Página principal  |  Contacto  

Correo electrónico:

Contraseña:

Registrarse ahora!

¿Has olvidado tu contraseña?

El poder de la Mujer que Ora
 
Novedades
  Únete ahora
  Panel de mensajes 
  Galería de imágenes 
 Archivos y documentos 
 Encuestas y Test 
  Lista de Participantes
 Alumbrando Tu Corazòn.... 
 Pide Aqui Tu Oraciòn 
 VARIOS MODELOS DE ORACION 
 Promesas de Dios para Ti.. 
 Recurso La Biblia en Lìnea 
 Devocionales 
 Reflexiones 
 Reflexiones Dr. Josè Luis Gònzalez 
 Mensajes para alentar tu vida 
 Mensajes para la mujer 
 Mensajes Para la Familia 
 Estudios Bìblicos 
 Testimonios 
 Deja Versìculos Bìblicos 
 Sòlo Postales Bìblicas 
 Sòlo Mensajes de Alabanza y Adoracion 
 Poemas Cristianos 
 Hogar-Cocina-Belleza-Tips 
 Sòlo Mùsica Cristiana 
 NUESTRO REGLAMENTO. 
 DECLARACIÓN DE FE 
 HAS PACTO DE AMOR CON EL SEÑOR. 
 CARTA DE UN NIÑO. 
 
 
  Herramientas
 
Mensajes para alentar tu vida: ¿SABE USTED QUÉ ES Y CUANDO OCURRE LA SANIDAD?
Elegir otro panel de mensajes
Tema anterior  Tema siguiente
Respuesta  Mensaje 1 de 1 en el tema 
De: María Elena  (Mensaje original) Enviado: 02/09/2009 05:08

 

¿Sabe usted qué es y cuando ocurre la sanidad?

Ps. Fernando Alexis Jiménez

"¿Qué es la sanidad?", se preguntó muchas veces cuando escuchó hablar del asunto en los servicios religiosos de su congregación. Razonaba que era fácil decirlo desde el púlpito. Es más, creía que así debía ser, porque estaba en la Biblia.

El problema comenzó cuando le tocó el turno. Una tarde lluviosa en la ciudad, cuando enfrentó la realidad frente a su médico, conoció lo que era la incertidumbre. El diagnóstico era contundente: Angélica padecía cáncer. En ese instante se confrontó con la realidad y se formuló de nuevo el interrogante: "¿Qué es la sanidad?".

Salió del lugar desolada. El consultorio le pareció gris y mientras abordaba el ascensor le pareció que todos la miraban con conmiseración. "No espero la misericordia de nadie—pensó--. Nadie puede hacer nada y lo menos que quiero escuchar son sus voces de consuelo".

En casa, sin ganas de orar, volvió sus ojos al Nuevo Testamento. En los evangelios leyó varios pasajes que referían el obrar milagroso de Jesucristo. Una luz de esperanza pareció encenderse en el horizonte. ¿Y si Dios obrara un milagro en su vida? ¿Qué podía perder? Si oraba, a lo mejor podría ocurrir algo similar a lo que leía en las Escrituras. Ocurrió, no inmediatamente sino dos meses después. En todo este tiempo jamás dejó de clamar...

Cuando regresó a una nueva cita con el oncólogo, le confirmó que no tenía absolutamente nada. "No me explico por qué", repetía el facultativo al mirar las placas radiográficas. Angélica sí sabía lo ocurrido. Dios había obrando un milagro. La sanidad se había tornado real en su ser.

El Dios de sanidad

En la Biblia leemos que el Señor Jesús y sus discípulos "Cruzaron el lago, llegaron a tierra y ataron el bote en Genesaret. Tan pronto bajaron del bote, la gente de allí reconoció a Jesús. Entonces todos empezaron a correr y a contarles a los demás que Jesús estaba allá. Por toda la región empezaron a cargar a los enfermos en camillas hasta donde estuviera Jesús. Jesús visitó muchos pueblos, ciudades y campos. La gente llegaba con sus enfermos a las plazas donde él estaba. Le rogaban que los dejara tan solo tocar el borde su capa. Todos los que tocaron la capa de Jesús fueron sanados" (Marcos 6:53-56. Nuevo Testamento: la Palabra de Dios para todos).

¿Quién obró la sanidad? El Señor Jesús. ¿Qué debieron hacer quienes tenían los enfermos? Ir a El. ¿Qué los motivó? La fe. Tres elementos importantes: el obrar de Jesucristo, buscar su poder y confiar en que ocurriría un milagro.

Estos elementos tienen tanta validez hoy como en aquél tiempo. La diferencia estriba en que no necesitamos ir hasta Jerusalén. Basta con doblar nuestras rodillas en oración y creer que Jesucristo es el mismo ayer, hoy y por los siglos.

¿Ocurrirán milagros? Por supuesto que sí. Leamos de nuevo el texto para ver qué ocurría con aquellos que iban a Jesús el Señor: "Todos los que tocaron la capa de Jesús fueron sanados".

¿Cuál es el primer paso ahora? La oración. Creer en el poder de Jesucristo. Y perseverar. He allí la fórmula. Usted puede aplicar. ¡Es hora de que comience hoy!

Las matemáticas diferentes de Dios

Con frecuencia recuerdo a los jovencitos que llevaron sus experimentos para una clase de química. Todos eran "novedosos" para su corta edad, y despertaban entre sus compañeros voces de admiración o quizá, inquietudes.

El profesor estaba atento a cada nueva exposición y de acuerdo con la sonrisa o el rostro huraño, todos podían intuir si estaba conforme o, por el contrario, reprobaba el trabajo.

Un jovencito trajo una cartulina con numerosas operaciones matemáticas. Había titulado su "invento" como "Los pensamientos de Dios". En el contenido de sumas, restas y divisiones, aparecía: 2 + 2 = 5.

--Esa suma está errada—le dijo un estudiante.

--Pues de acuerdo con tu lógica—le explicó—está mal, pero esa justamente es la razón por la que titulé "Los pensamientos de Dios", por que la perspectiva que tiene nuestro Padre de todo cuanto nos rodea, es diferente--.

Una lógica que es ilógica

Así son las matemáticas de nuestro amado Señor, totalmente diferentes. La Biblia ilustra este hecho con el incidente que ocurrió con una viuda (1 Reyes 17:8-15). El profeta Elías fue hasta la mujer en procura de algo qué comer. Su respuesta fue abrumadora: sólo tenía un poco de harina para alimentarse ella y su hijo, y después dejarse morir.

La respuesta del siervo del Altísimo y lo que ocurrió, revelan los milagros que hace el Señor en medio de su pueblo: "Elías le dijo: No tengas temor; ve, haz como has dicho; pero hazme a mi primero de ello una pequeña torta cocida debajo de la ceniza, y tráemela; y después harás para ti y para tu hijo. Entonces ella fue e hizo como le dijo Elías; y comió él, y ella, y su casa, muchos días" Y la harina de la tinaja no se escaseó, ni el aceite de la tinaja menguó, conforme a la palabra que Jehová había dicho por Elías" (versículos 13, 15 y 16).

De acuerdo con el razonamiento humano, el trigo sólo hubiera bastado para una sola ración. En manos de Dios, para muchos días. ¿Se da cuenta? La lógica de Dios reta nuestra lógica.

Sin embargo, ¿qué nos impide confiar en ese proceder de Aquél que todo lo puede? El muro que se levanta delante de Su presencia estriba en que por años hemos depositado todas nuestras esperanzas en la forma humana de obrar. Nada que esté por encima de estos razonamientos, tiene cabida en nosotros. Grave error. El Dios de poder y de gloria está allí, y desea ayudarnos obrando milagros. La decisión es nuestra. Basta que creamos.

Creer no es fácil

Nos identificamos en un hecho, creer no es fácil en tanto prime la incredulidad. Sin embargo cede terreno en la medida que reemplacemos la duda por la confianza en el Creador.

Imagine que juega con su hijo de apenas tres años. El salta de una pequeña altura no mayor de un metro. Se lanza "al vacío" sin el más mínimo temor porque sabe que usted lo espera con los brazos abiertos. Tiene conciencia de que no se golpeará porque será recibido por su padre, mucho más fuerte y poderoso que él.

Esa ilustración describe la confianza en Dios. Y es necesario avanzar en ella. Cuando oremos por alguna necesidad, creamos que nuestro amado Señor responderá. Su poder es ilimitado. Nada impide que, en Su voluntad, nos responda.

Nuestra invitación es para que vaya al Creador en oración y presente sus peticiones. Nos asiste el convencimiento de que los milagros no se harán esperar. Sin embargo recuerde que al orar es necesario sumar el desestimar toda sombra de duda, y un tercer elemento, la perseverancia.

Si desea que le ayudemos a interceder, por favor escríbanos ahora mismo.

© Fernando Alexis Jiménez – Contacto: (0057) 317-4913705
Correo electrónico: Ps.Fernando@adorador.com

 

fm6.gif picture by judaporsiempre

img244/3076/marialenais9.gif



Primer  Anterior  Sin respuesta  Siguiente   Último  

 
©2024 - Gabitos - Todos los derechos reservados