La Flota rusa del mar Negro recibirá unos 30 buques de guerra y barcos auxiliares en los próximos seis años, declaró hoy el comandante de la Armada rusa, almirante Víctor Chirkov.

"De acuerdo al programa de construcciones navales militares, la Flota del mar Negro incorporará en los próximos seis años unos 30 navíos de guerra y barcos auxiliares", dijo Chirkov en rueda de prensa.

Informó que entre 2014 y 2015, la Flota del mar Negro recibirá dos de los seis submarinos del proyecto 636 y en 2015, la primera de las seis fragatas del proyecto 1135.6, así como seis patrulleras del proyecto 22160.

"La Flota del mar Negro dispondrá de todo el material naval necesario para cumplir las tareas asignadas", destacó el jefe de la Armada rusa.

Asimismo comunicó que los buques de la Flota del mar Negro tendrán bases permanentes no sólo en Sebastopol, sino también en otros puertos de Crimea, como Feodosia y Donuzlav (a 180 kilómetros al noroeste de Sebastopol).

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Flota rusa del mar Negro en Ucrania

"Será una amplia red de bases navales, un sistema autosuficiente con ciclo completo y condiciones confortables para submarinos, buques de superficie, tropas costeras e instalaciones de la infraestructura social", expresó.

El presidente de Rusia, Vladímir Putin, había comentado que Crimea dispone de un importante potencial desde el punto de vista de construcciones y reparaciones navales que aún se desaprovecha.

También se informó que el Ministerio de Defensa colocó en los astilleros de Crimea pedidos por valor de 5.000 millones de rublos, o unos 144 millones de dólares al cambio actual.

Los políticos europeos se verán obligados a reconsiderar su estrategia gasista a largo plazo a raíz de la situación en torno a los suministros rusos a Ucrania, y Rusia se interesará más por otros mercados, estiman expertos del Instituto británico-estadounidense IHS.

El martes la compañía rusa Gazprom notificó oficialmente a la ucraniana Naftogaz que empieza a aplicar el sistema de prepago y exigió pagar 1.660 millones de dólares por los suministros de junio que deben saldarse hasta el día 2 del mes. Desde el 3 de junio la empresa de Ucrania recibirá para el consumo interno solo los volúmenes pagados.

“Una temporal interrupción en los suministros (del gas ruso a Ucrania) afectará a Europa ya que una parte del gas que se destina al Viejo Continente se redirigirá inevitablemente para colmar las necesidades de Ucrania. Sin embargo, las grandes cantidades almacenadas permiten a la UE compensar cualquier reducción del abastecimiento”, indicó la directora ejecutiva para los asuntos de gas en Europa del IHS, Shankari Srinivasan.

Añadió que “será más sensible el hecho de que los políticos europeos deberán centrarse en elaborar una estrategia a largo plazo sobre los suministros rusos y el tránsito a través de Ucrania”.

Por su parte, el director ejecutivo para asuntos energéticos de Rusia y países del Caspio del organismo, Thane Gustafson, estimó que Moscú tendrá que prestar más atención a otros mercados.

“Rusia seguirá siendo el principal suministrador de gas a la UE pero en condiciones actuales Moscú se interesa más por los grandes mercados energéticos de Asia –de China y Japón– para reducir su dependencia de Europa. (…) Pero se requerirán años para que estas modificaciones se traduzcan en cambios considerables en el mercado gasista”, subrayó. 

El papel económico que tiene China para Rusia puede aumentar considerablemente debido a las sanciones occidentales impuestas contra Moscú, escribe hoy Vedomosti.

En estos momentos, al gigante asiático le corresponde solo el 6,8% de las exportaciones rusas, y casi el 70% de estos suministros lo acaparan los combustibles y el petróleo.

Sin embargo, el mercado chino tiene un enorme potencial y es capaz de compensar las posibles pérdidas de Rusia por el deterioro de las relaciones comerciales con Occidente, sostiene el Defensor del Empresario, Borís Titov.

Los expertos y funcionarios rusos coinciden en que Rusia debe diversificar sus exportaciones de gas con ayuda de China. En 2018, Gazprom se propone suministrar al país asiático hasta 68.000 millones de metros cúbicos a través de dos gasoductos.

Tras casi 10 años de negociaciones, las obras de estas tuberías no han empezado aún, pero las partes están próximas a sellar el contrato, aseguró recientemente el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.

Otra empresa gasística rusa, Novatek, prevé firmar este mes un contrato con la china CNPC para suministrar gas natural licuado desde su planta en la península de Yamal.

El año pasado, Rusia acaparó solo el 9% (24,3 millones de toneladas) en las importaciones chinas de crudo. Desde 2011, la mayor petrolera estatal rusa y del mundo, Rosneft, exporta a CNPC unos 15 millones de toneladas al año.

En marzo pasado, las dos compañías acordaron el suministro de otros 365 millones de toneladas durante 25 años. Su importe total asciende a 270.000 millones de dólares, 70.000 millones de los cuales corresponden al prepago.

Además, Rosneft exportará 100 millones de toneladas a otra petrolera china, Sinopec. En este caso, el contrato todavía no está firmado pero la contraparte ya ha ofrecido un prepago.

La importancia de las exportaciones petroleras a China aumenta, resume el analista de Raiffeisenbank, Andréi Polischuk.

Por su parte, los jefes de Rosneft prometen invertir los fondos recibidos como prepago en proyectos estratégicos y no destinarlos para saldar los créditos de la empresa