Me dijo: ¡ Te amo!.
Estallaron en mis oídos,
Amalgamas de colores en distintas direcciones.
Esa voz, como el sonido de mil mares,
borraron la huella de una herida,
que corroía.
Fueron palabras tiernas, cálidas, desnudas, vivas
como nunca las escuché antes,
¡Me dieron vida!,
cuando ya estaba lista a zarpar hacia el vacío,
hacia el vacío, donde nada tiene brillo, ni sentido.
“Te amo” me han dicho “tantos”
y les he creído
sin embargo me hirieron
y mi mundo lo rompieron.
He bebido de un solo trago,
engaños y traiciones
pero a cambio he regalado sacos de perdones.
Anhelo anclar mi barca en su puerto, ¡Si lo quiero!
hoy mis veleros, tal vez maltrechos y cansados
de tanto enfrentar y haber lidiado las borrascas,
vuelven alzar nuevamente el asta de la vida.
El me ha mirado, me ha escuchado, hemos llorado
de la mano en días de lluvias hemos caminado.
Me ha dicho muy quedito que soy la niña de sus ojos
¡Mi Dios, mi Redentor me ama!.
Su manto he tocado.
Autor: Mary Torres.
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