la hombrera de su escama sagrada, pero gracias a esta el ataque no profundiza, lo mismo pasa con un par de golpes más en sus piernas, su armadura es rasgada e incluso pierde los adornos pintigudos de las musleras. Pero todo queda en si Fenrir seguirá con su embestida arriesgándose a perderlo todo definitivamente.**

(Lo siente Fenrir, sinceramente ha sido un gran honor pelear contigo, me divertí mucho como hace tanto)

**Caza de Lymnades estaba seguro de que aquel hombre casi animal no se atrevería a lastimar a su propia amigo, el monstruo pálido sonríe por su instante de victoria, pero la trama da un vuelco y lo impensable por el general pasa, Fenrir está decidido en acabar con su amigo con tal de acabar con el marina de Poseidón... "¿Qué?... ¡como se atreve, imposible!" piensa nervioso el general al ver que Fenrir carga en su contra, borrando su pérfida sonrisa sudando frío. -¡Como te atreves, estas dispuesto a sacrificar a tu amigo por atacarme!... ¡¡Es imposible... Maldito!!... Ahhhhg.- Sin saber que hacer ante lo impensable Caza simplemente se limita a dar pasos de retoceso asustado... Los golpes llueven sobre de él, el lobo le sirve de protección y de manera cobarde, pero el general termina soltándole y es embestido por los colmillos de Fenrir, agrietando la poderosa escama sagrada y rasguñando la piel desnuda del demonio quien es aventado varios metros en el aire. Cayendo de espaldas este se returce en el piso incrédulo, alza la cabeza mirando a Fenrir gritándole; -¡Maldito! eres un humano al final de cuentas, debes lograr tus objetivos a costa de la vida de tus seres queridos, no puedes negar tu naturaleza, pero no estoy acabado aun... jajaja... He encontrado el punto más frágil de tu corazón.- Las últimas palabras de Caza salen como un inaudible susurro, mientras una vez más todo cambia.

Trabajosamente el demonio marino se pone de pié mientras su cuerpo cambia como una vil alucinación, su montruosa figura se vuelve delicada formando la silueta de una bella dama rubia, vestida de ropas muy elegantes proveneintes de Asgard, en su pecho luce un medallón con el escudo de la familia descendiente del lobo, sus ojos esmeralda miran con infinita ternura y embriegante dulcura al dios guerrero de Alioth. Esa mujer es la misma madre que perdió hace años, una dama hermosa y llena de amor. A pesar de saber concientemente que el demonio Lymnades esta bajo esa coraza de ilusión, el corazón de Fenrir seguro no negará el lazo más grande en el mundo, más allá de la amistad, más allá de su patriotismo o fidelidad a Asgard e Hilda, un lazo que ni los dioses con capaces de quebrantar... un lazo de amor de madre e hijo. El escenario parece cambiar plazmando las memorias del alma del guerrero lobo, un bosque de altos bosques nevados donde un solo tramo de metros separa a la mujer y a su hijo, seguro el mismo Fenrir se verá de nuevo como un niño en busca de los brazos más cálidos. -Fenrir mi niño, ya todo acabó solo fué un mal sueño- La mujer con voz dulce saca una lágrima y abriendo los brazos corre hacia su niño para abrazarlo y consolarlo después de una terrible pezadilla.**

(Me gustaría que Fenrir continuara con la historia, como dice Rodrigo (Thor) en uno de sus mensajes, lo más honorable es darle la oportunidad a mi oponente de continuar con el contexto a pesar de que haya perdido, Fenrir se lo merece por ser un magnifico rival.)

**El cálidop abrazo de una madre a su hijo que ama con todo el corazón, el arma perfecta y el engaño más vil de todos. La bella mujer asgariana rodea con sus brazos a su hijo de la misma manera que el ingenuo Fenrir le llama "madre" -Mi niño, ya todo acabó, vamos...- Los ojos esperalda de la mujer se abren fijando una mirada tétrica, su sombra se transforma en la del mismo demonio que ha causado todo. Y mientras la madre amorosa acaricia el cabello de Fenrir su mano se tensa formando una daga filosa que inesperadamente lanza su mortal estoque a la gargante del dios guerrero para intentar acabar con su existencia. El pilar del oceáno Antártico testigo de una masacre se nubla con la espesa niebla como si cerrara sus puertas, esperando al siguiente invitado que toque a su funesto destino.**

**El cuerpo de Fenrir así como la misma masacre que el perpetuó yacen tendidos a lo largo y ancho de la plazuela frontal del gran Pilar del Antártico. Caza de Lymnades los mira sonriendo y mostrandos esos colillos filosos para terminar en una carcajada -Jajajaja, Esos dioses guerros son unos tontos, Sorrento ha logrado aniquilar a dos de ellos, Isaac hizo lo suyo contra ese enamoradizo Hagen, el guerrero Thor no tiene oportunidad contra el poder mágico de Krishna, ese niño inteligente no podrá contra los poderes secretos de Io y Kanon se encargará de esas alimañas... Jajaja los Generales Marinos ganaremos esta guerra, la victoria pertenecerá a Poseidón- Caza, el demonio maligno se vanagloria de las victorias de los Generales y se la suya, mira a su alrededor y como un fantasma desaparece dejando el eco de una risotada visciosa. El campo de batalla es cruel pero la próxima víctima que intente llegar a este pilar se encontrará con la gran sorpresa de la muerte de Fenrir y sus lobos bajo sus propias manos. No habrá mas que locura y confusión para quien vea tan traicionero espectáculo.**