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BERNARDO STAMATEAS: PUERTAS ABIERTAS
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Respuesta  Mensaje 1 de 2 en el tema 
De: Alondra bat Yeshúa  (Mensaje original) Enviado: 18/11/2009 01:08

PUERTAS ABIERTAS

Por Bernardo Stamateas                                                     

2 Reyes 7: 1-2,  20;  Isaías 60: 11-14

En la iglesia enseñaron una pésima costumbre que decía: “Voy a la reunión, escucho el mensaje, me emociono un poquito, me voy y viviré sobre lo que recuerde”.
Era la manera tradicional de sobrevivir, “recordar durante la semana el mensaje del domingo”.
En las iglesias de avivamiento necesitaremos escuchar varias veces, tomar apuntes, releer, para aprovechar al máximo y capturar lo que quiere decir la Palabra de Dios.

2 Reyes 7 habla de que la situación de hambre por la que estaban atravesando era tan grande que se comían entre ellos; la desesperación llevó a dos mujeres a ponerse de acuerdo y comer a sus hijos.

El hambre trae locura; la pobreza, enfermedades y miseria espiritual.

Un día comieron al hijo de una y, al siguiente -cuando quisieron comer al de la otra- la mujer desapareció.
El rey estaba decepcionado por tanta miseria y declaró que debían matar a Eliseo (aunque no tuviera nada que ver).
Cuando fueron a buscarlo, Eliseo dijo: “Así dice el Señor, mañana a estas horas todo estará normal”.
El mensajero del rey escuchó esa palabra poderosa y se burló diciendo: “Ni Dios podrá salvarnos”.
Y el profeta respondió: “Lo verás, pero no lo disfrutarás”.

Cuatro leprosos muertos de hambre fueron al campo del enemigo, y lo encontraron vacío porque el ejército había huido. Dios, durante la noche, les hizo escuchar ruidos de caballos, de ejército y por eso asustados huyeron.
Había oro, comida, todo tirado. Los leprosos comieron y lo comunicaron al rey quien mandó cinco espías. 
El rey dijo a su mensajero que se parara en la puerta y, mientras el pueblo entraba desesperado de hambre, lo atropellaron y se murió, cumpliéndose las palabras de Eliseo.

Hay varios mecanismos sicológicos, emocionales, mentales, que bloquean la fe.

Por ejemplo: ¿Por qué el ayudante del rey no le creyó al profeta si sólo tenía que esperar hasta el otro día? ¿Por qué le costaba creer?
Por bloqueos interiores que no permiten creer.

Mecanismos que bloquean la fe:

1-No valoramos lo logrado sin esfuerzo.

Dios no nos puede dar cosas grandes porque lo que no nos costó esfuerzo, no lo valoramos.
Por ejemplo: si comprar ropa no te costó, no la cuidás; pero si comprar una casa costó treinta años de sacrificio y trabajo, la vas a amar con todo tu corazón.

Todo lo que es fácil de conseguir no lo valoramos.
Fe hace que las cosas vengan fácil a tu vida.

Las cosas que Dios nos da fácilmente no las valoraremos. Por ejemplo: la iglesia donde estás o el coche que vino fácil. Por eso,
Dios no puede activar la fe (que hace que las cosas lleguen fáciles) y darnos más bendición.

Cuando aprendas a valorar lo fácil,
Dios te lo dará.

 

2-Mis éxitos por mí, mis errores por otro.

Son mecanismos sicológicos que bloquean interiormente.
Por ejemplo, cuando íbamos al colegio y nos iba bien decíamos: “Aprobé”; en cambio cuando nos iba mal: “Me bocharon”; “Me pusieron esa nota”.
Hay un mecanismo sicológico que hace atribuirnos los éxitos y echar la culpa de los errores a causas externas.
Por eso muchos no pueden crecer, en vez de asumir sus errores y ver dónde estaba la equivocación para mejorar, siempre se lo atribuyen a otros.

3-Conductas contradictorias.

En sicología se llama “efecto baba”, bloquean la bendición de Dios.
“Lamer hacia arriba, patear hacia abajo”: uso amabilidad, cortesía con los que están sobre mí; en cambio, agresión, maltrato, abuso emocional, con los de abajo.
Dios no te bendecirá con conductas contradictorias.

4-Tendencia hacia lo negativo.

Nos impide liberar fe.
De diez personas que te saludaron con alegría, una contestó mal, te acordarás todo el día de esa; al llegar a tu casa hablarás de que “te saludó mal”; en la cama pensarás en eso solamente.
Tenemos tendencia a lo malo siempre.

La persona que imagina hacia lo mejor
 bloquea su fe,  y el que nivela hacia lo más bajo,  la potencia.

Por ejemplo, si llueve y pensás que si hubiera salido el sol saldrías a caminar, bloqueas tu fe; pero si nivelas para abajo y decís: “Gracias Señor que tengo un techo, hay otros que se están mojando”, entonces potencias tu fe.

Nivelá para abajo, porque si nivelas para arriba siempre estarás insatisfecho.

Los que siempre nivelan para arriba dicen: “¡Ay! Si hubiese logrado...”; “¡Ay! Si yo tendría...”

Da gracias por lo que tenés,
y Dios te dará lo que querés.

Gratitud es la puerta para traer un milagro del mundo espiritual y poseer lo que te falta.

Dios no concede peticiones a los insatisfechos sino a los que dicen: “En pobreza o en riqueza, en todo y por todo he sido enseñado, todo lo puedo en Cristo que me fortalece”.
Te habilita para obtener mayor bendición.

5-Valorar el golpe y no a la flor.

Este mecanismo dice: “Voy a valorar más al que me lastima que al que me trata bien”.

Una vez fuimos a predicar a un país donde preguntaron qué necesitábamos y  pedimos una cama donde poder dormir, solamente. Ministramos en todas las reuniones y hasta cualquier hora.
Otro pastor invitado exigió que lo fueran a buscar al aeropuerto en limusina, un hotel seis estrellas, chofer, vigilancia, en su habitación debía haber rosas; predicó y se fue.

Esta experiencia nos dejó una enseñanza:

La gente que maltrata llama la atención.
Cuando alguien es maltratado busca agradar al que lo maltrata y es porque se activó un sentimiento de rechazo que no está sanado.

Hay gente que valora más a los que maltratan y por eso permanece en esos lugares donde lo tratan mal.

Aléjate de los que te lastiman, valorá a los que bendicen y entraras en grandes niveles de fe.

Revelación:
“Mañana a estas horas todo volverá a la normalidad en tu vida, Dios estará trabajando, y cuando vuelvas a tu campamento habrá abundancia; tu enemigo

se habrá ido y la paz del Señor reinará en tu casa.
Gente inesperada te dará la noticia que Dios  trabajó a tu favor. Soltá fe.

Siempre habrá puertas abiertas.

I- Las puertas son las oportunidades de parte de Dios.

En la Biblia hay:
-Puertas de madera, son las que hay que sostener para que no se caigan; son las oportunidades minúsculas.
-Puertas de bronce, son más difíciles de capturar.
-Puertas de hierro.
-Puertas dobles. En el antiguo Testamento, muchas veces cuando se entraba a una ciudad había que atravesar dos puertas porque había muro rodeando. Se entraba por una puerta, se caminaba un trecho largo por el muro y por la segunda puerta.

Se nos presentarán cosas grandes y tendremos que derribar dos puertas.

Sean de madera, de bronce, de hierro o doble puerta, Dios las despedazará en Su nombre y  tendremos las puertas abiertas para la bendición que nadie podrá cerrar.

Isaías 60 dice: “Abriré una puerta día y noche”

Debemos estar en las puertas, o sea en las oportunidades.

-Rut se casó con Booz en una puerta.
-Mardoqueo quería llamar la atención del rey y se paraba en la puerta para que lo vea.
-Jeremías, le dijo el Señor: “Ven y ponte a la puerta de los hijos del pueblo por la cual entran y salen los reyes”.
-Pedro y Juan levantaron un paralítico de cuarenta años en una puerta.

 

II- Cuando las puertas se abran:

1- Encontrarás enemigos.

Los enemigos indican que hay puertas abiertas, oportunidades de Dios. 
No te concentres en los enemigos; puertas abiertas y enemigos vienen de la mano.

1 Corintios 16: 9 “Se me ha abierto una puerta grande y eficaz y muchos son los adversarios”.

Un cuchillo me puede lastimar si lo tomo por el filo.
Dios deja a los enemigos para que aprendas a tratarlos (tomarlos por el mango), y nadie más podrá lastimar tu corazón.

2- Vendrán reyes.

Isaías 60: “... y serán traídas las riquezas y los reyes vendrán a tu mano”.

Por las puertas vendrá gente clave, que te bendecirá, dará paz, prosperará.
Quédate parado en las oportunidades y si crees, lo verás y disfrutarás.

3- Vendrán riquezas.

Las puertas están abiertas, vendrán finanzas de día y de noche, de manera inoportuna, extraña, envasada.

Isaías 48:17 “Es Dios quien me enseña lo que me conviene”.

Conviene, en el hebreo significa: “ganar”.
Dios me enseña a tener ganancias.

2 Corintios 2:12 “cuando llegué a Troas para predicar, se me abrió una puerta grande, pero no tuve reposo en mi espíritu”.

La puerta estaba abierta pero Pablo estaba intranquilo porque Tito no estaba con él.
Si Dios abre una puerta no es para ser egoísta y entrar solo sino para compartir.

Soy una puerta para otros.
Si quiero ser bendecido, debo ser de bendición.

Cuando David recuperó el Arca de la presencia de Dios, el coro estaba en la puerta, ellos eran la puerta.
David  danzaba y cantaba: “Alzad o puerta vuestras cabezas, y alzaos vosotras puertas eternas y entrará  el rey de gloria”.
El pueblo gritaba: ¿Quién es ese rey de gloria?
Respondía David: “Jehová el fuerte y valiente, Jehová es el rey de la gloria”. Salmo 24.

 

III- Debo pararme en las puertas y confesar.

Deuteronomio 11:20 “Las palabras que Dios te dice, tienes que hablarlas en las puertas de las ciudades y en las puertas de tu casa”.

La puerta es un símbolo.

Parate delante de cada oportunidad (en tu trabajo, una amistad nueva, lo que fuese) y hablá la Palabra del Señor: “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece”.”Donde está el espíritu de Dios hay libertad”, “Soy libre de miedo, de inseguridad y del diablo” “Por las llagas de Jesucristo he sido sanado y lo confieso en el nombre del Señor”.

El que confiesa, posee; el que declara, obtiene, porque Dios honra Su palabra que dice: “Cuando te pares en las oportunidades habla mi palabra y la cumpliré”.

Veré mis problemas desde la óptica espiritual; a veces son tontos y nos preocupamos por simplezas.

Ver desde la óptica espiritual es creer que cada problema trae una recompensa que recibe quien lo resuelve.

José le resolvió el problema a faraón y se quedó con el gobierno;
Daniel resolvió un problema al rey al interpretarle un sueño extraño y se quedó con tres gobiernos.
Cuando resuelvas tu problema desde la óptica espiritual, gózate porque hay un botín para vos.

IV. Todas las puertas están abiertas para mí.

Es hora que dejemos de estudiar al diablo y traer la cabeza de Goliat para festejar en el nombre del Señor.
Basta de estudiar los dones del Espíritu, es hora que sean practicados.

Viene un tiempo de grandes logros, no de las grandes palabras.
Ajustá tus manos porque tendrás la cabeza de Goliat y la recompensa de los problemas que hayas resuelto en el Nombre del Señor.

Apocalipsis 3:8 “Yo conozco tus obras mira que delante de ti he dejado una puerta abierta que nadie podrá cerrar”.

La puerta de tus sueños nadie la podrá cerrar.
¡Prepárate! Recibirás por la puerta a reyes, riquezas, ganancias y nadie podrá cerrarla.
Comerás y disfrutarás, mañana a esta hora todo estará normal.
Vendrán leprosos, gente sin valor, desconocida a traerte buenas noticias; y cuando vayas al campo de tus enemigos, habrán huido y su botín te pertenecerá y lo traerás al pueblo.
No te quedes parado en la puerta sin fe,
porque esos son atropellados por los que corren para tomar lo que Dios les prometió.
Ya está hecho en el Nombre de Jesús.



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De: Alondra bat Yeshúa Enviado: 18/11/2009 01:09

Puertas Abiertas 2 parte

Por Bernardo Stamateas                                                

Cuando el profeta recibía revelación de Dios lo comunicaba de inmediato al rey.
El rey del ejército enemigo estaba muy intranquilo porque descubrían dónde atacarían y pensó que había un espía entre ellos. Alguien le dijo que era al profeta Eliseo Dios le revelaba todo.
El rey intrigado armó un equipo de carros y ejército para capturarlo, y así rodearon la casa de Eliseo esperando hasta el amanecer.
Guiezi, el siervo de Eliseo, estaba asustado porque eran muchos los que venían en su contra, y Eliseo le dijo: “Tranquilo porque son más los que están con nosotros que los que en nuestra contra”.
Y pidió a Dios que le abriera los ojos para que viera con el espíritu.
Los que estamos con Cristo somos siempre mayoría.

Mecanismos que bloquean la fe:

  1. Búsqueda de sentido.

 

Todos los humanos queremos encontrar sentido a la conducta del otro.
Pensamos: “¿Por qué no me saludó?”
“¿Por qué no me llamó?”;
“¿Por qué entregué el curriculum y no me lo devolvieron?”; “¿Por qué me trató mal?”.

Tenemos la tendencia a encontrar el por qué de la conducta del otro y muchas veces nos equivocamos.
A los hombres, especialmente, les cuesta ir a la fuente para preguntar: “Por qué hizo determinada cosa”.
Así interpretamos o adivinamos y eso nos separa de los demás porque erramos.

  1. Vemos a través del ánimo.

 

Depende del ánimo que tengamos será lo que veamos y con quien nos conectemos.
Si estoy mal, veré todo mal; si estoy pasando por un momento de dolor y me presentan a alguien, lo asociaré a mi dolor.

Si algo nos cae mal o alguien nos molestó,  debemos analizar qué nos pasa, porque muchas veces no es la persona sino el ánimo con que vamos a ellos.

David decía: “Entrad por las puertas del templo con acción de gracias”.
Cuando busques a Dios que sea con ánimo positivo, porque si vas negativamente hasta Dios te molestará.

  1. Nos fijamos en lo negativo.

 

Si de miles de personas amables sólo una está mal, la mirada automáticamente ira hacia allí.
Cuando alguien te maltrata, y si tu estima no es buena,  se va a activar el deseo de buscar el reconocimiento de esa persona y querrás agradarle. Este principio sicológico es utilizado por los manipuladores.

Hay gente que asiste a iglesias donde son
maltratados y permanecen allí porque no tienen bien su estima.

Una buena estima hace que ames a los que te bendicen e ignores a los que maldicen y
Dios está sanando la autoestima de su pueblo.

Las puertas son oportunidades.

Hay oportunidades  rápidas de tomar, otras más difíciles y otras de doble puerta.
En la antigüedad había ciudades rodeadas por un muro y para conquistarlas debían atravesar dos puertas.
Así hay oportunidades que tienen “doble puerta” y no importa si son de madera, de hierro o bronce, la Biblia promete que Dios las abrirá todas para sus hijos.

Si ayudaste a otros, el mismo Dios te ayudará en los momentos difíciles.
Si bendijiste a otros es la garantía que, en las dificultades, Dios te respaldará.
Cuando vino el ejército el profeta le dijo: “Tranquilo, son más los que están con nosotros”.
Dios siempre suma a más:
-Si hay pobreza, habrá más riquezas;
-Si hay miseria, habrá más bendición;
-Si hay lucha, habrá más fuerza,

Eliseo no dijo: “Ejército de ángeles, ataquen”, sino debían saber que Dios siempre está acompañando a los suyos.
El profeta dijo: “Ceguera” y todos quedaron ciegos, fueron llevados de la mano y cuando Eliseo les ordenó ver, se vieron rodeados por el ejército de Israel que les dio de comer y los mandó a su casa.
Nunca más los atacaron.

Dios te esconderá de la gente en la palma de su mano, tus enemigos no te encontrarán y te hará visible cuando  Él quiera.

 

- En la puerta están mis enemigos,  para:

Dejarme ayudar.

Hechos 9:23 “Se pusieron de acuerdo para hacer desaparecer a Pablo, él se enteró y día y noche sus enemigos vigilaron las puertas con el fin de eliminarlo, pero los discípulos se lo llevaron de noche y lo bajaron en un canasto por la abertura del muro”.
Los enemigos vigilaban las puertas para que Pablo no pasara por esa oportunidad.
Dios dejará a tus enemigos para que busques ayuda y cuentes lo que te pasa.
Pablo era independiente, un asesino, pero se dejó sacar por sus discípulos.

Aprender a resolver mis problemas de una nueva manera.

Pablo perseguía a cristianos, ya no podía resolver los problemas  de igual manera, por eso confió en los demás.

Antes te emborrachabas, ya no podes hacer lo mismo;
Antes salías con cuanta mujer se te cruzaba, ahora no podés hacerlo;
Antes llegabas a tu casa y le pegabas a tu esposa, golpeabas la pared, maltratabas a tus hijos, pero ahora resolverás los problemas de una nueva manera en Cristo,
El Dios que te llamó te acompañará para que tus enemigos no te lastimen.

Ignorá a tus enemigos; porque todo lo que quieras que se muera en tu vida tenés que dejar de alimentarlo.

- En la puerta será roto el gran candado de inseguridad.

Hay hombres que son legalistas por inseguros; padres que descalifican a sus hijos, los maltratan, condenan, juzgan, por inseguridad.

Cuanto más inseguro, más rígido

El inseguro dirá: “Estás equivocado, no es como pensás, esto es así y punto”.
El seguro dirá: “¿Vos pensás así? Qué interesante, lo voy a pensar”.

La inseguridad hace tratar mal a los demás, por eso Dios la romperá antes de recibir la bendición que entrará por esa puerta.

Los estereotipos culturales (la mujer llora, el hombre se enoja; la mujer juega con muñecas, el varón es el macho), nacen de inseguridad.
Hay gente que no puede relacionarse con otros, los pone arriba o debajo pero nunca a su lado, por inseguridad.

La inseguridad te ata a los demás.

Jacob tuvo muchos hijos, pero sólo a José -el último- le regaló una túnica de colores pensando que lo cuidaría en su vejez.
¿Por qué no le regaló una túnica a cada hijos? Por inseguridad.

Dios sacó a José de al lado de Jacob porque no lo dejaría cumplir el propósito para el cual lo había llamado.

Abraham no dudó en entregar a su hijo, pero Jacob no pudo hacerlo por inseguridad.

Cuando los hermanos vieron que su padre le dio una túnica de colores y un trato preferencial, les dio mucha envidia, lo tiraron a un pozo y lo vendieron, por inseguridad.

Queridos papás, nuestros hijos no son para nosotros sino para que cumplan el sueño de Dios. Los ha puesto en nuestras manos para que los formemos, les impartamos las cosas de Dios y los soltemos para que gobiernen la tierra en lo que fueron llamados.

Dios va a restaurar la seguridad en los hombres de Dios.

Las oportunidades vendrán en envases extraños para que no poner nombre a la provisión.

Jacob dijo: “José es mi provisión”, entonces Dios se lo sacó.
Si decís: “Mi provisión es mi trabajo”, “Mi provisión es mi amigo”, lo perderás, porque la provisión no es tu amigo, tu fe ni tu trabajo, sólo es Dios.
Cuando lo entiendas la gente vendrá del norte, del sur, del este y del oeste a poner en tus manos lo que Dios preparó.

Por las puertas abiertas serán traídas las riquezas de las naciones.

Desfilarán los derrotados reyes; lo que no sirva será destruido.

Isaías 60: “Por las puertas abiertas la gloria vendrá a ti para embellecer mi casa”.

Tus oraciones embellecerán la iglesia, tu presencia embellecerá el lugar donde estás.

Todo vendrá por las puertas que Dios ya tiene abiertas para sus hijos.

Los que te desprecian se postrarán a tus pies, tus enemigos serán humillados en el nombre del Señor.

Dios ha abierto una puerta de día y de noche y nadie la podrá cerrar.

En la Biblia todo sucedía en una puerta:
Rut conoció a su marido en la puerta; Mardoqueo fue conocido por el rey porque estaba en la puerta.

Parate en la puerta de la oportunidad a la hora correcta, en el lugar correcto y con la actitud correcta y vendrá la bendición.

Yo soy una puerta para otros.

Cuando David traía el Arca de la presencia de Dios cantaban el salmo 24: “Alzad oh puertas vuestras cabezas y alzaos vosotros puertas eternas y entrará el rey de Gloria”. Y la gente que estaba en la puerta decía “Quién es ese rey de gloria”.
Respondía: “Jehová, el fuerte y valiente, es el rey de la gloria”.

Sos una puerta abierta por donde la gloria de Jehová entrará y se manifestará.

Primero precio, después amor.

Ponete precio porque vales. Si no te valoras no te amarán, porque primero es el precio y después el amor.
Vales para Dios porque sos una puerta eterna por donde entrará el rey de la gloria.

Sabiduría me hará orar menos.

Cuando entiendas que sos una puerta se encenderá la sabiduría y dejarás de orar el ochenta por ciento de las cosas que orabas y sabrás que a través tuyo, serán benditas todas las familias de la tierra.

La naturaleza del resucitado está dentro de mí.

Dos veces Jesús resucitado pasó por las puertas cerradas para demostrar que no  hay puertas cerradas para Dios y esa naturaleza, en lo espiritual, está en sus hijos.
“He visto tu poca fuerza y tu fidelidad y he abierto una puerta delante de ti que nunca más nadie podrá cerrar”.

Tengo que ser libre del dolor para ser una puerta abierta y bendecir a los demás.

Pasaron los años, viene pobreza a Israel y los hermanos de José van a buscar comida a Egipto.
José llora seis veces al ver a su familia pero, cuando se da a conocer, les dijo:
-“Este llanto derramado no es de dolor sino la señal de que el dolor se ha ido. Tuve dos hijos, uno se llama “Dios me ha hecho olvidar” (porque Dios me ha hecho olvidar todo lo que me hicieron)”.

Las oportunidades nos tienen que encontrar libres de dolor, resentimiento, del pasado,  para poder capturarlas.

 

Tenemos que renunciar al candado del diablo: quebrar la inseguridad, las viejas maneras de resolver las cosas, el machismo, los estereotipos, el apego.
Seremos libres para ser quienes somos y seremos una puerta por donde la gloria del Señor entre y la gente diga:
 “Quien es ese rey de gloria que sale de tu vida”.
Y vean que Jehová es el rey que nos ha abierto una puerta, porque hemos sido hecho puerta.
¡Abre tus ojos! El ejército que te rodea siempre estuvo; pelea la buena batalla de la fe. Dios está contigo.

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