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GUERRA ESPIRITUAL: MALDICIONES AUTOIMPUESTAS
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De: Alondra bat Yeshúa  (Mensaje original) Enviado: 28/10/2009 01:36

Maldiciones Auto Impuestas

Autor desconocido

Uno de los ejemplo usados anteriormente por aquel hombre quien dijo a su esposa: "Me enferma la manera como sirves las comidas" le ocasiono lo siguiente: Por estas palabras, el sin darse cuenta trajo sobre sí la
maldición de indignación que le siguió por el resto de su vida.

Con este ejemplo en la mente, podemos examinar más esta área de maldiciones auto-impuestas. Esto es de suma importancia para todos que se preocupan de su bienestar personal. Esto expone el poder temeroso de las palabras que hablamos acerca de nosotros.

Frecuentemente, como: el bumerang que viene volando hacia atrás para golpear al que ha hablado.

En Mateo 12:36-37 Jesús nos da una advertencia solemne acerca del peligro de las palabras habladas descuidadamente, Mas yo os digo que de toda palabra
ociosa que hablen los hombres, de ella darán cuenta en el día del juicio.
Porque por tus palabras serás justificado, y por tus palabras serás condenado" Jesús, aquí, está enfocado -"palabras ociosas"-, palabras habladas descuidadamente, es decir, sin pensarlo. A menudo, cuando una
persona dice algo necio o negativo acerca de sí mismo, se excusa diciendo:
"No estaba hablando en serio". Sin embargo, es precisamente contra las palabras de este tipo que no fueron habladas en serio que Jesús nos advierte
en contra. El hecho de el efecto de sus palabras. Ni nos hace menos responsables.

En Proverbios 6:2, Salomón, advierte que el que ha hecha garantía por sus vecinos, se hace trampa: te has enlazado con las palabras de tu boca, y has quedado preso en los dichos de tus labios".

En Marcos 14:66-72.. Escribe, cómo en la corte del sumo sacerdote, Pedro negó que era discípulo de Jesús. Para reforzarlo, él comenzó a maldecir, y a jurar. En otras palabras, él invocó una maldición sobre el mismo.

Pedro volvió muy triste, con remordimiento y es probable que él no comprendí todas las implicaciones de sus palabras. tres días después delante de la tumba vacía, los ángeles dijeron a las mujeres: "vayan y digan a mis
discípulos - y a Pedro. Pedro, no estaba contado como uno de los discípulos. Por sus propias palabras el había perdido su posición como discípulo de Jesús.

Mas tarde, en Juan 21:15-17, Jesús abrió la puerta a Pedro, para recuperar su posición de discípulo. El preguntó a Pedro tres veces si le amaba. Cada ve Pedro contestó afirmativamente. Se sintió triste que Jesús le preguntara
tres veces le preguntara tres veces, pero el no se dio cuenta que Jesús estaba guiándolo en revocar su anterior maldición. Cada vez que el hacia una confesión mala, El ahora hacía la confesión correcta. Sobre esta base,
él fue restaurado como discípulo.

La manera que Jesús trató con Pedro establece un modelo para todos quienes necesitan ser librados de la trampa de una mala confesión. Hay tres pasos sucesivos:

Arrepentir - Revocar - Reemplazar.

Primero, debemos reconocer que hemos hecho una declaración equivocada y arrepentirnos.

Segundo, debemos revocarla, esto quiere decir, que debemos cancelar y/o desecharla.

Tercero, debemos reemplazar la declaración o confesión con la correcta.
Estos tres pasos tomados en fe puede librarnos de la trampa.

Génesis 27:12-13 provee otro ejemplo de una maldición autoimpuesta. Rebeca estaba persuadiendo a su hijo, Jacob, para engañar a su padre para obtener la bendición que Isaac iba a pronunciar sobre su otro hijo. Jacob quiso
mucho la bendición pero expresó su temor de ser descubierto:

Quizás me palpará mi padre y me tendrá por burlador, y traeré SOBRE MI maldición y no bendición
Y su madre respondió: hijo sea sobre mi tu maldición: solamente obedece a mi voz y ve y traémelos."

El plan de Rebeca tenía éxito, pero sus propias palabras le expuso a ella a una maldición que evito que ella goce de os frutos de su éxito. Su emoción pronto llegó a ser pesimista y cínica. Poco después, la encontramos a ella diciendo: Jacob toma una mujer de las hijas de esta tierra, ¿Para qué
quiero la vida?

Casi en seguida Jacob tenían que abandonar su hogar para escapar de la venganza de su hermano, Esaú, y él tarda como veinte años. La Biblia no nos dice nada del resto de la vida de Rebeca ni como ella murió. Parece que
ella nunca tenía la satisfacción de ver a Jacob gozar de la bendición que el había conseguido por su decepción.

Un ejemplo mucho más trágico de una maldición auto-impuesta se encuentra en Mateo 27:20-26. Contra su buen juicio, Pilato consciente soltar a un asesino, Barrabás, y sentenciar a Jesús la muerte en su lugar. para librarse de este acto, él se lava las manos delante de la muchedumbre y dice: "Soy inocente de la sangre de este hombre justo".

La muchedumbre respondió: "Su sangre sea sobre nosotros y sobre nuestros hijos."

Estas palabras combinaron dos formas de maldición: una maldición auto-impuesta y una maldición generacional, una maldición sobre sus descendientes.

La historia objetiva confirma que ambos funcionaban. Dentro de una generación, el ejército de Roma había destruido Jerusalén y dio muerte o vendió esclavos a toda la población. Desde aquel tiempo, por XX siglos, han
sufrido por la maldición auto-impuesta.

Cuando Dios llamó a Abraham, el puso una maldición sobre los que maldijeron a el o a sus hijos. Dios lo hizo para proteger a Abraham. Dios pudo proteger a Israel contra las maldiciones pronunciadas por otros, pero hubo una maldición del cual El no pudiera protegerlas. La maldición que Dios no pudo para las maldiciones que pronunciaron sobre si mismas.

Lo mismo se aplica a los cristianos gentiles, quienes han llegado a ser herederos de la Bendición de Abraham por el nuevo pacto iniciado por Jesús.
Incluido en las provisiones del pacto es el derecho de invocar la protección de Dios contra las maldiciones que proceden de fuentes externas. Dios no puede proveer protección para las maldiciones que los Cristianos pronuncias sobre si mismos.

Esta es una de las maneras en que los Cristianos frecuentemente traen sobre si varios tipos de problemas que no pueden comprender la fuente de origen.
Por hablar palabras negativas acerca de sí mismos, separan las bendiciones de Dios y se exponen a las maldiciones.

La historia de Israel también provee un ejemplo en los capítulos 13 y 4 de Numeros. Moíses envió a los doce espías para espiar la tierra de Canaan,
pues, Dios había prometido a Israel esa herencia. Josué y Caleb volvieron con un informe positivo: mientras, el resto era totalmente negativo.
Dijeron: "no podemos ir en contra tel gente, son mas fuertes que nosotros."

Las palabras habladas por cada uno, sobre si mismos, determinas su destino.
Números 14:28: "Diles: Vivo yo, dice Jehová que según habéis hablado a mis oídos, así haré yo con vosotros".

Los que dijeron que podían entrar en la tierra, entraron; y, los que dijeron que no podían entrar no entraron.

Para guardarnos contra una maldición pronunciada sobre nosotros, debemos reconocer y guardarnos contra las malas formas de hablar.

La siguiente lista son siete condiciones que pueden indicar una maldición y abajo hay ejemplos, malas expresiones que pueden producir las condiciones para una maldición.

1. Colapso mental yo emocional
"Estoy volviéndole loco"
"No puedo aguantar más"
"Me enoja solo al pensar..."

2. Enfermedades repetidas o crónicas (especialmente si es heredado)
"Cuando hay un virus, yo siempre lo encuentro"
"Estoy enfermo y cansado de..."
"Es en la familia, probablemente yo voy a ser el próximo".

3. Esterilidad, una tendencia abortar, o relacionado con problemas femeninos
"Yo creo que nunca voy a concebir"
"Ya tengo la maldición de nuevo"
"Ya sé que voy a perder esto--siempre pasa esto"

4. Colapso del matrimonio y enajenamiento familiar
"El adivino dijo que mi esposa va a dejarme"
"De ninguna manera siempre sabía que mi esposo iba a encontrar otra mujer"
"En nuestra familia siempre peleamos como perro y gato"

5. Insuficiencia financiera que persiste
"Yo nunca puedo alcanzar el presupuesto--mi padre era igual"
"No gano lo bastante para diezmar"
"Yo odio a los ricos que siempre consiguen todo lo que quieren y nunca esto pasa conmigo"

6. Una tendencia a tener accidentes
"Esto siempre pasa conmigo"
"Yo sabía que había problemas adelante..."
"Yo siempre soy muy torpe"

7. Una historia de suicidios y muertes inexplicables y no naturales
"para que seguir viviendo"
"Sobre mi cuerpo muerto"
"prefiero morir a seguir como soy"

La gente usa este tipo de lenguaje inconsciente está invitando a espíritu malos para tomar control de su vida. El tipo del espíritu que responde es determinado por el lenguaje usado. Hay clases de espíritus que corresponden
a cada uno de las categorías de arriba.

Un tipo de espíritu que especialmente responde al tipo de hablar como está arriba, bajo suicidios, es el espíritu de la muerte. Produce una sensación de que la vida no tiene sentido y sin esperanza y una tendencia a enfocar
los pensamientos en la muerte. A menudo se manifiesta en una serie sin fin de enfermedades físicas que no tienen curación.

Al fin, este espíritu de muerte, empujará a la persona a suicidarse o causar su muerte natural.
Recuerden los pasos de la liberación:

Arrepentirse--Revocar--Reemplazar.

Algunas personas traen una maldición sobre sí mismos cuando llegan a ser miembros de una sociedad secreta que requiere que los miembros juren bajo maldición a nunca revelar los secretos de la organización.

 



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