Ela se chamava Megan e tinha uma chefe terrível.
Quando Megan chegava pela manhã e falava Bom dia, a chefe respondia com uma pergunta:
Por que não chegou mais cedo?
Se chegasse antes da hora, a chefe não estava lá, mas ficava sabendo e lhe perguntava se ela não sabia qual o horário do expediente, mesmo depois de trabalhar ali há tantos anos.
Era uma mulher má. Implicava com tudo. Até que um dia Megan se cansou e decidiu se demitir.
Vou sair, mas antes vou dizer tudo o que tenho vontade. Foi o que pensou.
Exatamente naquele dia ela estava almoçando, quando encontrou a dra. Casarjian, que a convidou para assistir a um curso, naquela tarde.
Não posso, foi a sua resposta.
Por que não?
Megan falou sobre a chefe que vivia implicando com ela e a dra. Casarjian disse que pior a situação não poderia ficar.
Além do que, se a chefe lhe desse uma bronca por faltar ao trabalho, naquela tarde, ao menos teria motivo.
Megan lembrou que, no dia seguinte iria se demitir, por isso resolveu ir ao curso. Ali ouviu referências a respeito do perdão.
O perdão é bom para você, falava a doutora. Se você perdoar alguém que o ofendeu ele continua do mesmo jeito. Mas você se sentirá bem.
Se você perdoar o mentiroso, ele continuará mentiroso, mas você não se sentirá mal por causa das mentiras dele.
Ao final do curso, Megan concluiu que a sua chefe estava muito doente.
No dia seguinte, tomou uma resolução: Não vou deixar que ela me atormente mais. E nem vou abandonar o trabalho que eu gosto.
Megan chegou e cumprimentou: Olá.
A chefe foi logo lhe perguntando o que tinha acontecido. Ela estava diferente. Megan falou que havia participado de um curso, que estava bem consigo mesma e até convidou a chefe para tomar chá, ao final da tarde.
A reação veio logo: Você está me convidando só para eu não reclamar de você?
Pode reclamar, até mandar descontar as minhas horas. Mas eu insisto no chá.
E foram. Durante o chá, a chefe falou da sua surpresa em ter sido convidada para aquele chá. Ela sabia que era intratável. Também falou da sua emoção. Nunca ninguém a convidara para um lanche, um café.
Acabou por falar das suas dores. O marido lhe batia, o filho vivia no mundo das drogas. Por isso ela odiava as pessoas. Era infeliz e agredia.
Semanas depois, era a própria chefe que comparecia ao novo curso da dra. Casarjian a respeito do perdão.
* * *
Perdoar é libertar-se. Aquele que agride é sempre alguém a um passo do desequilíbrio.
Aquele que persegue nem pode imaginar o quanto se encontra enfermo.
Sem dúvida, a felicidade pertence sempre àquele que a pode oferecer, que a possui para dar.
Nosso maior exemplo é Jesus. Poderia ter reagido às agressões, mas preferiu perdoar e amar, por saber que aqueles que O afligiam eram Espíritos atormentados em si mesmos. Por essa razão, dignos de perdão.
E se você tiver ainda muita dificuldade para perdoar, pense que tudo passa. Passam as coisas ruins, passam as pessoas que as provocam. Só o bem permanece para sempre.
****
PERDÓN LIBERTADOR
Su nombre era Megan y había un jefe terrible.
Cuando Megan llegó por la mañana y habló buen día, el jefe respondió con una pregunta:
¿Por qué no vino antes?
Si usted llega temprano, el jefe no estaba allí, pero sabía de ellos y le preguntó si no sabía lo que las horas de trabajo, incluso después de haber trabajado allí durante muchos años.
Fue una mala mujer. Participa con todo. Hasta que un día se cansó de Megan y decidió renunciar.
Me voy, pero voy a decir lo que quiera. Eso es lo que pensaba.
Justo ese día estaba almorzando cuando se reunió con el doctor. Casarjian, quien la invitó a asistir a un curso de la tarde.
No puedo, fue su respuesta.
¿Por qué no?
Megan habló sobre el jefe que vivía con ella y el doctor lo que implica. Casarjian dijo que la peor es la situación no podía mantenerse.
Además, si el jefe le dio un rapapolvo a faltar al trabajo por la tarde, por lo menos tenía la razón.
Megan señaló que al día siguiente iba a renunciar, por lo que decidió ir al campo. Ali escuchado referencias sobre el perdón.
El perdón es bueno para usted, el médico habló. Si perdonar a alguien que ofendió a él sigue siendo el mismo. Pero usted se siente bien.
Si perdonar a un mentiroso, que se encuentran, pero no se siente mal por sus mentiras.
Al final del curso, Mercedes llegó a la conclusión de que su jefe estaba muy enfermo.
Al día siguiente, tomó la resolución: No voy a dejar que me atormentes más. Y no voy a abandonar el trabajo que me gusta.
Megan llegó y saludó: Hola
El jefe estaba preguntando qué había sucedido. Ella era diferente. Megan dijo que había asistido a un curso, que fue bien consigo misma, e incluso pidió al jefe a tomar el té por la tarde.
La reacción fue inmediata: ¿Me estás pidiendo para que yo no me quejo de ti?
Puede pretender tener dinero en efectivo mis horas. Pero insisto en el té.
Y ellos fueron. Durante el té, el jefe habló de su sorpresa por haber sido invitados a que el té. Ella sabía que era intratable. También habló de su emoción. Nadie había pedido un aperitivo, un café.
Terminó hablando de su dolor. Su marido le pegaba, su hijo vivió en el mundo de las drogas. Es por eso que odiaba a la gente. Era infeliz y abusó de ella.
Semanas más tarde, era el jefe mismos que asistieron al dr nuevo curso. Casarjian sobre el perdón.
* * *
El perdón es liberar. Uno que ataca siempre a alguien a un paso del desequilibrio.
Uno que persigue no puede imaginar lo mucho que está enfermo.
Ciertamente, la felicidad siempre pertenecen a alguien que puede ofrecer que tiene que dar.
Nuestro mayor ejemplo es Jesús. Podría haber reaccionado a los ataques, pero decidió perdonar y amar, sabiendo que los que estaban afligidos espíritus atormentados en sí mismos. Por esa razón, digno de perdón.
Y si todavía les cuesta perdonar, creo que todo pasa. Paso de las cosas malas, son las personas que los causan. Sólo el bien permanece para siempre.
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