Página principal  |  Contacto  

Correo electrónico:

Contraseña:

Registrarse ahora!

¿Has olvidado tu contraseña?

CONOCEREIS LA VERDAD
 
Novedades
  Únete ahora
  Panel de mensajes 
  Galería de imágenes 
 Archivos y documentos 
 Encuestas y Test 
  Lista de Participantes
 REGLAS PARA PARTICIPAR 
 
 
  Herramientas
 
TEMAS DE SALUD Y ABORTO: CARTA DE UNA NIÑA QUE NO LLEGO A NACER
Elegir otro panel de mensajes
Tema anterior  Tema siguiente
Respuesta  Mensaje 1 de 2 en el tema 
De: Alondra bat Yeshúa  (Mensaje original) Enviado: 16/11/2009 01:48
"Carta de una niña que no llegó a nacer"

 


choicesm.jpg - 66.8 K

Querida Mamita:

Estoy ahora en el cielo, sentada en el regazo de Cristo. El me ama y llora conmigo porque me han destrozado el corazón. ¡Quería ser yo tu niña! Todavía no comprendo lo que ha pasado.

Desde el primer momento en que me dí cuenta de que existía, de que era un ser humano, me sentí muy feliz. Residía en un lugar obscuro, pero muy cómodo. Notaba que ya tenía deditos en mis manitas y en mis pies. Estaba bien adelantada en mi desarrollo aunque todavía no estaba lista para salir de mi habitación. Empleaba la mayor parte del tiempo pensando y durmiendo. Aún desde los primeros días de mi existencia se me desarrolló un tremendo apego por ti, mamita.

A veces, cuando te oía llorar, lloraba contigo. Otras veces gritabas y luego te ponías a llorar. Oía cuando mi papaíto contestaba gritándote enfadado. Esto me ponía muy triste pero esperaba que todo pasara pronto. A veces me preguntaba por qué llorabas con frecuencia.

En una ocasión lloraste todo el día. ¡Cómo padecí yo contigo! No podía imaginar siquiera la causa de tanta infelicidad. Ese mismo día ocurrió algo terrible. Un monstruo feroz se introdujo en mi habitación donde descansaba calentita y cómoda.

Sentí pánico y comencé a gritar desesperadamente, pero mis gritos no eran escuchados. Imagino que te tenían amarrada porque no hiciste el menor esfuerzo por socorrerme. Tal vez fue que nunca oíste la voz de mi desesperación.

El monstruo se me iba acercando más y más y yo con alaridos de horror te decía: ¡"Mami, Mami, socórreme por favor! ¡Mamaíta ayúdame!" ¡Estaba tan sobrecogida de terror! Grité y grité hasta más no poder. Entonces el monstruo comenzó a desprenderme los bracitos. ¡Cuánto me dolían! Sentía un dolor tan fuerte que nunca lo podré describir. Le rogué que me dejara, pero ni caso me hizo. Grité y grité horrorizada cuando me arrancó una pierna. Aunque el dolor era muy intenso me dí cuenta de que me estaba muriendo. Me torturaba pensar que nunca ibas a ver mi carita y que nunca te oiría decirme: "Te amo".

Yo quería secar tus lágrimas y que no lloraras más. ¡Había hecho tantos planes para hacerte feliz, mamita! Era imposible, todos mis sueños se me habían evaporado. Aunque estaba horrorizada y muy dolorida, mi quebrantado corazón era mi mayor dolor. ¡Cuánto deseaba yo ser tu hijita! Pero, ya no podía ser, me estaba muriendo por una muerte horripilante. Sólo podía imaginar las terribles cosas que te estaban haciendo. Antes de que me tiraran a la basura quería decirte: "Te amo mamaíta"; pero no sabía cómo hacértelo entender. De todos modos no hubiera tenido aliento para pronunciarlas pues estaba ya muerta.

Entonces sentí que me elevaba. Un poderoso ángel me llevó en sus brazos a un lugar hermoso; lloraba todavía, aunque ya mi dolor había desaparecido. El ángel me llevó donde Jesús y me depositó en sus brazos. Jesús me dijo que me amaba y que era mi Padre, ésto me hizo inmensamente felíz. Le pregunté al Señor qué era aquello que me había ocasionado la muerte y El me contestó suavemente: "El aborto, lo siento hija mía, sé lo que has pasado".

Yo no sé lo que quiere decir esa palabra aborto, pero imagino que es el nombre del monstruo que me tronchó la vida. Ahora te escribo mamita, para decirte que te amo... y para decirte: "¡Cuántos deseos tenía de ser tu hijita!". Hice todo lo imposible por sobrevivir, quería vivir. Tenía voluntad de vivir. Pero era tavía muy pequeña y el monstruo era demasiado fuerte para mí. Me succionó desprendiéndome los brazos y las piernas, y luego se tragó el resto de mi cuerpecito. En tales circunstancias era imposible sobrevivir, pero quería dejarte saber que traté y traté de quedarme contigo, pues yo no quería irme.

Mamita, también quiero decirte que te cuides mucho de ese monstruo, el aborto. Te amo y no quisiera que pasaras por el sufrimiento que pasé yo. Por favor mamita, cuídate mucho.

Te ama,

Tu bebita.

FUENTE: "Carta de una niña que no llegó a nacer". Carta escrita por una jovencita de 16 años y publicada en el AFA Journal, enero de 1990. Publicada con permiso en el boletín de Vida Humana Internacional Escoge la Vida (noviembre/diciembre de 1990) en el suplemento "Caminos de Esperanza".



Primer  Anterior  2 a 2 de 2  Siguiente   Último  
Respuesta  Mensaje 2 de 2 en el tema 
De: Alondra bat Yeshúa Enviado: 16/11/2009 01:49
Hola mami, ¿cómo estás? Yo, muy bien, gracias a Dios hace apenas unos días me concebiste en tu pancita. La verdad no te puedo explicar lo contento que estoy de saber que tú vas a ser mi mamá, otra cosa que también me llena de orgullo es el ver con el amor con el que fui concebido...
Todo parece indicar que voy a ser el niño más feliz del mundo!

Mami, ha pasado ya un mes desde mi concepción,
y ya empiezo a ver como mi cuerpecito empieza a formar, digo, no estoy tan bonito como tú, pero dame una oportunidad. Estoy MUY feliz! Pero hay algo que me tiene un poco preocupado... Últimamente me he dado cuenta de que hay algo en tu cabecita que no me deja dormir, pero bueno, ya se te pasará, no te apures.
 
Mami, ya pasaron dos meses y medio y la verdad estoy feliz    con mis nuevas manitos y de veras que tengo ganas de utilizarlas para jugar. >>>Mamita dime que te pasa, por que lloras tanto todas las noches?
Por qué cuando papi y tú se ven se gritan tanto?
Ya no me quieren, o qué? Voy a hacer lo posible para que me quieran..
Han pasado ya 3 meses, mami, te noto muy deprimida, no entiendo que pasa, estoy muy confundido. Hoy en la mañana fuimos con el doctor y te hizo una cita para mañana.

No entiendo, yo me siento muy bien...acaso te sientes mal, mamita?
Mami, ya es de día, ¿a donde vamos?
Qué pasa, mami ¿por qué lloras? No llores, si no va a pasar nada...
Oye mami, no te acuestes, apenas son las 2 de la tarde, es muy temprano para irse a la cama aparte, no tengo nada de sueño, quiero seguir jugando con mis manitas.
¡Ay, ah! ¿Qué hace ese tubito en mi casita?
¿A poco es un juguete nuevo? ¡Oigan!
¿Por qué están succionando mi casa?
MAMI! ¡Esperen! Esa es mi manito!
Señor, por qué me la arrancan? ¿que no ve que me duele? ah! Mami defiéndeme!
Mama...ayúdame! ¿Que no ves que todavía estoy muy chiquito y no me puedo defender?

Mami, mi piernita, me la están arrancando! Por favor diles que ya no sigan, te lo juro que ya me voy a portar bien ya no te vuelvo a patear.
 
¿Cómo es posible que un ser humano me pueda hacer esto? Va a ver cuando sea grande y fuer...ah...te. Mami, ya no puedo más, me ay...mami...mami...ayúdame...
 
Mami, han pasado ya 17 años desde aquel día, y yo desde aquí observo como todavía te duele esa decisión que tomaste.
Por favor, ya no llores, acuérdate que te quiero mucho y aquí te estoy esperando con muchos abrazos y besos.
Te quiere mucho,
Tu bebé


 
©2024 - Gabitos - Todos los derechos reservados