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GUERRA ESPIRITUAL: EL INVERNADERO DE LA MENTE
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De: Alondra bat Yeshúa  (Mensaje original) Enviado: 28/10/2009 00:49
EL INVERNADERO DE LA MENTE
MAX LUCADO

Todo el mundo sabe que se siega lo que se siembra. Usted cosecha lo
que siembra. Sin embargo, es extraño que lo que sabemos, cuando de
cultivar la tierra se trata, tendemos a olvidarlo cuando cultivamos
nuestro corazón.

Piense por un momento en su corazón como un invernadero. Las
similitudes aparecerán bien rápido. El corazón, igualmente, es un
regalo magnífico de su Padre. Igualmente es muy apropiado para que
crezca algo en él. Además, como en el invernadero, su corazón tiene
que ser cultivado.

Considere por un momento sus pensamientos como semillas.

Algunos pensamientos llegarán a ser flores. Otros producirán hierbas
malas. Siembre las semillas de la esperanza y disfrute del
optimismo. Siembre las semillas de la duda y espere inseguridad. "Lo
que se siembra se cosecha" (Gálatas 6:7)

La prueba está donde quiera que usted mire ¿Se ha preguntado por qué
algunas personas tienen capacidad de teflón para resistir el
negativismo y seguir siendo pacientes, optimistas y perdonado?
¿Podría ser que han sembrado con diligencia semillas de bondad y
están disfrutando de la cosecha?

¿Se ha preguntado alguna vez por qué otros tienen la cara tan
amargada? ¿Una actitud tan lóbrega? Usted también la tendrá si su
corazón es un invernadero de hierbas malas y espinos.

Tal vez haya oído el cuento del hombre que regresó un día a su casa
y encontró a su esposa de mal humor. Llegó a las seis y media de la
tarde y pasó como una hora tratando de contentarla. Nada sirvió.

--Empecemos de nuevo, y hagamos como si yo apenas estuviera llegando
a casa.

Salió, y cuando él abrió la puerta, ella le dijo:

---Son las siete y media de la noche y ¿ahora es que estás llegando
del trabajo?

La mujer estaba cosechando el resultado de unos pocos pensamientos
de hierbas malas. Hagamos una pausa y una aplicación importante. Si
el corazón es un invernadero y nuestros pensamientos son semillas,
¿no deberíamos tener cuidado de lo que sembramos? ¿No deberíamos ser
selectivos respecto a las semillas que permitimos entrar al
invernadero? ¿No debería haber un centinela en la puerta? ¿No es el
guardar el corazón una tarea estratégica? Según la Biblia lo es:"
Sobre toda cosa guardada guarda tu corazón porque de él mana la
vida" (Proverbios 4:23) O como dice otra versión:"Ten cuidado con lo
que piensas, porque tus pensamientos gobiernan tu vida".

Qué afirmación más cierta. Pruebe el principio, y vea si acaso no
concuerda.

Dos conductores estaban atascados en el mismo embotellamiento de
tránsito. Uno de ellos hierve en cólera, pensando: Mi horario está
arruinado. El otro lanza un suspiro de alivio: Buena oportunidad
para andar más despacio.

Dos madres enfrentan la misma tragedia. La una queda destruida:
Nunca me sobrepondré a esto. La otra está alicaída, pero decidida:
Dios me hará salir adelante.

Dos ejecutivos enfrentan el mismo éxito El uno se da a sí mismo
palmaditas en la espalda y se vuelve petulante. El otro le da
crédito a Dios y su agradecimiento crece.

" Sobre toda cosa guardada guarda tu corazón porque de él mana la
vida"

Usted tiene que admitir que algunos de nuestros corazones están en
ruinas. Cualquier maleante llama a nuestra puerta, y nosotros se la
abrimos de par en par. La ira llama, y le permitimos entrar.
La
venganza
necesita un lugar donde alojarse, y nosotros le mostramos
un sillón. La autocompasión quiere dar una fiesta, y nosotros le
mostramos la cocina. La lujuria toca el timbre, y nosotros cambiamos
las sábanas de la cama. ¿No sabemos como decir que no?.

Muchos no lo saben. Para la mayoría de nosotros la administració n
del pensamiento es, por así decirlo, algo en lo que ni pensamos.
Pensamos mucho en cuanto al manejo del tiempo, la administració n del
peso, la administració n personal. Pero ¿qué tal en cuanto a la
administració n del pensamiento?

Jesús como soldado entrenado al frente de una ciudad, vigilaba su
mente. Obstinadamente vigilaba la entrada de su corazón. A muchos
pensamientos les negó la entrada. ¿Necesita unos pocos ejemplos?

¿Qué tal en cuanto a la arrogancia? En una ocasión el pueblo decidió
hacer a Jesús su rey. Qué pensamiento más atractivo. Pero no para
Jesús " Pero entendiendo Jesús que iban a venir para apoderarse de
él y hacerlo rey, volvió a retirarse al monte Él solo" (Juan 6:15)

Pedro después de oír que Jesús anunció que se acercaba la muerte en
la cruz, el impetuoso apóstol objetó:" Imposible, Maestro. Eso jamás
puede suceder" Jesús cerró la misma entrada. Hizo salir al escape al
mensajero y autor de la herejía: "Apártate de mi Satanás, pues me
pones en peligro de caer. Tú no ves las cosas como las ve Dios, sino
como las ven los hombres" (Mateo 16:23)

¿Y cuando se burlaron de Jesús? ¿Alguna vez la gente se ha reído de
usted? De Jesús también se burlaron. Cuando respondió a una
solicitud de que sanara a una muchacha enferma, al entrar en la casa
le dijeron que la muchacha había muerto. ¿Su respuesta?"La niña no
está muerta sino duerme". "Y se burlaban de Él". "Más Él echando
fuera a todos". Jesús no permitió que la burla entrara en su mente.

Si Jesús guardaba su corazón, ¿no deberíamos hacer lo mismo? Jesús
quiere que su corazón sea fértil y fructífero. Quiere que usted
tenga un corazón como el suyo. Ese es el objetivo de Dios para
usted. Quiere que usted piense y actúe como Cristo Jesús. Pero
¿cómo? Tomando una decisión: someteré mis pensamientos a la
autoridad de Jesús.

Jesús tiene la última palabra en todo, especialmente en cuanto a
nuestros pensamientos. Tiene más autoridad, por ejemplo, que sus
padres. Sus padres tal vez digan que usted es bueno para nada, pero
Jesús dice que usted es valioso, y Él tiene autoridad sobre sus
padres. Incluso dice que tiene más autoridad sobre usted que la que
usted mismo tiene. Usted puede decir que es demasiado malo para ser
perdonado, pero Jesús tiene una opinión diferente. Jesús no
permitirá más sus pensamientos de culpabilidad.

Jesús tiene también autoridad sobre sus ideas. Supóngase que usted
concibe la idea que quiere robar una tienda. Sin embargo, Jesús ha
dicho claramente que robar es malo. Si usted le ha dado la autoridad
sobre sus ideas, la idea de robar no puede permanecer en sus
pensamientos.

Su mente es la entrada a su corazón, el lugar estratégico en donde
usted determina cuáles semillas se siembran y cuáles se descartan.
El Espíritu Santo está listo para ayudarle a manejar y filtrar los
pensamientos que tratan de entrar. Él puede ayudarle a guardar su
corazón.

Usted lleva "cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo"(2
Corintios 10:5). Usted no deja la puerta desguarnecida. Usted se
pone firme con cadenas y esposas de hierro, listo para capturar
cualquier pensamiento que no debe entrar.

Digamos que se le acerca un pensamiento respecto a su valor
personal. El pensamiento abre la puerta de un empellón y
dice: "Eres un perdedor. Toda tu vida lo has sido. Has echado a
perder tus relaciones, empleos y ambiciones. Bien harías en
escribir "vagabundo" en tu historial.

La persona ordinaria le abriría la puerta de par en par y le dejaría
entrar. Como la semilla de una hierba mala, hallará terreno fértil,
echará raíz y producirá los espinos de la inferioridad.

Pero como creyentes en Dios, usted no es una persona ordinaria.
Usted es guiado por el Espíritu. Así que en lugar de permitir que
ese pensamiento entre, usted lo toma cautivo. Lo encadena y lo hace
marchar calle abajo en donde lo presenta ante el tribunal de Cristo.

Jesús: Este pensamiento dice que soy un vagabundo y un perdedor, y
que nunca llegaré a ser nada.¿Qué piensas?

¿Ve usted lo que está haciendo? Usted está sometiendo ese
pensamiento a la autoridad de Jesús. Si Jesús concuerda con el
pensamiento, entonces déjelo entrar. Si no, sáquelo a patadas.

¿Cómo saber si Jesús concuerda o discrepa? Usted abre su Biblia.
¿Qué piensa Dios en cuanto a Usted? Efesios 2:10: "Porque somos
hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales
Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas " O Romanos
8:1: "Ahora pues ninguna condenación hay para los que están en
Cristo Jesús"

Obviamente, ningún pensamiento que dice que usted es inferior o
insignificante pasa la prueba.

Otro pensamiento puede ser "Eres tan bueno. Eres tan maravilloso. El
mundo tiene suerte de que hayas nacido" Usted somete este
pensamiento a la autoridad de Cristo. La Palabra de Dios dice que el
orgullo no agrada a Dios. No acaricie ideas exageradas respecto a
usted mismo.

Lo mismo debe hacerse con cualquier otro pensamiento.

El punto es este. Guarde la entrada de su corazón. Someta sus
pensamientos a la autoridad de Cristo. Mientras más selectivo sea en
cuanto a las semillas, más se deleitará con la cosecha.

MAX LUCADO



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