Ingredientes para unas 15-20 galletas:
100 gramos de almendra cruda
100 gramos de azúcar glas
100 ml de nata para montar
20 gramos de harina
100 gramos de chocolate con leche
Lo primero es triturar las almendras crudas sin que lleguen a quedar en polvo. Tienen que quedar trituradas no molidas. Al comer las galletas hemos de notar los trocitos de almendra.
Ponemos en un cazo la nata y el azúcar a calentar a fuego medio. Removemos para que el azúcar esté bien fundido en la nata y no quede grumos. Cuando esté hirviendo, añadimos la almendra y seguidamente incorporamos la harina tamizada. Mezclamos bien y dejamos que llegue de nuevo a ebullición sin dejar de remover. Esperamos unos 2-3 minutos y cuando vemos que empieza a espesar un poco apagamos el fuego y reservamos en un bol unos 10-15 minutos.
Forramos una bandeja de horno con papel de hornear y con una cucharilla de café cogemos trozos de masa y los depositamos en la bandeja.
Las colocamos bien separadas unas de otras ya que crecen mucho al hornearla ( unos 12 montoncitos por bandeja)
Llevamos al horno precalentado a 180 grados durante unos 8-10 minutos.
Hay que vigilarlas bien ya que se pueden quemar con mucha facilidad.
Una vez listas, las sacamos del horno y las dejamos enfriar del todo. Se endurecerán, las despegamos con cuidado del papel y las reservamos.
Mientras fundimos el chocolate al baño maría o al microondas.
Cubrimos de chocolate con la ayuda de un pincel la parte más lisa de las galletas y esperamos hasta que se endurezcan.