El principio supremo de la metafísica es el principio de no-contradicción. Recordemos: es imposible que algo sea y no sea en el mismo sentido y en el mismo sujeto. Recordemos también las dos operaciones del intelecto: 1) la de forjar un concepto; 2) la de afirmar o negar: juzgar o ajustar la propia mente a la realidad. En la , la mente forma la noción del ente, sin la cual ninguna otra cosa puede concebida (todos nuestros conceptos implican el concepto de ente). Es ésta la moción que nos viene a la mente, y, ya que la metafísica es la ciencia del ente, es, por ello, la más natural de la inteligencia. No es que, en realidad, podamos recordar cuándo formamos nuestro primer concepto. Pero somos capaces de reconstruir este proceso: podemos descubrir que la era el "ente" contemplando todos nuestros conceptos, y reconociendo que todos hemos accedido a ellos después de accedido a la noción de ente; ella es parte de nuestra humanidad. No hay aquí alguna de educación, cultura, talento o sexo: un humano se dirige natural y espontáneamente hacia la noción de ente desde el momento mismo en que empieza a conocer. Es éste, pues, en núcleo más profundo del humano: la búsqueda del sentido de la existencia. Si la noción es el "ser", la debe el "no-ser". No es tampoco que podamos recordarla sino, de , que podamos reconstruirla: diciendo "ser", nada es excluido, lo cual significa que la , después del , debe la "nada" o "no ser". Y la debe la , pues confrontando y no ser; los dividimos: no es no-ser. Nos elevamos aquí a la de la mente juntamente con la noción de , realizamos el primer , que es el principio de no contradicción (ser no es no-ser). "Noción" es "operación primera", y "juicio" es "operación segunda". En este , hemos de hacer la capitalobservación de que la contradicción es imposible porque la realidad es así, no porque ésta sea nuestra manera de pensar: la contradicción es imposible, no por impensable, sino porque no puede tener lugar en la realidad (la moderna, sin embargo, sitúa a el pensamiento por encima del ser). El principio de no-contradicción es un evidente, basado en la noción misma de . No es un mero axioma de pensamiento sino arraigado y fundamentado en el . Este principio es evidente para todos. Se eleva en la inteligencia de modo natural como un efecto de la verdad misma, de la verdad de las cosas mismas, a partir del conocimiento experimental de los términos del . Estos términos son "ser" y "no-ser", y tenemos un conocimiento experimental o empírico (sensible) de ellos. Y partiendo de esta inmediata, vemos la verdad de las cosas, y el efecto de ello es el principio de no-contradicción. Este principio es evidente para todos, porque estos dos términos (ser y no-ser) son naturalmente conocidos por todo el . Es el primer de toda demostración o , porque surge de las primerísimas nociones que llegan a nuestra mente, y, por lo tanto, no puede demostrado por otro principio que sea más evidente. No es nada parecido a una hipótesis, porque una hipótesis es sólo un de tentativa de principio necesitada de comprobación; pero este éste principio es la certeza natural de la mente humana. Y como tal es asumido por todas las ciencias. El marxismo, siguiendo la dialéctica hegeliana , ha negado el principio de no-contradicción, pero no es la única que lo ha hecho: Aristótelesya en su época, cuatro siglos antes de Cristo, refutó a aquellos que lo atacaban. ¿Podemos nosotros la verdad de este principio contra esas filosofías?. Acabamos de decir que no puede probado, pues es precisamente el principio de toda , de toda demostración. Lo que sí se puede hacer es mostrar el absurdo de negarlo, sencillamente afirmando su opuesto: "una cosa puede ella misma y otra en el mismo sentido"; "yo puedo yo mismo y otro al mismo tiempo"...El marxismo dice que no hay ser: sólo hay un proceso de devenir. Esto se debe al ateísmo intrínseco de esta que empieza por negar a Dios, porque Dios es "el que no puede cambiar".
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