Aspectos de un ‘yo sano’.

La primera parte del ‘yo sano’ es la auto imagen.

Auto imagen es cómo me veo a mí; ¿me veo bien o me veo mal? ¿Me gusto cómo soy? ¿Me gusta cómo es mi cuerpo?

El segundo elemento es la auto valoración, que es cuánto yo valgo.
Una persona sana dice ‘yo valgo’ ‘soy importante’.

El tercer elemento de un ‘yo sano’ es la auto confianza, que es la capacidad de saber qué  puedo hacer y qué  no puedo hacer.
Hay personas que tienen su auto imagen sana, pero tienen una falla en su auto confianza o en su autocapacidad, no creen que puedan hacer determinadas cosas.

Autoconfianza

Una persona que tiene auto confianza, cree que puede hacer determinadas tareas, puede aprender a hacer nuevas tareas y puede aprender a corregir sus errores.

Cuando Pablo dice ‘todo lo puedo en Cristo’ lo que hace, es decir que su auto confianza, su auto eficacia, su capacidad de confiar en él está sana.

Hoy quiero hablarte de cómo sanar nuestra capacidad de saber que podemos alcanzar todos los desafíos que están en nuestro corazón.

Cuando una persona tiene su auto confianza fracturada, esa persona se vuelve torpe.  Hay gente que cuando se le presentan desafíos nuevos dicen: ‘yo no me animo’ es gente que no se deja enseñar, y cuando se les marca un error se enojan.

David pudo restaurar su capacidad para creer que él podía derribar a Goliat. Dios te ha dado la capacidad de derribar tu Goliat, a tu gigante.

David fue invisible a los ojos de su papá, fue rechazado.

Cuando el gran profeta fue a ungir al próximo rey, el papá de David le mostró a sus ocho hijos, y a David no lo llamó, porque para él David era invisible. El profeta preguntó si había algún otro porque ese que faltaba era quien sería el próximo rey. Una vez que el profeta ungió a David, el papá lo envió nuevamente a cuidar las ovejas.

Cuando Goliat estaba enfrentando al pueblo de Israel, el papá le pidió a David que le llevara comida a sus hermanos que eran militares. David tuvo que atender a los hermanos que nunca lo quisieron.

Cuando David llegó, Goliat estaba gritando para que alguien fuera a pelear contra él.

Quienes estaban en el lugar, le dijeron a David que el rey había dicho que quien derrotara a Goliat iba a recibir como recompensa su hija, dinero, e iba a saldar sus impuestos. De pronto se acercó su hermano para tratarlo con desprecio, pero David no respondió a sus palabras y se acercó a Saúl.
 
Cuando David le dijo a Saúl que él podía pelear contra el gigante, Saúl le dijo que no, porque él era muy chico y Goliat era guerrero de toda la vida. Sin embargo como David insistió, Saúl hizo que se pusiera la armadura de soldado; pero yo me pregunto, ¿cómo iba a ponerle la armadura de soldado a un chico?

Ellos querían ver hasta dónde Goliat era capaz de destruir a un chico. En ellos brotó en ellos el morbo, porque si un chico se acerca a un rey para pedirle de pelear, el rey no va a dejar que lo haga. En cambio Saúl lo hizo ponerse su armadura.

David empezó a caminar, pero no podía con la armadura puesta, porque nunca había usado una. David fue expuesto a la descalificación del papá, de los hermanos, de la familia y hasta del rey.

David decidió pelear como estaba. Tomó su vara de pastor y cinco piedras.
David fue descalificado por Goliat, ya que cuando se paró delante él, éste se rió.

Para liberar todas las capacidades que Dios ha puesto dentro tuyo, debés cancelar todas las profecías que te descalificaron.

No vas a liberar el campeón que tenés dentro tuyo hasta que no aprendas a cancelar la descalificación de tus viejos, de tu jefe, la burla de tus amigos.

Hasta que no aprendas a cancelar todo lo que te dijeron: ‘no podés’ ‘no lo vas a lograr’ ‘eso es imposible para vos’ ‘no está a tu alcance’, no vas a poder soltar el poder de la fe que está dentro tuyo.

¿Cómo ser eficaces?

1. Para ser eficaz debo pelear solamente donde hay botín

Si no hay botín no pelees.  
Cuando David llegó preguntó cuál era el premio para quien venciera al gigante. Le dijeron que el rey iba a dar a su hija, dinero, e iba a saldar los impuestos. Esto hizo que David se motivara.

Tu motivación tiene que ser tu botín, porque si no hay recompensa no vale la pena pelear.

Tu motivación tiene que ser más grande que el miedo que vas a tener en la batalla, porque David tuvo miedo, pero la motivación fue más grande que el miedo que tenía.

Hay gente que pelea batallas que no tienen botín, que no tienen sentido; hay gente que se pelea en la calle, por el tránsito, por los autos; hay gente que pelea con la familia y no hay botín, hay gente que pelea por trabajos donde no hay botín.
Tu motivación tiene que ser tu recompensa, tu recompensa tiene que ser algo grande, porque sino cuando vengan las dificultades te vas a bajonear.

Cuando el hermano de David se le acercó para decirle que vaya a cuidar las ‘pocas ovejas’ David no le habló, no le explicó, no le dijo nada porque no había botín en ganarle la discusión al hermano.

Si vas a batallar tiene que haber una recompensa grande.

1. La gente eficaz sabe que las grandes oportunidades vienen sin aviso

La gente eficaz sabe que tiene que ser eficaz en cualquier momento.
David llevaba comida y volvió con la cabeza de Goliat.

David fue como mozo y volvió como rey.
David fue como anónimo y volvió como héroe nacional.

Dios te va a dar grandes oportunidades sin aviso previo, así que más vale que estés atento, porque no importa en lo natural lo que esté pasando, Dios te abrirá las puertas más grandes de toda tu vida.

Dios manda las grandes oportunidades sin aviso previo para que el ambiente no te contamine, porque David fue con la comida y llegó 40 días después de que Goliat haya empezado a gritar; a los que estaban en ese lugar, la atmósfera ya los había contaminado.

Dios te va a dar la gran oportunidad de golpe, para que cuando llegues no hayas sido contaminado por los demás y digas ‘si llegué acá, yo traeré la cabeza de Goliat en mi mano,’

Cuando Saúl le puso la armadura, David dijo ‘yo esto no lo practiqué’ pero él sí había practicado con sus piedras.

Tenés que saber que hay dos momentos en la vida del cristiano, cuando Dios te da la gran oportunidad y cuando Dios te está haciendo practicar.

Si hoy no tenés éxito es porque Dios te está entrenando para que cuando venga la oportunidad sin aviso previo, alcances tu éxito. La práctica te abre la puerta.

Cuando venga tu mañana vas a entender tu ayer, fuiste entrenado para matar osos pero mañana vas a tener la cabeza del gigante en tu mano.
Las grandes oportunidades no vienen con aviso, vienen en cualquier momento.

Tal vez mañana te manden el e-mail, te llamen; tal vez pasado te cruces con alguien en la calle y te diga ‘te estaba necesitando’ y vos tenés que haber practicado.

 ‘Todo lo que practiques en privado, Dios te lo va a hacer practicar en público’Tenés que practicar todo lo que sea necesario, porque batallas contra Goliat hay una sola; y más vale que te salga bien.

1. La gente eficaz antes de pelear ata con palabras

Antes de tirarle el cascote, David lo ató con palabras. Tenés que aprender a declarar fe, antes de iniciar algo.

David le dijo: ‘Yo vengo en el nombre de Jehová’ y Goliat le dijo: ‘te voy a cortar y voy a entregarte a las aves y a los animales del campo’, pero David le dijo: ‘y yo te voy a dar a los animales del campo, a las aves y al ejército’, porque cuando el diablo te suelte una palabra, vos tenés que soltar dos.

Cuando el diablo te diga ‘voy a sacarte a tus hijos’ vos decile ‘mis hijos van a prosperar y van a sacar a 100 jóvenes de la droga.’

Cuando el diablo te diga que te va a enfermar, decile que no solamente no te va a enfermar, sino que vas a caminar en victoria y todo lo que hagas va a salirte bien.

Cuando el diablo te tire una maldición vos tirale 500 bendiciones, eso se llama atar con la palabra.

Goliat maldijo, David declaró; Goliat gritó, David declaró; Goliat insultó, David declaró. Goliat era un volcán, David una montaña.

Si alguien te amenaza, si alguien te maldice, tirale  cinco bendiciones.
El diablo tiene que devolverte por siete, todo lo que te ha quitado.

David fue positivo cuando habló. Hablá positivo. Siempre la última palabra la tenés que tener vos; cuando alguien te diga que te despidió del trabajo decile que vas a conseguir uno cinco veces mejor, y que tu familia va a ser bendecida.
Vos tenés que cerrar el diálogo con el diablo.

Hay gente que se ha quedado con miedo, porque se quedaron atados a la última palabra que el enemigo les dijo, pero el pueblo de Dios es quien tiene la última palabra.

David le dijo a Saúl que él cuidaba de las ovejas de su padre y que cuando un oso o un león venían a atacar, el los reventaba con una piedra.

David sabía atar la boca de los enemigos; y cuando vos aprendés a atar la boca de tus enemigos que te maldicen, con una buena palabra de bendición sobre tu vida, estás listo para conquistar cualquier batalla. 

1. La gente eficaz es veloz

Cuando Goliat maldecía a David, David le respondía y a la última vez David corrió a la línea de batalla; no esperó que Goliat venga.

Si Dios te ha dado un sueño, una palabra qué esperás para moverte con velocidad.

No necesitás que nadie te confirme nada, Dios ya te entregó la cabeza de Goliat, movete con velocidad; tenés que matar la burocracia espiritual, tenés que matar la lentitud, tenés que quemar eso.
¡Movete hacia tu sueño!

Cuando David le dijo que quería pelear contra el gigante, Saúl le puso su armadura.

Saúl te quiere poner su armadura, la gente quiere ponerte cargas para que pelees contra tu Goliat, parece que te quieren proteger, pero te quieren ver muerto. Quieren llenarte de cargas, rituales religiosos, cargas de tradiciones, creencias aprendidas, cargas que no te dejan moverte.

David tenía mente abierta, se probó la armadura para ver si era mejor que lo que tenía, pero se dio cuenta que eso no le servía, porque con lo que él tenía ya sabía como iba a hacer.

Con la armadura, David era un soldado más; la gente te quiere estereotipar, agrupar, cuando alguien te pregunte ‘¿vos sos renovado?’ ‘¿vos sos conservador?’ ‘¿sos zurdo?’ ‘¿sos de derecha?’ ‘¿sos de centro?’ vos decí que sos VELOZ.

Cuando Dios te da una palabra, aplicala rápido y movete con rapidez, porque cuando el diablo te busque para destruirte ya vas a estar en otro lugar.

Los hijos de Dios primero caminamos, después corremos y después volamos como las águilas.

1. La gente eficaz pone fecha a las batallas

David agarró 5 piedras, él le puso límite a la batalla, no iba a pasar su vida batallando contra Goliat.

Ponele fecha a tus sueños, ponele límite al diablo, poné números, determiná fecha; y Dios va a darte la victoria.

Este año recibirás los sueños, este año tendrás tu casa, este año tendrás tu coche, este año vas a estar sano.
Determiná la fecha en el  nombre del Señor.

1. La gente eficaz inventa proyectiles eficaces

La piedra iba a 100 metros e iba a 160km/h. Dios va a darte una idea de oro que el diablo no conoce.

Dios va a darte estrategias divinas, va a darte una palabra que nadie oyó, y esa idea derribará a tu Goliat, Dios no va a dejarte sin armas, el arma que tengas va a ser poderosa en Dios para derribar gigantes.

1. Tendré ideas de oro

David tomó 5 piedras del río.
Dios va a darte armas frescas, ideas nuevas.

David tomó la vara para que le infunda aliento y para que distraiga a Goliat.
Cuando Goliat miró, le dijo si pensaba que él era un perro para que fuera con palos.

Todo plan del diablo, tiene una falla. Dios va a mostrarte esa falla. Tu Goliat tiene un área débil, vos tenés que pedirle a Dios que te la muestre.

La falla estaba en el ‘triángulo de la muerte’ que era lo único que tenía descubierto.

Goliat medía 3 metros y su armadura pesaba 100kg.
Sólo la punta de acero de la lanza pesaba 7kg tenía el casco y al lado un escudero, el escudo, medía 3 metros, porque el escudo de los filisteos era del tamaño del soldado.

Cuando Goliat lo vio, no usó el escudo porque lo subestimó a David,  por lo que sólo quedó al descubierto el ‘triángulo de la muerte’.

Todo plan del diablo tiene una falla, y Dios te la va a mostrar y vos vas a dar justo en el blanco.

El enemigo parece armado, sólo porque quiere impresionarte, pero Dios está peleando tu batalla.

David le dijo que no se había metido contra él, sino que se había metido con Jehová de los ejércitos y él era uno de sus escuadrones, y si se metía con él, se metía con Dios, y cuando lo tocan a Dios, Dios interviene en la batalla.

1. La gente eficaz termina lo que empieza
   

Todo lo que Dios te prometió vas a terminarlo.
Cuando David lo derribó, con la espada, le cortó la cabeza.

Si Dios te dio un sueño no abandones a mitad de camino, no alcanza con que el diablo caiga, no alcanza con que tengas la casa, el coche, no te quedes a mitad del sueño, tenés que terminar todo lo que Dios te prometió.

Si empezás algo, hacelo bien de entrada y no pares.

El juego termina cuando la cabeza es decapitada, hay batallas en que vas a cortarle la cabeza a tu Goliat y ni vos, ni tus hijos, van a tener que pelear otra vez con el Goliat que  derribaste, porque lo derribaste para vos y tus generaciones.

1. La gente eficaz es de inspiración

Cuando David le cortó la cabeza a Goliat y la tomó, todo el ejército corrió hacia los filisteos y los destrozaron.

No hay que ganar todas las batallas, tenés que ganar tu batalla.
Y cuando la ganes, toda tu familia se levantará a tomar lo que Dios les prometió a ellos.

Tenés que estar en la batalla a la que Dios te ha llamado, con el gigante que te ha desafiado y saber que vencerás, que vas a ser de inspiración para que otros vean que Dios está con nosotros, que si uno alcanzó el sueño, todos lo alcanzaremos, uno que venza, todos venceremos.

David fue abandonado por la mamá, burlado por los hermanos, fue rechazado por el padre, nadie celebró su victoria, los hermanos lo acusaron, Saúl quería ver cómo lo aplastaban, Goliat lo maldijo y maldijo a su Dios, pero nada lo afectó porque él era un adorador.

Cuando él estaba con las ovejas, adoraba a Dios, él sabía hablar, el que sabe adorar, sabe pelear.

David caminó un día para bajar de la montaña al valle, todos se burlaron, todos estaban en contra, pero David tenía una recompensa que era más grande que su miedo.

Él tenía una palabra, estaba solo, pero nunca se sintió solo, porque sabía que ‘Jehová es mi pastor y  nada me faltará, en lugares de delicados pastos me hará descansar, junto a aguas de reposo me pastoreará, confortará mi alma, me guiará por sendas de justicia’

Y David dijo ‘si Jehová estuvo conmigo cuando estuve solo en la montaña y Dios me oyó, cómo me va a dejar ahora que sigo solo’

David fue como mozo, pero regresó como héroe nacional, fue enviado para atender a los hermanos y regresó con el reporte más grande de toda la historia.
No importa cómo vas, lo que importa es cómo volvés.

Por Bernardo Stamateas

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