El poder de las experiencias positivas

Bernardo Stamateas

Números 13; 25: “Al cabo de cuarenta días los doce hombre regresaron de explorar aquella tierra. Volvieron a Cades, en el desierto de Parán, que era donde estaban Moisés, Aarón y toda la comunidad israelita y les presentaron a todos ellos un informe, y les mostraron los frutos de esa tierra. Éste fue el informe: ‘Fuimos al país al que nos enviaste, ¡y por cierto que allí abundan la leche y la miel! Aquí pueden verse sus frutos. Pero el pueblo que habita allí es poderoso, y sus ciudades son enormes y están fortificadas. Hasta vimos anaquitas allí. Los amalecitas habitan el Néguev; los hititas, jebuseos y amorreos viven en la montaña, y los cananeos ocupan la zona costera y la ribera del río Jordán.’
Caleb hizo callar al pueblo ante Moisés, y dijo: ‘subamos a conquistar esa tierra. Estoy seguro de que podremos hacerlo.’
Pero los que habían ido con él respondieron: ‘no podremos combatir contra esa gente ¡Son más fuertes que nosotros!’ y comenzaron a esparcir entre los israelitas falsos rumores acerca de  la tierra que habían explorado. Decían: ‘La tierra que hemos explorado se traga a sus habitantes, y los hombres que allí vimos son enormes. ¡Hasta vimos anaquitas! Comparados con ellos parecíamos langostas, y así nos veían ellos a nosotros.’”

Cuando Dios le dijo al pueblo de Israel que exploraran la tierra prometida, doce príncipes se encargaron de ello y al regresar 10 de ellos dijeron que no podrían tomar esa tierra porque había gigantes; pero 2 de ellos dijeron lo contrario.

Dice el relato bíblico que esos 10 príncipes sembraron palabras negativas, y todos los israelitas se enojaron tanto que quisieron matar a Josué y a Caleb, que eran quienes decían que podrían hacerlo.
Dice la Biblia que lo que hagamos con los hombres, Dios lo hará con nosotros.

1. Si lleno, me lleno

Cada vez que yo lleno la vida de otro, Dios llena mi vida.

Cada vez que doy una palabra de bendición, Dios me llena de esa misma palabra a mí.
Si yo felicito, Dios me felicita.

Voy a estar lleno cuando llene a otros.
Yo puedo llenar con palabras positivas.
Si sembré a 15 personas, recibo por 15 de parte de Dios.

Mi ensanchamiento depende de la cantidad de gente a la que yo le siembre palabras de bendición.
La gente que no tiene es gente que no da.
No solamente Dios me llena, sino que la gente a la que bendigo termina bendiciéndome.

Leí el libro de Keith Ferrazzi, en el que cuenta que investigó a la gente exitosa.

En un principio creyó que la gente exitosa tenía estudios secundarios, pero vio gente que no tenía estudios y sin embargo era exitosa.

Eso fue lo que lo llevó a pensar que la gente exitosa era gente de dinero; hasta que vio gente que era exitosa sin tener dinero.

Esto lo hizo concluir en que la gente exitosa es la que sabe tener relaciones exitosas con los demás.

Keith Ferrazi dice que la gente se conecta cuando se concentra en hacer algo para ayudar a los demás.

Cuenta el libro que un hombre quería tener su propio negocio y, como todavía no tenía clientes, alguien le dijo que debería empezar a buscar en ese momento los clientes, ayudando a la gente de diferentes formas, para que cuando inaugure su negocio, la gente quiera bendecirlo, porque lo que uno siembra, cosecha.

Este hombre, que no es cristiano, dice:
Si querés hacer conexiones de oro tenés que ayudar a la gente a alcanzar su sueño.
Eso es un principio bíblico que dice, que si sembramos palabras de bendición Dios nos dará pero la gente también lo hará.

Jesús dijo: ‘Dad y se os dará medida apretada, remecida y rebosante darán en vuestro regazo.’

Josué y Caleb dijeron ante dos millones de personas que podían, y Dios les puso 2 millones de ‘podemos’ dentro; porque cuando uno llena, Dios lo llena.
Tenés que felicitar, reconocer, motivar, abrazar, etc.

1. Si yo vacío, Dios me vacía.

Cada vez que yo critico, descalifico, maltrato, me meto en la vida de otros, cada vez que juzgo y cuestiono, me vacío.

Cada vez que quito del otro, Dios me quita a mí.

Estos 10 que dijeron que no se podía, se vaciaron, quitaron la fe y Dios les quitó el privilegio de entrar en la tierra.

Tenés que aprender a llenar, porque cuando llenás Dios te llena.

Dios te va a conectar con gente que te va a llenar de palabras de fe y bendición. Uno podrá mil y dos podrán a diez mil.

Hay gente que querrá vaciar tu balde. No dejes que te roben las palabras de Dios. Lo que te sostiene es la palabra de Dios de que vas a poder lograrlo. No dejes que te vacíen.
Cancelá todas las descalificaciones riéndote.

1. No voy a dejar que nadie me robe, porque en Dios siempre hay otra oportunidad.

Movete por lo que Dios te ha prometido.

Si estuviéramos en el Titanic, sabiendo lo que pasó; estaríamos buscando botes, avisando a la gente.
Si yo sé lo que pasó y vuelvo atrás, voy a prepararme porque sé lo que viene.

Lo que pasó ya fue, pero Dios nos ha garantizado que nuestro futuro será de gloria; nada nos separará del amor del Padre.

Preparate para el futuro que viene porque Dios ya te lo reveló; todo lo que hagas te saldrá bien. Dios nos dijo que caerán miles, pero nosotros seremos liberados de las garras del león.

Cuando llegaron y Josué y Caleb dijeron que podían entrar a la tierra, quisieron apedrearlos y fueron ellos los que no entraron a la tierra.

Pasaron 40 años, Josué y Caleb tuvieron una nueva oportunidad y entraron nuevamente.

Dios te va a dar una segunda oportunidad y luego una tercera.
En Dios el tren no pasa una sola vez en la vida, el tren pasa siempre.

George Foreman había ganado todas las peleas por knock-out en el tercer round. Cuando peleó con Muhammad Ali éste levantó las manos y soportó 7 round sin pelear. Foreman le pegó durante 7 round hasta que se cansó. Luego Muhammad Alí lo knockeó. Él aguantó.

El diablo está cansado y el golpe final será nuestro.
No dejes que nadie te robe palabras de fe.

1. Fijá tus emociones en lo positivo.

Concentrate siempre en lo positivo.

Dicen los investigadores que tenemos 20 mil situaciones por día. Algunas duran segundos, y si las calibro a lo positivo, lo positivo me va a levantar.

Tenés que ser más positivo.
Un psicólogo americano estudió 700 parejas y las filmó durante 15 minutos en un diálogo.
Analizó cuánta negatividad había en el diálogo y descubrió que las parejas que hablaban 5 palabras negativas por una positiva se iban a divorciar.

Cuando te volvés negativo tu pareja se pierde, pero cuando sos positivo, el sistema inmunológico se levanta y tenemos más rendimiento; generamos una atmósfera positiva.

1. Disfrutá y detenete en cada bendición

Hay que capturar cada momento.
Hay mucha gente que su mente va más lejos que el cuerpo.

Jesús dijo: ‘Cuando des una comida o cena no invites a tus amigos, ni a tus parientes, ni a tus vecinos ricos, no sea que ellos a su vez te inviten y seas recompensado; más bien cuando des un banquete invita a los pobres, a los inválidos, a los ciegos; entonces serás dichoso pues aunque ellos no tienen con qué recompensarte, serás recompensado en el reino de los cielos.’

Jesús lo dijo por varios sentidos, entre ellos, explicó que cuando vos invitás a alguien que conocés va a estar la obligación de devolverte la atención; mientras que si invitás a alguien que no tiene recursos para devolverte la invitación, vas a disfrutar lo que estás haciendo en ese momento, porque sabés que no hay futuro; no va a devolverte la invitación.

Tenés que hacer las cosas sin que haya futuro, para disfrutar lo que estás haciendo en el momento.
¡Disfrutá cada momento que Dios te regala!

1. Siempre vas a perder algo por algo más grande.

Toda decisión implica perder algo.
Siempre tenemos que perder algo para ganar algo mejor.
Tenemos que aprender a perder para ir por cosas más grandes.

No importa cuánto logramos, sino cuánto renunciamos para ganar eso.

Desarrollá una actitud positiva; tenés que estar lleno de palabras de fe.
Fe quiere decir que espero lo mejor.
Donde hoy estás es el punto de partida para ir por más
.
Tres veces Pedro negó al Señor; pero 3 mil ganó la primera vez que predicó, y a la segunda 5 mil, porque fue en aumento. Tenés que tener mente de ascenso.

Josué y Caleb sabían que estaban cerca de lo mejor.

La Biblia dice que nosotros somos cartas escritas por Dios. Una carta es un mensaje.
La gente te lee lo que Dios escribió en vos, y Dios escribió sus sueños.

Cuando Otoniel vino a profetizarnos, leía lo que Dios había escrito.
Dios ha escrito cosas grandes en tu vida que la gente va a leer aunque no les guste. Dios ha escrito su propósito en tu vida.

Brian Nichols, criminal de Atlanta, mató al juez que lo había condenado, a un policía, y a otras personas, y a las 2 de la mañana entró a la casa de una viuda en Estados Unidos para decirle que iba a matarla. La mujer estaba leyendo “Una vida con propósito”, un libro de Rick Warren.

Ella le dijo a Brian Nichols que estaba leyendo la página 32 la cual decía que todos somos una carta donde Dios escribió su propósito a lo que el criminal preguntó cuál era su propósito y ella le dijo que ella tenía que salir con vida para contarle a todo el mundo lo que había sucedido.

Entonces él le preguntó ‘¿Cuál es mi propósito?’ Ella le dijo que su propósito era entregarse, pagar la condena, pedir perdón y contar que su propósito era reencontrarse con el amor de Dios. Él se entregó.

Dios ha escrito cosas buenas y aún cuando nos equivoquemos el sueño  está escrito en el corazón.

Cuando llegaron a la tierra, la exploraron y trajeron un racimo de uva.
El racimo de uva simboliza, que lo primero que Dios hace es abrir tu apetito por cosas grandes de Él.
Dios te va a dar ganas, deseos, garra. Dios va a poner milagros extraordinarios para despertar tu hambre.

Cuando llegaron a la tierra vieron gigantes; los gigantes son el cartel de bienvenida a tu tierra prometida; todos los obstáculos te muestran que no te has muerto en el desierto.

Cuando Josué y Caleb entraron a la tierra miraron a su alrededor, una generación nueva los acompañaba.

Cuando mires a tu alrededor y veas gente que ya no está contigo porque ha quedado en el desierto es la hora de que tomes tu bendición. Cuando la gente que empezó a soñar con vos te dejó, es la hora que entres a la tierra prometida.

Josué y Caleb salieron con muchos, pero luego de 40 años miraron y ya no estaban con los mismos con los que habían salido. No llores por los que se quedaron en el camino, esa es la señal de que has triunfado y has alcanzado lo que Dios te ha prometido.

Cuando llegaron a la tierra, Josué y Caleb se acordaron: ‘no podemos’. Cada vez que llegues al lugar donde alguien te profetizó que era imposible, es porque estás por tomarlo en el nombre del Señor.

Cada vez que llegues a un lugar donde alguien te dijo que no lo lograrías, es porque ese lugar se te ha guardado para dártelo, para que Dios te introduzca en lo profundo del sueño y la bendición.

Tenés que saber que todo lo que la gente te vació, son las señales de que vas a lograrlo.

El diablo manda gente a vaciarte, pero vos y yo tenemos que llenarnos; empezá a bendecir, a sembrar.
Había en Josué y Caleb 2 millones de palabras, porque ellos sembraron 2 millones de ‘podemos’.

Si querés expandir tu espíritu, sembrá palabras de fe a los que más puedas; porque todo lo que siembres, Dios lo hará con vos.
Josué y Caleb tenían otro espíritu, porque cuando uno llena, Dios lo llena.

Juntate con gente que llene tu vida.
Cuando dos personas llenadoras se conectan, esas personas no son dos, sino que son multitudes.

El poder de la vida y la muerte están en las palabras de fe, no solamente palabras positivas, sino de las promesas de Dios.

Todo lo que soltamos vuelve multiplicado.

Dios caerá con poder sobre nosotros. Dios va a darte fe para que creas en todo lo que te dijeron que no se podía.
El Señor quiere que seamos libres, que estemos llenos de su espíritu.

Por Bernardo Stamateas

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