Página principal  |  Contacto  

Correo electrónico:

Contraseña:

Registrarse ahora!

¿Has olvidado tu contraseña?

LA CUBA DEL GRAN PAPIYO
¡ Feliz Cumpleaños Aries-Leire !
 
Novedades
  Únete ahora
  Panel de mensajes 
  Galería de imágenes 
 Archivos y documentos 
 Encuestas y Test 
  Lista de Participantes
 Conociendo Cuba 
 CANCION L..A 
 FIDEL CASTRO.. 
 Fotos de FIDEL 
 Los participantes más activos 
 PROCLAMA AL PUEBLO DE CUBA 
 
 
  Herramientas
 
General: " Viví en el monstruo y le conozco las entrañas ..." Martí .-
Elegir otro panel de mensajes
Tema anterior  Tema siguiente
Respuesta  Mensaje 1 de 8 en el tema 
De: Ruben1919  (Mensaje original) Enviado: 21/10/2012 12:59
 
   
     
 
 
Sumario
 
Comentarios
Históricos
Pensamientos martianos
Biografía de José Martí
Cronología de la vida de José Martí
Homenaje a José Martí (Video)
Carta inconclusa de Martí a su amigo Manuel Mercado

“Viví en el monstruo y le conozco las entrañas”

José Martí, nuestro Héroe Nacional, escribió el 18 de mayo de 1895, un día antes de su caída en combate por la independencia de la Isla, esta carta inconclusa a su entrañable amigo mexicano Manuel Mercado considerada su testamento político, donde argumenta su antiimperialismo y su lucha por “impedir a tiempo con la independencia de Cuba que se extiendan por las Antillas los Estados Unidos y caigan, con esa fuerza más, sobre nuestras tierras de América”.

Campamento de Dos Ríos, 18 de mayo de 1895.

Sr. Manuel Mercado

Mi hermano queridísimo: Ya puedo escribir, ya puedo decirle con qué ternura y agradecimiento y respeto lo quiero, y a esa casa que es mía y mi orgullo y obligación; ya estoy todos los días en peligro de dar mi vida por mi país y por mi deber —puesto que lo entiendo y tengo ánimos con que realizarlo— de impedir a tiempo con la independencia de Cuba que se extiendan por las Antillas los Estados Unidos y caigan, con esa fuerza más, sobre nuestras tierras de América. Cuanto hice hasta hoy, y haré, es para eso. En silencio ha tenido que ser y como indirectamente, porque hay cosas que para lograrlas han de andar ocultas, y de proclamarse en lo que son, levantarían dificultades demasiado recias para alcanzar sobre ellas el fin.
Las mismas obligaciones menores y públicas de los pueblos —como ese de Vd. y mío,— más vitalmente interesados en impedir que en Cuba se abra, por la anexión de los imperialistas de allá y los españoles, el camino que se ha de cegar, y con nuestra sangre estamos cegando, de la anexión de los pueblos de nuestra América, al Norte revuelto y brutal que los desprecia,—les habrían impedido la adhesión ostensible y ayuda patente a este sacrificio, que se hace en bien inmediato y de ellos.
Viví en el monstruo, y le conozco las entrañas:—y mi honda es la de David. Ahora mismo, pues días hace, al pie de la victoria con que los cubanos saludaron nuestra salida libre de las sierras en que anduvimos los seis hombres de la expedición catorce días, el corresponsal del Herald, que me sacó de la hamaca en mi rancho, me habla de la actividad anexionista, menos temible por la poca realidad de los aspirantes, de la especie curial, sin cintura ni creación, que por disfraz cómodo de su complacencia o sumisión a España, le pide sin fe la autonomía de Cuba, contenta sólo de que haya un amo, yanqui o español, que les mantenga, o les cree, en premio de oficios de celestinos, la posición de prohombres, desdeñosos de la masa pujante,—la masa mestiza, hábil y conmovedora, del país,—la masa inteligente y creadora de blancos y de negros.
Y de más me habla el corresponsal del Herald, Eugenio Bryson:—de un sindicato yanqui—que no será—con garantía de las aduanas, harto empeñadas con los rapaces bancos españoles, para que quede asidero a los del Norte;—incapacitado afortunadamente, por su entrabada y compleja constitución política, para emprender o apoyar la idea como obra de gobierno. Y de más me habló Bryson,—aunque la certeza de la conversación que me refería, sólo la puede comprender quien conozca de cerca el brío con que hemos levantado la Revolución,—el desorden, desgano y mala paga del ejército novicio español,—y la incapacidad de España para allegar en Cuba o afuera los recursos contra la guerra, que en la vez anterior sólo sacó de Cuba.—Bryson me contó su conversación con Martínez Campos, al fin de la cual le dio a entender éste que sin duda, llegada la hora, España preferiría entenderse con los Estados Unidos a rendir la Isla a los cubanos.—Y aún me habló Bryson más: de un conocido nuestro y de lo que en el Norte se le cuida, como candidato de los Estados Unidos, para cuando el actual Presidente desaparezca, a la Presidencia de México.
Por acá yo hago mi deber. La guerra de Cuba, realidad superior a los vagos y dispersos deseos de los cubanos y españoles anexionistas, a que sólo daría relativo poder su alianza con el gobierno de España, ha venido a su hora en América, para evitar, aún contra el empleo franco de todas esas fuerzas, la anexión de Cuba a los Estados Unidos, que jamás la aceptarán de un país en guerra, ni pueden contraer, puesto que la guerra no aceptará la anexión, el compromiso odioso y absurdo de abatir por su cuenta y con sus armas una guerra de independencia americana.
Y México, ¿no hallará modo sagaz, efectivo e inmediato, de auxiliar, a tiempo, a quien lo defiende? Sí lo hallará,—o yo se lo hallaré.— Esto es muerte o vida, y no cabe errar. El modo discreto es lo único que se ha de ver. Ya yo lo habría hallado y propuesto. Pero he de tener más autoridad en mí, o de saber quién la tiene, antes de obrar o aconsejar. Acabo de llegar. Puede aún tardar dos meses, si ha de ser real y estable, la constitución de nuestro gobierno, útil y sencillo. Nuestra alma es una, y la sé, y la voluntad del país; pero estas cosas son siempre obra de relación, momento y acomodos. Con la representación que tengo, no quiero hacer nada que parezca extensión caprichosa de ella. Llegué, con el General Máximo Gómez y cuatro más, en un bote en que llevé el remo de proa bajo el temporal, a una pedrera desconocida de nuestras playas; cargué, catorce días, a pie por espinas y alturas, mi morral y mi rifle;—alzamos gente a nuestro paso; —siento en la benevolencia de las almas la raíz de este cariño mío a la pena del hombre y a la justicia de remediarla; los campos son nuestros sin disputa, a tal punto, que en un mes sólo he podido oír un fuego; y a las puertas de las ciudades, o ganamos una victoria, o pasamos revista, ante entusiasmo parecido al fuego religioso, a tres mil armas; seguimos camino, al centro de la Isla, a deponer yo, ante la revolución que he hecho alzar, la autoridad que la emigración me dio, y se acató adentro, y debe renovar conforme a su estado nuevo, una asamblea de delegados del pueblo cubano visible, de los revolucionarios en armas. La revolución desea plena libertad en el ejército, sin las trabas que antes le opuso una Cámara sin sanción real, o la suspicacia de una juventud celosa de su republicanismo, o los celos, y temores de excesiva prominencia futura, de un caudillo puntilloso o previsor; pero quiere la revolución a la vez sucinta y respetable representación republicana,—la misma alma de humanidad y decoro, llena del anhelo de la dignidad individual, en la representación de la república, que la que empuja y mantiene en la guerra a los revolucionarios. Por mí, entiendo que no se puede guiar a un pueblo contra el alma que lo mueve, o sin ella, y sé cómo se encienden los corazones, y cómo se aprovecha para el revuelo incesante y la acometida el estado fogoso y satisfecho de los corazones. Pero en cuanto a formas, caben muchas ideas, y las cosas de hombres, hombres son quienes las hacen. Me conoce. En mí, sólo defenderé lo que tengo yo por garantía o servicio de la Revolución. Sé desaparecer. Pero no desaparecería mi pensamiento, ni me agriaría mi oscuridad. Y en cuanto tengamos forma, obraremos, cúmplame esto a mí, o a otros.
Y ahora, puesto delante lo de interés público, le hablaré de mí, ya que sólo la emoción de este deber pudo alzar de la muerte apetecida al hombre que, ahora que Nájera no vive donde se le vea, mejor lo conoce y acaricia como un tesoro en su corazón la amistad con que Vd. lo enorgullece.
Ya sé sus regaños, callados, después de mi viaje. ¡Y tanto que le dimos, de toda nuestra alma, y callado él! ¡Qué engaño es éste y qué alma tan encallecida la suya, que el tributo y la honra de nuestro afecto no ha podido hacerle escribir una carta más sobre el papel de carta y de periódico que llena al día!
Hay afectos de tan delicada honestidad...
Al día siguiente, 19 de mayo de 1895, Martí cae en combate en Dos Ríos.



Primer  Anterior  2 a 8 de 8  Siguiente   Último  
Respuesta  Mensaje 2 de 8 en el tema 
De: Ruben1919 Enviado: 21/10/2012 13:13
Todos los mejores hijos de Cuba siempre tuvieron una idea clara sobre los gobiernos estadinenses ....
 
Volvamos a Martí ... y veamos que dice Maceo ...:
 

Para José Martí, quien residió en su forzoso exilio en Estados Unidos, desde 1880 hasta su arribo a Cuba, en abril de 1895, para potenciar la lucha independentista, reiniciada el 24 de febrero del propio año, este proceso no le pasó inadvertido, criterios que recogió en múltiples escritos y discursos. En artículo publicado en el periódico Patria, valoraba como…"…el Norte ha sido injusto y codicioso: ha pensado más en asegurar a unos pocos la fortuna que en crear un pueblo para el bien de todos; ha mudado a la tierra nueva americana los odios todos y todos los problemas de las antiguas monarquías…En el Norte no hay emporio ni raíz. En el Norte se agravan los problemas y no existen la caridad y el patriotismo que los pudieran resolver…El Norte se cierra y está lleno de odios. Del Norte hay que ir saliendo. Hoy más que nunca cuando empieza a cerrarse este asilo inseguro, es indispensable conquistar la patria…" (68).

Antonio Maceo, de quien el Apóstol afirmase, que <>, escribe al coronel Federico Pérez como…"…de España jamás esperé nada; siempre nos ha despreciado y sería indigno que se pensase en otra cosa. La libertad se conquista con el filo del machete, no se pide; mendigar derechos es propio de cobardes incapaces de ejercitarlos. Tampoco espero nada de los americanos; todos debemos fiarlo a nuestros esfuerzos; mejor es subir o caer sin ayuda que contraer deudas de gratitud con un vecino tan poderoso" (69).


Respuesta  Mensaje 3 de 8 en el tema 
De: carlos305 Enviado: 21/10/2012 13:20
hermoso, asi era marti,,,,,,,,,su nobleza es la nobleza del pueblo cubano.......su entrega a la libertad de cuba fue incondicional.................... 

Respuesta  Mensaje 4 de 8 en el tema 
De: carlos305 Enviado: 21/10/2012 13:37
Lo bueno que tiene el monstruo es que permite vivir en sus entranas,nos permite conocerlo y defendernos de ser necesario ,todo lo contrario del otro ,del que vive enclaustrado y separado de su pueblo en su punto cero tan o mas monstruo ,esos si son malos por que aunque tengamos la onda de David en nuestras manos no savemos por donde nos ataca,,,,,asi son los tiranos............... 

Respuesta  Mensaje 5 de 8 en el tema 
De: Ruben1919 Enviado: 21/10/2012 14:23
 
Cuando uds . , y hablo de todos los gusanos que conozco , sin ningún respeto a la verdad, indecentemente , descaradamente , sin verguenza alguna , sin amor patrio , niegan socarronamente la existencia del genocida bloqueo a Cuba por parte de eeuu ... están engañando a cualquiera que no tenga conocimiento del tema .... y lo peor .... se están engañando uds . mismos .- Lo que pasa .... y espero ud no lo niegue .... es que uds quieren que ese bloqueo se concrete ... se asfixie al pueblo por hambre y toda clase de necesidades y así caiga el socialismo ...que privó ,a los que le mamaron a batista hasta el último momento , de todos los privilegios , malversaciones , corrupcciones y atropellos al pueblo cubano .-
Y creo que Martí en este momento no estaría en eeuu ... en miami ...apoyando ese bloqueo infame contra su patria ..... ni riéndose de la prisión ... tortura y padecimientos de toda clase por parte de nuestros cinco héroes cubanos ..... y digo nuestros porque son orgullo y patrimonio moral de todos los pueblos decentes del mundo .... Por más que uds ...excubanos ... se burlen de ellos .-

Respuesta  Mensaje 6 de 8 en el tema 
De: Ruben1919 Enviado: 22/10/2012 13:33
  Paco Azanza Telletxiki
 
 
 

Como cada dos años y medio, ayer 21 de octubre, se celebraron en Cuba elecciones a delegados -concejales- a las Asambleas Municipales del Poder Popular. En medio de tanto silencio para con las mismas o de escandalosas tergiversaciones por parte de los poderosos y reaccionarios medios de comunicación, bien vale la pena recordar algunas de las virtudes del sistema electoral cubano.

El voto en Cuba es un derecho que se puede ejercer al acceder a la edad de 16 años. A diferencia del multipartidista -que, en realidad, de multi no tiene nada-, en el sistema cubano no postula el Partido Comunista -éste no participa para nada en la selección de los postulados- sino los propios electores en las asambleas públicas de las diversas zonas vecinales tras largas y entusiastas deliberaciones. Y lo hacen los electores libremente, como digo, presentando candidatos -entre dos y ocho por cada circunscripción- que, independientemente de sus condiciones ideológicas, ellos consideren oportuno.

Presentados los candidatos, estos celebran numerosas reuniones y encuentros con los electores de sus respectivos distritos, pero lo hacen todos juntos, excluyendo toda forma de promoción individual y, por supuesto, sin gastar un solo centavo.

Lógicamente, los delegados elegidos son los que más votos reciben, debiendo sacar, estos, más del 50% de los mismos. En el caso de que dicho porcentaje no sea alcanzado por ninguno de ellos, se repite de nuevo la votación entre los dos candidatos más votados.

El pueblo es, pues, el principal y activo participante desde el principio hasta el final del proceso electoral. Además, la democracia cubana no se limita solamente al proceso de elección, sino que realizado este, consumada la elección de los representantes del pueblo por el propio pueblo, la ciudadanía sigue muy activamente participando en las propuestas y decisiones de sus elegidos, controlando a estos mediante los mecanismos -inexistentes en otros sistemas- de “rendición de cuenta” y “revocación”. Cada equis tiempo, los elegidos deben rendir cuenta de su labor ante sus electores, quienes mediante asamblea pueden revocar sus mandatos en cualquier momento si consideran que no se les representa adecuadamente.

El voto en Cuba no es obligatorio, no existe ley alguna que sancione a quienes decidan no ejercer su derecho al voto; sin embargo, habitualmente se supera el 95% de participación. Y es que la cubana es una “democracia participativa”, muy alejada de la engañosa “democracia representativa” donde, como dijo Ricardo Alarcón de Quesada, la autoridad la ejercen los ricos y para el pueblo reservarán el engaño de imaginarse representados.

Hoy el pueblo cubano, de manera consciente y entusiasta, está eligiendo a sus delegados para un período de dos años y medio, y, por mucho que los medios de la reacción se empeñen en hacernos creer lo contrario, Cuba está impartiendo al mundo una nueva lección de democracia.

Elecciones a las Asambleas Municipales del Poder Popular
 
 

Respuesta  Mensaje 7 de 8 en el tema 
De: Ruben1919 Enviado: 14/05/2013 16:15

Respuesta  Mensaje 8 de 8 en el tema 
De: Ruben1919 Enviado: 14/05/2013 18:19
La anterior es la foto de la casa donde vivió Martí , en México .-


Primer  Anterior  2 a 8 de 8  Siguiente   Último  
Tema anterior  Tema siguiente
 
©2024 - Gabitos - Todos los derechos reservados