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BERNARDO STAMATEAS: SE DONDE ESTA LA SOLUCION
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De: Alondra bat Yeshúa  (Mensaje original) Enviado: 16/11/2009 02:21

Sé dónde está la solución

Bernardo Stamateas

Éxodo 2: 11-14, 3: 7, Mateo 23:12

Humildad es el concepto peor interpretado - especialmente en el mundo cristiano-, porque se confunde con buenas costumbres o educación.

-Humildad no es hacer ciertas tareas.
-“¡Qué humilde es ese doctor que viaja en subte!” Y no es así.
-Una mujer, que estuvo en la casa de un neuro cirujano y como él había cocinado, dijo: “¡Qué humildad la suya!” Cocinar no te hace humilde aunque sea un neuro cirujano.
-En México un multimillonario estaba lavando el piso y los que lo veían se asombraban. Lavar un piso no es humildad.

-Humildad no es baja estima o inseguridad.
“Escribí un libro y lo firmé como NN” ¡Qué humilde! Eso no es humildad.

-Humildad no tiene que ver con pobreza.
“El pastor anda en bicicleta”; “violaron a una chica humilde de la villa”.

Dinero nada tiene que ver con humildad.

Humildad es una actitud.

Jesús dice: “Si te exaltas yo te voy a humillar pero si te humillas te voy a exaltar.”

El término utilizado para exaltar significa tener éxito , o sea “si buscas el éxito serás humillado, pero si sos humilde Dios te dará éxito.”
No es malo decirse humilde porque Jesús lo hizo:
“Aprendan de mí que soy humilde”.
Moisés, en el libro de Números, dijo que el que escribió ese libro era “el hombre más humilde de la tierra”, refiriéndose a él mismo inspirado por Dios.

Humildad es una actitud.

William Branham -contemporáneo de Billy Graham- profetizaba y decía a las personas hasta el número de documento, donde vivían, sus nombres y edades; durante sus prédicas los paralíticos se levantaban dejando cientos de sillas de ruedas vacías.
Paralelamente Dios levantó a Billy Graham, que no ora por los enfermos ni profetiza, sólo trasmite la necesidad de recibir a Jesús en el corazón.

El mensaje de William Branham estaba acompañado por milagros, ejercía un ministerio de poder, los enfermos eran sanados, los ciegos veían, los sordos oían, pero mientras Billy Graham sigue con su ministerio siendo el predicador que mayor cantidad de personas llevo a Cristo en los Estados Unidos, William Branham desapareció de la historia, nadie se acuerda de él y muchos no lo conocieron.

¿Qué pasó? Es que William Branham se “la creyó” y Dios lo humilló, porque el que busca exaltación será humillado y el que se humilla será levantado por Dios.

Humildad es aprender.

Si tenemos actitud de aprendizaje Dios nos exaltará, pero cada vez que nos exaltemos sin aprender, Dios nos humillará.
Humildad es tener un espíritu enseñable, la capacidad de aprender y, si es incorporada como un estilo de vida, siempre traerá éxito.
El que no se deja enseñar es orgulloso, dice: “yo lo hago a mi manera”, “sé todo” y quiere enseñarle a sus maestros.

Jesús dijo: “ Un discípulo no será más grande que su maestro, ni un siervo que su señor.”

Cuando un orgulloso dice: “Ya lo sé, no necesito aprender de nadie”, será el comienzo de la humillación.
Los que dicen “ya sé” a todo, empiezan a no saber que no saben y nada es peor “el que no sabe que no sabe”, pero “el que sabe que no sabe” es humilde.

Dios resiste al orgulloso y da gracia a los humildes , favoreciéndolos con un imán especial.

El día que deje de aprender, estaré muerto para Dios.

¿De quién tenemos que aprender?

1º- De la gente difícil.
La gente difícil nos enseña a ser grandes líderes. Cuando nos lastiman o algo nos molesta tenemos dos caminos:

1-Enojarnos, pelearnos, blasfemar, irnos y quedar heridos,
2- O, aprender.

Si elegimos el primero, no desearemos nada más, pero el segundo nos enseñará que la gente difícil es el mejor entrenamiento para un gran líder.

El aprender trae éxito y es tan importante saber lo que se debe como lo que

no se debe hacer.

2º- De situaciones difíciles.
Podremos llorar, amargarnos, insultar, maldecir, quedarnos quietos, dejar todo o aprender.
El inventor del sistema de defensa japonés dijo: “Cuando muera quiero hacerlo con el cinturón blanco”, eso es humildad.
Cada día debemos ponernos el cinturón blanco y declarar: “Es el día que hizo el Señor y aprenderé”, eso es humildad.

El que se la cree y deja de crecer y aprender, anuncia su muerte.

Jesús dijo: “Aprendan de mí que soy humilde, porque lo que yo veo hacer al Padre es lo que hago” . Los fariseos no quisieron aprender.
Moisés era hebreo, fue criado en Egipto, era rico, con dinero, sabía varios idiomas, estudió en las mejores universidades, el niño mimado. Un día vio a un egipcio pegarle y maltratar a un hebreo, entonces lo mató y lo escondió bajo la arena. Al día siguiente vio otra pelea entre dos hebreos y les preguntó por qué peleaban y éstos respondieron: “¿Nos vas a matar como al egipcio?”, entonces Moisés huyó.

Pasaron los años y Moisés estaba sobre la montaña cuando un día vio un arbusto que se estaba incendiando y le llamó la atención, oyó allí la voz de Dios que le dijo: “ Moisés, he visto el dolor de mi pueblo como vos lo viste, lo que te dolió y enfureció, tampoco lo soporto más por eso te llamo, vi tu frustración que también es la mía.

Dios busca gente que se conmueva por las mismas cosas, entonces irrumpe en su vida y dice: Porque sufrís, te daré un sueño para que lo resuelvas . Llegaremos a una situación límite donde no soportemos más, seremos insatisfechos, quebrantados y, sobre ese dolor, Dios nos dará el sueño para cambiarlo.

El dolor de no soportar ver la ciudad destruida, con su gente muerta, hizo que Nehemías llorara por varios días y fuera a construirla.

Dios nos hará ver situaciones hasta llorar y decir: “No aguanto más la injusticia”.

Ver carteles por todos lados diciendo: “Prohibida la entrada a los negros, sólo para blancos” , hizo que Martin Luther King se enfrentara a todo un aparato político.

Tocar fondo.
Muchas situaciones generan dolor pero habrá una que nos llevará a lo más profundo de nuestra resistencia, nos quebrará, dará un dolor intenso, tristeza y angustia y diremos: “¡No aguanto más!” Entonces Dios se aparecerá: “Estas sintiendo lo que yo, tengo un plan para vos”.

El ministerio Presencia de Dios nació de llorar por el legalismo, por ver la gente maltratada. Si estamos en los medios, con todo lo que eso implica, es como consecuencia de sentir el dolor de la gente sin Cristo, necesitando que irrumpan en su vida.

Debe haber algo que conmueva tus entrañas.
Hoy, muchas iglesias se cierran, los pastores se mueren, y nos mueve observar la cantidad de cristianos apartados, tanta gente frustrada.
No te aísles de lo que te angustia, no cambies el canal cuando veas el dolor, no alquiles películas para distraerte, conéctate con la necesidad pues será el combustible del sueño que Dios te dará y nadie te robará.

Cuando recibimos invitaciones para predicar de iglesias legalistas, aceptamos para alimentarnos, volver a ser incentivados y enojarnos con los pastores que están en la pavada, que tienen iglesias con diez miembros sin conocimiento, es el combustible para seguir trabajando y ser una iglesia de poder.

Cuando soy quebrantado se activa mi llamado.
Hay un momento en que ya no importa el don sino el llamado de Dios.

Por ejemplo, si mi don es dirigir la alabanza habrá un momento donde salga de mi ego y ya no será más importante lo que me gusta sino cumplir el llamado, la visión de Dios. Eso no quiere decir que no voy a dirigir más sino que el foco no estará en el don sino en la meta por delante.

Moisés dijo: “No importa quien los guíe a la tierra prometida si Josué o Caleb, lo importante es que el llamado se cumpla.”
Llegará un momento en que miremos a la gente sin Cristo, lloremos y decir: “Señor alguien tiene que hacer algo”. Y Dios te dirá: “Estas sintiendo lo mismo que yo, te enviaré y entre los dos lo resolveremos”.

No huyas del problema, no digas cuánta inseguridad, qué mal está el país, porque algo te quebrantará y Dios te levantará para que lo hagas.
No hay nada más importante en el mundo que la iglesia de Jesucristo, y nuestra tarea es de vida o muerte.

El gran pastor Bill Hibels fue al funeral de un chico de la iglesia, otro pastor dijo: “Se murió, qué tristeza, qué angustia, qué dolor”, y todos los asistentes comenzaron a llorar. De pronto el papá corrió entre las personas que lloraban y dijo al gran pastor: “Esto no puede quedar así”.

El Espíritu Santo le había dicho al pastor Hibels, que estuviera atento porque lo usaría, entonces fue al hombre y le dijo:”Voy hacer una oración porque el Padre me lo pidió”, y oró: “Padre, gracias, porque para los que tenemos a Cristo hay esperanza de encontrarnos con este chico en la eternidad, porque nos has prometido perdón, victoria y él, que conoció a Cristo, está festejando contigo.” El padre lo abrazó y dijo: Yo sabía que esto no podía terminar así.”

Todo el dolor que vemos no terminará así, sino con el mensaje de Jesucristo y la iglesia cambiará el destino espiritual de este país.

Aprender, abrirá las puertas para recibir todas las soluciones.

Ese es el secreto:
Dios da las soluciones “al que aprende”, pero se opone al que “lo sabe todo”.
¿Qué pasó Pedro, no pescaste nada? Boga mar adentro.
¿No tenés dinero para pagar los impuestos? Buscá en el primer pez y lo encontrarás.
¿No tienen qué comer? Conseguí dos panes y cinco peces y serán alimentados.

Dios da a los humildes.

Jesús sabe donde está la prosperidad, no es dinero sino saber dónde encontrarlo, revelará el lugar, la hora, el contacto, la gente, la estrategia, las palabras, que den las soluciones, porque el que aprende recibe el éxito de parte de Dios, es exaltado y aplaudido.

La gente exaltada no es orgullosa sino humilde; los “grandes” que hemos conocido en el reino eran humildes, por eso Dios los exaltó.

Si aprendemos de nuestros mentores y del Señor, Dios nos exaltará.

Los discípulos no pudieron liberar al endemoniado, Jesús les dijo: “ Ese demonio sólo sale con oración y ayuno.”
Jesús oraba en las madrugadas por tres horas, por eso su día comenzaba con éxito en todo.
En ningún momento vemos a Jesús orando con los discípulos, sólo en Getsemaní y ellos estaban lejos de Él, porque Jesús sabía que si aprendía del Padre le iba a ir bien.

A los que se encierren en el lugar secreto Dios le enseñará humildad.

La humildad siempre es en dos direcciones: - hacia la gente . Debemos aprender de los mentores, qué hacer y qué no, aprender de sus errores y de la gente difícil,

- aprender del Señor . Pasar tiempo con El, que nos muestre dónde tirar la red, quién es el niño que tiene los panes y los peces, si debemos pescar con medio mundo o caña, pero no en medio de la situación sino antes, hay que orar ¡ya!

Moisés vio a los egipcios que los perseguían y el Mar Rojo estaba por delante, Dios le dijo: ¿Qué tienes en la mano?
-“Un palo”, respondió.
-“Ahí está la solución”, le dijo Dios.

Déjate enseñar por Dios. Estás viendo un palo pero Él está viendo un “abre Mar Rojo”, la solución está en el Señor.

Saulo, el asesino, mataba cristianos, y cuando se le apareció el Señor se convirtió, Ananías lo discipuló y empezó a perseguirlo, Pablo aprendió a oír a Dios, se metió adentro de una canasta y se salvó, porque hay canastas y canastas ungidas.

Cuando Dios te señala algo es porque está ungido para tu solución.

“La única vez -dice Myles Monroe-, que los discípulos le dijeron a Jesús “enséñanos” fue cuando le pidieron que les enseñara a orar, porque ellos veían a Jesús estar con el Padre todos los días dos, tres o cuatro horas, amándolo, sin problemas de horario ni apuros, sacando demonios, sanando enfermos, resucitando a Lázaro y le dijeron: Enséñanos, ¿cómo orar?”

Jesús les dijo: “Oren, Padre Nuestro…” y les enseñó una oración de guerra espiritual, porque Dios exalta al humilde y humilla al que no quiere aprender.

Un día Jesús mandó a setenta y dos para que entraran en las casas diciendo: “Paz”, si allí había un hombre de paz (no se refería a un cristiano porque recién comenzaba su ministerio) debían quedarse a comer, esa era la señal.

Dios mostrará hombres de paz, no serán cristianos, que dirán: “Tengo que bendecirte, abrir la puerta, nombrarte, hacer algo aunque no quiera”, fueron elegidos por Dios para traer soluciones a los quieran crecer. Nunca te la “creas”, hay tanto por aprender, falta algo tan grande y lo haremos juntos.

Los que no tienen a Jesús están gritando, sufriendo de un lugar a otro porque no tienen pastor, agonizantes y a punto de partir a la eternidad sin Cristo.

Hay gente llamando en este momento, una ciudad golpeada por el enemigo, personas rechazados, echados de las iglesias, buscando un poco de paz en la brujería, en los vicios. Y, como a Moisés, Dios nos permite verlo para sentir lo que Él siente.

Que todos vengan a mi ”, dijo Jesús, y no murió para las iglesias pequeñas sino para que las multitudes le conozcan, porque de tal manera amo Dios al mundo para que todos los que crean sean salvos .

Jesús se relacionó con todos por amor, aun se hizo amigo de aquellos que nadie quería. En Apocalipsis, Juan vio una multitud orando; Jesús tuvo compasión de la multitud que estaba sin dirección.

La gente no necesita ser regañada por su pecado sino que le digas: “Dios te ama” y podrán cambiar por Él.
Nos esperan y no son pocos, sino muchos. Gente dolida, enojada, frustrada, llorando por lo mismo que vos, no estés interesado de usar el don sino de cumplir el llamado y hacer la tarea.

Mirá a tu familia, a tus compañeros viniendo al Señor; estadios llenos con miles y miles de paralíticos levantándose, gente feliz adorando el nombre de Jesucristo, porque vimos lo que El vió.

Iglesia Presencia de Dios, la solución para esta ciudad, te usaré con poder porque has amado lo que yo amo, y vives para cumplir mis sueños, entonces yo cumpliré los tuyos; porque has tenido un espíritu de aprendizaje te exaltaré hasta lo sumo y te sentarás conmigo en los lugares celestiales de poder y todo lo que hagas te saldrá bien, lo que hables traerá fruto y donde mires marcaré la solución, toda lengua confesará que Jesús es el Señor.

Sueños, visiones, recursos, nombres, horas, días, fuerzas, Dios llama tu atención, te está llamando y multitudes serán atraídas. Sé libre y preparate para tu promoción, tu ascenso, porque Dios está.

Por Bernardo Stamateas

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