2. Rayo Poderoso (Kosoku Ken): 
Es el único ataque de Ixa, que no depende de su Lira, el solo extiende su mano y de sus dedos salen fuertes Rayos de Luz que causan un gran daño en el enemigo (Físico y Espiritual), Ixa puede lanzarlos las veces que quiera, además de poder aumentar la velocidad de estos inclusive hasta superar la Luz. 

3. Atadura de Cuerdas 
Ixa complementa su cosmos (Aura) junto con la música y las cuerdas de su arpa , Ixa crea ilusiones para una estrategias mas compleja , logrando realizar una técnica extra, el Réquiem de Cuerdas (Sutoringa Rekuiemu, Stringer Requiem) : Es el mejor ataque de Ixa, con el que atrapa a sus rivales con las Cuerdas de su Lira, las que los irán presionando poco a poco mientras Ixa toca una hermosa melodía, además de el daño por ser aprisionado, estas absorberán su energía vital y mágica suprimiéndolas de momentos mientras siga tocando, cuando la ultima nota sea tocada y llegue al cuerpo del enemigo, este morirá además Ixa regenerara su propia energía con la absorvida del oponente. 

Bondad Malévola:
Su cosmos de bondad hace que el enemigo recapacite sobre el golpe y lo detenga.
Efecto: un 25% del ataque es detenido

Sub Ilusiones de Rayos: 
Ixa crea muchas ilusiones las cuales atacan en conjunto este no es 1 solo ataque son varios ataques a la vez lo que al oponente no puede escapar y le generan un mayor esfuerzo para el, por lo que su cosmos (Aura) se ve afectado. 

Efectos: El mismo que el Kosoku Ken 

Sub Ilusiones Réquiem: 
Ixa, es capaz de crear muchas Ilusiones gracias al sonido de su Lira, las que son capaces de confundir a sus rivales, ya que la música funciona como un alucinógeno para quien la escuche. 

Ojo. Las técnicas marcadas como ‘’Sub’’ no son otras técnicas, son combinaciones de las 3 básicas, nótese que no me salgo de contesto, solo paso a ponerlas para aclarar la diversidad del ataque.

Un día nuevo se hacia presenta y de igual forma se hacia presente una nueva aventura para un joven llamado Ixa, solo había pasado 1 día desde su encuentro con la señorita Beth, el joven que ahora se disponía a cumplir su promesa de proteger con su vida a aquella señorita y a toda la tierra de Asgard se disponía a buscar la herramienta que haría eso posible, la Armadura Zodiacal y el derecho a ser llamado Caballero Celestial.

Guiado por las intrusiones de la señorita Beth el joven de cabellos dorados se dirigía a su objetivo, con pasos firmes y constante, hacia avance en el terreno desconocido hasta que sus ojos Carmesíes divisaron la edificación identificada como ''castillo''.

El joven continuo sus pasos adentradse a tal zona esperando ver o encontrar a la persona que se le había indicado para su entrenamiento, solo portando su instrumento, Ixa seguía caminando hacia lo que podría ser su destino final.

Y es cuando, a medida que la caminada de Ixa le dirigía exclusivamente a un enorme pasillo dentro del castillo que, de la nada, una misteriosa y sombría figura hizo acto de presencia cuando una risilla un tanto irónica se escuchó lentamente, rompiendo el anterior silencio que reinaba con inmaculada belleza.

Bienvenido al castillo. Supongo que tú eres la persona de la que me hablo Beth.

La voz que resonaba con extrema delicadeza rompía el silencio, pero a la vez, hacía que acompasara todo el ambiente. Hacía que la tranquilidad que reposaba en el viento se tergiversara, pero no de una forma malvada, sino todo lo contrario. Bella y sincronizada.

Fue entonces cuando la postura elegante del joven, uno de los de más alto rango y con mayor experiencia en Asgard, miro de perfil a Ixa, sonriendo, como si lo estudiara y estuviera poniendo a prueba desde el primer momento en que se lo cruzó.

Yo soy Lance. Supongo que Beth te habrá hablado algo sobre mí.

La persona a encontrar se hacia presente, representándose con una misteriosa y sombría figura, la cual se aclaro rápidamente mostrando la apariencia del joven Maestro conocido como Lance, Ixa se detuvo ante escuchar sus sutiles palabras. Mostrando aquella suave sonrisa que los distinguía poso sus ojos sobre aquel caballero el cual le dirigía la palabra, presentándose.

Sin decir palabra alguna, el joven paso a arrodillarse ante la presencia del joven Lance, se arrodillaba como un caballero al estar frente a un Rey o persona de gran rango, con su rodilla derecha posaba sobre el suelo y su mano derecha aun lado mientras sostenía su instrumento, Ixa le mostraba su sutil sonrisa al joven, su mirada reflejaba paz y sus acciones tranquilidad, a simple vista podía notarse que era una persona de bien.

º Mis respectos Gran Maestro Lance. Soy Ixa de Benetnasch Eta, para servirle. º

Expresándose con suaves palabras y llenas de respecto, Ixa se presentaba ante el joven Maestro. Posaba su mano derecha sobre uno de los bolsillos de su ropas, sacando un especie de papel el cual se lo mostraba al joven Maestro, para que lo tomase de su mano.

º Así es Gran Maestro. Como podrá notar he venido con el consentimiento de la señorita Beth, para hacer la prueba y mostrar ser merecedor de la armadura celestial. Por favor Gran Maestro entréneme y hágame una persona digna de tal cargo. º

Se acercó con pasos decididos y firmes hacia la figura de Ixa, tomando entonces el papel que, sin duda pertenecía a la señorita Beth. Con un gesto de la mano indicó que se levantara. Le había recordado al antiguo Caballero Celestial que portaba la armadura a la que Ixa aspiraría. Grandes guerras destrozaron muchas naciones y asimismo, vidas de personas cuyo destino fue un doloroso tormento.

No hace falta reverencia, Ixa. Es un gusto para mí encontrar personas dedicadas a entregar su vida para servir a Asgard, a conseguir el manto Celestial perteneciente a su estrella guardiana.

Hace muchísimos años una guerra tuvo lugar en todo el mundo. Los Caballeros Celestiales hicieron frente ante la aparente maldad que resurgía de la oscuridad, dejando muchas de sus vidas en el campo de batalla... sólo unos cuantos aún siguen con vida llevando el estandarte de la justicia en sus hombros.

Su voz resonaba como cristales en el vacío, con una tranquilidad tan profunda como el aura que emanaba desde su interior. Propia de un señor de su rango, de un señor guardia de Asgard y, verdaderamente, el antiguo Caballero que sobrevivió a la anterior Guerra.

Fue en ese momento cuando, dándole la espalda a Ixa, comenzó a caminar por un largo pasillo, esperando que Ixa le siguiera. Cruzaron varios pasillos, escaleras y puertas fielmente adornados con estructuras bellas a su vista. El castillo tenía muchísimo tiempo de pie y todo era gracias a la guardia de los Caballeros de Asgard, cuya esencia no era oscura, o tal vez si...

Mas, como si el camino hubiera sido eterno, luego de un a buena caminada, salieron del castillo para así, cruzar a un campo tan enorme como hermoso. Un lugar donde, a pesar de todos los entrenamientos y batallas, conservaba su naturaleza colorida y llena de vida. Era un valle lleno de flores y algunas columnas destrozadas. Un enorme lago se mantenía en el centro y el aire tranquilo y suave que emanaba refrescaba notoriamente el calor que yacía en ese lugar.

Estos son los Campos Eliseos. Desde hace siglos que los Caballeros Celestiales lo usan para entrenar, o bien para meditar. Dime Ixa... quisiera saber realmente cuál es tu razón de venir aquí a pedir ser un Caballero. Según el informe, ya veo qué armadura deseas. Pero... ¿Por qué lo haces realmente?

Cuestionó tranquilo el joven, reflejando la típica sonrisa en su rostro. Notaba un poder inconfundible dentro del guerrero, pero no conocía verdaderamente sus intenciones.

El joven Maestro tomaba el papel de la palma de Ixa confirmando su legitimidad y con un sutil gesto de manos le indicaba que se pusiera de pie. Asintiendo suavemente con su cabeza el joven paso a ponerse de pie ante el joven Maestro, sus ojos se posaron sobre el, poniéndole suma atención a lo que tenia que decirle.

El joven Maestro mostraba un poco de agrado hacia la dedicación de Ixa. Su disposición no era algo que se encontrase con facilidad, al menos no de buena manera.

Con un pequeño relato de introducción, el joven Maestro se expresaba hacia Ixa con suma tranquilidad, como se podía notar en su apariencia. Con su porte superior a su poder y la experiencia a notar, este hombre era de admirar ante los ojos de Ixa.

º Grand Maestro, para mi seria más que un honor y todo un orgullo ser reconocido como un gran Caballero Celestial, no por la armadura o el poder. Quiero que sea por dar mi vida luchando por lo justo y para proteger no solo a Asgard, también al mundo entero. º

Expresándose con mucha seguridad y convicción pero si perder aquel tono suave y sutil distintivo de el, Ixa le hablo al joven maestro inspirado en el relato contando, su devoción era única y su meta a seguir era definitiva.

Dándole la espalda a Ixa, el joven Maestro se dispuso a caminar y Ixa por igual detrás de el. Cruzaron varios pasillos, escaleras y puertas fielmente adornados con estructuras bellas a su vista. Era una obra maestra. Se podía notar las décadas que este representaba de pie, como portal de justicia para los defensores de bien, al menos la mayoría…

Después de tan largo recorrer, su larga caminata daba a las afueras del castillo, cruzando por un hermoso campo, el cual era realmente enorme. El rostro del joven inmuto una expresión de sorpresa al ver tal majestuoso lugar, tan lleno de vida que se podía sentir en la calidez que emanaba tal lugar. Ixa observaba atentamente los alrededores, hasta que las palabras de joven Maestro daban a relucir. Con una introducción al lugar y su función, para luego concluir con una pregunta a Ixa, el joven Maestro se interesaba en las verdaderas intenciones de Ixa.

Con una sueva sonrisa y mirada pacifica, Ixa escuchaba atento al joven Maestro. La pregunta hecha no le molestaba en lo absoluto puesto que era correcta y necesaria.

º Gran Maestro…. se que en la actualidad, alguien con tanta devoción y deseo de emplear un objetivo a costa de su propia vida, es casi imposible de encontrar y por esa misma razón es que me encuentro aquí. Vera, yo vengo de un pueblo lejano de Asgard, donde la luz del Sol, apenas ilumina el panorama, donde la nieve cubre todo el entorno, donde el frío solo se compara a la soledad de un corazón destrozado, ese lugar era mi hogar. A muy temprana edad mis padres me fueron arrebatados… ellos eran personas amables y justas que siempre pensaba en los demás.

Pero a pesar de lo distante, el mal siempre se propaga como una plaga. Una guerra se hizo presente, la cual mato a muchos, incluyendo a mis padres, sus vidas fueron arrebatadas por hombres sin escrúpulos que veían la matanza como mera diversión… Yo pude lograr escapar, quedando a la intemperie bajo la fría nieve, mal trecho y tambaleante, mi fin era más que seguro. Pero mi vida fue salvada, por un caballero, de grande poder y porte como usted, me llevo a salvo a otro pueblo, donde fui atendido y pude vivir una nueva vida.

Mi impresión ante tal caballero fue tan grande, que decidir dar mi vida por la justicia, entrenarme y volverme caballero para proteger a otros con mi poder. Para que ningún niño o niña, pase por el mismo infierno que viví. º

Aquel relato era contando con sumo sentimiento, se podía percibir el sentir con cada palabra expresada por parte del joven Ixa, la devoción y bondad de un hombre le había salvado la vida y el haría lo mismo por los demás.

Sin duda una causa noble.