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BERNARDO STAMATEAS: LLAVES PARA LIBERAR EL POTENCIAL
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Da: Alondra bat Yeshúa  (Messaggio originale) Inviato: 16/11/2009 02:19

Llaves para liberar el potencial

Bernardo Stamateas

 

1 de Samuel 3

“El lugar más rico del planeta es el cementerio -dijo Mike Murdock-, donde están enterrados los sueños no concretados, los libros no escritos.”

Morir no es lo mismo que nos maten. Morimos cuando liberamos el potencial y nos entierran vacíos, pero nos matan cuando nos sepultan con todo el potencial sin liberar.
El potencial es energía; es una habilidad dormida, una fuerza oculta que no desarrollamos al máximo y que lograremos en el próximo triunfo.
No es lo que hicimos ya sino lo que aun no creamos, hay lugares a los que no fuimos, no tomamos ni edificamos, sueños que no alcanzamos y Dios nos llenó de potencial.

Los cristianos soñamos pero no sabemos cómo alcanzar nuestros sueños, nos faltan los resultados extraordinarios, los logros para obtenerlos.

Para liberar el potencial:

1º - Debo tomar la iniciativa.
El que pide, halla; el que busca encuentra, dijo Jesús.
Debes salir, pedir, hablar, llamar, abrazar, no esperes que las cosas sucedan. El gran problema de mucha gente es que espera que otro lo abrace, le pregunte, le proponga, le sugiera.

El que tiene potencial toma la iniciativa.

Si necesitas que te abracen, abrazá; si necesitas que te llamen, llamá; si cuando buscás te dicen que no, buscá en otro y si no en otro pero no esperes que “Dios te lo mande”, salí a buscar, golpeá, hablá porque el busca, encuentra, el que pide, halla.

Ser una persona de iniciativa me hará fuerte emocionalmente y libre de la gente.

Dios le dijo a Moisés: “ Cuando Yo me mueva, te moverás ”, y Moisés, junto a dos millones de judíos, seguía la nube y cuando ésta se detenía el pueblo se sentaba.
En cambio cuando Dios llamó a Josué le dijo: “Cambiaré el método, ahora Yo te seguiré, estaré contigo donde quieras que vayas”, y Dios se sentó. Si Josué caminaba, Dios caminaba; si Josué se detenía, Dios se detenía; Josué corría, Dios corría.

Dios ya no se mueve con “los Moisés”, va detrás de los que toman la iniciativa y los respalda. Si estuviste pasivo “esperando en Dios” quiero decirte que es Dios quien te espera y al tomar la iniciativa no serás solamente una persona fuerte que Dios respalda sino de bendición.

Las bendiciones son arrebatadas por los que toman la iniciativa.

Dios no elige a la gente, bendice al que toma la iniciativa porque toma un botín.

Nehemías solicitó al rey una lista de elementos para reedificar la ciudad destruida, le pidió caballos, dinero, cartas, y el rey se lo dio, porque la gente de iniciativa toma el botín.
Dios quiere que tomes acción, que te levantes temprano, que le busques y te muevas para tomar la bendición.

Abraham bajó con su familia porque si uno baja, bajan todos; cuando uno se droga, toda la familia se droga con él; cuando hay un enfermo, todos se enferman pero si uno sube también suben todos.
Dios no necesita a muchos, sólo a uno que salga de Egipto y diga “voy hacer lo que Dios me dijo porque sé que hoy estoy solo pero mi familia estará conmigo detrás.” No solamente estoy por mi sino por mis hijos, mis nietos, mis bisnietos que mañana me seguirán porque Dios bendice a los iniciadores.

2º - Seguiré creciendo sin dejar que la atmósfera me contamine.
No importa lo que pase afuera nada debe contaminarnos, no hay que imitar lo malo porque se transforma en la maceta. Tu raíz será de acuerdo a tu maceta:

-cuando un pez está en la pecera parece grande pero si lo soltamos en las aguas ya no, así hay gente que se cree grande porque su pecera es pequeña.

Por ejemplo si caminamos al lado de dos personas gordas, pareceremos más flacos; si estamos con dos viejos nos sentiremos jóvenes porque esa es la maceta, pero Dios no nos llamó para la pecera sino para meternos en sus aguas y no tener límites.

Cada vez que la atmósfera de lo malo nos afecta es porque estamos metidos en una pecera y para seguir creciendo lo externo no debe afectarnos.

Mientras los hijos de Elí se acostaban con las mujeres que servían en el santuario, Samuel abría la puerta del templo, echaba aceite en la lámpara y dormía allí, cada acción era un acto simbólicos: abría la puerta de la Presencia de Dios, cargaba con el aceite del Espíritu Santo todo lo que hacía y dormía en la Presencia de Dios.

No crezcas en lo malo porque cuando te afecte te habrás introducido en una pecera y Dios te hizo para que liberes todo tu potencial.

3º- Tengo que hacerme preguntas de fe.
Hay preguntas que son para tapar conflictos pero otras liberan la fe.

Si tuvieras cinco años más de vida, ¿qué harías?
Si supieras que mueres en cinco horas, ¿qué harías?
Si tuvieras un millón de dólares y sólo una hora para gastarlo, ¿qué harías?
Son preguntas provocativas y Dios te va a provocar.

-“Samuel”, llamó Dios; y creyó que era Elí quien lo llamaba. Una y otra vez lo repitió, pero en la tercera oportunidad dijo: “ Habla, tu siervo oye”.

Dios te provocará para que pienses con fe y la saques de tu interior.

4º- Debo evaluar permanentemente.
Evaluemos el retorno de nuestras oraciones: ¿esto, me funciona? ¿Dios responde mis oraciones?

Hay personas que por años oran lo mismo y de la misma manera: “Yo sigo orando porque la Palabra dice orar sin cesar”.
¿Y en diez años no recibiste respuesta? Sentate, evaluá y analizá qué pasa que no obtuviste respuesta aun; la evaluación del retorno de cada inversión debe ser permanente: ¿qué estás haciendo? ¿Qué recibís?

Israel dio siete vueltas a Jericó y en la séptima gritaron y cayeron los muros.
Algunos dicen: “A mí no me importa si se caen los muros, yo voy a seguir dando vueltas y vueltas, estamos rodeando la ciudad y la tomaremos” ¿Y ganaste a alguien para el Señor?

“Ya le predique a cuarenta en mi trabajo” ¿Y cuántos se entregaron? Ninguno.

Es porque estás predicando mal, debes ser valiente para eso.

5º- Debo agendar actividades placenteras.
Debemos deshacernos de todo lo viejo, de todo lo que represente miseria; agendar el placer, darnos los gustos: ¿no te gusta el barrio en el que vivís? Hacé planes para mudarte. ¿No te gusta tu casa? Pintala pero anímate a hacer algo.

Practicá actividades que te hagan feliz y liberarás tu potencial haciendo lo que te gusta.

6º- Debo oír a Dios.
Las pruebas son ilusiones para los hijos de Dios, porque la más grande dificultad la venceremos y sabremos que Dios está con vos.

El enemigo siempre prepara la atmósfera para decir que tu destino es perder pero, aunque nos pasen cosas malas, ése no es nuestro destino final porque nos volvemos a levantar, siempre habrá una palabra del Señor para mí.

Dios le habló a Samuel de noche. En tu noche, en el momento de la dificultad, Dios te llamará por tu nombre y dirá lo que harás. Por eso debemos entrenarnos para oír la voz del Espíritu Santo que está en vos.

Dios llamó tres veces a Samuel porque quería que aprendiera a reconocer el timbre de la voz del Padre.

Dios llamó: “Samuel, Samuel”, y lo espero.
Dios siempre te va a esperar con paciencia.
Muchas personas poseen el concepto de que cuando llegan a la iglesia tienen que cambiar por completo, y Dios dice: “Yo no trabajo así, esa es tu ansiedad.”

Dios tiene paciencia para esperar que aprendamos a escuchar su voz y crecer en El.

El entrenamiento para oír a Dios, es la mejor manera para liberar el potencial más rápidamente, por eso no debemos correr detrás de los profetas, porque el profeta es bueno pero mejor es aprender a oír la voz del Señor directamente.

Elí le preguntó a Samuel qué le había dicho el Señor.

No debemos pelear por las cosas de Dios, nunca discutir por temas de fe, ni tratar de convencer a nadie.
Samuel respondió: “El modelo viejo se venció, todo lo que experimentaste del Señor ya no es, todo lo aprendido fue bueno hasta hoy pero lo venidero será mejor.”
Samuel crecía en Dios, en cada ciudad Dios le hablaba y toda Israel escuchaba.

Dios te llevará para que seas Su voz.

Tus dos amigos + más tu compañero de trabajo + más tus hijos + más tus padres + más tus tíos = La multitud

¡Hablá lo que Dios te dijo! Escuchar es obedecer.

Cuando Samuel dijo: “Háblame te obedeceré”, Dios comenzó a dialogar con él.

Dios no quiere darte sólo una palabra, quiere dialogar y desea escuchar: “Señor voy a obedecer”.

Dios le habla a los que le obedecen y los hace sacerdotes, profetas y jueces en la tierra.

Tomaré iniciativa, seguiré creciendo, me haré preguntas de fe, evaluaré lo que hago, agendaré mi placer, me entrenaré en estar con mi Señor, oírle y obedecerle en todo lo que Él me diga para mis próximos años.


Por Bernardo Stamateas

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