Jehová el señor es mi fortaleza, el cual hace mis pies como de ciervas,

Y en mis alturas me hace andar.

(Habacuc 3:19)

Pueblo Santo de Dios:

¿Te has dado cuenta  del tiempo que en la tierra , pasamos viendo el nivel de la capacidad humana?.

Y es que esa capacidad se ve limitada cuando los problemas se vuelven océanos, y las dificultades se convierten  en montañas.

En esos momentos sentimos que vamos a quedar ahogados

o sepultados por todo lo que nos agobia. Por esa razón necesitamos la ayuda de aquel que jamás ha perdido una batalla, del Divino Señor Jesucristo.

Solamente El puede darnos la capacidad de saltar sobre los problemas, por eso dice en su palabra que El es nuestra fortaleza, y además de eso, hace nuestros pies como de ciervas.

Eso significa que nos da la capacidad de saltar las dificultades, y caer en sitio seguro.

Las ciervas tienen la habilidad de saltar en las rocas sin caerse ni tropezar.

Y cuando ven que el enemigo viene, o los problemas les acechan, entonces saltan hacia los lugares, en los cuales el enemigo no puede llegar.

Esos lugares altos, estan bajo el dominio de Jesucristo,

y jamas, lograra el adversario acercarse a esos lugares.

Pero tambien dice que " en mis alturas me hace andar".

Si, en mis alturas, no en las alturas del pastor, ni del diacono,

no en las alturas de los padres de familia, ni de la esposa

o del esposo, sino en " mis alturas", en mis propias alturas,

las que yo he alcanzado mediante el servicio abnegado,

la adoración ferviente y la obediencia fiel a Dios.

Eso me hara mi propia altura y la tuya tambien.

Yo se  que todos quisiéramos estar a una buena altura,

pero,  ¿trabajamos para obtenerla? Dios desea que tu y yo, estemos altos,

en esas alturas de seguridad, en las cuales, cualquier problema,

o todo tipo de dificultades no puedan alcanzarnos y hacernos daño, y cuando lleguen a nuestras vidas, saltar, con pies de ciervas que Dios nos ha provisto.

Oración:

Padre Santo, nos acercamos ante ti, con toda

Reverencia, para pedirte, que nos ayudes a mantenernos,

en los lugares altos, usando los pies de ciervas  que añades a tus hijitos fieles.

También te pedimos por todos aquellos, que aun, no tienen

los pies de ciervas, y no pueden saltar, y se ven en constante sufrimiento, porque su altura es demasiado baja, pero que pueden orientar su rumbo hacia el crecimiento, y pasar a formar parte, de los que podemos saltar hacia las alturas donde el enemigo no llega.

En el nombre de Cristo Jesús, Amen y Amen.

  Reflexiones de José Luis Gonzáles