Invirtiendo en mí

Bernardo Stamateas

 

1 Reyes 21: “Un tiempo después sucedió lo siguiente: Nabot el jezrelita tenía un viñedo en Jezrel, el cual colindaba con el palacio de Acab, rey de Samaria. Éste le dijo a Nabot: ‘Dame tu viñedo para hacerme una huerta de hortalizas, ya que está tan cerca de mi palacio. A cambio de él te daré un viñedo mejor o, si lo prefieres, te pagaré lo que valga.’

Pero Nabot le dijo: ‘El Señor prohíbe que yo le venda a Su Majestad lo que heredé de mis antepasados’

Acab se fue a su casa deprimido y malhumorado porque Nabot el jezrelita le había dicho: ‘No puedo concederle a Su Majestad lo que heredé de mis antepasados’ De modo que se acostó de cara a la pared y no quiso comer. Su esposa Jezabel entró y le preguntó: ‘¿Por qué estás tan deprimido que ni comer quieres?’ ‘Porque le dije a Nabot el jezrelita que me vendiera su viñedo o que, si lo prefería se lo cambiaría por otro; pero él se negó.”

 

Hay gente mala que quiere mi campo

Acá tenemos a Nabot que tenía un campo que colindaba con el palacio del rey, el rey era un perverso, y se le acercó para comprarlo.

 

Hay gente mala que quiere tu campo.

 

El rey le dijo que iba a darle un viñedo mejor, pero si el rey tenía un viñedo mejor, para qué quería el viñedo de Nabot.

Hay gente mala que no soporta que tengas un campo, y esa gente va a hacer lo posible para que tu campo se achique.

 

El campo de Nabot era un viñedo y el rey lo quería para hacer un campo de legumbres; hay gente que quiere achicarte la visión.

 

Siempre hay gente que quiere tomar los sueños que Dios te ha dado, lo bueno que Dios te ha dado para achicarlo y cambiarlo a legumbres como quería hacer el rey con el viñedo de Nabot.

Hay gente que quiere achicar tu visión porque no soportan que tu campo esté al lado del palacio, es gente que no soporta tu éxito, gente que sabe que estás cerca del rey, de la victoria, de los grandes logros y no soportan tenerte al lado.

Es gente mala que va a hacer lo posible para sacarte de la cercanía porque estás acercándote al palacio.

 

Hay gente que va a preguntarte sobre tus logros para tratar de destruirte.

 

Cuando el Rey pidió a Nabot el campo, Nabot le dijo que no podía dárselo porque era judío y había una ley que establecía que los campos se heredaban de padres a hijos por lo que los padres no podían vender los campos ya que eso aseguraba a los hijos una herencia.

 

Hay gente que no quiere que les dejes herencia a tus hijos, no quieren que tus hijos hereden algo tuyo; hay gente levantada por el diablo para tratar de quitarte tu herencia.

 

Cuando el rey se fue a su casa se acostó mirando la pared y su esposa se acercó para saber qué le pasaba por lo que el rey le contó que Nabot no había querido venderle el viñedo. Entonces su mujer le dijo que ella iba a encargarse.

 

La mujer llamó a todos los del pueblo para que se reunieran y falsos testigos dijeran que Nabot había hablado mal de Dios y el rey. Entonces en ese momento iban todos a apedrearlo para matarlo, y así fue como sucedió.

 

Cuando Nabot murió, Dios levantó a Elías que con una sentencia profética se acerca al rey para decirle que lo que había hecho en el lugar donde mató a Nabot los perros iban a lamer su sangre y a su esposa iban a comerla.

 

En el lugar donde la maldad fue sembrada, van a cosechar por abundancia maldad.

Declaro justicia divina sobre todas las cuestiones que nos han lastimado, y justicia divina caerá sobre el pueblo de Jesús.

 

2 Samuel 23; 11: “El tercer valiente era Sama hijo de Agué el ararita. En cierta ocasión, los filisteos formaron sus tropas en un campo sembrado de lentejas. El ejército de Israel huyó ante ellos, pero Sama se plantó en medio del campo y lo defendió, derrotando a los filisteos. El Señor les dio una gran victoria”

 

Tenés que pelear por tu campo.

Todo Israel se fue cuando vinieron los enemigos, pero Sama se quedó a defender su campo.

 

Cuando vengan las crisis todos van a escapar, cuando vengan los enemigos vas a quedar solo, pero Dios te dará la autoridad para que defiendas con el poder del tu herencia y te dará una gran victoria. El enemigo no va a quitarte lo que te pertenece.

Tenés que pelear por tu campo y dejar de esperar que te ayuden o defiendan porque vas a quedarte solo y Dios mirará si tenés las agallas para decir que nadie va a quitarte lo que Dios te dio.

 

Si respiro un día más que mi problema, venceré

Lo único que tenés que hacer es respirar un día más frente a tu problema, porque Dios va a llevarte de ser dueño de un campo a ser héroe.

Tu problema ha sido permitido por Dios para promocionarte. Tu problema viene a desafiar al guerrero que hay dentro tuyo, para enseñarte que no sos solo dueño, sino guerrero de lo que Dios te ha prometido.

Dios te dará una victoria grande en medio de tu batalla.

 

Los conflictos son permitidos para recordarme que no estoy en la vida para participar, estoy para ganar.

 

No estoy para ver que pasa, estoy para defender lo que me corresponde.

Dios no quiere que te dejes matar, peleá por lo tuyo, no esperes que alguien pelee por vos.

 

Dios no va a mandar un guerrero para que pelee por vos, Dios ya puso un guerrero dentro tuyo empezá a pelear por tu herencia, por tu bendición.

El diablo quiere castrar tu herencia, pero nuestra descendencia por mil generaciones recibirá el campo que nosotros hemos peleado.

 

 

 

Tengo que sembrar en mí

Mateo 13; 24: “El reino de los cielos es como un hombre que sembró la semilla en su campo”

Mateo 13; 31: “El reino es como un grano de mostaza que un hombre sembró en su campo”

 

Empezá a ofrendarte,  a comprarte lo mejor por y para vos.

Vos sos el campo, sos la herencia que Dios les dará a tus hijos y nietos.

Bendecite, hablá bien de vos, estudiá y preparate.

Sos el mejor negocio de Dios, dejá de pedir por lo demás, y comenzá a pedir por vos.

 

Tu campo es tu vocación, tu vocación es el sitio de abundancia que Dios designó para tu vida.

Cuando Adán y Eva desobedecieron, Dios les dijo que la tierra iba a producirles cardos y espinas, lo significa que la tierra iba a estar bajo maldición, pero cuando Jesús fue a la cruz, cargó con los pecados, la pobreza, enfermedades y una corona de espinas. Él cargó las espinas de la maldición de la tierra.

 

Para los hijos de Dios, la tierra traerá bendición; puede haber pobreza pero no nos tocará, porque nuestro Rey cargó con la maldición de la tierra por nosotros.

 

Sembrar lo mejor en mí, me hará ser una persona extraordinaria

Marcos 7; 20: “Todo lo que sale contamina al hombre”

 

Cuando algo malo sale de mí eso me hace del montón, y eso sale de mí porque dejé que entre. Todo lo que sale, sale porque entró primero.

Si te sembrarás lo mejor vas a  ser diferente al montón.

 

Si siembro lo mejor, siempre habrá un extra en mí.

Lo mejor que tenés es tu fe.

La fe es más preciosa que el oro. El oro no te trae la fe, la fe te trae todo.

Cuando te sembrás lo mejor, de vos sale lo mejor.

 

Cuenta la Biblia que había 10 solteras, en la época de Jesús se acostumbraba que las solteras esperaran al novio para ir a la fiesta; entonces Jesús dice que de las 10 había 5 sabias y 5 que no lo eran. Las solteras tomaron lámparas, las 5 que no eran sabias no llevaron aceite extra, pero las 5 sabias tomaron sus lámparas y aceite. Se sentaron a esperar y se quedaron dormidas. Cuando quisieron prender las lámparas pidieron aceite a las que habían llevado quienes no pudieron darles porque solo tenían para ellas. Las sabias fueron a la fiesta acompañadas, pero las imprudentes no pudieron ir.

 

Hay gente que siempre tiene lo justo, pero hay gente que siempre tiene un extra. Dios va a darte un extra.

 

Las imprudentes tuvieron 2 puertas cerradas, en donde se vendía el aceite y la puerta del lugar donde era la fiesta.

En cambio las sabias, tuvieron un extra, y la puerta de la fiesta, estaba abierta para ellas.

 

Sembrate lo mejor, Jesús va a invitarte a una fiesta, y los que hayan invertido en ellos mismos van a disfrutar de la presencia de Dios.

Sembrá en vos sin culpa, las mejores semillas tienen que ser sobre tu vida.

 

Tenemos que cuidar nuestro campo, porque es la herencia de bendición para los demás.

 

Tenés que elegir si vas a ser como la multitud que seguía a Jesús que quería lo mejor, pero desaparecían. La multitud representa al cristiano ocasional.

Tenés que elegir si querés ser como los 70, que siguieron un tiempo a Jesús, ganaron varias ciudades, pero cuando el Señor tuvo problemas los 70 desaparecieron.

 

O tenés que elegir ser como los 12, que continuaron hasta el final.

 

Tenés que elegir a cuánta gente querés bendecir y cuando lo definas vas a ser una gran tierra para Dios, vas a sembrarte lo mejor para que tu campo sea grande para que otros puedan venir a tomar de tu fruto.

 

La gente que ha enumerado la cantidad de gente que quiere bendecir esa es la gente que tiene el mejor terreno para Dios.

 

El Señor va a derramar semillas sobrenaturalmente sobre la gente que decida alcanzar multitudes, ser una fábrica de bendición, y no quedarán en ellos y saldrán y todos lados vendrán a recibir fe y unción.

 

Dios quiere que pelees por tu vida, porque serás huerto de riego.

El Señor derramará abundancia sobre tu vida, serás una persona extraordinaria, siempre habrá más.

 

Él va a darte alcance ilimitado y bendecirás generaciones.

 

Dios va a poner en tus manos semillas de oro, vos valés el precio que Jesús pagó por vos. Valemos la sangre de Jesús y el terreno que fue comprado por la sangre de Jesús merece lo mejor.

 

Ensanchá el número de la gente que vas a bendecir.

 

Uno de nosotros podrá con mil y dos podremos con 100 mil.

 

Donde vayamos la gente nos buscará porque vendrán y al vernos verán frutos que salen de nuestra vida.

 

Cuando Dios derrama es porque ha visto que sos buena tierra y comienza a poner dones, semillas, fe y palabra.

 

No dejes que nadie siembre basura en tu terreno, no dejes que la gente con deudas te diga cómo prosperar, no digas que la gente que no tiene fe siembre en vos palabras de fe.

¡Sembrate lo mejor!

 

Por Bernardo Stamateas

 

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