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Respuesta  Mensaje 1 de 19 en el tema 
De: GAVIOTA LIBERTAD  (Mensaje original) Enviado: 02/05/2011 05:21

  

  

  

Nuestro servicio religioso, durante el mes

de Marzo 2011 , la palabra de Dios y su presencia

dia a dia

Que el nos proteja y nos guie

 

 

 

 




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Respuesta  Mensaje 5 de 19 en el tema 
De: GAVIOTA LIBERTAD Enviado: 02/05/2011 05:25

ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 24, 17-18

Señor, alivia las angustias de mi corazón. Mira mi aflicción y mis fatigas y perdona todos mis pecados.

ORACIÓN COLECTA

Señor, concede que tus fieles disponerse convenientemente a las celebración de  la Pascua, para que el esfuerzo de la mortificación corporal los lleve a una verdadera renovación en el espíritu. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos.

LECTURA Ez 18, 21-28

Lectura de la profecía de Ezequiel.

Así habla el Señor Dios: Si el malvado se convierte de todos los pecados que ha cometido, observa todos mis preceptos y practica el derecho y la justicia, seguramente vivirá, y no morirá. Ninguna de las ofensas que haya cometido le será recordada: a causa de la justicia que ha practicado, vivirá. ¿Acaso deseo yo la muerte del pecador –oráculo del Señor– y no que se convierta de su mala conducta y viva? Pero si el justo se aparta de su justicia y comete el mal, imitando todas las abominaciones que comete el malvado, ¿acaso vivirá? Ninguna de las obras justas que haya hecho será recordada: a causa de la infidelidad y del pecado que ha cometido, morirá. Ustedes dirán: “El proceder del Señor no es correcto”. Escucha, casa de Israel: ¿Acaso no es el proceder de ustedes, y no el mío, el que no es correcto? Cuando el justo se aparta de su justicia, comete el mal y muere, muere por el mal que ha cometido. Y cuando el malvado se aparta del mal que ha cometido, para practicar el derecho y la justicia, él mismo preserva su vida. Él ha abierto los ojos y se ha convertido de todas las ofensas que había cometido: por eso, seguramente vivirá, y no morirá.

Palabra de Dios.

COMENTARIO

Si el injusto se convierte, vivirá; si empezó mal y después se decide por el bien, Dios esperará su conversión y tomará en cuenta su última orientación. Por eso nunca se puede condenar o tomar represalias contra nadie, sino más bien mirar con comprensión y misericordia a quien haya caído, porque Dios no quiere la muerte del pecador, sino que se convierta y viva.

SALMO Sal 129, 1-8

R. Si tienes en cuenta las culpas, Señor, ¿quién podrá subsistir?

Desde lo más profundo te invoco, Señor. ¡Señor, oye mi voz! Estén tus oídos atentos al clamor de mi plegaria. R.

Si tienes en cuenta las culpas, Señor, ¿quién podrá subsistir? Pero en ti se encuentra el perdón, para que seas temido. R.

Mi alma espera en el Señor, y yo confío en su palabra. Mi alma espera al Señor, más que el centinela la aurora. R.

Como el centinela espera la aurora, espere Israel al Señor, porque en él se encuentra la misericordia y la redención en abundancia: Él redimirá a Israel de todos sus pecados. R.

VERSÍCULO Ez 18, 31

“Arrojen lejos de ustedes todas las rebeldías, háganse un corazón nuevo y un espíritu nuevo”, dice el Señor.

EVANGELIO Mt 5, 20-26

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo.

Jesús dijo a sus discípulos: Les aseguro que si la justicia de ustedes no es superior a la de los escribas y fariseos, no entrarán en el Reino de los Cielos. Ustedes han oído que se dijo a los antepasados: “No matarás”, y el que mata, debe ser llevado ante el tribunal. Pero yo les digo que todo aquél que se irrita contra su hermano merece ser condenado por un tribunal. Y todo aquél que lo insulta merece ser castigado por el Tribunal. Y el que lo maldice merece el infierno. Por lo tanto, si al presentar tu ofrenda en el altar, te acuerdas de que tu hermano tiene alguna queja contra ti, deja tu ofrenda ante el altar, ve a reconciliarte con tu hermano, y sólo entonces vuelve a presentar tu ofrenda. Trata de llegar en seguida a un acuerdo con tu adversario, mientras vas caminando con él, no sea que el adversario te entregue al juez, y el juez al guardia, y te pongan preso. Te aseguro que no saldrás de allí hasta que hayas pagado el último centavo.

Palabra del Señor.

COMENTARIO

¿Cuáles son las cosas por las que gastamos nuestras energías, con las que soñamos, de que nos sentimos orgullosos, o con las que nos sentimos seguros? ¿Cuáles son las cosas que encerramos en la casa, en el banco, o más sencillamente, en la memoria para recordarlas con gusto? El creyente maneja dinero, hace proyectos, vive en el mundo, pero solamente busca y ama lo que es importante según el Evangelio.

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Recibe estas ofrendas, Señor, que, por tu bondad, nos reconcilian contigo, y concédenos la salvación con la fuerza de tu amor. Por Jesucristo, nuestro Señor.

ANTÍFONA DE COMUNIÓN Cf. Ez 33,11

Dice el Señor: no quiero la muerte del pecador, sino que se convierta y viva.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Alimentados con tu Eucaristía, renuévanos Padre, y purificados de la corrupción del pecado, haz que participemos del misterio de salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor.

ORACIÓN SOBRE EL PUEBLO, (Facultativa)

Mira a tu pueblo, Padre, con ojos bondadosos y haz que se convierta interiormente por la observancia cuaresmal que profesa externamente. Por Jesucristo, nuestro Señor.


Respuesta  Mensaje 6 de 19 en el tema 
De: GAVIOTA LIBERTAD Enviado: 02/05/2011 05:26

Link para la pagina dedicada a SAN JOSE

San José, esposo de la Virgen María. (S). Blanco.

 

San José

Para los Carmelitas Descalzos, la solemnidad de San José conlleva unas connotaciones muy peculiares. Efectivamente, Santa Teresa de Jesús le quería de una manera especial y puso toda su obra de fundadora bajo su patrocinio. Lo presenta como maestro de oración, ya que durante toda su existencia tuvo un trato íntimo con Jesús y la oración es tratar de amistad con el Señor, con intensidad y frecuencia.

Los dos principales aspectos que hacen de San José uno de los personajes más importantes de toda la historia de la salvación son su descendencia davídica (que él transmite a Jesús) y su condición de justo.

Respecto al primer punto, recordemos que José pertenece a la estirpe de David (cf. Mt 1,20). En cuanto que Jesús es legalmente el «hijo de José» (Lc 4,22), puede reclamar para sí el título mesiánico de «hijo de David» (cf. Mt 22,41-46), dando cumplimiento en su persona a las promesas hechas a su antepasado: «Mantendré el linaje salido de ti y consolidaré tu reino» (2Sam 7,12ss). José es el anillo que une a Jesús con la historia de Israel, desde Abrahán en adelante, según la genealogía de Mateo (Mt 1,1-16) y con las esperanzas de toda la humanidad, desde Adán, según la genealogía de Lucas (Lc 3,23-38).

Respecto al segundo punto, cuando la escritura llama «justo» a José, quiere decir, ante todo, que es un hombre de fe, que ha acogido en su vida la Palabra de Dios y su proyecto sobre él. Como Abrahán, ha renunciado a sus seguridades y se ha puesto en camino, sin saber adónde iba, fiándose de Dios. De esta manera, se convierte en modelo de todos los creyentes, que viven una fe inquebrantable en la bondad de Dios, acogiendo su Palabra con solicitad, obedeciendo incondicionalmente a su voluntad. Jesús mismo aprendió de San José, en su infancia, la obediencia dócil a Dios, el amor a su familia, la oración silenciosa, la laboriosidad y la honestidad.

P. Eduardo Sanz de Miguel, o.c.d.

 

ANTÍFONA DE ENTRADA Lc 12, 42

Este es el administrador fiel y previsor puesto por el Señor al frente de su familia. Se dice Gloria a Dios

ORACIÓN COLECTA

Dios todopoderoso, que confiaste a la fiel custodia de san José las primicias del misterio de la salvación humana, te pedimos, por su intercesión, que tu Iglesia lo conserve siempre hasta que se realice plenamente. Por nuestro Señor Jesucristo.

PRIMERA LECTURA 2Sam 7, 4-5. 12-14. 16

Lectura del segundo libro de Samuel.

En aquellos días, la palabra del Señor llegó a Natán en estos términos: “Ve a decirle a mi servidor David: Así habla el Señor: «Cuando hayas llegado al término de tus días y vayas a descansar con tus padres, yo elevaré después de ti a uno de tus descendientes, a uno que saldrá de tus entrañas, y afianzaré su realeza. Él edificará una casa para mi nombre, y yo afianzaré para siempre su trono real. Seré un padre para él, y él será para mí un hijo. Tu casa y tu reino durarán eternamente delante de mí, y tu trono será estable para siempre»”.

Palabra de Dios.

COMENTARIO

La palabra del profeta Natán legitima una dinastía y enraíza en ella un símbolo mesiánico. El Señor no estuvo sólo con David para salvar a su pueblo, sino también con su sucesor y todos sus descendientes.

La profecía de Natán halla su cumplimiento en la persona del Mesías. El rol de José fue el de asegurar el eslabón de la descendencia, por pertenecer a la casa de David.

SALMO Sal 88, 2-3. 4-5. 27. 29

R. Su descendencia permanecerá para siempre.

Cantaré eternamente el amor del Señor, proclamaré tu fidelidad por todas las generaciones. Porque tú has dicho: “Mi amor se mantendrá eternamente, mi fidelidad está afianzada en el cielo”. R.

Yo sellé una alianza con mi elegido, hice este juramento a David, mi servidor: “Estableceré tu descendencia para siempre, mantendré tu trono por todas las generaciones”. R.

Él me dirá: “Tú eres mi padre, mi Dios, mi roca salvadora”. Le aseguraré mi amor eternamente, y mi alianza será estable para él. R.

SEGUNDA LECTURA Rom 4, 13. 16-18. 22

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los cristianos de Roma.

Hermanos: La promesa de recibir el mundo en herencia, hecha a Abraham y a su posteridad, no le fue concedida en virtud de la Ley, sino por la justicia que procede de la fe. Por eso, la herencia se obtiene por medio de la fe, a fin de que esa herencia sea gratuita y la promesa quede asegurada para todos los descendientes de Abraham, no sólo los que lo son por la Ley, sino también los que lo son por la fe. Porque él es nuestro padre común, como dice la Escritura: “Te he constituido padre de muchas naciones”.

Abraham es nuestro padre a los ojos de aquél en quien creyó: el Dios que da la vida a los muertos y llama a la existencia a las cosas que no existen. Esperando contra toda esperanza, Abraham creyó y llegó a ser padre de muchas naciones, como se le había anunciado: “Así será tu descendencia”. Por eso, la fe le fue tenida en cuenta para su justificación.

Palabra de Dios.

COMENTARIO

La promesa hecha a Abraham de una paternidad universal y próspera, se ve cumplida a lo largo de las generaciones y de tantos que se han visto justificados a causa de su fe. José está entre aquellos que han visto colmadas sus esperanzas.

VERSÍCULO Sal 83, 5

¡Felices los que habitan en tu casa, Señor, y te alaban sin cesar!

EVANGELIO Mt 1, 16. 18-21. 24

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo.

Jacob fue padre de José, el esposo de María, de la cual nació Jesús, que es llamado Cristo. Jesucristo fue engendrado así: María, su madre, estaba comprometida con José y, cuando todavía no habían vivido juntos, concibió un hijo por obra del Espíritu Santo. José, su esposo, que era un hombre justo y no quería denunciarla públicamente, resolvió abandonarla en secreto. Mientras pensaba en esto, el Ángel del Señor se le apareció en sueños y le dijo: “José, hijo de David, no temas recibir a María, tu esposa, porque lo que ha sido engendrado en ella proviene del Espíritu Santo.

Ella dará a luz un hijo, a quien pondrás el nombre de Jesús, porque él salvará a su pueblo de todos sus pecados”. Al despertar, José hizo lo que el Ángel del Señor le había ordenado.

Palabra del Señor.

O bien: Lc 2, 41-51

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas.

Los padres de Jesús iban todos los años a Jerusalén en la fiesta de la Pascua. Cuando el niño cumplió doce años, subieron como de costumbre y, acabada la fiesta, María y José regresaron, pero Jesús permaneció en Jerusalén sin que ellos se dieran cuenta. Creyendo que estaba en la caravana, caminaron todo un día y después comenzaron a buscarlo entre los parientes y conocidos. Como no lo encontraron, volvieron a Jerusalén en busca de él. Al tercer día, lo hallaron en el templo en medio de los doctores de la Ley, escuchándolos y haciéndoles preguntas.

Y todos los que lo oían estaban asombrados de su inteligencia y sus respuestas.

Al verlo, sus padres quedaron maravillados y su madre le dijo: “Hijo mío, ¿por qué nos has hecho esto? Piensa que tu padre y yo te buscábamos angustiados”. Jesús les respondió: “¿Por qué me buscaban? ¿No sabían que yo debo ocuparme de los asuntos de mi Padre?”. Ellos no entendieron lo que les decía. Él regresó con sus padres a Nazaret y vivía sujeto a ellos.

Palabra del Señor.

COMENTARIO

José aceptó el misterio de la Encarnación, movido por su profunda fe en el cumplimiento de las promesas del Señor. Así, superando sus temores y dudas, es capaz hacerse parte en el plan de Dios y asumir la misión encomendada.

Se dice el Credo

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Señor, te pedimos que así como san José sirvió con amor y entrega a tu Hijo único, nacido de la Virgen María, también nosotros podamos servirte en tu altar con un corazón puro. Por Jesucristo nuestro Señor.

PREFACIO DE SAN JOSÉ, ESPOSO DE LA VIRGEN MARÍA

LA MISIÓN DE SAN JOSÉ

V/. El Señor esté con ustedes.

R/. Y con tu espíritu.

V/. Levantemos el corazón.

R/. Lo tenemos levantado hacia el Señor.

V/. Demos gracias al Señor, nuestro Dios.

R/. Es justo y necesario.

Realmente es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno. Y alabar, bendecir y proclamar tu gloria en la Solemnidad de san José.

Él es el varón justo que diste como esposo a la Virgen Madre de Dios, y el servidor fiel y prudente que pusiste al frente de tu familia, para que haciendo las veces de padre, cuidara a tu único Hijo, concebido por obra del Espíritu Santo, Jesucristo, Señor nuestro.

Por él, todos los ángeles celebran tu grandeza, la adoran las dominaciones, se estremecen las potestades; los cielos y las virtudes celestiales unidos a los gloriosos serafines la celebran en común alegría.

Permítenos asociarnos a sus voces, cantando humildemente tu alabanza: Santo, santo, santo...

ANTÍFONA DE COMUNIÓN Mt 25, 21

Bien, servidor bueno y fiel, entra a participar en el gozo de tu Señor.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Señor, protege siempre a tu familia que hoy se alegra en la solemnidad de san José, y, después de haberla saciado  n el sacramento del altar, conserva bondadosamente en ella tus dones. Por Jesucristo nuestro Señor.

 


Respuesta  Mensaje 7 de 19 en el tema 
De: GAVIOTA LIBERTAD Enviado: 02/05/2011 05:27

 

 DOMINGO II DE CUARESMA

Sal de tu tierra

Gén 12,1-4a; 2Tim 1,8b-10; Mt 17,1-9

La llamada a la conversión que la Iglesia nos ha dirigido en el primer domingo, ahora se precisa más. La conversión sólo es posible mirando a Cristo, dejándonos cautivar por su infinito atractivo: “Señor, ¡qué hermoso es estar aquí!”. Contemplando a Cristo también nosotros vamos siendo transfigurados; recibiendo su luz vamos siendo transformados en una imagen cada vez más perfecta del Señor (2 Cor 3,18).

“Nos salvó y nos llamó a una vida santa” (segunda lectura). La conversión no es poner algún parche o remiendo a los defectos más gruesos. Cristo quiere hacernos santos. Y la conversión está en función de esta vida santa a la que nos llama. Él no se conforma con menos. La conversión es continua, hasta que quede perfectamente restaurada en nosotros la imagen de Dios, hasta que Cristo sea plenamente formado en nosotros (Gal 4,19). Dejar de lado la conversión es olvidar que hemos sido llamados a una vida santa y es despreciar a Cristo que nos llama a ella.

“Sal de tu tierra” (primera lectura). También a nosotros se nos dirige esta llamada, como a Abraham. Conversión significa salir de nosotros mismos, romper con nuestra instalación y nuestras seguridades, dejar nuestros egoísmos y comodidades... Llamada a la santidad significa ponernos en camino hacia la tierra que el Señor nos mostrará, con entera disponibilidad a su voluntad, a los planes que nos irá manifestando, para que nos lleve a donde Él quiera, cuando y como Él quiera.

“Sal de tu tierra” significa también “toma parte en los duros trabajos del evangelio según las fuerzas que Dios te dé” (segunda lectura), es decir, colabora con todas tus energías para que muchos otros reciban la buena noticia de que pueden convertirse y ser santos. He ahí el profundo sentido apostólico, evangelizador y misionero de la Cuaresma. El Señor nos ofrece, como a Abraham: “De ti haré un gran pueblo”. El Señor desea que demos fruto abundante (Jn 15,16). Pero una vida mediocre es una vida estéril. De nuestra conversión y santidad depende que nuestra vida sea fecunda. (FGD)

 

 

ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 26, 8.9

Mi corazón sabe que dijiste: busquen mi rostro. Yo busco tu rostro, Señor, no apartes de mí.

O bien:

Cfr. SaI 24, 6.2.22

Acuérdate, Señor, de tu compasión y de tu amor, que son eternos: que nuestros enemigos no triunfen sobre nosotros. Dios de Israel, líbranos de todas nuestras angustias.

ACTO PENITENCIAL

·       Tú nos salvaste: Cuando nuestra fe no es pronta y generosa. Señor, ten piedad.

·       Tú has destruido la muerte: Cuando no compartimos los trabajos por el Evangelio. Cristo, ten piedad

·       Tú, Hijo amado del Padre: Cuando no te escuchamos con fe y alegría. Señor, ten piedad.

No se dice Gloria

ORACIÓN COLECTA

Padre santo, que nos mandaste escuchar a tu Hijo amado, alimenta nuestro espíritu con tu Palabra, para que, después de haber purificado nuestra mirada interior, podamos contemplar gozosos la gloria de su rostro. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, yes Dios, por los siglos de los siglos.

PRIMERA LECTURA Gn12,1-4

Lectura del libro del Génesis.

El Señor dijo a Abrám: “Deja tu tierra natal y la casa de tu padre, y ve al país que Yo te mostraré. Yo haré de ti Una gran nación y te bendeciré; engrandeceré tu nombre y serás una bendición. Bendeçiré a los que te bendigan y maldeciré al que te maldiga, y por ti se bendecirán todos los pueblos de la tierra”. Abrám partió, como el Señor se lo había ordenado.

Palabra de Dios.

COMENTARIO

Como a Abram, Dios nos invita a dejar seguridades y comodidades que nos estancan, y a realizar su plan para cada uno de nosotros, que consiste en la verdadera felicidad temporal y eterna.

SALMO Sal 32, 4-5. 18-20. 22

R. Señor, que descienda tu amor sobre nosotros.

La palabra del Señores recta y Él obra siempre con lealtad; El ama la justicia y el derecho, y la tierra está llena de su amor. R.

Los ojos del Señor están fijos sobre sus fieles, sobre los que esperan en su misericordia, para librar sus vidas de la muerte y sustentarlos en’ el tiempo de indigencia. R.

Nuestra alma espera en el’ Señor: Él es nuestra ayuda y nuestro escudo. Señor, que tu amor descienda sobre nosotros, conforme a la esperanza que tenemos en ti. R.

SEGUDA LECTURA 2Tim 1, 8-10

Lectura de la segunda carta del Apóstol san Pablo a Timoteo.

Querido hijo: Comparte conmigo os sufrimientos que es necesario padecer por el Evangelio, animado con la fortaleza de Dios. El nos salvó y os eligió con su santo llamado, no por nuestras obras, sino por su propia iniciativa y por la gracia: esa gracia que nos concedió en Cristo Jesús, desde toda la eternidad, y que ahora se ha revelado en la Manifestación de nuestro Salvador Jesucristo. Porque El destruyó la muerte e hizo brillar la vida incorruptible, mediante la Buena Noticia.

Palabra de Dios.

COMENTARIO

Cristo nos llama a, una vida santa, que es unión con él, compartiendo su cruz con nuestra cruz de cada día, para compartir su victoria sobre la muerte por la resurrección a la vida inmortal.

EVANGELIO Mt 17, 1-9

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo.

Jesús tomó a Pedro, a Santiago y a su hermano Juan, y los llevó aparte a un monte elevado. Allí se transfiguró en presencia de ellos: su rostro resplandecía como el sol y sus vestiduras se volvieron blancas como la luz. De pronto se les aparecieron Moisés y Elías, hablando con Jesús. Pedro dijo a Jesús: “Señor, ¡qué bien estamos aquí! Si quieres, levantaré aquí mismo tres carpas, una para ti, otra para Moisés y otra para Elías”. Todavía estaba habiendo, cuando una nube luminosa los cubrió con su sombra y se oyó una voz qué decía desde la nube: “Este es mi Hijo muy querido, en quien tengo puesta mi predilección: escúchenlo”. Al oír esto, los discípulos -cayeron con el rostro en tierra, llenos de temor. Jesús se acercó a ellos y, tocándolos, les dijo: “Levántense, no tengan miedo”. Cuando alzaron los ojos, no vieron a nadie más que á Jesús solo. Mientras bajaban del monte, Jesús les ordenó: “No hablen a nadie de esta visión, hasta que el Hijo del hombre resucite de entre los muertos”.

Palabra del Señor.

COMENTARIO

Seguir a Jesús nos proporciona momentos de transfiguración gozosa; pero estos no duran mucho, como quisiéramos, porque la definitiva transfiguración se nos dará sólo con la resurrección.

Se dice el Credo

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Te pedimos, Señor, que este sacrificio, borre nuestros pecados y santifique el cuerpo y el alma de tus fieles, para que podamos celebrar dignamente las fiestas pascuales. Por Jesucristo, nuestro Señor.

PREFACIO

LA TRANSFIGURACIÓN DEL SEÑOR

El Señor esté con ustedes.

R. Y con tu espíritu.

V. Levantemos el corazón.

R. Lo tenemos levantado hacia el Señor.

y. Demos gracias al Señor, nuestro Dios.

R. Es justo y necesario.

En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y e todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno, por Cristo, señor Nuestro. El mismo, después de anunciar su múerte a los discípulos, les reveló el esplendor de su gloria en la montaña santa, para mostrar, con el testimonio de la Ley y los Profetas, que por la pasión debía llegar a la gloria de la resurrección. Por eso con los coros celestiales, te alabamos en la tierra llenos de alegría, cantando sin cesar:

Santo, Santo, Santo...

ANTÍFONA DE COMUNIÓN Mi 17,5

Éste es mi Hijo muy querido, en quien tengo puesta mi predilección: escúchenlo.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Después de haber recibido estos gloriosos misterios, Padre, te damos gracias porque, aun viviendo en la tierra, ya nos haces partícipes de ¡os bienes del cielo. Por Jesucristo, nuestro Señor.

 


Respuesta  Mensaje 8 de 19 en el tema 
De: GAVIOTA LIBERTAD Enviado: 02/05/2011 05:28

ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 25, 11-12,

Líbrame, Señor, y concédeme tu gracia. Mis pies están firmes sobre el camino llano, y en la asamblea bendeciré al Señor.

ORACIÓN COLECTA

Dios nuestro, que, para remedio del alma nos mandaste mortificar el cuerpo, concédenos la gracia de abstenernos de todo pecado y cumplir los mandamientos de tu amor. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos.

LECTURA Dn 9, 4-10

Lectura de la profecía de Daniel.

¡Ah, Señor, Dios, el Grande, el Temible, el que mantiene la alianza y la fidelidad con aquellos que lo aman y observan sus mandamientos! Nosotros hemos pecado, hemos faltado, hemos hecho el mal, nos hemos rebelado y nos hemos apartado de tus mandamientos y tus preceptos. No hemos escuchado a tus servidores los profetas, que hablaron en tu Nombre a nuestros reyes, a nuestros jefes, a nuestros padres y a todo el pueblo del país. ¡A ti, Señor, la justicia! A nosotros, en cambio, la vergüenza reflejada en el rostro, como les sucede en este día a los hombres de Judá, a los habitantes de Jerusalén y a todo Israel, a los que están cerca y a los que están lejos, en todos los países adonde tú los expulsaste, a causa de la infidelidad que cometieron contra ti. ¡A nosotros, Señor, la vergüenza reflejada en el rostro, y también a nuestros reyes, a nuestros jefes y a nuestros padres, porque hemos pecado contra ti! ¡Al Señor, nuestro Dios, la misericordia y el perdón, porque nos hemos rebelado contra él! Nosotros no hemos escuchado la voz del Señor, nuestro Dios, para seguir sus leyes, que él puso delante de nosotros por medio de sus servidores los profetas.

Palabra de Dios.

COMENTARIO

Daniel ora y confiesa sus faltas y las de su pueblo rebelde que no observa los mandamientos, ni ha escuchado la voz de los profetas. Todo esto contrasta con la conducta de Dios, que a pesar de la no correspondencia, ha mantenido su pacto o alianza. A Daniel y sus compatriotas sólo les queda el arrepentimiento y la vergüenza.

SALMO Sal 78, 8-9. 11. 13

R. ¡No nos trates según nuestros pecados, Señor!

No recuerdes para nuestro mal las culpas de otros tiempos; compadécete pronto de nosotros, porque estamos totalmente abatidos. R.

Ayúdanos, Dios salvador nuestro, por el honor de tu Nombre; líbranos y perdona nuestros pecados, a causa de tu Nombre. R.

Llegue hasta tu presencia el lamento de los cautivos, preserva con tu brazo poderoso a los que están condenados a muerte. R.

Y nosotros, que somos tu pueblo y las ovejas de tu rebaño, te daremos gracias para siempre, y cantaremos tus alabanzas por todas las generaciones. R.

VERSÍCULO Cfr. Jn 6, 63. 68

Tus palabras, Señor, son Espíritu y Vida; tú tienes palabras de Vida eterna.

EVANGELIO Lc 6, 36-38

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas.

Jesús dijo a sus discípulos: Sean misericordiosos, como el Padre de ustedes es misericordioso. No juzguen y no serán juzgados; no condenen y no serán condenados; perdonen y serán perdonados. Den, y se les dará. Les volcarán sobre el regazo una buena medida, apretada, sacudida y desbordante. Porque la medida con que ustedes midan también se usará para ustedes.

Palabra del Señor.

COMENTARIO

Este breve relato del Evangelio más bien invita al examen de conciencia y descubrir las propias faltas antes que las del prójimo. Nunca debemos constituirnos jueces de nuestros hermanos, sino por el contrario, ser pacientes y comprensivos, imitando así el comportamiento de Dios.

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Escucha con bondad nuestros ruegos, Señor, y libra de las seducciones del mundo a quienes concedes celebrar estos santos misterios. Por Jesucristo nuestro Señor.

ANTÍFONA DE COMUNIÓN Lc 6, 36

Dice el Señor: Sean misericordiosos, como el Padre de ustedes es misericordioso.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Señor, que esta comunión nos purifique del pecado y nos haga partícipes de la alegría del cielo. Por Jesucristo nuestro Señor.


Respuesta  Mensaje 9 de 19 en el tema 
De: GAVIOTA LIBERTAD Enviado: 02/05/2011 05:29

ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 12, 4-5

Ilumina mis ojos, para que no caiga en el sueño de la muerte, para que mi enemigo no pueda decir: “lo he vencido”.

ORACIÓN COLECTA

Señor, guarda con amor constante a tu Iglesia, y ya que la naturaleza humana es frágil sin ti, presérvanos siempre del mal y llévanos parlas sendas de la salvación. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos.

LECTURA Is 1, 10. 16-20

Lectura del libro de Isaías.

¡Escuchen la palabra del Señor, jefes de Sodoma! ¡Presten atención a la instrucción de nuestro Dios, pueblo de Gomorra! ¡Lávense, purifíquense, aparten de mi vista la maldad de sus acciones! ¡Cesen de hacer el mal, aprendan a hacer el bien! ¡Busquen el derecho, socorran al oprimido, hagan justicia al huérfano, defiendan a la viuda! Vengan, y discutamos – dice el Señor –. Aunque sus pecados sean como la escarlata, se volverán blancos como la nieve; aunque sean rojos como la púrpura, serán como la lana. Si están dispuestos a escuchar, comerán los bienes del país; pero si rehúsan hacerlo y se rebelan, serán devorados por la espada, porque ha hablado la boca del Señor.

Palabra de Dios.

COMENTARIO

El profeta nos recuerda lo que Dios espera de sus hijos. Ni los rituales ni las ceremonias tienen sentido si olvidamos el derecho y la justicia especialmente en beneficios de los más postergados de la sociedad. Los huérfanos y las viudas son sólo un ejemplo de los tantos desposeídos que esperan la misericordia de Dios que se manifiesta a través del corazón purificado de los hombres.

SALMO Sal 49, 8-9. 16-17. 21. 23

R. El que sigue buen camino gustará la salvación de Dios.

No te acuso por tus sacrificios: ¡tus holocaustos están siempre en mi presencia! Pero yo no necesito los novillos de tu casa ni los cabritos de tus corrales. R.

¿Cómo te atreves a pregonar mis mandamientos y a mencionar mi alianza con tu boca, tú, que aborreces toda enseñanza y te despreocupas de mis palabras? R.

Haces esto, ¿y yo me voy a callar? ¿Piensas acaso que soy como tú? Te acusaré y te argüiré cara a cara. El que ofrece sacrificios de alabanza, me honra de verdad. R.

VERSÍCULO Ez 18, 31

“Arrojen lejos de ustedes todas las rebeldías y háganse un corazón nuevo y un espíritu nuevo”, dice el Señor.

EVANGELIO Mt 23, 1-12

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo.

Jesús dijo a la multitud y a sus discípulos: Los escribas y fariseos ocupan la cátedra de Moisés; ustedes hagan y cumplan todo lo que ellos les digan, pero no se guíen por sus obras, porque no hacen lo que dicen. Atan cargas pesadas y difíciles de llevar, y las ponen sobre los hombros de los demás, mientras que ellos no quieren moverlas ni siquiera con el dedo. Todo lo hacen para que los vean: agrandan las filacterias y alargan los flecos de sus mantos; les gusta ocupar los primeros puestos en los banquetes y los primeros asientos en las sinagogas, ser saludados en las plazas y oírse llamar “mi maestro” por la gente. En cuanto a ustedes, no se hagan llamar “maestro”, porque no tienen más que un Maestro y todos ustedes son hermanos. A nadie en el mundo llamen “padre”, porque no tienen sino uno, el Padre celestial. No se dejen llamar tampoco “doctores”, porque sólo tienen un Doctor, que es el Mesías. El mayor entre ustedes será el que los sirve, porque el que se eleva será humillado, y el que se humilla será elevado.

Palabra del Señor.

COMENTARIO

Nuestra buenas obras no deben tener como fin el reconocimiento de los demás, ya que eso anularía todo su valor. Jesús no quiere que sus seguidores busquen la ostentación, ni los títulos pomposos, ni una admiración o respeto que sólo debemos a Dios. Él nos llama a estar atentos: ¿qué es lo que hay en el corazón de quien sólo busca figurar?.

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Pór estos misterios obra, Señor, en nosotros tu salvación; que nos purifiquen de los vicios terrenos y nos conduzcan a los bienes del cielo Por Jesucristo, nuestro Señor.

ANTÍFONA DE COMUNIÓN Sal 9, 2-3

Proclamaré todas tus maravillas. Quiero alegrarme y regocijarme en ti, y cantar himnos a tu nombre, Altísimo.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Te rogarnos, Padre, que este sagrado alimento nos ayude a vivir más santamente y nos obtenga tu auxilio constante. Por Jesucristo, nuestro Señor.


Respuesta  Mensaje 10 de 19 en el tema 
De: GAVIOTA LIBERTAD Enviado: 02/05/2011 05:30

ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 37, 22-23

Señor, no me abandones: Dios mío, no te quedes lejos de mí. Apresúrate a venir en mi ayuda, mi Señor, mi Salvador.

ORACIÓN COLECTA

Conserva siempre a tu familia en la práctica de las buenas obras; Señor, y confórtala de tal modo en tus necesidades temporales que pueda llegar felizmente a los bienes del cielo. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos.

LECTURA Jer 18, 18-20

Lectura del libro de Jeremías

Los hombres de Judá y los habitantes de Jerusalén dijeron: “¡Vengan, tramemos un plan contra Jeremías, porque no le faltará la instrucción al sacerdote, ni el consejo al sabio, ni la palabra al profeta! Vengan, inventemos algún cargo contra él, y no prestemos atención a sus palabras”. ¡Préstame atención, Señor, y oye la voz de los que me acusan! ¿Acaso se devuelve mal por bien para que me hayan cavado una fosa? Recuerda que yo me presenté delante de ti para hablar en favor de ellos, para apartar de ellos tu furor.

Palabra de Dios.

COMENTARIO

Jeremías ha anunciado y exhortado al pueblo de parte de Dios. ¿Qué recompensa humana ha obtenido por esto? Que los dirigentes se hayan puesto en su contra, y los poderosos busquen el modo de eliminarlo. Jeremías en el cumplimiento de su misión profética, al igual que Jesús, es rechazado por dirigentes, gobernantes, sacerdotes y –sabios--.

SALMO Sal 30, 5-6. 14-16

R. ¡Sálvame, Señor, por tu misericordia!

Sácame de la red que me han tendido, porque tú eres mi refugio. Yo pongo mi vida en tus manos: Tú me rescatarás, Señor, Dios fiel. R.

Oigo los rumores de la gente y amenazas por todas partes, mientras se confabulan contra mí y traman quitarme la vida. R.

Pero yo confío en ti, Señor, y te digo: “Tú eres mi Dios, mi destino está en tus manos”. Líbrame del poder de mis enemigos y de aquéllos que me persiguen. R.

VERSÍCULO Jn 8, 12

“Yo soy la luz del mundo; el que me sigue tendrá la luz de la Vida”, dice el Señor.

EVANGELIO Mt 20, 17-28

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo

Mientras Jesús subía a Jerusalén, llevó consigo a los Doce, y en el camino les dijo: “Ahora subimos a Jerusalén, donde el Hijo del hombre va a ser entregado a los sumos sacerdotes y a los escribas. Ellos lo condenarán a muerte y lo entregarán a los paganos para que se burlen de él, lo azoten y lo crucifiquen, pero al tercer día resucitará”. Entonces la madre de los hijos de Zebedeo se acercó a Jesús, junto con sus hijos, y se postró ante él para pedirle algo. “¿Qué quieres?”, le preguntó Jesús. Ella le dijo: “Manda que mis dos hijos se sienten en tu Reino, uno a tu derecha y el otro a tu izquierda”. “No saben lo que piden”, respondió Jesús. “¿Pueden beber el cáliz que yo beberé?” “Podemos”, le respondieron. “Está bien, les dijo Jesús, ustedes beberán mi cáliz. En cuanto a sentarse a mi derecha o a mi izquierda, no me toca a mí concederlo, sino que esos puestos son para quienes se los ha destinado mi Padre”. Al oír esto, los otros diez se indignaron contra los dos hermanos. Pero Jesús los llamó y les dijo: “Ustedes saben que los jefes de las naciones dominan sobre ellas y los poderosos les hacen sentir su autoridad. Entre ustedes no debe suceder así. Al contrario, el que quiera ser grande, que se haga servidor de ustedes; y el que quiera ser el primero, que se haga su esclavo: como el Hijo del hombre, que no vino para ser servido, sino para servir y dar su vida en rescate por una multitud”.

Palabra del Señor.

COMENTARIO

La misión de Jesús, como la de los profetas, no tiene que ver con el éxito ni con el triunfo humano. Y el mismo camino es el señalado para sus seguidores. Pretender cargos, honores y lugares de prestigio, aún dentro de la Iglesia, es estar fuera del proyecto de Jesús. Él tiene un único camino: el del servicio que no tiene reconocimiento ni retribución, como el de los sirvientes y esclavos.

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Mira con bondad, Señor los dones que te presentamos y, por este sagrado intercambio, líbranos de las ataduras de nuestros pecados. Por Jesucristo nuestro Señor.

ANTÍFONA DE COMUNIÓN Mt 20, 28

El Hijo del hombre no vino para ser servido, sino para servir y dar su vida en rescate por una multitud.

ORACION DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Señor, Dios nuestro, te pedimos que este sacramento, anticipo de la inmortalidad, nos ayude para la salvación eterna. Por Jesucristo nuestro Señor


Respuesta  Mensaje 11 de 19 en el tema 
De: GAVIOTA LIBERTAD Enviado: 02/05/2011 05:31

ANTÍFONA DE ENTRADA SAL 138, 23-24

Sondéame, Dios mío, y penetra mi interior; observa si estoy en un camino falso y llévame por el camino eterno.

ORACIÓN COLECTA

Dios nuestro, que amas la inocencia y la devuelves a quienes la perdieron, atrae hacia ti los corazones de tus servidores para que, inflamados por el fuego de tu Espíritu, permanezcamos firmes en la fe y diligentes en el buen obrar. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos.

LECTURA Jer 17, 5-10

Lectura del libro de Jeremías.

Así habla el Señor: ¡Maldito el hombre que confía en el hombre y busca su apoyo en la carne, mientras su corazón se aparta del Señor! Él es como un matorral en la estepa que no ve llegar la felicidad; habita en la aridez del desierto, en una tierra salobre e inhóspita. ¡Bendito el hombre que confía en el Señor y en él tiene puesta su confianza! Él es como un árbol plantado al borde de las aguas, que extiende sus raíces hacia la corriente; no teme cuando llega el calor y su follaje se mantiene frondoso; no se inquieta en un año de sequía y nunca deja de dar fruto. Nada más tortuoso que el corazón humano y no tiene arreglo: ¿quién puede penetrarlo? Yo, el Señor, sondeo el corazón y examino las entrañas, para dar a cada uno según su conducta, según el fruto de sus acciones.

Palabra de Dios.

COMENTARIO

¿Dónde ponemos nuestra seguridad, en qué nos afirmamos para poder crecer como un árbol sano y vigoroso? La fuerza viene de abajo, de la raíz; eso es lo que debe estar sostenido a Dios. Él es el sostén y sustento, agua que refresca y da la vida. Él es el que puede lograr que nuestro corazón no se inquiete, porque constantemente nos transmite su vida.

SALMO Sal 1, 1-4. 6

R. ¡Feliz el que pone su confianza en el Señor!

¡Feliz el hombre que no sigue el consejo de los malvados, ni se detiene en el camino de los pecadores, ni se sienta en la reunión de los impíos, sino que se complace en la ley del Señor y la medita de día y de noche! R.

Él es como un árbol plantado al borde de las aguas, que produce fruto a su debido tiempo, y cuyas hojas nunca se marchitan: todo lo que haga le saldrá bien. R.

No sucede así con los malvados: ellos son como paja que se lleva el viento. Porque el Señor cuida el camino de los justos, pero el camino de los malvados termina mal. R.

VERSÍCULO Cfr. Lc 8, 15

Felices los que retienen la Palabra de Dios con un corazón bien dispuesto y dan fruto gracias a su constancia.

EVANGELIO Lc 16,19-31

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas.

Jesús dijo a los fariseos: Había un hombre rico que se vestía de púrpura y lino finísimo y cada día hacía espléndidos banquetes. A su puerta, cubierto de llagas, yacía un pobre llamado Lázaro, que ansiaba saciarse con lo que caía de la mesa del rico; y hasta los perros iban a lamer sus llagas. El pobre murió y fue llevado por los ángeles al seno de Abraham. El rico también murió y fue sepultado. En la morada de los muertos, en medio de los tormentos, levantó los ojos y vio de lejos a Abraham, y a Lázaro junto a él. Entonces exclamó: “Padre Abraham, ten piedad de mí y envía a Lázaro para que moje la punta de su dedo en el agua y refresque mi lengua, porque estas llamas me atormentan”. “Hijo mío, respondió Abraham, recuerda que has recibido tus bienes en vida y Lázaro, en cambio, recibió males; ahora él encuentra aquí su consuelo, y tú, el tormento. Además, entre ustedes y nosotros se abre un gran abismo. De manera que los que quieren pasar de aquí hasta allí no pueden hacerlo, y tampoco se puede pasar de allí hasta aquí”. El rico contestó: “Te ruego entonces, padre, que envíes a Lázaro a la casa de mi padre, porque tengo cinco hermanos: que él los prevenga, no sea que ellos también caigan en este lugar de tormento”. Abraham respondió: “Tienen a Moisés y a los Profetas; que los escuchen”. “No, padre Abraham, insistió el rico. Pero si alguno de los muertos va a verlos, se arrepentirán”. Pero Abraham respondió: “Si no escuchan a Moisés y a los Profetas, aunque resucite alguno de entre los muertos, tampoco se convencerán”.

Palabra del Señor.

COMENTARIO

Esta parábola habla de dos hombres, dos proyectos de vida. El rico un hombre anónimo, Lázaro, un excluido a quien se lo llama y se lo conoce por su nombre. Y en todo esto el misterio del corazón humano y la opción definitiva. El rico, que no abandona su situación y prefiere su riqueza a la misericordia, y Lázaro que, desde su pobreza se transforma en el rico espiritual, pleno de vida y de bienes, porque está junto a Dios. El conjunto del texto nos invita a pensar de qué lado nos encontramos, y qué esperamos para nosotros luego de pasar por este mundo.

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Te pedimos, Señor, que con este sacrificio santifiques nuestras prácticas cuaresmales, para que las penitencias exteriores nos lleven a la conversión corazón. Por Jesucristo, nuestro Señor.

ANTÍFONA DE COMUNIÓN Sal 118, 1

Felices los que van por un camino intachable, los que siguen la ley del Señor.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Dios y Padre, te pedimos que los frutos de esta eucaristía permanezcan en nosotros y nos acompañen siempre en nuestras obras. Por Jesucristo, nuestro Señor.


Respuesta  Mensaje 12 de 19 en el tema 
De: GAVIOTA LIBERTAD Enviado: 02/05/2011 05:32

ANTÍFONA DE ENTRADA

Este santo combatió hasta la muerte en defensa de la ley de Dios y no temió las amenazas de los impíos: estaba arraigado sobre roca firme.

ORACIÓN COLECTA

Dios y Señor de todo lo oreado, que asociaste al obispo san Policarpo al número de los mártires, concédenos, por su intercesión, que participando con él en la pasión de Cristo resucitemos por el Espíritu Santo para la vida eterna. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos.

LECTURA Ecli 4, 11-19

Lectura del libro del Eclesiástico.

La sabiduría encumbra a sus hijos y cuida de aquellos que la buscan. El que la ama, ama la vida, y los que la buscan ardientemente serán colmados de gozo. El que la posee heredará la gloria, y donde quiera que vaya, el Señor lo bendecirá. Los que la sirven rinden culto al Santo y los que la aman son amados por el Señor. El que la escucha juzgará a las naciones y el que le presta atención habitará seguro. El que confía en ella la recibirá en herencia y sus descendientes también la poseerán. Al comienzo, ella lo conducirá por un camino sinuoso, le infundirá temor y estremecimiento y lo hará sufrir con su disciplina, hasta que tenga confianza en él y lo haya probado con sus exigencias. Después, volverá a él por el camino recto, lo alegrará y le revelará sus secretos. Si él se desvía, ella lo abandonará y lo dejará librado a su propia caída.

Palabra de Dios.

COMENTARIO

A la inquietud sobre dónde iniciarse en la sabiduría divina, Ben Sirac responde que es conveniente ponerse en la escuela de un maestro. Pero ninguna enseñanza sustituirá jamás a la búsqueda personal de la sabiduría en el corazón de una vida experimentada. El sabio sabe cuestionar sus certezas, puede verlas desaparecer sin temor. Porque la sabiduría se ha levantado delante de él.

SALMO Sal 118,165.168.171-172.174-175

R. ¡Tu leyes mi alegría, Señor!

Los que aman tu ley gozan de una gran paz, nada los hace tropezar. Yo observo tus mandamientos y tus prescripciones, porque Tú conoces todos mis caminos. R.

Que mis labios expresen tu alabanza, porque me has enseñado tus preceptos. Que mi lengua se haga eco de tu promesa, porque todos tus mandamientos son justos. R.

Yo ansío tu salvación, Señor, y tu ley es toda mi alegría. Que yo viva y pueda alabarte, y que tu justicia venga en mi ayuda. R.

ALELUYA Jn14,6

Aleluya. «Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida. Nadie va al Padre, sino por mí», dice el Señor. Aleluya.

EVANGELIO Mc 9, 38-40

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Marcos.

Juan le dijo a Jesús: «Maestro, hemos visto a uno que expulsaba demonios en tu Nombre, y tratamos de impedírselo porque no es de los nuestros». Pero Jesús les dijo: «No se lo impidan, porque nadie puede hacer un milagro en mi Nombre y luego hablar mal de mi. Y el que no está contra nosotros, está con nosotros».

Palabra del Señor.

COMENTARIO

Ante el planteamiento demasiado sectario de Juan, el Maestro expresa su convicción de que nadie ni ningún grupo puede adueñarse del Espíritu. Elfo se deja encadenar ni por las instituciones en las que trabaja, ni por las personas que él anima. Renunciar al exclusivismo es condición para no bloquear los cauces del Espíritu. El Maestro nos invita a seguir el criterio de combatir el error, defender la verdad, respetar las personas.

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Santifica con tu bendición estos dones que te ofrecemos, Señor, y, por ellos, enciende en nosotros la llama de aquel amor por el cual san Policarpo venció los tormentos del martirio. Por. Jesucristo, nuestro Señor.

ANTÍFONA DE COMUNIÓN Cfr. Mt 10,39

Dice el Señor: el que pierda su vida por mí, la encontrará.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Señor nuestro, que los sacramentos recibidos nos concedan aquella fortaleza que dio a tu mártir san Policarpo la fidelidad en tu servicio y la victoria en su pasión Por Jesucristo, nuestro Señor.

 


Respuesta  Mensaje 13 de 19 en el tema 
De: GAVIOTA LIBERTAD Enviado: 02/05/2011 05:33

ANUNCIACIÓN DEL SEÑOR. (S). BLANCO.

ANTÍFONA DE ENTRADA Heb 10, 5. 7

El Señor al entrar en el mundo dijo: “Aquí estoy, para hacer, Dios, tu voluntad”.

Se dice Gloria a Dios

ORACIÓN COLECTA

Señor, que quisiste que tu Hijo asumiera la naturaleza humana en el seno de la Virgen María; a los que creemos que nuestro Redentor es Dios y hombre verdadero, concédenos que merezcamos ser semejantes a él en su naturaleza divina. Por nuestro Señor Jesucristo.

PRIMERA LECTURA Is 7, 10-14; 8, 10

Lectura del libro de Isaías.

En aquellos días: El Señor habló a Ajaz en estos términos: “Pide para ti un signo de parte del Señor, en lo profundo del abismo, o arriba, en las alturas”. Pero Ajaz respondió: “No lo pediré ni tentaré al Señor”. Isaías dijo: “Escuchen, entonces, casa de David: ¿Acaso no les basta cansar a los hombres, que cansan también a mi Dios? Por eso el Señor mismo les dará un signo. Miren, la virgen está embarazada y dará a luz un hijo, y lo llamará con el nombre de Emmanuel, que significa «Dios con nosotros»”.

Palabra de Dios.

COMENTARIO

El profeta piensa, sin duda, en el nacimiento próximo del hijo de Ajaz y de una joven mujer del harén real, sin que, por lo mismo, los horizontes de su esperanza mesiánica se encierren en ello. Pero lo esencial de la profecía está en que el Emanuel está presente como el signo de la fidelidad de Yahvé, sobre la que reposa la fe. El futuro pueblo de Dios será de orden cualitativo: engendrado por la fe y no fundado ya sobre los falaces privilegios nacionales.

SALMO Sal 39, 7-11

R. Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad.

Tú no quisiste víctima ni oblación, pero me diste un oído atento; no pediste holocaustos ni sacrificios, entonces dije: “Aquí estoy”.R.

“En el libro de la Ley está escrito lo que tengo que hacer: Yo amo, Dios mío, tu voluntad, y tu ley está en mi corazón”. R.

Proclamé gozosamente tu justicia en la gran asamblea; no, no mantuve cerrados mis labios, tú lo sabes, Señor. R.

No escondí tu justicia en el fondo de mi corazón, proclamé tu fidelidad y tu salvación, y no negué ante la gran asamblea tu amor y tu fidelidad. R.

SEGUNDA LECTURA Heb 10, 4-10

Lectura de la carta a los Hebreos.

Hermanos: Es imposible que la sangre de toros y chivos quite los pecados. Por eso, Cristo, al entrar en el mundo, dijo: “Tú no has querido sacrificios ni oblación; en cambio, me has dado un cuerpo. No has mirado con agrado los holocaustos ni los sacrificios expiatorios. Entonces dije: «Aquí estoy, yo vengo – como está escrito de mí en el libro de la Ley– para hacer, Dios, tu voluntad»”. Él comienza diciendo: “Tú no has querido nihas mirado con agrado los sacrificios, los holocaustos, ni los sacrificios expiatorios, a pesar de que están prescritos por la Ley”. Y luego añade: “Aquí estoy, yo vengo para hacer tu voluntad”. Así declara abolido el primer régimen para establecer el segundo. Y en virtud de esta voluntad quedamos santificados por la oblación del cuerpo de Jesucristo, hecha de una vez para siempre.

Palabra de Dios.

COMENTARIO

El que este pasaje de Hebreos se haya elegido para la fiesta de la Anunciación, nos invita a comprender lo que fue la vida de la Virgen María, a ejemplo y en continuidad profunda con el sacrificio espiritual de Cristo. Su “sí” inicial a un destino sacrificial del que la cruz descubrirá el secreto, cantado por el salmista: “¡Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad!” o en la respuesta de María: “He aquí la servidora del Señor, que se cumpla en mí lo que has dicho”.

ALELUYA Jn 1, 14

Aleluya. El Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros, y nosotros hemos visto su gloria. Aleluya.

EVANGELIO Lc 1, 26-38

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas.

El ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una virgen que estaba comprometida con un hombre perteneciente a la familia de David, llamado José. El nombre de la virgen era María. El Ángel entró en su casa y la saludó, diciendo: “¡Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo!”.

Al oír estas palabras, ella quedó desconcertada y se preguntaba qué podía significar ese saludo. Pero el Ángel le dijo: “No temas, María, porque Dios te ha favorecido. Concebirás y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús; él será grande y se le llamará Hijo del Altísimo. El Señor Dios le dará el trono de David, su padre, reinará sobre la casa de Jacob para siempre y su reino no tendrá fin”. María dijo al Ángel: “¿Cómo puede ser esto, si yo no convivo con ningún hombre?”. El Ángel le respondió: “El Espíritu Santo descenderá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra. Por eso el niño será santo y se lo llamará Hijo de Dios. También tu parienta Isabel concibió un hijo a pesar de su vejez, y la que era considerada estéril ya se encuentra en su sexto mes, porque no hay nada imposible para Dios”. María dijo entonces: “Yo soy la servidora del Señor; que se cumpla en mí lo que has dicho”. Y el Ángel se alejó.

Palabra del Señor.

COMENTARIO

El relato de la Anunciación está colmado de evocaciones bíblicas. Jesús es presentado con todos los títulos reales posibles (vv.31-33): es verdaderamente el Mesías.

En cuanto a María, Lucas la presenta como la figura de Jerusalén, heredera de las promesas de felicidad (vv. 27-28), dirigidas a la antigua ciudad abandonada por su esposo, la Jerusalén dolorosa, llamada a ser la copartícipe libre de una alianza nueva y definitiva. Su instrumento no será ya Jerusalén, sino una joven mujer sencilla y perteneciente a los “pobres de Yahvé”.

Se dice el Credo, (A las palabras “Se encarnó...”, todos se arrodillan)

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Dios todopoderoso, dígnate recibir esta ofrenda de tu Iglesia, y ya que reconoce su origen en la encarnación de tu Hijo, concédele alegrarse en esta solemnidad al celebrar sus misterios. Por Jesucristo nuestro Señor.

PREFACIO

EL MISTERIO DE LA ENCARNACIÓN

V/. El Señor esté con ustedes.

R/. Y con tu espíritu.

V/. Levantemos el corazón.

R/. Lo tenemos levantado hacia el Señor.

V/. Demos gracias al Señor, nuestro Dios.

R/. Es justo y necesario.

Realmente es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno, por Jesucristo, Señor nuestro. Porque la Virgen María recibió con fe el anuncio celestial de que, por obra del Espíritu Santo, él iba a nacer entre nosotros y por nuestra salvación, y lo llevó con inmenso amor en sus purísimas entrañas. Así se cumplieron las promesas hechas al pueblo de Israel y se vio ampliamente colmada la esperanza de la humanidad.

Por él, adoran tu grandeza, la multitud de los ángeles que se alegran eternamente en tu presencia. Permítenos asociarnos a sus voces, cantando alegremente:

Santo, santo, santo...

ANTÍFONA DE COMUNIÓN Is 7, 14

Una virgen concebirá y dará a luz un hijo, y le pondrá por nombre: Emmanuel, Dios con nosotros.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Señor, confirma en nuestros corazones los misterios de la verdadera fe, para que, reconociendo en el Hijo de María al que es verdadero Dios y verdadero hombre, por el poder de su resurrección salvífica alcancemos la eterna alegría. Por Jesucristo nuestro Señor.

 


Respuesta  Mensaje 14 de 19 en el tema 
De: GAVIOTA LIBERTAD Enviado: 02/05/2011 05:34

ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 144, 8-9

El Señor es bondadoso y compasivo, lento para el enojo y de gran misericordia; el Señor es bueno con todos y tiene compasión de todas sus criaturas.

ORACIÓN COLECTA

Dios nuestro, que por medio de admirables sacramentos nos concedes participar ya en este mundo de los bienes celestiales; guíanos por el camino de la vida y condúcenos a la luz donde tú habitas Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos.

LECTURA Miq 7, 14-15. 18-20

Lectura de la profecía de Miqueas.

Apacienta con tu cayado a tu pueblo, al rebaño de tu herencia, al que vive solitario en un bosque, en medio de un vergel. ¡Que sean apacentados en Basán y en Galaad, como en los tiempos antiguos! Como en los días en que salías de Egipto, muéstranos tus maravillas. ¿Qué dios es como tú, que perdonas la falta y pasas por alto la rebeldía del resto de tu herencia? Él no mantiene su ira para siempre, porque ama la fidelidad. Él volverá a compadecerse de nosotros y pisoteará nuestras faltas. Tú arrojarás en lo más profundo del mar todos nuestros pecados. Manifestarás tu lealtad a Jacob y tu fidelidad a Abraham, como lo juraste a nuestros padres desde los tiempos remotos.

Palabra de Dios.

COMENTARIO

Los desterrados sienten el peso de su impotencia e invocan a Yavé; le recuerdan que son su pueblo, desean volver a tiempos mejores como en el pasado. Para ello recurren y recuerdan los prodigios para liberarlos del yugo egipcio. Yavé mantiene ese poder sobre sus enemigos, por eso apelan a su misericordia, que borre el peso de sus faltas y mantenga las promesas de la Alianza con Abraham y su descendencia.

SALMO Sal 102, 1-4. 9-12

R. El Señor es bondadoso y compasivo.

Bendice al Señor, alma mía, que todo mi ser bendiga a su santo Nombre; bendice al Señor, alma mía, y nunca olvides sus beneficios. R.

Él perdona todas tus culpas y sana todas tus dolencias; rescata tu vida del sepulcro, te corona de amor y de ternura. R.

No acusa de manera inapelable ni guarda rencor eternamente; no nos trata según nuestros pecados ni nos paga conforme a nuestras culpas. R.

Cuanto se alza el cielo sobre la tierra, así de inmenso es su amor por los que le temen; cuanto dista el oriente del occidente, así aparta de nosotros nuestros pecados. R.

VERSÍCULO Lc 15, 18

Iré a la casa de mi padre y le diré: “Padre, pequé contra el Cielo y contra ti”.

EVANGELIO Lc 15, 1-3. 11-32

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas.

Todos los publicanos y pecadores se acercaban a Jesús para escucharlo. Pero los fariseos y los escribas murmuraban, diciendo: “Este hombre recibe a los pecadores y come con ellos”. Jesús les dijo entonces esta parábola: “Un hombre tenía dos hijos. El menor de ellos dijo a su padre: --Padre, dame la parte de herencia que me corresponde--. Y el padre les repartió sus bienes. Pocos días después, el hijo menor recogió todo lo que tenía y se fue a un país lejano, donde malgastó sus bienes en una vida licenciosa. Ya había gastado todo, cuando sobrevino mucha miseria en aquel país, y comenzó a sufrir privaciones. Entonces se puso al servicio de uno de los habitantes de esa región, que lo envió a su campo para cuidar cerdos. Él hubiera deseado calmar su hambre con las bellotas que comían los cerdos, pero nadie se las daba. Entonces recapacitó y dijo: --¡Cuántos jornaleros de mi padre tienen pan en abundancia, y yo estoy aquí muriéndome de hambre! Ahora mismo iré a la casa de mi padre y le diré: Padre, pequé contra el Cielo y contra ti; ya no merezco ser llamado hijo tuyo, trátame como a uno de tus jornaleros--. Entonces partió y volvió a la casa de su padre. Cuando todavía estaba lejos, su padre lo vio y se conmovió profundamente; corrió a su encuentro, lo abrazó y lo besó. El joven le dijo: --Padre, pequé contra el Cielo y contra ti; no merezco ser llamado hijo tuyo--. Pero el padre dijo a sus servidores: --Traigan enseguida la mejor ropa y vístanlo, pónganle un anillo en el dedo y sandalias en los pies. Traigan el ternero engordado y mátenlo. Comamos y festejemos, porque mi hijo estaba muerto y ha vuelto a la vida, estaba perdido y fue encontrado--. Y comenzó la fiesta. El hijo mayor estaba en el campo. Al volver, ya cerca de la casa, oyó la música y los coros que acompañaban la danza. Y llamando a uno de los sirvientes, le preguntó qué significaba eso. Él le respondió: --Tu hermano ha regresado, y tu padre hizo matar el ternero engordado, porque lo ha recobrado sano y salvo--. Él se enojó y no quiso entrar. Su padre salió para rogarle que entrara, pero él le respondió: --Hace tantos años que te sirvo, sin haber desobedecido jamás ni una sola de tus órdenes, y nunca me diste un cabrito para hacer una fiesta con mis amigos. ¡Y ahora que ese hijo tuyo ha vuelto, después de haber gastado tus bienes con mujeres, haces matar para él el ternero engordado!». Pero el padre le dijo: --Hijo mío, tú estás siempre conmigo, y todo lo mío es tuyo. Es justo que haya fiesta y alegría, porque tu hermano estaba muerto y ha vuelto a la vida, estaba perdido y ha sido encontrado--”.

Palabra del Señor.

COMENTARIO

En estas dos parábolas de la oveja perdida y del hijo pródigo, Jesús recalca su interés por llegar a los débiles y pecadores. La humanidad está enferma y necesita un proceso de sanación. Dios sugiere estrategias y facilita la forma de realizarlas, por eso no se sorprende de nuestras maldades, porque al crearnos libres, aceptó el riesgo de que cayéramos. Él no hace suya la distinción entre justos y pecadores, que supone premio para unos y castigo para otros.

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Por medio de este sacramento, Señor, danos los frutos de la redención para que nos aparte siempre de los excesos y nos conduzca a la salvación eterna Por Jesucristo, nuestro Señor.

ANTÍFONA DE COMUNIÓN Lc 15, 32

Es justo que haya fiesta y alegría, porque tu hermano estaba muerto y ha vuelto a la vida, estaba perdido y ha sido encontrado.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Después de recibir este sacramento, te pedimos, Padre, que tu gracia llegue hasta lo más íntimo de nuestro corazón y nos haga partícipes de su fuerza divina Por Jesucristo, nuestro Señor.

 


Respuesta  Mensaje 15 de 19 en el tema 
De: GAVIOTA LIBERTAD Enviado: 02/05/2011 05:35

DOMINGO III DE CUARESMA

Diálogo de salvación

Jn 4,5-42

“Dame de beber”

Con sorpresa de los discípulos y de ella misma, Cristo inicia el diálogo con la samaritana. Él toma la iniciativa. No tiene inconveniente en mendigar de ella un poco de agua para entrar en diálogo. Cristo desea ardientemente establecer este diálogo con cada uno de nosotros. El pecado rompe este diálogo. El pecado no consiste ante todo en hacer el mal, sino en romper este diálogo, dejar que se enfríe esta amistad. Por eso, el primer fruto de la Cuaresma debe ser un diálogo renovado con Cristo, una oración más viva, más consciente y personal, más abundante; un diálogo que impregne toda nuestra vida.

“Si conocieras el don de Dios...”

Es admirable como Jesús va conduciendo el diálogo con esta mujer pecadora, suscitando en ella el atractivo por lo bello, por lo grande, por lo eterno. El que ha empezado pidiendo se revela en seguida como el que ofrece y es capaz de dar lo infinito, lo divino. Poco a poco se va dando a conocer a ella, para que al final termine aceptándole como “el Salvador del mundo”. El diálogo con Cristo –también para nosotros – es siempre un diálogo de salvación, un diálogo que nos dignifica y nos hace descubrir el sentido de nuestra vida, los horizontes sin fin de una vocación eterna.

“Muchos samaritanos de esa ciudad habían creído en Él por la palabra de la mujer, que atestiguaba”

Esto no muestra como Cristo ha entrado en su vida y experimenta el gozo de su salvación, él mismo hace que continúe para otros este diálogo de salvación. Es lo que hace la samaritana: “Vengan a ver a un hombre que me ha dicho todo lo que hice. ¿No será el Mesías?”. Su testimonio suscita en otros el atractivo por Cristo y hace que entren en la órbita de Cristo. De esa manera acaban también ellos experimentando la salvación: “Ya no creemos por lo que tú has dicho; nosotros mismos lo hemos oído y sabemos que Él es verdaderamente el Salvador del mundo”. ¿Será tan difícil que cada uno de nosotros dé testimonio de lo que Cristo ha hecho en su vida? (FGD).

 

ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 24, 15-16

Mis ojos están siempre fijos en el Señor, porque él sacará mis pies de la trampa. Mírame, Señor, y ten piedad de mí, porque estoy solo y afligido.

O bien: Ez 36, 23-26

Cuando manifieste mi santidad en medio de ustedes, los congregaré de todos los países de la tierra: derramaré sobre ustedes el agua que purifica, serán lavados de todas sus manchas y pondré en ustedes un espíritu nuevo, dice el Señor.

ACTO PENITENCIAL

·       Tú realmente estás entre nosotros, Señor, ten piedad.

·       Tú nos amaste cuando éramos pecadores. Cristo, ten piedad.

·       Tú nos ofreces el manantial que brota hasta la vida eterna. Señor ten piedad.

No se dice Gloria

ORACIÓN COLECTA

Dios de misericordia y origen de todo bien, que en el ayuno, la oración y la limosna nos muestras el remedio del pecado, mira con agrado el reconocimiento ce nuestra pequeñez, para que seamos aliviados por tu misericordia quienes nos humillamos interiormente. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos.

PRIMERA LECTURA Éx 17, 1-7

Lectura del libro del Éxodo.

Toda la comunidad de los israelitas partió del desierto de Sin y siguió avanzando por etapas, conforme a la orden del Señor. Cuando acamparon en Refidim, el pueblo no tenía agua para beber. Entonces acusaron a Moisés y le dijeron: “Danos agua para que podamos beber”. Moisés les respondió: “¿Por qué me acusan? ¿Por qué provocan al Señor?”. El pueblo, torturado por la sed, protestó contra Moisés diciendo: “¿Para qué nos hiciste salir de Egipto? ¿Sólo para hacernos morir de sed, junto con nuestros hijos y nuestro ganado?”. Moisés pidió auxilio al Señor, diciendo: “¿Cómo tengo que comportarme con este pueblo, si falta poco para que me maten a pedradas?”. El Señor respondió a Moisés: “Pasa delante del pueblo, acompañado de algunos ancianos de Israel, y lleva en tu mano el bastón con que golpeaste las aguas del Nilo. Ve, porque yo estaré delante de ti, allá sobre la roca, en Horeb. Tú golpearás la roca, y de ella brotará agua para que beba el pueblo”. Así lo hizo Moisés, a la vista de los ancianos de Israel. Aquel lugar recibió el nombre de Masá –que significa “Provocación”– y de Meribá –que significa “Querella”– a causa de la acusación de los israelitas, y porque ellos provocaron al Señor, diciendo: “¿El Señor está realmente entre nosotros, o no?”.

Palabra de Dios.

COMENTARIO

Israel pasa de la esclavitud de Egipto a la esclavitud del hambre y la sed en el desierto. ¿Está Dios con su pueblo? Si no estuviera, no habría agua ni maná. Dios no falla ni abandona.

SALMO Sal 94, 1-2. 6-9

R. Cuando escuchen la voz del Señor, no endurezcan el corazón.

¡Vengan, cantemos con júbilo al Señor, aclamemos a la Roca que nos salva! ¡Lleguemos hasta él dándole gracias, aclamemos con música al Señor! R.

¡Entren, inclinémonos para adorarlo! ¡Doblemos la rodilla ante el Señor que nos creó! Porque él es nuestro Dios, y nosotros, el pueblo que él apacienta, las ovejas conducidas por su mano. R.

Ojalá hoy escuchen la voz del Señor: “No endurezcan su corazón como en Meribá, como en el día de Masá, en el desierto, cuando sus padres me tentaron y provocaron, aunque habían visto mis obras”. R.

SEGUNDA LECTURA Rom 5, 1-2. 5-8

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los cristianos de Roma.

Hermanos: Justificados por la fe, estamos en paz con Dios, por medio de nuestro Señor Jesucristo. Por él hemos alcanzado, mediante la fe, la gracia en la que estamos afianzados, y por él nos gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios. Y la esperanza no quedará defraudada, porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo, que nos ha sido dado. En efecto, cuando todavía éramos débiles, Cristo, en el tiempo señalado, murió por los pecadores. Difícilmente se encuentra alguien que dé su vida por un hombre justo; tal vez alguno sea capaz de morir por un bienhechor. Pero la prueba de que Dios nos ama es que Cristo murió por nosotros cuando todavía éramos pecadores. Palabra de Dios.

COMENTARIO

Por la fe recobramos la paz con Dios en Cristo Jesús, quien murió por nosotros cuando éramos todavía enemigos suyos por el pecado, abriéndonos las puertas a la gloria de Dios.

ACLAMACIÓN Jn 4, 42. 15

Señor, tú eres verdaderamente el Salvador del mundo; dame agua viva para que no tenga más sed.

EVANGELIO Jn 4, 5-42

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Juan.

Jesús llegó a una ciudad de Samaría llamada Sicar, cerca de las tierras que Jacob había dado a su hijo José. Allí se encuentra el pozo de Jacob. Jesús, fatigado del camino, se había sentado junto al pozo. Era la hora del mediodía. Una mujer de Samaría fue a sacar agua, y Jesús le dijo: “Dame de beber”. Sus discípulos habían ido a la ciudad a comprar alimentos. La samaritana le respondió: “¡Cómo! ¿Tú, que eres judío, me pides de beber a mí, que soy samaritana?”. Los judíos, en efecto, no se trataban con los samaritanos. Jesús le respondió: “Si conocieras el don de Dios y quién es el que te dice: «Dame de beber» tú misma se lo hubieras pedido, y él te habría dado agua viva”. “Señor, le dijo ella, no tienes nada para sacar el agua y el pozo es profundo. ¿De dónde sacas esa agua viva? ¿Eres acaso más grande que nuestro padre Jacob, que nos ha dado este pozo, donde él bebió, lo mismo que sus hijos y sus animales?”. Jesús le respondió: “El que beba de esta agua tendrá nuevamente sed, pero el que beba del agua que yo le daré, nunca más volverá a tener sed. El agua que yo le daré se convertirá en él en manantial que brotará hasta la Vida eterna”. “Señor, le dijo la mujer, dame de esa agua para que no tenga más sed y no necesite venir hasta aquí a sacarla”. Jesús le respondió: “Ve, llama a tu marido y vuelve aquí”. La mujer respondió: “No tengo marido”. Jesús continuó: “Tienes razón al decir que no tienes marido, porque has tenido cinco y el que ahora tienes no es tu marido; en eso has dicho la verdad”. La mujer le dijo: “Señor, veo que eres un profeta. Nuestros padres adoraron en esta montaña, y ustedes dicen que es en Jerusalén donde se debe adorar”. Jesús le respondió: “Créeme, mujer, llega la hora en que ni en esta montaña ni en Jerusalén ustedes adorarán al Padre. Ustedes adoran lo que no conocen; nosotros adoramos lo que conocemos, porque la salvación viene de los judíos. Pero la hora se acerca, y ya ha llegado, en que los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad, porque esos son los adoradores que quiere el Padre. Dios es espíritu, y los que lo adoran deben hacerlo en espíritu y en verdad”. La mujer le dijo: “Yo sé que el Mesías, llamado Cristo, debe venir. Cuando él venga, nos anunciará todo”. Jesús le respondió: “Soy yo, el que habla contigo”. En ese momento llegaron sus discípulos y quedaron sorprendidos al verlo hablar con una mujer. Sin embargo, ninguno le preguntó: “¿Qué quieres de ella?” o “¿Por qué hablas con ella?”. La mujer, dejando allí su cántaro, corrió a la ciudad y dijo a la gente: “Vengan a ver a un hombre que me ha dicho todo lo que hice. ¿No será el Mesías?”. Salieron entonces de la ciudad y fueron a su encuentro. Mientras tanto, los discípulos le insistían a Jesús, diciendo: “Come, Maestro”. Pero él les dijo: “Yo tengo para comer un alimento que ustedes no conocen”. Los discípulos se preguntaban entre sí: “¿Alguien le habrá traído de comer?”. Jesús les respondió: “Mi comida es hacer la voluntad de Aquel que me envió y llevar a cabo su obra. Ustedes dicen que aún faltan cuatro meses para la cosecha. Pero yo les digo: Levanten los ojos y miren los campos: ya están madurando para la siega. Ya el segador recibe su salario y recoge el grano para la Vida eterna; así el que siembra y el que cosecha comparten una misma alegría. Porque en esto se cumple el proverbio: “Uno siembra y otro cosecha”. Yo los envié a cosechar adonde ustedes no han trabajado; otros han trabajado, y ustedes recogen el fruto de sus esfuerzos”. Muchos samaritanos de esa ciudad habían creído en él por la palabra de la mujer, que atestiguaba: “Me ha dicho todo lo que hice”. Por eso, cuando los samaritanos se acercaron a Jesús, le rogaban que se quedara con ellos, y él permaneció allí dos días. Muchos más creyeron en él, a causa de su palabra. Y decían a la mujer: “Ya no creernos por lo que tú has dicho; nosotros mismos lo hemos oído y sabemos que él es verdaderamente el Salvador del mundo”.

Palabra del Señor.

O más breve: † Jn 4, 5-15. 19-26. 39. 40-42

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Juan.

Jesús llegó a una ciudad de Samaría llamada Sicar, cerca de las tierras que Jacob había dado a su hijo José. Allí se encuentra el pozo de Jacob. Jesús, fatigado del camino, se había sentado junto al pozo. Era la hora del mediodía. Una mujer de Samaría fue a sacar agua, y Jesús le dijo: «Dame de beber». Sus discípulos habían ido a la ciudad a comprar alimentos. La samaritana le respondió: “¡Cómo! ¿Tú, que eres judío, me pides de beber a mí, que soy samaritana?”. Los judíos, en efecto, no se trataban con los samaritanos. Jesús le respondió: “Si conocieras el don de Dios y quién es el que te dice: “Dame de beber” tú misma se lo hubieras pedido, y él te habría dado agua viva”. “Señor, le dijo ella, no tienes nada para sacar el agua y el pozo es profundo. ¿De dónde sacas esa agua viva? ¿Eres acaso más grande que nuestro padre Jacob, que nos ha dado este pozo, donde él bebió, lo mismo que sus hijos y sus animales?”. Jesús le respondió: “El que beba de esta agua tendrá nuevamente sed, pero el que beba del agua que yo le daré, nunca más volverá a tener sed. El agua que yo le daré se convertirá en él en manantial que brotará hasta la Vida eterna”. “Señor, le dijo la mujer, dame de esa agua para que no tenga más sed y no necesite venir hasta aquí a sacarla”. Después agregó: “Señor, veo que eres un profeta. Nuestros padres adoraron en esta montaña, y ustedes dicen que es en Jerusalén donde se debe adorar”. Jesús le respondió: “Créeme, mujer, llega la hora en que ni en esta montaña ni en Jerusalén ustedes adorarán al Padre. Ustedes adoran lo que no conocen; nosotros adoramos lo que conocemos, porque la salvación viene de los judíos. Pero la hora se acerca, y ya ha llegado, en que los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad, porque esos son los adoradores que quiere el Padre. Dios es espíritu, y los que lo adoran deben hacerlo en espíritu y en verdad”. La mujer le dijo: “Yo sé que el Mesías, llamado Cristo, debe venir. Cuando él venga, nos anunciará todo”. Jesús le respondió: “Soy yo, el que habla contigo”. Muchos samaritanos de esta ciudad habían creído en él. Por eso, cuando los samaritanos se acercaron a Jesús, le rogaban que se quedara con ellos, y él permaneció allí dos días. Muchos más creyeron en él, a causa de su palabra. Y decían a la mujer: “Ya no creemos por lo que tú has dicho; nosotros mismos lo hemos oído y sabemos que él es verdaderamente el Salvador del mundo”.

Palabra del Señor.

COMENTARIO

Jesús busca y acoge a samaritanos, paganos y pecadores. La Iglesia traiciona a Cristo cuando se cierra en sus documentos y en sus esplendorosos templos, y no sale a evangelizar a las gentes.

Se dice el Credo

ORACIÓN DE LOS FIELES

A cada intención, pedimos: Danos hambre y sed de la vida verdadera.

·       Por los misioneros: para que experimenten la alegría de derramar el amor de Dios en los corazones de los hombres. Oremos.

·       Por los países ricos: para que ayuden con generosidad a los países pobres. Oremos.

·       Por los que no conocen el don de Dios: para que descubran a Jesucristo, manantial de agua viva. Oremos.

·       Por nuestra Iglesia diocesana y parroquial: para que sea testigo de la esperanza y del amor de Dios. Oremos.

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Señor, por este sacrificio concédenos que así como te pedimos perdón por nuestros pecados, perdonemos las faltas de nuestros hermanos. Por Jesucristo nuestro Señor.

PREFACIO

LA SAMARITANA

V/. El Señor esté con ustedes.

R/. Y con tu espíritu.

V/. Levantemos el corazón.

R/. Lo tenemos levantado hacia el Señor.

V/. Demos gracias al Señor, nuestro Dios.

R/. Es justo y necesario.

Realmente es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno, por Jesucristo, Señor nuestro. El cual, al pedir a la samaritana que le diera de beber, ya le había comunicado el don de la fe, y de tal modo tuvo sed de esa fe de ella que la abrasó con el fuego del divino amor. Por eso, te damos gracias y proclamamos tu grandeza cantando con los ángeles:

Santo, santo, santo...

ANTÍFONA DE COMUNIÓN Jn 4, 13-14

Dice el Señor, el que beba del agua que yo le daré, dice el Señor, esa agua se convertirá en él en manantial que brotará hasta la Vida eterna.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Padre, alimentados en la tierra con el pan del cielo, anticipo de la eterna salvación, te suplicamos que lleves a su plenitud el misterio que se realiza en nosotros. Por Jesucristo nuestro Señor.

 


Respuesta  Mensaje 16 de 19 en el tema 
De: GAVIOTA LIBERTAD Enviado: 02/05/2011 05:36

ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 83, 3

Mi alma se consume de deseos por los atrios del Señor. Mi corazón y mi carne claman ansiosos por el Dios viviente.

ORACIÓN COLECTA

Tu misericordia, Señor, purifique y proteja a tu Iglesia, y ya que sin ti no puede subsistir, guíala siempre con tu protección. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos.

LECTURA 2 Rey 5, 1-15

Lectura del segundo libro de los Reyes.

Naamán, general del ejército del rey de Arám, era un hombre prestigioso y altamente estimado por su señor, porque gracias a él, el Señor había dado la victoria a Arám. Pero este hombre, guerrero valeroso, era leproso. En una de sus incursiones, los arameos se habían llevado cautiva del país de Israel a una niña, que fue puesta al servicio de la mujer de Naamán. Ella dijo entonces a su patrona: “¡Ojalá mi señor se presentara ante el profeta que está en Samaría! Seguramente, él lo libraría de su lepra”. Naamán fue y le contó a su señor: “La niña del país de Israel ha dicho esto y esto”. El rey de Arám respondió: “Está bien, ve, y yo enviaré una carta al rey de Israel”. Naamán partió llevando consigo diez talentos de plata, seis mil siclos de oro y diez trajes de gala, y presentó al rey de Israel la carta que decía: “Junto con esta carta, te envío a Naamán, mi servidor, para que lo libres de su lepra”. Apenas el rey de Israel leyó la carta, rasgó sus vestiduras y dijo: “¿Acaso yo soy Dios, capaz de hacer morir y vivir, para que este me mande librar a un hombre de su lepra? Fíjense bien y verán que él está buscando un pretexto contra mí”. Cuando Eliseo, el hombre de Dios, oyó que el rey de Israel había rasgado sus vestiduras, mandó a decir al rey: “¿Por qué has rasgado tus vestiduras? Que él venga a mí y sabrá que hay un profeta en Israel”. Naamán llegó entonces con sus caballos y su carruaje, y se detuvo a la puerta de la casa de Eliseo. Eliseo mandó un mensajero para que le dijera: “Ve a bañarte siete veces en el Jordán; tu carne se restablecerá y quedarás limpio”. Pero Naamán, muy irritado, se fue diciendo: “Yo me había imaginado que saldría él personalmente, se pondría de pie e invocaría el nombre del Señor, su Dios; luego pasaría su mano sobre la parte afectada y sanaría la lepra. ¿Acaso los ríos de Damasco, el Abaná y el Parpar, no valen más que todas las aguas de Israel? ¿No podía yo bañarme en ellos y quedar limpio?”. Y dando media vuelta, se fue muy enojado. Pero sus servidores se acercaron para decirle: “Padre, si el profeta te hubiera mandado una cosa extraordinaria ¿no lo habrías hecho? ¡Cuánto más si él te dice simplemente: Báñate y quedarás limpio!”. Entonces bajó y se sumergió siete veces en el Jordán, conforme a la palabra del hombre de Dios; así su carne se volvió como la de un muchacho joven y quedó limpio. Luego volvió con toda su comitiva adonde estaba el hombre de Dios. Al llegar, se presentó delante de él y le dijo: “Ahora reconozco que no hay Dios en toda la tierra, a no ser en Israel. Acepta, te lo ruego, un presente de tu servidor”.

Palabra de Dios.

COMENTARIO

La curación de Naamán ocupa un lugar especial entre los milagros obrados por intercesión de Eliseo. Fácilmente descubrimos en ella una configuración anticipada del Bautismo, que purifica del pecado. Naamán era un hombre importante, pero nada podía hacer contra la lepra. Quiere renovarse dejando su piel contaminada, y se le ofrece un camino de esperanza y una oportunidad. La curación de la lepra efectuada por intercesión de profeta Eliseo a un extranjero, sirvió para que ambos reyes, tanto de Israel como de Siria, superaran sus rivalidades.

SALMO Sal 41, 2-3; 42, 3-4

R. ¡Mi alma tiene sed del Dios viviente!

Como la cierva sedienta busca las corrientes de agua, así mi alma suspira por ti, mi Dios. R.

Mi alma tiene sed de Dios, del Dios viviente: ¿Cuándo iré a contemplar el rostro de Dios? R.

Envíame tu luz y tu verdad: que ellas me encaminen y me guíen a tu santa Montaña, hasta el lugar donde habitas. R.

Y llegaré al altar de Dios, el Dios que es la alegría de mi vida; y te daré gracias con la cítara, Señor, Dios mío. R.

VERSÍCULO Cfr. Sal 129, 5. 7

Espero en el Señor y confío en su palabra, porque en él se encuentra la misericordia y la redención en abundancia.

EVANGELIO Lc 4, 24-30

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas.

Cuando Jesús llegó a Nazaret, dijo a la multitud en la sinagoga: “Les aseguro que ningún profeta es bien recibido en su tierra. Yo les aseguro que había muchas viudas en Israel en el tiempo de Elías, cuando durante tres años y seis meses no hubo lluvia del cielo y el hambre azotó a todo el país. Sin embargo, a ninguna de ellas fue enviado Elías, sino a una viuda de Sarepta, en el país de Sidón. También había muchos leprosos en Israel, en el tiempo del profeta Eliseo, pero ninguno de ellos fue sanado, sino Naamán, el sirio”. Al oír estas palabras, todos los que estaban en la sinagoga se enfurecieron y, levantándose, lo empujaron fuera de la ciudad, hasta un lugar escarpado de la colina sobre la que se levantaba la ciudad, con intención de despeñarlo. Pero Jesús, pasando en medio de ellos, continuó su camino.

Palabra del Señor.

COMENTARIO

Ya terminó el tiempo de las promesas y de las profecías. Dios empieza a mostrarse a los hombres tal como es: Jesús da a conocer al Padre, y el Padre da a conocer a su Hijo mediante las señales y milagros que él hace. El paso de Jesús trae una verdadera liberación para todos y su acción tiende a que cada uno de nosotros viva en la verdad.

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Te ofrecemos, Señor, estos dones como expresión de nuestra entrega; conviértelos para nosotros en sacramento de nuestra salvación. Por Jesucristo nuestro Señor.

ANTÍFONA DE COMUNIÓN Sal 116, 1-2

Alaben al Señor, todas las naciones, porque es inquebrantable su amor por nosotros.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Te rogamos, Padre, que la comunión de tu sacramento nos purifique de nuestras faltas y nos conceda la unidad. Por Jesucristo nuestro Señor.


Respuesta  Mensaje 17 de 19 en el tema 
De: GAVIOTA LIBERTAD Enviado: 02/05/2011 05:37

ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 16, 6. 8

Yo te invoco, Dios mío, porque tú me respondes; inclina tu oído hacia mí y escucha mis palabras. Protégeme como a la pupila de tus ojos; escóndeme a la sombra de tus alas.

ORACIÓN COLECTA

Te pedimos, Señor, que tu gracia nunca nos abandone, para que podamos vivir entregados a tu servicio y experimentar siempre tu protección. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos

LECTURA Dan 3, 25-26. 34-43

Lectura de la profecía de Daniel.

Azarías tomó la palabra y oró así: Bendito eres, Señor, Dios de nuestros padres, y digno de alabanza, que tu Nombre sea glorificado eternamente. No nos abandones para siempre a causa de tu Nombre, no anules tu Alianza, no apartes tu misericordia de nosotros, por amor a Abraham, tu amigo, a Isaac, tu servidor, y a Israel, tu santo, a quienes prometiste una descendencia numerosa como las estrellas del cielo y como la arena que está a la orilla del mar. Señor, hemos llegado a ser más pequeños que todas las naciones, y hoy somos humillados en toda la tierra a causa de nuestros pecados. En este tiempo, ya no hay más jefe, ni profeta, ni príncipe, ni holocausto, ni sacrificio, ni oblación, ni incienso, ni lugar donde ofrecer las primicias, y así, alcanzar tu favor. Pero que nuestro corazón contrito y nuestro espíritu humillado nos hagan aceptables como los holocaustos de carneros y de toros, y los millares de corderos cebados; que así sea hoy nuestro sacrificio delante de ti, y que nosotros te sigamos plenamente, porque no quedan confundidos los que confían en ti. Y ahora te seguimos de todo corazón, te tememos y buscamos tu rostro. No nos cubras de vergüenza, sino trátanos según tu benignidad y la abundancia de tu misericordia. Líbranos conforme a tus obras maravillosas, y da gloria a tu Nombre, Señor.

Palabra de Dios.

COMENTARIO

El canto de estos jóvenes es de lamento y esperanza por la situación del pueblo exiliado. En el despojo total, en la ruina, en la oscuridad absoluta del destino del pueblo, hay una luz que proviene justamente de la confianza que “Dios nunca abandona”.

SALMO Sal 24, 4-5. 6-9

R. ¡Acuérdate, Señor, de tu ternura!

Muéstrame, Señor, tus caminos, enséñame tus senderos. Guíame por el camino de tu fidelidad; enséñame, porque Tú eres mi Dios y mi salvador. R.

Acuérdate, Señor, de tu compasión y de tu amor, porque son eternos. Por tu bondad, Señor, acuérdate de mi según tu fidelidad. R.

El Señor es bondadoso y recto: por eso muestra el camino a los extraviados; él guía a los humildes para que obren rectamente y enseña su camino a los pobres. R.

VERSÍCULO Cf. Jl 2, 12-13

Vuelvan a mí de todo corazón, porque soy bondadoso y compasivo.

EVANGELIO Mt 18, 21-35

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo.

Se acercó Pedro y dijo a Jesús: “Señor, ¿cuántas veces tendré que perdonar a mi hermano las ofensas que me haga? ¿Hasta siete veces?”. Jesús le respondió: “No te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete. Por eso, el Reino de los Cielos se parece a un rey que quiso arreglar las cuentas con sus servidores. Comenzada la tarea, le presentaron a uno que debía diez mil talentos. Como no podía pagar, el rey mandó que fuera vendido junto con su mujer, sus hijos y todo lo que tenía, para saldar la deuda. El servidor se arrojó a sus pies, diciéndole: “Dame un plazo y te pagaré todo”. El rey se compadeció, lo dejó ir y, además, le perdonó la deuda. Al salir, este servidor encontró a uno de sus compañeros que le debía cien denarios y, tomándolo del cuello hasta ahogarlo, le dijo: “Págame lo que me debes”. El otro se arrojó a sus pies y le suplicó: “Dame un plazo y te pagaré la deuda». Pero él no quiso, sino que lo hizo poner en la cárcel hasta que pagara lo que debía. Los demás servidores, al ver lo que había sucedido, se apenaron mucho y fueron a contarlo a su señor. Este lo mandó llamar y le dijo: “¡Miserable! Me suplicaste, y te perdoné la deuda. ¿No debías también tú tener compasión de tu compañero, como yo me compadecí de ti?”. E indignado, el rey lo entregó en manos de los verdugos hasta que pagara todo lo que debía. Lo mismo hará también mi Padre celestial con ustedes, si no perdonan de corazón a sus hermanos”.

Palabra del Señor.

COMENTARIO

Cuaresma es tiempo de perdón, de volver no sólo a Dios, sino también de abrirnos a ala reconciliación con los hermanos. Dios nos ha perdonado, su amor se depositó gratuitamente sobre nuestras culpas; de igual manera es necesario brindar el amor hecho perdón a quien nos ha ofendido y a quien hemos ofendido.

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Concédenos, Señór, que este sacrificio salvador nos purifique de nuestros pecados y atraiga sobre nosotros tu poderosa ayuda. Por Jesucristo nuestro Señor.

ANTÍFONA DE COMUNIÓN Sal 14, 1-2

Señor, ¿quién se hospedará en tu carpa? ¿Quién habitará en tu santa montaña? El que procede rectamente y practica la justicia.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Te pedimos, Padre, que la sagrada participación en este sacramento renueve nuestra vida, purifique nuestros pecados y nos otorgue tu protección. Por Jesucristo nuestro Señor.


Respuesta  Mensaje 18 de 19 en el tema 
De: GAVIOTA LIBERTAD Enviado: 02/05/2011 05:38

ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 118, 133

Afirma mis pasos conforme a tu palabra, para que no me domine la maldad.

ORACIÓN COLECTA

Te pedimos, Padre, que aleccionado por la observancia cuaresmal y alimentados con el pan de tu palabra, por la penitencia nos entreguemos a ti de todo corazón y perseveremos unidos en la oración. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos

LECTURA Deut 4,1.5-9

Lectura del libro del Deuteronomio. Moisés habló al pueblo, diciendo: Y ahora, Israel, escucha los preceptos y las leyes que yo les enseño para que las pongan en práctica. Así ustedes vivirán y entrarán a tomar posesión de la tierra que les da el Señor, el Dios de sus padres. Tengan bien presente que ha sido el Señor, mi Dios, el que me ordenó enseñarles los preceptos y las leyes que ustedes deberán cumplir en la tierra de la que van a tomar posesión. Obsérvenlos y pónganlos en práctica, porque así serán sabios y prudentes a los ojos de los pueblos, que al oír todas estas leyes, dirán: Realmente es un pueblo sabio y prudente esta gran nación!”. ¿Existe acaso una nación tan grande que tenga sus dioses cerca de ella, como el Señor, nuestro Dios, está cerca de nosotros siempre que lo invocamos? ¿Y qué gran nación tiene preceptos y costumbres tan justas como esta Ley que hoy promulgo en presencia de ustedes? Pero presta atención y ten cuidado, para no olvidar las cosas que has visto con tus propios ojos, ni dejar que se aparten de tu corazón un solo instante. Enséñalas a tus hijos y a tus nietos.

Palabra de Dios.

COMENTARIO

‘Escucha, Israel, los mandatos y decretos que yo les mando cumplir”. En este pasaje del Deuteronomio, se insta al pueblo a cumplir la ley, pero como parte de la fidelidad que requiere la alianza y como camino para alcanzar la felicidad y la vida que el Señor garantiza. Los preceptos de la alianza no son ley descarnada, sino vías de respuesta y de unión con el Dios que liberó y que se dio a su pueblo.

SALMO Sal 147,12-13.15-16.19-20 R. ¡Glorifica al Señor, Jerusalén

¡Glorifica al Señor, Jerusalén, alaba a tu Dios, Sión! El reforzó los cerrojos de tus puertas y bendijo a tus hijos dentro de ti. R.

Envía su mensaje a la tierra, su palabra corre velozmente; reparte la nieve como lana y esparce la escarcha como ceniza. R.

Revela su palabra a Jacob, sus preceptos y mandatos a Israel: a ningún otro pueblo trató así ni le dio a conocer sus mandamientos. R.

VERSÍCULO Cfr. Jn 6, 63c. 68c

Tus palabras, Señor, son Espíritu y Vida; tú tienes palabras de vida eterna.

EVANGELIO Mt 5, 17-19

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo.

Jesús dijo a sus discípulos: No piensen que vine para abolirla Ley o los Profetas: Yo no he venido a abolir, sino a dar cumplimiento. Les aseguro que no quedarán ni una i ni una coma de la Ley sin cumplirse, antes que desaparezcan el cielo y la tierra. El que no cumpla el más pequeño de estos mandamientos, y enseñe a los otros a hacer lo mismo, será considerado el menor en el Reino de los Cielos. En cambio, el que los cumpla y enseñe, será considerado grande en el Reino de los Cielos.

Palabra del Señor.

COMENTARIO

‘No he venido a abolir la ley, sino a darle plenitud”. La actitud del Maestro contra la interpretación farisaica de la ley, podría hacerlo acreedor del apelativo de ‘gente de manga ancha”. Nada más lejos de la intención del Maestro. Lo que él pide es tener un corazón tan ancho como el océano que quepa toda la ley hasta la plenitud. Es decir, un corazón que se ensanche hasta que quepa el amor grande y generoso a Dios y al hermano. Un corazón así nunca mide su responsabilidad con cuentagotas.

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Con la ofrenda de estos dones recibe, Señor, las súplicas de tu pueblo, y defiende de todo peligro a quienes celebramos tus misterios. Por Jesucristo nuestro Señor.

ANTÍFONA DE COMUNIÓN Sal 15, 11

Me harás conocer el camino de la vida, saciándome de gozo en tu presencia, Señor.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Dios nuestro, santifica por a quienes alimentaste, con este pan del cielo y haz que, libres de todo pecado, podamos alcanzar las promesas eternas. Por Jesucristo nuestro Señor.


Respuesta  Mensaje 19 de 19 en el tema 
De: GAVIOTA LIBERTAD Enviado: 02/05/2011 05:39

ANTÍFONA DE ENTRADA

Yo soy el salvador de mi pueblo, dice el Señor. Lo escucharé cuando me invoque en su angustia y seré su Señor para siempre.

ORACIÓN COLECTA

Dios todopoderoso, te pedimos humildemente que, a medida que se acerca la fiesta de nuestra salvación, se acreciente nuestra entrega, para celebrar con fruto el misterio pascual. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos.

LECTURA Jer 7, 23-28

Lectura del libro de Jeremías.

Así habla el Señor: Ésta fue la orden que les di a sus padres el día que los hice salir de Egipto: “Escuchen mi voz, así Yo seré su Dios y ustedes serán mi Pueblo; sigan por el camino que Yo les ordeno, a fin de que les vaya bien”. Pero ellos no escucharon ni inclinaron sus oídos, sino que obraron según sus designios, según los impulsos de su corazón obstinado y perverso; se volvieron hacia atrás; no hacia adelante. Desde el día en que sus padres salieron de Egipto hasta el día de hoy, Yo les envié a todos mis servidores los profetas, los envié incansablemente, día tras día. Pero ellos no me escucharon ni inclinaron sus oídos, sino que se obstinaron y obraron peor que sus padres. Tú les dirás todas estas palabras y no te escucharán; los llamarás y no te responderán. Entonces les dirás:

“Esta es la nación que no ha escuchado la voz del Señor, su Dios, ni ha recibido la lección. La verdad ha desaparecido, ha sido arrancada de su boca”.

Palabra de Dios.

COMENTARIO

Jeremías repite las advertencias del Deuteronomio que se acaba de descubrir. El pueblo elegido sólo tendrá paz si escucha la Palabra de su Dios, si sabemos ir más allá de las prácticas religiosas.

SALMO Sal 94, 1-2. 6-9

R. ¡Ojalá hoy escuchen la voz del Señor! Vengan, cantemos con júbilo al Señor, aclamemos a la Roca que nos salva! Lleguemos hasta El dándole gracias, aclamemos con música al Señor! R.

Entren, inclinémonos para adorarlo! Doblemos la rodilla ante el Señor que nos creó! Porque El es, nuestro Dios, y nosotros, el pueblo que El apacienta, las ovejas conducidas por su mano. R.

Ojalá hoy escuchen la voz del Señor: “No endurezcan su corazón como en Meribá, como en el día de Masá, en el desierto, cuando sus padres me tentaron y provocaron, aunque habían visto mis obras”. R.

VERSÍCULO ANTES DEL EVANGELIO Cfr. J12, 12-13:

Vuelvan a mí de todo corazón, porque soy bondadoso y compasivo.

EVANGELIO Lc 11, 14-23

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas.

Jesús estaba expulsando a un demonio que era mudo. Apenas salió el demonio, el mudo empezó a hablar. La muchedumbre quedó admirada, pero algunos de ellos decían: “Este expulsa a los demonios por el poder de Belzebul, el Príncipe de los demonios”. Otros, para ponerlo a prueba, exigían de El un signo que viniera del cielo. Jesús, que conocía sus pensamientos, les dijo: “Un reino donde hay luchas internas va a la ruina y sus casas caen una sobre otra. Si Satanás lucha contra sí mismo, ¿cómo podrá subsistir su reino? Porque —como ustedes dicen— Yo expulso a los demonios con el poder de Belzebul. Si Yo expulso a los demonios con el poder de Belzebul, ¿con qué poder los expulsan los discípulos de ustedes? Por eso, ustedes los tendrán a ellos como jueces. Pero si Yo expulso a los demonios con la fuerza de Dios, quiere decir que el Reino de Dios ha llegado a ustedes. Cuando un hombre fuerte y bien armado hace guardia en su palacio, todas sus posesiones están seguras, pero si viene otro más fuerte que él y lo domina, le quita las armas en las que confiaba y reparte sus bienes. El que no está conmigo, está contra mí; y el que no recoge conmigo, desparrama”.

Palabra del Señor.

COMENTARIO

Se acusa a Jesús de actuar en colaboración o por orden del príncipe de los demonios. No se puede estar a favor y en contra al mismo tiempo. Jesús está contra los demonios y no puede estar con ellos. Una rivalidad entre los malos facilitaría notablemente la victoria del bien sobre el mal en el mundo.

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Señor, para que nuestra ofrenda sea de tu agrado, purifica a tu pueblo de toda maldad y no permitas que nos entreguemos a falsos placeres quienes poseemos la promesa de la verdadera felicidad. Por Jesucristo, nuestro Señor.

ANTÍFONA DE COMUNIÓN Sal 118, 4-5

Tú promulgaste tus mandamientos para que se cumplieran íntegramente. Ojalá, yo me mantenga firme en la observancia de tus preceptos.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Alimentados con la Eucaristía, te pedimos, Señor, que nos animes con tu ayuda, para que experimentemos la salvación, tanto en la celebración de tus misterios como en la vida cotidiana. Por Jesucristo, nuestro Señor.

ORACIÓN SOBRE EL PUEBLO

(Facultativa)

Padre, confiando en tu misericordia, imploramos tu bondad y, ya que hemos recibido de ti la existencia, haz que, por tu gracia, tengamos siempre recta intención y realicemos el bien que anhelamos. Por Jesucristo, nuestro Señor.



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