Quiero recordarles que nosotros los que predicamos el evangelio de Jesucristo estamos aquí por una razón… Y es hacerles saber lo que Dios quiere que sepamos... Nos dice la escritura:

“No nos predicamos a nosotros mismos sino a Jesucristo como Señor; nosotros no somos más que servidores de ustedes por causa de Jesús. Porque Dios, que ordenó que la luz resplandeciera en las tinieblas, hizo brillar su luz en nuestro corazón para que conociéramos la gloria de Dios que resplandece en el rostro de Cristo…” 2 Corintios 4:5-6

Las buenas nuevas son que Dios nos ama tal y como nosotros somos, que El tiene un plan que lo ha preparado para nosotros desde antes de la fundación del mundo. El evangelio de Juan nos declara:

“Porque tanto amó Dios al mundo, que dio a su Hijo unigénito, para que todo el que cree en él no se pierda, sino que tenga vida eterna…” Juan 3:16

Nuestro Señor Jesucristo, estuvo dispuesto a dar su vida por rescate de nuestra vida. Esto nos muestra la clase de amor que Dios tiene por nosotros. El no quiere que nadie se pierda sino que todos tengamos una esperanza de salvación.

¿Sabías que lo que nos separa de Dios es el pecado? El pecado ha creado una gran separación entre Dios y nosotros, el estrago que ha causado en la relación nuestra con Dios es irreparable a los medios humanos. Ha creado un abismo tan grande que nosotros no podemos cruzar aunque hagamos lo que hagamos. La Escritura nos dice acerca de esto lo siguiente:

“Por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios…” Romanos 3:23

El ser humano ha optado por hundirse cada día mas en el fango del pecado, y muchos hoy rehúsan escuchar la voz de Dios llamándonos. Déjeme decirte que el pecado es entretenedor mientras se vive en el, pero su final es de muerte, su propósito principal es destruir nuestra relación con Dios y para que nos vayamos a una eternidad sin Cristo y nos reunamos con el demonio cuando Jesucristo y el padre lo destruyan y le den como pago un castigo eternal.

“Porque la paga del pecado es muerte: mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro…” Romanos 6:23