El liderazgo desde la perspectiva de Pablo.
1a Timoteo 3:2-5
3. REQUISITOS MENTALES
El líder cristiano debe ser prudente (sofrón) y decoroso (kosnios).
a) SOFRON. Se ha traducido por prudente, pero es una de esas palabras que no tiene traducción. Sólo se la puede traducir con variaciones como cabal, discreto, prudente, controlado, casto, que tiene completo dominio sobre los deseos sensuales.
Los griegos la derivaron de dos palabras que significan mantener un juicio cabal y seguro. El sustantivo que le corresponde es sofrosme y los griegos pensaron y escribieron mucho acerca de ella, ya que es lo opuesto a la intemperancia, desenfreno o falta de dominio propio.
Platón definió esta cualidad del carácter cristiano como “el dominio del placer y el deseo.”
Pitágoras dijo que “era el fundamento sobre el cual descansa el alma“. Y Gilbert Murray, el gran erudito clásico, escribió acerca de esta palabra sofrón: “Existe una manera de pensar que destruye y otra que salva. El hombre o la mujer que es sofron anda entre las bellezas y los peligros del mundo, sintiendo dolor, gozo, ira y lo demás; y en medio de todo tiene en su mente algo que salva. ¿A quién salva? No sólo a él sino por así decirlo, a toda la situación. Impide que el mal inminente se concrete”.
Vemos entonces, que el hombre que es sofrón es el que es dueño de un juicio cabal y seguro, tiene cada parte de su ser bajo un perfecto dominio, así que el cristiano sofrón es aquel en cuyo corazón Cristo reina como señor de una manera suprema.
b) Es notable que la palabra que acompaña a prudente es, decoroso (kosnios) la cual significa ordenado, honesto, decoroso.
Así que si un hombre es kosnios en su conducta exterior se debe a que es sofrón en su vida interior.
Y aquí vemos cómo la belleza de la vida interior determina la fachada exterior. La importancia de una comunión con Cristo íntima y profunda.
El líder, obrero, pastor, anciano, diácono y todo cristiano que se precie de ser servidor de Jesucristo debe ser un cristiano sofrón, un hombre que controle sus pasiones, instintos y deseos, y paralelamente debe ser kosnios, un cristiano en quien el control interno se transforma en belleza externa, belleza en el rostro y en las palabras, belleza en los gestos, en la sonrisa y en la lágrima; belleza en el dolor y en la prueba, belleza en la oración. En suma, una vida que refleje la gloria de cristo.
Y tomen nota que estamos hablando de requisitos mentales. ¿Cómo se imagina usted a un obrero así?
Una mente clara, limpia, por el poder de la Palabra de Dios y el poder del Espíritu Santo. Usted tiene que saber algo. La consagración le hace más inteligente. El vivir en santidad, clarifica tus pensamientos y te mantiene alerta, con una mente bien despierta.
Muchos haríamos bien en estudiar deternidamente el capítulo 1 de Proverbios, especialmente los que estudian. Miren por ejemplo Proverbios 1: 7 - aquí está el principio que te hará tener éxito en tus estudios.
Y ésto nos lleva a otro de los requisitos:
c) El líder cristiano debe ser apto para enseñar (vs. 2) Debe estar capacitado tanto mental como espiritualmente para ejercer una activa docencia cristiana.
PRIMERO debe desarrollar la habilidad, es decir , debe prepararse, estudiar, no puede ser un perezoso mental. Y en SEGUNDO luqar debe tener la disposición para enseñar. En su interior habrá un deseo ardiente de impartir a otros la verdad que el Espíritu Santo le ha enseñado de las Escrituras.
Repetimos que si ha de enseñar, él mismo debe ser un buen estudiante de las Escrituras. “Un hombre que sea incapaz es descalificado para ser pastor”. (B.A. Kent)