Todos hemos vivido momentos tristes en nuestra vida por haber sido víctima de burlas. Cuando una persona es burlada empieza a sentir vergüenza y a tener la creencia de que es deficiente y que algo malo hay en su ser. Cuando una persona hace algo malo se siente culpable pero la que es avergonzada siente que es mala, que tiene un defecto y será abandonada por los demás.

El que avergüenza lo hace por inseguridad, exagera y se burla de los errores de otro como queriendo decir, “eso te pasó a vos no a mí, yo soy mejor que vos”.

Cuanto más insegura es la persona más se burlará de otro: de su manera de hablar, de vestir, de pensar, y tratará de romper su estima y que se aísle obsesionándose con la opinión de los demás.
La persona sin estima quedará destruida, deshecha, sintiendo que no sirve y vivirá atado a lo “que piensan de él”.

Todo maltrato emocional es usado por el enemigo para tapar una verdad espiritual.

Satanás es el maestro del disfraz, el genio del escondite y querrá que ciertas verdades de Dios no se te revelen y lo hará mandando gente para que te avergüence.

Si conozco mi posición tendré mi posesión.

Tu posición es estar favorecido por Dios y, si lo sabés, tendrás tu posesión: las bendiciones. Muchos llegamos a la iglesia buscando nuestra posesión pero Dios, primero, nos recuerda nuestra posición, porque si sé quien soy en Dios atraeré mi posesión.

El favor divino es mi posición.

Dios me da luz, gracia especial y presencia para atraer las bendiciones y los demás verán algo distinto en mí, sobresaldré del montón, brillaré y me elegirán; recibiré la ayuda de desconocidos sin saber por qué.

Si conozco mi posición atraeré mi posesión.

El favor divino es recibir un milagro inesperado, ser un imán viviente y atraer todo lo bueno de Dios.
Si vamos al hospital nos atenderá el mejor médico, nos darán la mejor cama; si vamos a comprar recibiremos el mejor producto porque estamos favorecidos.

Por eso, el enemigo no quiere que conozcamos nuestra posición.

Por ejemplo, el rey Asuero, buscaba a alguien para sustituir a la reina, se presentaron mil quinientas cincuenta mujeres y, entre ellas, una, que no era del pueblo de Asuero, que era judía, que entró escondida. Cuando el rey debió elegir la escogió porque estaba favorecida, esa fue la reina Ester.

El favor de Dios es algo que Dios nos da “porque sí”, porque El es bueno y quiere hacerlo. Jesús pagó todo en la cruz y ya nos favoreció.
Aquellos que tienen el favor de Dios, luego que transcurre una crisis, terminan prosperados doblemente en bendición y abundancia.

Aunque pases por el valle de la sombra de la muerte, el bien y la misericordia te seguirán todos los días de tu vida.

Para activar el favor de Dios debo:

•  Ser libre de la gente.
Los favorecidos se conectarán con gente que les abrirá las puertas y los bendecirá.
Una persona produce rechazo cuando es pegajosa, monotemática, pide y pide, negativa, demandante, y nunca activará el favor divino. Por eso debemos ser libres de la gente para no atraerlos hacia nosotros.

Ser libre de la gente es no esperar nada de nadie porque la fuente es Dios y quien ordenará que otros nos provean.

Lo semejante atrae lo semejante: el chismoso se une al chismoso, el mentiroso a los mentirosos, pero los que amamos a Dios atraemos Su presencia. Soñemos en grande y se nos acercará la gente con sueños grandes.
La persona que es libre de la gente tiene fe en sí mismo.
La religión nos enseñó a creer en Dios pero no en nosotros, nos decía que “éramos insectos” ¡Y es mentira!

Cuando Jesús llamó a Pedro le dijo: “ Te haré pescador de hombres ” queriéndole decir: “Creo que lo podrás hacer, que lo lograrás.” Y si Dios cree en nosotros, ¿cómo no hacerlo con nosotros mismos?

Estamos hechos de un material indestructible y Él nos dio todos los recursos para alcanzar lo que nos propongamos.

•  Hablar fe agresivamente.
La fe es agresiva, tosca, bruta; en cambio el amor es cariñoso. Jesús es el autor de la fe.
El diablo es indeciso, trae duda, hace las cosas mil veces igual porque no tiene fe, no es inteligente como nos dijeron, por eso ataca nuestra fe con dudas porque él nunca creyó.

La fe está en cada uno de nosotros porque su creador vive en nuestro interior.

Y el ataque de nuestro adversario siempre será por “palabras” que robarán las palabras de fe de nuestra vida.
Goliat amenazó durante cuarenta días al pueblo de Israel, y si era tan valiente, ¿por qué no los atacó y los llevó esclavos?

La realidad es que no era valiente, no tenía fe y por eso hablaba. Amenazó a David cuando se paró delante de él: Te voy a destruir y entregar a los filisteos, daré tu cuerpo a las aves, y David respondió: “Yo te cortaré la cabeza y te daré a las aves y a las bestias del campo.”

Enseñanza :
Por cada palabra que Satanás nos diga, debemos declarar cinco palabras de fe; por cada susurro en el oído, veinte promesas. “No sólo tendré trabajo sino que seré un empresario, compraré la fábrica, tendré una flota de taxis y predicaré a todo el mundo.”

“No solamente mi hijo saldrá de la droga sino que ganaré hasta sus amigos”

Nunca hables palabras que le den la idea a Satanás de que te está venciendo.

•  Tener mentalidad de compromiso.
¡Jugate por las cosas de Dios! Dios vomita a los grises, aborrece a los tibios: Por cuanto no eres frío ni caliente te vomitaré, dice en Apocalipsis.

Dios ama a la gente comprometida que se juega.

Admirá a aquel que se juega por una idea, aunque no la compartas.

Martin Luther King decía: “Si estás barriendo las calles deberías hacerlo igual como pintaba Miguel Ángel, componía Beethoven o escribía Shakespeare. Deberías limpiarlas de tal manera que los moradores del cielo y de la tierra se parasen y dijeran: “Acá vivió un barrendero que hizo bien su trabajo”.

Jugate por lo que hacés, comprometete por el Señor con todo tu corazón y el favor de Dios se activará. Llená tu agenda de actividades divinas, de experiencias con Dios.

Activando tu posición atraerás tu posesión.

•  Cancelar toda burla sobre mí.
Elías se fue al cielo y le dejó a Eliseo una capa de piel de oveja, que era el manto que simbolizaba la presencia del Espíritu Santo.
Cuando Eliseo llegó a Betel salieron cuarenta y dos hombres (según el vocablo que se utiliza tenían entre treinta y cuarenta años) que empezaron a burlarse, le decían: “Subí pelado”. Y Eliseo los maldijo .

La palabra maldecir quiere decir “cancelar, rechazar”. Esto significa que debemos rechazar todas las palabras de burla que nos dijeron porque nos limitaron.

Maldecir es “hacer chiquito”, por eso debes hacer chiquito todo lo que te empequeñece, lo que te menosprecia (dar menos precio). No pienses más que tu mamá te dijo que “no podías…” Cancelá esas palabras.

Eliseo los miró a los ojos y les dijo: “Yo cancelo esa burla, la seco” (no maldijo a las personas sino a sus palabras); es una guerra de palabras.
Deshacé toda palabra de burla y que no entre a tu mente ni a tu espíritu: cuando tu ex marido te dijo: “Nadie te va a querer como yo”; cuando tu madre te dijo: “No servís para nada”; cuando se rieron de vos.

Los cristianos tenemos el mandato de Dios de bendecir a la gente, entonces debemos secar todas las palabras que nos maldicen y, no solamente que no nos llegarán sino que, volverán al que las envió.

Se ha comprobado que un suicida tiene guardadas en su corazón las palabras de alguien que le deseó la muerte.
La Biblia nos enseña que el poder de la vida y de la muerte está en las palabras y debemos cancelar todas las negativas.

Se avergonzaran y turbarán mis enemigos y serán avergonzados de repente los que buscan mi vida para destruirla, decía David.
¿Por qué dice que eran “cuarenta y dos” los que salieron ante Eliseo? Porque era un plan.

Betel era una ciudad pagana donde reinaba la brujería, los cuarenta y dos se juntaron para destruirlo pero al cancelar Eliseo sus palabras, aparecieron dos osos y quedaron deshechos (que era lo que ellos pretendían hacer con Eliseo). Eliseo no les deseó la muerte, sólo canceló la palabra de maldición.

Enseñanza:
Todo plan articulado en nuestra contra por los que se han conectado en el mundo espiritual para destruirnos (conociéndonos o no) serán desechos por el poder de Dios.
Amán hizo una soga para matar a Mardoqueo, un hombre de Dios, y con la misma soga lo ahorcaron a él.

Condenarás toda lengua que se levante en tu contra y toda arma forjada contra ti no prosperará.

Todos los planes que hizo la gente que te odia planificando tu mal, se desharán por el poder de Dios.

Eliseo tenía claro que al maldecirlo, denigraban a Dios.
Cuando Jesús se le presentó a Pablo le dijo: ¿ Por qué me persigues ? (No le dijo por qué persigues a los cristianos)

Todo ataque en tu contra se lo hacen a Dios.

Por eso, si alguien te bendice, el Padre dirá: “También me bendijo a mí, entonces lo bendeciré.”
Me preguntaba ¿por qué fueron dos osos los que salieron? Y el Espíritu me reveló: “Porque fueron dos las maldiciones que recibió Eliseo, le dijeron:

-“Sube”. Fue una burla refiriéndose a que subiera al cielo como Elías.
-“Pelado”.Una expresión que se utilizaba para definir a los leprosos. O sea que ambas burlas fueron dirigidas a dos generaciones de profetas: Elías y Eliseo.

Al cancelar las palabras de maldición entonces salieron los osos y los mataron, porque no aparecieron sólo para burlarse sino que tenían un plan macabro detrás.
Había una condena de muerte sobre nuestra vida y alguien la canceló, Jesús dio su vida en la cruz para que el diablo no tenga poder de muerte sobre nosotros. Todo el que está en contra nuestro, está en contra Dios.
Ananías y Zafira vendieron una casa y, en vez de quedarse con el dinero llevaron una ofrenda al templo pero mintieron. Pedro les dijo: ¿Por qué le mintieron al Espíritu Santo? Y al ser descubiertos tuvieron un infarto y se murieron.

En otra oportunidad Pablo caminaba evangelizando Asia y fue al alcalde, quien estaba asesorado por un brujo que le decía: “No lo escuchés”. Pablo lo miró y le dijo: “Hijo del diablo te vas a quedar ciego de toda maldad”, y se quedó ciego por tres días.

En la ciudad de Betel, Jacob había visto a Dios pero luego, esa ciudad, se corrompió. Eliseo fue allí con un propósito de Dios.

El lugar en el que Dios te ha colocado, no es para darte trabajo (esa es la excusa), es para que seas luz y cumplas Su sueño.

Eliseo habló en Betel y volvió al monte Carmelo para descansar. Dios siempre te dará descanso después de una burla y de un ataque.

En lugares de delicados pastos te hará descansar.

No habrá palabra que nos frene porque somos los favoritos de Dios y “porque sí”, porque Jesús lo quiso así en su amor.

En el Antiguo Testamento, cuando una persona pecaba se sacrificaba un animal en ofrenda a Dios; éste era un mandamiento establecido por la ley: “sin derramamiento de sangre no había perdón de pecados.”

Cuando la familia era la que pecaba también se mataba un animal; y una vez por año, se mataba un animal por toda la nación. Esto fue hasta que apareció Jesús quien murió por todos, para que “ Todo el que en Él crea esté favorecido y bendecido “porque sí”, “porque Él es bueno”.

El favor no solamente nos abre las puertas, hace el milagro y hace un imán para atraer lo bueno sino que nos sostiene en los peores momentos de la vida y nos alegra en los mejores.
Nos pasaron cosas tristes y lindas, adoremos a Dios con las manos al cielo, porque Dios ha sido bueno y su gracia, su amor y misericordia nos han sostenido.
Todo lo triste y lindo que nos pasó es motivo para dar las gracias por habernos sostenido en las buenas y en las malas.

Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.

Hay motivo para que le cantemos al Padre.

Cuando el ángel se le apareció a María le dijo:
Bendecida (eso es posesión)
Y muy favorecida , (eso es posición).

Por Bernardo Stamateas

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