Los tipos de hombre:
El estudio de la estructura de la Personalidad permite abordar un problema
que cumple un importante rol en la ciencia esotérica: el problema de los tipos
humanos. Si es exacto que cada hombre representa de alguna manera un
universo aparte, no es menos cierto que los tipos humanos se repiten. Se repiten a
menudo, mucho más a menudo de lo que se cree comunmente; en realidad, no
son muchos. En total no existen más que tres tipos fundamentales. Estos tipos
se distinguen por la preponderancia de tal o cual de los tres centros psíquicos
en la Personalidad: el hombre sobre todo intelectual, que piensa, calcula,
busca; el hombre emocional por excelencia, sentimental, artista, romántico; por
ultimo, el hombre de acción. En la Doctrina se los llama así:
—
hombre 1 es aquel en quien el centro de
gravedad psíquico reside en
centro motor;
—
hombre 2 es aquel en quien el centro de
gravedad psíquico reside en el
centro emocional;
—
hombre 3 es aquel en quien el centro de
gravedad psíquico reside en el
centro intelectual.
El hombre, tal como nace de la mujer, pertenece obligatoriamente a uno de
los tres tipos fundamentales en los cuales está comprendida toda la humanidad,
sea cual fuere la raza, la casta o la clase. Se trata de una ley de la Naturaleza y
no le es dado al hombre sustraerse a ellas pasando de un tipo a otro según su
conveniencia.
Veremos sin embargo que existen otros tipos, superiores a los tres tipos
fundamentales, pero —salvo casos totalmente excepcionales— no se pertenece
a esos tipos superiores por derecho de nacimiento. La creación de los tipos
superiores es el resultado de un largo proceso de gestación al cual hacia alusión
Jesús cuando, hablando a Nicodemo, le decía que el hombre debe nacer de
nuevo. Para elevarse a esos niveles es necesario realizar esfuerzos conscientes
y sostenidos de acuerdo a las reglas instituidas
desde milenios por la ciencia